24: Acercamiento.
Las luces se apagaron de un momento a otro, causando algo de furor en varias personas del público. De un momento a otro la música comenzó a sonar, las luces se encendieron alumbrando solamente la pasarela y las modelos comenzaron a salir.
—¡Bien! —murmuró Justin con una sonrisa, sintiéndose muy orgulloso.
Alice, en el backstage, se encontraba con los nervios a flor de piel, pero cuando vio que todos comenzaban a aplaudir, bajó sus revoluciones.
—¡Dios mío! —Fallon exclamó a su lado—, esos diseños lucen increíblemente genial.
—Eso es lo que creo —Alice murmuró mordiéndose los labios.
—¿Estás lista para cerrar el show?
—Nunca he caminado por una pasarela, Fallon. ¡Claro que no! —Alice la miró con seriedad.
—Hey, piensa en esas pobres modelos. Ellas deben hacerlo bien, en cambio tu caminarás junto a mi y a Karl saludando al público —Fallon la animó—, además, sabes que si tropiezas, yo te levantaré.
Alice soltó una carcajada y le golpeó el hombro.
—Eres una perra.
—Pensé que Mami Alice no decía palabras indebidas —Fallon elevó una ceja.
—Bueno, algunas personas se lo merecen —se elevó de hombros.
Ambas rieron y siguieron mirando el espectáculo desde el backstage.
Llegó el momento de cerrar el show y Alice, Fallon y Karl Lagerfeld salieron a la pasarela. Saludando al público. La vista de Alice fue borrosa en todo momento, sonreía, pero los nervios realmente no la acompañaban.
Salió del backstage en cuanto el show terminó y caminó hasta el salón donde se encontraban las personas disfrutando del afterparty.
—¡Alice!
Se giró confundida, pero una sonrisa se formó en sus labios al chocar con unos ojos azules bastante conocidos.
—¡Kyle! —caminó hasta él y lo abrazó— ¡Has venido!
—¡Jamás me lo perdería! —la miró de pies a cabeza— Te ves hermosa.
—Gracias —las mejillas de Alice se sonrojaron levemente.
Kyle lucia un traje negro bastante simple, pero totalmente para la ocasión. Se veía bastante guapo, pensó Alice.
Kyle se acercó hasta ella y la besó brevemente, dejándola algo aturdida.
—¿Buscabas a alguien? —Kyle la abrazó por la cintura, a medida que comenzaban a caminar.
—Mi familia, los niños, la familia de Fallon —ella comentó.
—¿Tus padres? —Kyle elevó una ceja.
—Espero que hayan asistido. ¿Te gustaría conocerlos? —miró a Kyle con una ceja alzada.
—¡Claro que sí! Me encantaría, Alice.
Era la verdad, para Kyle era un gran paso el tener que conocer a los padres de Alice, un gran paso que él estaba dispuesto a dar.
—Está bien —Alice se lamió los labios.
—Pero antes de eso me encantaría darte algo —Kyle la detuvo.
Alice frunció el ceño y lo miró, lucía algo nervioso.
—¿Qué pasa?
—Sé que probablemente no debería hacer esto aquí, pero solo quiero aprovechar el momento —la miró fijamente.
Alice asintió sin desviar la vista. Vio como Kyle saca un colgante de su bolsillo y lo ponía frente a ella.
—Ha pasado poco tiempo desde que nos conocimos, pero estoy completamente seguro de lo que estamos haciendo. Quizás no es una relación con todas sus letras, pero ambos sabemos lo que hacemos y me gustaría decir que esto es algo real. ¿Estamos saliendo? Porque realmente me muero por saber que tú lo piensas de esa forma. Me gustas mucho y sería una gran desilusión pensar que esto no es real.
La boca de Alice se abrió. Sus ojos también se abrieron y su respiración se cortó. No podía creer lo que había escuchado. No era algo romántico, pero tampoco era algo egoísta, era como una daga acertando en la realidad, si es que eso era posible de entender.
—¿Me estás preguntando si quiero salir contigo? —murmuró aún asombrada.
—Sí —Kyle asintió, moviendo el colgante frente a sus ojos.
