Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

i. thunder

───── ❝ 🏷 ❞ ─────

Si pudiese describir a mi amado con una palabra sería con "tormenta".

Una tormenta, según el diccionario, se trata de "una perturbación atmosférica violenta de aparato eléctrico y viento fuerte, lluvia, nieve o granizo"...Bruce coincidía en todo.


Él era una combinación de emociones y experiencias fuertes, alguien que muchas veces no sabías cómo actuaría pero cuando se decidía lo hacía en serio. Las tormentas suelen traer consigo diferentes climas que generalmente son catalogados como malos, pero, ¿cuántas veces la lluvia no suele ser hermosa? ¿O la nieve? Los mejores paisajes que he visto en mi vida han sido obra de estos dos fenómenos.


Así es Bruce.


Su presencia es como un trueno: fuerte, imponente y algunas veces, inesperada. Un trueno que llamaba la atención de todos en el lugar, claro ejemplo el evento al que acabábamos de entrar juntos; yo sosteniéndole del brazo caminando a su lado mientras todas las personas más influyentes de Gótica nos miraban curiosos.


Pese a tener una relación con él desde hacía años —y habiéndonos casado dos atrás, justo cuando llegó de su largo viaje— parecía que aún no era digna de aprobación en aquel lugar pero no era algo que solía preocuparme mientras Bruce me correspondiese y vaya que lo hacía.


No tardamos mucho en ser encontrados por su círculo cercano que aunque solían no agradarle mucho, siempre mantenía una estrecha relación con ellos. Besé su mejilla antes de alejarme para que continuara platicando pues sentía que sobraba. Se limitó a verme mientras me iba.


El tiempo pasaba y le veía reír a lo lejos con esos cuatro hombres que a menudo asistían a nuestro hogar, me parecía curioso el que actuara cual Mr. Brightside con sus amigos, tan sonriente y sin soltar la copa de sus manos. Sólo yo sabía la verdad de cómo era cuando la fiesta terminaba, la verdad detrás de su champagne intercambiado con ginger-ale para evitar terminar ebrio. . .


Su mirada se conectó con la mía casi hasta el otro lado del lugar en donde permanecía sentada al lado de las parejas de sus amigos quienes no paraban de chismosear y quejarse de sus respectivos esposos. En ese momento sentí que todo a mi alrededor se silenciaba, se pausaba y sólo estábamos los dos.


—Y tú, Elizabeth, ¿cómo te ha tratado el matrimonio?—giré mi cabeza para ponerle atención a Janet, rompiendo ese trance al escuchar mi nombre.


Las otras tres mujeres también me miraban atentas, solía ser una persona reservada y callada que sólo daba detalles cuando me veía obligada a hacerlo por lo que cada cosa que decía era de sumo interés para ellas.


—De en sueño—respondí sonriente y devolviendo mi mirada a Bruce quien no dejaba de tener sus lindos ojos encima mío.


—Me alegro mucho, se nota que Bruce es un hombre maravilloso.


—Si, lo es—confirmé.


—Honestamente siempre me ha parecido complicado y...algo sombrío—añadió Anna, a mi derecha.


—Como no tienes idea—murmuré llevando la copa de champagne falso a mis labios.



Poco a poco la conversación volvió a su ritmo normal lo que implicaba ser excluida y honestamente no me molestaba. Odiaba tener que seguir el hilo —que de por sí solía tener problemas poniendo atención— de temas tan tontos como lo era el engaño de Stacey con su instructor de pilates, el vestido rojizo que no iba con la piel de Lydia o el divorcio de Jackson y Mary. . .era algo en lo que coincidía con Bruce, mi amado esposo que me dio aquella señal para poder huir de allí de una vez por todas.



Sonreí ampliamente ante sus ojos señalando la salida dándole luz verde a despedirnos de nuestro calvario; dos minutos después ya nos encontrábamos en el vacío pasillo con dirección a la entrada principal.


—¿A ti también te hablaron de Jackson y Lydia?—pregunté al mismo tiempo que Bruce ponía su cálido saco sobre mis hombros.


El evento de aquella noche había sido en el salón principal de una especie de hacienda a media hora de Gótica por lo que el frío era ligeramente más intenso, su mano encontró la mía cuando comenzamos a caminar haciendo que la fiesta y su sonido quedase cada vez más lejos.


—Ella quería quedarse con la casa, ¿puedes creerlo?—respondió imitando la voz de su amigo Jeff, ambos reímos—creo que es lo menos que merece tras soportar a ese idiota.


—Concuerdo totalmente. Todo lo que ha soportado por su hijo...¿no te parece algo triste?


—¿Qué cosa?


Estábamos cada vez más cerca del arco que marcaba el inicio del lugar, podía ver al chico del valet parking desde allí.


—Que dos personas permanezcan juntas por el bienestar de otra, cuando en realidad hacen más daño—suspiré—espero que nunca nos pase algo así.


Se detuvo en medio del pasillo y se dio media vuelta para mirarme, yo en cambio, pese a traer tacones tenía que levantar la barbilla para poder observar su rostro. Llevó una de su manos a mi mejilla para acariciarla mientras la otra descansó en mi cintura cubierta por el largo vestido azul marino.


—No pasará—habló con tanta confianza que me lo creí. Parecía una promesa y yo no tenía un buen historial con ellas.


Las comisuras de mis labios se curvearon formando una sonrisa tonta lo que aprovechó para robarla con un beso, uno lento que me hizo sentir la mujer más amada de la tierra.


—¿Es esa la señal?—escuché de una voz varonil lejana.


No sólo era la señal que alertaba a los criminales de que la justicia les llegaría tarde o temprano si no la señal de que mi amado debía dejarme por cumplir la promesa que se hizo de niño, una de la que sentía que si estuviera en una competencia en contra suya la perdería sin duda.


Se separó de mí dándome esa mirada de disculpa a la que ya estaba acostumbrada. Le sonreí haciéndole saber que estaba bien.


Hora de salvar Gótica, caballero nocturno—susurré haciéndole sonreír a medias.


Bruce siempre trataba de ver el lado bueno cada que un nuevo día llegaba, siento que lo veía como una oportunidad para remendar los pecados, aunque no fueran suyos. De todas maneras, parecía nunca estar satisfecho con lo que encontraba al final del arcoíris, nunca terminaba de llenar aquel vacío dejado años atrás.


Por supuesto que era feliz a su lado sin importar si estaba bajo los expectantes ojos de ciudad Gótica en alguna fiesta o las tenues luces de la baticueva investigando el archivo de algún delincuente; no podía evitar tener una avalancha de sentimientos cada que él me miraba de esa manera, dejándome a la expectativa de si volvería herido o simplemente si volvería. . .

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro