Abrió los ojos perezosamente, los parpados le pesaban así que parpadeo un par de veces para acostumbrarse y a la vez recuperar un poco el conocimiento debido al cansancio, bostezo y rascó su cabello azulado antes de girarse para ver el techo de la habitación, pudo notar que ya era de día por la iluminación clara y por la fuerte luz de sol que entraba por la ventana y traspasaba las cortinas, volteo su cabeza sobre la almohada para mirar el insecto-despertador que había en su mesa de noche, que marcaba las 7:15 am; de repente escucho un ruido a su lado, le tomó unos segundos recordar quién estaba allí y luego de hacerlo sonrió con ternura y se volvió a girar por completo.

Su amada esposa dormía plácidamente a su lado, boca abajo y con un brazo debajo de la almohada, mientras soltaba pequeños ronquidos y un hilo de saliva se deslizaba por su boca, Ramón río enternecido por la imagen, juraba que cada día se enamoraba más de ella, se acercó más y limpio su baba con su dedo antes de abrazarla—Buenos días Pops, ya despierta—Dijo con una sonrisa, la sintió removerse en sus brazos.

—Mmmm, no quiero, haz que sea de noche otra vez—Se quejó con la voz algo ronca mientras apoyaba su cabeza en su pecho descubierto, el rey del pop se ahogó otra risa y pasó a llenar su frente de besos y acariciar su espalda desnuda.

—Vamos, es la última semana, podríamos hacer muchas cosas.

—De acuerdo...nuevo plan, los 4 días restantes dormiremos ¿ok? —Habló aún con los ojos cerrados y la voz floja, sintió como él se bajaba un poco para que sus rostros están a la misma altura, aún sin romper el abrazo, finalmente ella abrió los ojos para poder observarlo nuevamente, adoraba como su cabello se desordenaba al dormir y por alguna rara razón todas las mañanas despertaba con unas suaves ojeras, pero no se quejaba, lucía muy adorable, le encantaba el hecho de que a partir de ahora despertaron juntos siempre.

—Sabes que eres una perezosa ¿verdad? —La miró burlón y Poppy solo pudo jalar levemente su cabello algo fastidiada por el comentario.

—Y tu sabes que sigo cansada por nuestra noche ¿no? —Comento con una sonrisa juguetona—No creo que pueda caminar por 3 días.

—Bueno, admito que quizás me deje de llevar un poco—De inmediato se sonrojo con algo de pena al recordar todo—Pero bien que lo disfrutaste.

—Nah, no voy a negarlo es cierto—Bromeó y ambos rieron, luego su sonrisa se suavizó un poco y posó su mano sobre su mejilla grisácea—Aunque hablando más enserio, gracias, realmente me alegra que hayamos sido capaces de compartir una experiencia así, fue...bastante especial—Se miraron con ternura y amor antes de unir sus labios en un lindo y tranquilo beso; Poppy bajo su mano a su pecho para acariciarlo un poco, era tan suave, y Ramón la tomó de la cintura para acercarla más y volver a abrazarla con fuerza, luego de unos minutos se separaron, el peli-azul escondió su rostro en su cuello, dando unos cuantos besos humedos.

—Lo sé...también fue muy especial para mi, que bueno que me convenciste.

—¿Ves que intentar cosas nuevas no siempre termina en un desastre? —Se burló haciéndolo sonreír.

—Como siempre, tienes razón mi reina—Ella se sonrojo un poco y pasó sus dedos por su melena oscura—Te amo.

—Y yo a ti, no podrías hacerme más feliz—Hablo sinceramente, de un momento a otro sintió como era empujada con algo de brusquedad al costado, y vio cómo su marido se colocaba sobre ella, haciendo que sus mejillas se enrojecieron más.

—¿No puedo? ¿Quieres apostar? —Cuestiono con una sonrisa juguetona, la rosada se mordió levemente el labio al ver sus intenciones y lo agarró del cuello para volver a unir sus labios, un poco más apasionadamente esta vez, acompañado de unas cuantas caricias por ahí y por allá, el azul bajo sus besos a su cuello, dando también algunas lamidas, Poppy solo soltaba algunas risitas y leves jadeos; el momento se vio interrumpido por el sonido de la alarma de Ramón—Ja, quizás ya sea hora de levantar...—Empezó a levantarse hasta que los brazos de su mujer lo rodearon y lo giraron para cambiar sus posiciones, al parecer ahora era ella la que estaba sobre él, sentada a horcajadas en su cadera y apartando las sábanas para revelar su cuerpo desnudo, el rey no tardó en ponerse rojo también.