—Sí quiero, Kyle. Digo... yo no soy una chica que hace estas cosas con todo el mundo y... —los labios de Kyle la interrumpieron incluso antes de que dejara de hablar.
Alice soltó un suspiro contra sus labios y se alejó. Bien, ella quería besarlo, pero no frente a tanta gente, y menos sabiendo que posiblemente su familia se encontraba por allí.
—Será mejor que vaya en busca de mi familia.
—Vamos —él pasó su brazo por la cintura de Alice, comenzando a caminar.
Atravesaron todo el salón riendo y hablando en susurros, pero pararon su caminar gracias a Alice. Ella se detuvo por completo al ver en una esquina tres siluetas muy conocidas.
—¿Qué pasa? —Kyle preguntó.
No fue necesaria una respuesta, él siguió los ojos de Alice, encontrándose con Justin tomando las manos de sus dos hijos.
—Oh —él murmuró.
Alice se soltó de su agarré, mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus labios. La imagen frente a ella era adorable. Madison lucia un vestido rosa, tipo princesa mientras tomaba la mano derecha de Justin, y Alex lucía el mismo traje de Justin, pero en miniatura, también tomado de la otra mano de su padre.
—Espérame —le susurró a Kyle, antes de alejarse.
—¡Mami! —Alex se soltó de Justin y corrió hasta Alice para abrazarla.
—Hola cariño —ella rió, tomándolo entre sus brazos.
Caminó hasta Justin con Alex en brazos y le sonrió.
—Te veías muy linda, mami —Madison le besó la mejilla.
—Tú te ves hermosa en ese vestido —Alice la hizo girar con su mano libre.
Madison rió con felicidad y se elevó de hombros.
—Felicidades, Alice. Te luciste por completo, estoy muy orgulloso —la voz ronca de Justin penetró en sus oídos y en su piel.
Alice dejó a Alex en el suelo y se acercó hasta Justin, para abrazarlo.
—Muchas gracias —le susurró en el oído, sin dejar de sonreír mientras lo abrazaba—, gracias por estar aquí.
—No me perdería ningún evento importante que te involucre y lo sabes —Justin la miró.
Alice bajó la vista, algo cohibida, pero sin dejar de sonreír.
Una tos falsa se escuchó a espaldas de Alice, y por la forma en que la mandíbula de Justin se endurecía, sabía de que se trataba.
—Bien, iré con los niños en busca de algún bocadillo —Justin susurró.
Alice quiso detenerlo, pero las manos de Kyle rodeando su cintura y la detuvieron.
—¿Vamos por tus padres?
Alice iba a responder, pero sintió unas manos tirarla de su vestido.
Se alejó de Kyle en cuanto notó que Madison no había ido con Justin y estaba frente a ella.
—Maddie —la miró.
—¿y tú quién eres? —Madison miró a Kyle de pies a cabeza.
Kyle abrió los ojos asombrado. Primera vez que veía a la pequeña y tenía que admitir que ella era la viva copia de Justin.
—Hola, pequeña.
—No te conozco —Madison se cruzó de brazos— ¿por qué abrazabas a mi mamá? —lo volvió a mirar de pies a cabeza.
—¡Madison! —Alice llamó su atención, conocía aquella mirada despectiva de su hija.
Kyle se inclinó, quedando a la altura de Madison y le sonrió.
—Soy en Doctor Johnson. Doctor de Alex, y colega de tu padre —tendió su mano amigablemente.
Madison miró a su madre confundida.
—No me gusta que abraces a mi mami —lo miró nuevamente y salió corriendo, ignorando por completo a Kyle y a su mano.
—¡Maddie! —Alice la llamó, pero Madison ya había desaparecido a la siga de Justin.
—Déjala, es entendible —Kyle murmuró, poniéndose de pies nuevamente.
—Discúlpala. Madison es distinta, ella es...
—Una niña de seis años que cela a su madre, es normal Alice —Kyle le sonrió, trasmitiéndole tranquilidad.
Alice asintió finalmente y tiró de él en busca de sus padres, pero al parecer la vida estaba en contra de Kyle esa noche, más que de ella. Porque cuando finalmente encontró a sus padres, Justin se encontraba allí con ellos, riendo ligeramente mientras Michael Coleman le golpeaba la espalda con diversión.
—No me digas que Justin está con tus padres —Kyle murmuró, cuando notó que Alice nuevamente se congelaba.
—Sí, son ellos —Alice soltó un suspiro—. Quizás no sea el mejor momento Kyle —se giró—, lo lamento.
—No te preocupes, Alice. No me molesta la presencia de Justin cerca —mintió.
Alice lo miró con sospecha, pero prefirió ignorar aquellas palabras e igualmente se acercó hasta sus padres.
—Mamá, Papá —murmuró y se acercó a abrazarlos.
Michael Coleman abrazó a su hija con una gran sonrisa. Hace meses no se veían.
—Mi pequeña sirenita, estoy tan orgulloso de ti —le susurró en el oído.
Alice rió con ternura y besó su mejilla.
—¡Muchas gracias por venir!
—No tienes que agradecerlo, es nuestro deber apoyarte siempre —Leonor Coleman abrazó a su hija.
Alice se giró y le sonrió a Kyle pra que se acercara.
—Mamá, Papá, quiero presentarles a Kyle... un gran... um...
—Amigo —Kyle respondió por ella.
Justin rodó los ojos y miró hacia la mesa en donde se encontraban los niños, solo para asegurarse de que ellos estaban bien y también para ignorar la escena de Kyle y los padres de Alice.
—Michael Coleman —el padre de Alice tendió su mano.
—Un gusto, señor —se cohibió con los ojos verdes de Michael, eran igual a los de Alice.
—Leonor Coleman.
Kyle le sonrió a la madre de Alice, dejándola algo encantada al momento de besarle los nudillos.
—¿Cómo se conocen? —Michael comentó con bastante interés, mirando disimuladamente la cara de disgusto que teníaJustin.
—Él es el doctor de Alex —Alice murmuró, también mirando ligeramente a Justin. Notando lo guapo que lucía con aquel traje azul.
—Oh, también eres doctor, como Justin —Leonor sonrió con simpatía.
—Exactamente —Kyle sonrió.
Justin se alejó un poco y buscó con la mirada a Josh, sabía que su amigo se encontraba en el evento, y en ese momento necesitaba alguna distracción. Su idea había sido asistir al evento para ver a Alice y hablar con ella a solas, pero las cosas habían tomado un giro inesperado al encontrarla allí con Kyle Johnson.
—Podrías cambiar esa cara de disgusto —Fallon se acercó a Justin.
Justin soltó un suspiro y le quitó una copa de champán al camarero que pasaba por allí.
—Él me fastidia, está conociendo a los padres de Alice. Estoy...
—muy celoso —Fallon asintió, completando por él—. De todas formas, el señor Coleman no luce muy contento —Fallon miró hacia donde se encontraba Alice con sus padres y Kyle.
—Sí, eso me consuela —Justin suspiró.
—¿Le entregaste las flores a Alice? —Fallon preguntó.
—No, hice algo que consideré mejor, pero en estos momentos dudo si le gustará la sorpresa.
—¿Qué hiciste? —Fallon preguntó, totalmente curiosa.
—Dejaré que Alice te lo cuente —le respondió, antes de alejarse de su amiga.
La noches transcurrió tranquila, todos se encontraban compartiendo y bebiendo, las modelos, algunos diseñadores importantes y sus familiares, etc. El ambiente era cálido, pero por alguna razón Alice no se sentía del todo cómoda.
—Necesito volver a mi departamento, mañana trabajaré, es sábado pero tengo turno —Kyle murmuró luego de un buen rato conversando con Alice.
—Lo entiendo, no te preocupes —Alice le sonrió.
Kyle se acercó hasta ella y la besó ferozmente frente a todos, antes de alejarse con una sonrisa.
Alice quedó algo sorprendida, pero le sonrió de vuelta, mientras veía como él se alejaba.
—¿Un amigo?
Alice se sobresaltó, soltando un pequeño grito de terror. Se giró lentamente, encontrándose con los profundo ojos verdes de su padre.
—Papá, yo... —su voz tembló—, te lo puedo explicar.