—Ah no no, ahora terminas lo que iniciaste—Dijo sonriendo y ambos volvieron a besarse y abrazarse.

—Jaja, como ordenes mi reina.

(...)

Los días restantes pasaron con gran velocidad, en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban en la última noche de su luna miel, les hubiera gustado decir que fue un último día emocionante, pero la verdad fue todo lo opuesto, se la pasaron descansando y pasando tiempo de calidad juntos, hacer actividades locas era divertido, sin embargo jamás superaría a los momentos tranquilos, donde realmente podían hablar y compartir cosas.

—Poppy, sabes que no soy fan de las sorpresas—Se quejó el azulado, que traía una venda en los ojos mientras caminaba siendo únicamente guiado por su mujer, que lo empujaba por detrás de forma leve—Además ya chocamos con muebles 5 vec- ¡Auch! —Fue interrumpido al golpear su piel contra la punta de una silla—6 veces.

—Ups, perdón, mi culpa—Río Poppy nerviosa, esa tarde había preparado una pequeña sorpresa para su marido, la cual la tenía bastante emocionada.

—Empiezo a creer que lo haces a propósito.

—Bueno bueno, llegamos—Habló y lentamente le quito las vendas al contrario, Ramón parpadeo un par de veces para volver a acostumbrarse a la luz y poder presenciar lo que tenía enfrente, la terraza estaba adornada con pétalos de rosa en el suelo, que llevaban a la pequeña mesa con un mantel blanco y con dos copas de vino y unas galletas en forma de corazón, había pequeñas lucecitas colgadas sobre el toldo de madera y un gran sofá para que se sentaran, el cual también tenía pétalos.

—Poppy...¿tú hiciste todo esto? —preguntó sorprendido mientras la miraba con una sonrisa, haciendo que ella se sonrojara.

—Así es—Lo agarra con cariño de la mano y lo lleva hasta el sofá—Usualmente esto de los gestos románticos son lo tuyo, pero debido a la ocasión especial...quería hacer esto para ti—Los dos se sentaron y la rosada tomó ambas copas de vino y le dio una—¿Te gusta?

—Por supuesto que sí, es tan...wow—El grisáceo siguió observando a sus alrededores asombrado, él adoraba ser cariñoso y cursi con su reina, hacerla feliz era su único deber en este mundo y aprovechaba cualquier ocasión para dejarle claro lo mucho que la amaba, pero hace realmente un buen tiempo que era él el que se tenía que sentir amado—¿Dónde conseguiste todas estas cosas?

—Las rosas del patio, el mantel del sótano y fui por comida en la tarde mientras dormías pequeño holgazán—Bromeo pasando su dedo índice por el borde de la copa de manera juguetona y mirándolo con ojos confiados, lo que de inmediato lo puso nerviosa y enamoradizo—Tengo que intentar esto de las cursilerías más seguido.

—Oye, eso déjamelo a mí, admite que amas mis "cursilerías".

—Jajajaja bueno bueno, es verdad, ¿Te acuerdas esa vez que "intentaste" proponerme matrimonio en la fiesta de aniversario de Trollstopia? —Habló la de pecas brillantes con una sonrisa.

—Por favor ¿puedes dejar de recordármelo? —Se rasco la nuca apenado al acordarse de ese momento, no sabía en qué momento le pareció buena idea declararse en frente de toda la ciudad; con ayuda de su buena amiga Sheila la globo aerostático, escribieron en su cesta "¿Te casarías conmigo reina Poppy?" y la harían despegar al final del discurso que él daría, no basta decir que todo salió mal—Juro que en mi mente era el plan perfecto.

—Lo hubiera sido si no se te hubiera atorado el pie en esa cuerda y volaste junto con el globo—Se burló la peli-rosa.

—Ya no importa, además tú dijiste que no—Dijo algo resentido.