—No quiero que me lo expliques, estás bastante grande como para hacer lo que quieras. Además, desde que los vi juntos hace un rato, lo sospeché.
—¿Qué? —Alice frunció el ceño— No quise mentirte a ti y menos a mamá, pero yo lo estoy conociendo y...
—Te dije que no quiero explicaciones, Alice —su padre la abrazó por los hombros—. Solo te pediré que tengas cuidado con lo qué haces, tú no estás enamorada de él y eso lo puedo notar.
Alice se alejó de su padre en seguida, mirándolo con algo de molestia. ¿Con qué derecho su padre le decía aquello?
—No sabes nada, papá.
—¿Entonces me explicas por qué aún estando junto a aquel muchacho te encontrabas intercambiando miradas con Justin hace un rato? —Michael bebió de su copa de vino.
¡Bingo! El padre de Alice lo había notado. Alice y Justin se habían estado intercambiando miradas toda la noche.
El corazón de Alice se detuvo, miró a su padre con reproche y soltó un suspiro. Michael Coleman sonrió con ventaja y besó la mejilla de su hija antes de alejarse.
Alice se giró lentamente, y saludó a algunas personas que le sonrieron. Caminó a lo largo del salón sin saber que hacer, pero se detuvo cuando chocó con los ojos mieles de Justin. Ambos mirándose por milésima vez en la noche.
—¿Desde cuando cambiaste el vino por la champaña? —ella preguntó, acercándose a él con cuidado, no muy segura de lo que hacía.
Justin sonrió ligeramente, mirándola de pies a cabeza. Admirando lo hermosa que se veía.
—Aun puedo sorprenderte, Alice —terminó su copa de un sorbo y se acercó a ella—, incluso cuando conoces todo sobre mi —le susurró en el oído.
Alice rió con diversión y lo tomó del antebrazo, para que no se alejara. Por algún motivo quería hablar con Justin, lo extrañaba. Bueno, todos sabemos que ella lo extraña como pareja, pero a pesar de la separación, ellos siempre solían estar juntos, y desde Whistler las cosas habían cambiado.
Justin observó como la mano de Alice tocaba su piel y sintió la electricidad invadirle desde la punta de los pies hasta la punta de su cabeza. Levantó su vista hasta los ojos de ella y se lamió los labios.
—¿Hacia donde vas? —ella preguntó.
—Tú novio podría molestarse si nos ve juntos —Justin respondió.
Alice bajo la vista, algo desilusionada, haciendo que Justin se diera cuenta de la situación. Él tiró de ella esta vez y la rodeó por los hombros. Alice levantó la vista, encontrándose con los ojos mieles de Justin y simplemente se derritió, nunca había soportando aquellos encantos. Era débil ante él.
—Kyle aún no es mi novio, Justin.
—Bueno, eso me consuela un poco —se elevó de hombros.
Alice soltó un gran suspiró y miró a su alrededor, solo para asegurarse de que nadie se encontraba mirando. Tomó la mano de Justin con fuerza, causándole calor tanto a él como a ella, y tiró de él hasta un cuarto completamente alejado.
—¿Qué pasa?
—Dejemos los juegos atrás, ambos tenemos mucho de lo que hablar —Alice encendió la luz de la habitación y cerró la puerta con llave.
Era una habitación solitario, solo habían dos sillas allí y algunas bolsas esparcidas por el suelo. Al parecer lo usaban para guardar cosas del salón de eventos.
Justin la miró con una ceja alzada y se sentó en una pequeña silla al lado de la puerta. Dejó su copa de champán en el suelo y la miró, de pies a cabeza nuevamente, haciéndola sentir nerviosa y pequeña ante él.
—Está bien, hablemos.
Alice lo miró con reproche y caminó hasta él.
—No quiero que toda la vida estemos así, se supone que somos grandes amigos después de todo.
—No puedo ser tu amigo mientras sienta algo por ti, Alice. Tampoco puedo tolerar a Kyle y evitar mis celos —él respondió con simpleza.
—Justin —Alice se quejó. Mirándolo con reproche, con disgusto.
—Quieres hablar, entonces soporta que te diga todo lo que siento —se levantó con rapidez de la silla y caminó hasta ella—. Sé que cometí un error, y estoy arrepentido, pero también sé lo que siento por ti, es lo mismo que sentía hace tres años atrás, ese sentimiento jamás ha cambiado —levantó su mano para acariciarle la mejilla—. Por eso no puedo evitar enojarme cuando veo como Kyle te toca. Porque te quiero Alice —la acercó a él, haciendo que ambos cuerpos entraran en contacto.
Los ojos de Alice no dejaron los de Justin en ningún momento, ambos se encontraban allí en medio de la habitación mientras se miraban y comprendían la situación. La respiración de Alice iba lenta, estaba sintiendo las palabras de Justin golpearle la piel como si de azotes se tratara.
—¿Por qué es tan difícil? —ella cerró sus ojos. Sintiéndolo cerca pero lejos a la vez.
—Nosotros hacemos que sea difícil.
—Solo estoy tratando de avanzar —ella replicó.
Justin soltó un suspiro, pero no dejó de mirarla en ningún momento. Comenzó a acariciar la mejilla de Alice con su pulgar, mirándola fijamente, analizando cada una de sus facciones, hipnotizándose con sus encantos, de la misma forma en que ella hacía con él.
—¿Pretendes dejarme atrás? —Justin la miró con tristeza.
Alice inhalo con profundidad y lo abrazó del cuello, soltando todo el aire retenido.
Estaban abrazados, en aquella solitaria habitación. Algo muy íntimo para ser real.
Justin no pudo evitar bajar sus ojos hasta los labios de Alice. La deseaba, la deseaba con pasión, con ferocidad, quería abrazarla con fuerza y arrancarle los labios de un beso.
Ella estaba allí, frente a él, escuchándolo y abrazándole el cuello. Justin no creía poder mantener su autocontrol.
—¿Qué estás haciendo? —ella preguntó. Pero ella sabía muy bien lo que ocurría.
—Nada que tú no quieras —Justin le respondió.
Alice recargó aún más su mejilla contra la mano de Justin y cerró sus ojos, sintiendo la calidad del momento, queriendo ir mucho más allá, aún sabiendo que habían muchas posibilidades de arrepentirse después de eso.
Justin la apretó contra él sin resistirlo y lo hizo, la besó, la besó después de aquel tiempo que se sintió eterno.
El corazón de Alice estalló al igual que sus emociones, pero no dudó en responder ese beso. Sus labios se abrieron automáticamente cuando los de Justin le acariciaron con suavidad, en un dulce y lento beso. Se movieron lentamente a través de la habitación, hasta que chocaron con la pared, apagando la luz por casualidad. Justin sintió cómo su corazón sufría descargas eléctricas mientras Alice le acariciaba la nuca y respondía a su beso.
Era un beso lindo, mucho más pasional y romántico que él primero que se habían dado en Whistler. Se sentían conectados. Ambos pechos chocaban con cada respiración.
Se separaron brevemente para tomar aire, se miraron sin poder creerlo mientras chocaban sus frentes. Alice respiro profundamente y siguiendo sus instintos, lo abrazó con fuerza, con tanta fuerza que no lo quería soltar, solo lo quería sentir, lo anhelaba con necesidad carnal. Anhelaba a Justin.
Justin volvió a besarla, y ella volvió a corresponderle. Esta vez el beso fue más rápido, al igual que sus movimientos. Alice dejó que Justin le acariciara la piel desnuda de su espalda, mandándole corrientes eléctricas por todo el cuerpo.
Soltó un pequeño gemido contra sus labios y lo abrazó aún más fuerte. Justin gruñó con satisfacción, pero no hizo nada más. La besó con ansias, quitándose todas las ganas que tenía desde hace bastante tiempo.
—¿Qué estamos haciendo? —Alice susurró entre beso y beso.
—¿Quieres que me detenga, Honey? —le respondió, separándose por completo de ella.
Alice negó con la cabeza y esta vez ella lo besó. Justin la elevó con sus manos y la estampó contra la pared, besándola con ansias. Ambas bocas se movieron sincronizadas, mientras ambos pechos se elevaban sincronizados. La boca de Justin mordió son suavidad la de Alice, haciéndola abrirla, metió su lengua allí y ambos comenzaron con la guerra. Las manos de Justin bajaron hasta el trasero de Alice y lo acariciaron con sutileza, mientras la apretaba contra la pared.