—¡Entre en pánico! Además no se sentía correcto con mi novio volando de cabeza por los aires, al final te lo aclaré todo en el hospital y si nos casamos, eso lo compenso todo—Ramón soltó una risa y miro el vino en su vaso.

—Supongo que tienes razón, aunque me hubiera encantado tener una mejor propuesta.

—Al menos tuvimos una fantástica boda, te veías guapo en ese traje—Comentó con las mejillas rojas y una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Yo? Tú te veías realmente hermosa en ese vestido, jure que era un ángel el que estaba caminando en el altar—Habló y recibió un golpe amistoso en el hombro de parte de su esposa.

—Bastaaa—Río y miro a otro lado con vergüenza, luego levantó su copa un poco hacía él—Brindemos, estos han sido unos 3 meses maravillosos, en donde hemos podido no solo pasar tiempo juntos, sino también conocernos a nivel marital y darnos cuenta de la importancia que es el matrimonio en nuestras vidas, es una pena que allá terminado—La última frase sonó algo decaída, así que Ramón se acercó más a ella.

—Por supuesto que no ha terminado, si, regresamos a nuestras vidas normales, llenas de responsabilidades y momentos duros, pero seguiremos juntos a pesar de todo, yo estaré ahí para ayudarte gobernando Trollstopia, estare ahí cuando tengas cualquier inseguridad, estaré ahí en las buenas y en las malas, en salud y enfermedad, todos los días de nuestras vidas, estaré ahí cuando me necesites—Dijo sonriendo y tomo su otra mano y tocó el anillo que había en esta con cariño—Porque de eso se trata nuestro amor, de permanecer unidos a pesar de todo, esta aventura no ha terminado Poppy, es solo el comienzo, y sinceramente, no puedo esperar a que me fastidies con tus canciones y brillantina por el resto de mi vida.

—Awww...—La rosada sonrió igualmente y también miro su mano y acarició la de él con su pulgar, luego acercó su copa a la suya—Por nosotros.

—Por nosotros—Susurró y ambos chocaron sus copas con delicadeza, casi de inmediato el momento fue interrumpido por un ruido fuerte detrás de ello, al voltear, Ramón noto que se trataban de fuegos artificiales que eran disparados desde su jardín hacía el cielo.

—Ohhh sí, había olvidado el detalle de la pirotecnia—Río nerviosa, su esposo volteo a verla con una sonrisa.

—¿Enserio?

—Oye, es mi primer gesto romántico, que quería que quedara bien—Sonrieron y no tardaron en unir sus labios en un apasionado beso para sellar el momento con broche de oro, mientras esos brillos de colores seguían explotando y decorando el cielo de la playa.

Al día siguiente la pareja de reyes empaco sus cosas y con nostalgia y algo de pena se marcharon para volver a Trollstopia, con Ramón conduciendo esta vez, Poppy iba atrás aferrándose a su amado y apoyando su mentón en su hombro, no lo negaban, estaban tristes de que sus vacaciones llegarán a su fin, por estos 3 meses pudieron experimentar mucha paz y alegría juntos, y ahora, no tenían idea de que les deparaba el futuro, eso era aterrador, y a la vez emocionante; lo único que sí sabían, es que lo que sea que la vida les lance, iban a permanecer unidos, dándose apoyo y felicidad, teniendo momentos de desacuerdo o paranoia, sin duda iba a ser un desafío el aprender a convivir, sin embargo, no imaginaban su vida sin el otro, y sonreían cada que imaginaban los maravillosos años que les faltaban por vivir.

Llegaron a la ciudad muy de noche, Ramón estuvo conduciendo casi todo el día y ambos estaban exhaustos, les dieron una bienvenida rápida y de inmediato los reyes fueron al capullo de Poppy a dormir, aún no tenían un hogar oficial, pero era el más cercano en ese momento, apenas llegaron los dos se tiraron en la cama y exhalar profundamente, se acostaron entre las sábanas agotados y se dedicaron una última sonrisa antes de caer dormidos en los brazos del otro, cansados, pero ansiosos por todas las aventuras que les esperaban juntos.

FIN

Gracias a todos por leer esta historia, y por tenerme paciencia con las actualizaciones :')

Dios, ccasi dos años y no la había terminado jsjsj, pero bueno, me alegra haberle dado un fin; espero que hayan disfrutado este capítulo, los amo mucho :3