Alice soltó un gemido cuando sintió un bulto rozarle, y solo se limitó a cerrar los ojos y no pensar en nada más. Estaba nublada, su mente se había nublado desde que entró a ese cuarto solitario, y en realidad tampoco tenía necesidad en volver a la realidad, estaba más que cómoda.
El tirante del vestido de Alice cayó, dejando su hombro desnudo expuesto a la boca de Justin. Él bajó desde su boca, por su cuello hasta que finalmente llegó a su hombro, en donde mordió y lamió con ganas. Justin sintió cómo el corazón le latía con furia al reconocer el exquisito sabor de la piel de Alice. Ella le acarició la espalda por sobre la camisa, sintiendo sus músculos tensos y grandes.
El otro tirante del vestido cayó, y este se bajó un poco, dejando gran parte del escote de Alice a la vista. Justin le pidió permiso con la mirada, una mirada única, ambos ojos brillando por el deseo. Alice asintió, y sus ojos se cerraron cuando la boca de Justin le besó el comienzo de sus senos con bastante lentitud.
La mano de Justin subió por el muslo de Alice, hasta su entrepierna, y la acarició lentamente. Era como un sueño, un sueño hecho realidad. Era como si el momento esperado se estuviera dando; y en realidad estaba sucediendo.
Alice tomó la cara de Justin entre sus manos y lo obligó a besarla nuevamente. Justin la besó con el corazón en la mano y en estómago en la garganta, mientras la acariciaba allí abajo con ternura, ni siquiera con esa excitación común, la acariciaba la entrepierna con esa ternura como si de un diamante se tratara.
—¡¿Hay alguien allí?! La fiesta se acaba y necesitamos las bolsas para la basura —una voz femenina se escuchó detrás de la puerta, seguida de unos golpes.
El momento se rompió por completo, la mágica burbuja en la cual ambos estaban encerrados se reventó.
Justin se alejó de Alice unos centímetros y ella nuevamente estuvo de pies en el suelo. Se miraron algo confundidos, pero aún con ambas respiraciones completamente agitadas.
—¡Abran la puerta! —la chica volvió a insistir.
Alice finalmente desvió sus ojos de los de Justin y puso una mano en su pecho para alejarlo.
Justin asintió, comprendiendo la situación y comenzó a arreglar su ropa, la cual estaba desordenada.
Alice, muy avergonzada, subió los tirantes de su vestido y cubrió su escote, el cual tenía varias marcas rojas gracias a los dientes de Justin.
—Alice —Justin la llamó, al ver que ella se dirigía hacia la puerta.
—No digas nada, Justin —ella lo miró, antes de abrir la puerta y desaparecer por ella, con el corazón en la mano y los ojos cristalizados.
—Mi intención no era molestar —comentó la chica vestida de empleada, después de comprender la situación.
—Créeme, mi intención tampoco era que nos interrumpieras —Justin la miró con molestia y salió de la habitación rápidamente.
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alicecoleman: ❤️
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fallonjefferson: ¡Gran noche!
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joshjefferson: Hermosas ❤️😍
pattiemallette: Me encantaría haber asistido.❤️ Ambas lucen muy guapas.
jazminbieber: 😍❤️❤️❤️
voguemagazine: Hermosos vestidos de dos hermosos diseñadoras. Esta noche en Seattle se lanzó la nueva línea de Alice Coleman en colaboración con Karl Lagerfeld y Fallon Jefferson. Más detalles de la fiesta en nuestro sitio.
A 1.929.089 personas les ha gustado esto, incluyendo justinbieber, fallonjefferson y alicecoleman.
justinbieber: Una gran noche.
A 1.829 personas les ha gustado esto, incluyendo samanders, alicecoleman, joshjefferson, jazminbieber, leonorcoleman y fallonjefferson.
leonorcoleman: Fue genial verte, Justin. ¡Muy guapo!
fallonjefferson: ❤️
jazminbieber: ¡Lindo! Te extraño.
Honey
Justbiebssg
🧖🏻♀️👓👑
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