Alice se sentó frente a la ventana que daba al balcón y dejó su libro sobre los estudios del diseño a un lado. Su teléfono siguió vibrando, recibiendo varios mensajes de Kyle.

Kyle: Igual creo que mañana por la noche podríamos ir a bailar, es viernes.

Alice: Quizás, ojalá Justin venga temprano por los niños.

Kyle: Lo hará, muero por verte.

Alice: Lindo.

Kyle: Hermosa.

Alice dejó el teléfono a un lado y cerró los ojos. Se sentía inquieta y no sabía porqué. Se sentía mal, a pesar de que hace días estaba bastante feliz e incluso ilusionada.

Aún no podía sacarse de la mente los ojos dolidos de Justin, él le dolía, ese era su gran problema, pero de alguna forma sentía que Justin estaba sintiendo lo mismo que sintió ella al verlo con Samantha.

Esto no era un juego de niños, pero ninguno de los dos podía evitar pensar con inmadurez.

«Alice nadó hasta Justin y se abrazó de su cuello en cuanto estuvo a su lado. Justin sonrió y la abrazó con fuerza por debajo del agua.

—Te quiero mucho —susurró Alice antes de besarlo.

—Yo igual, Honey —Justin alcanzó a responder, antes de que sus labios fueran callados por los de Alice.

Se besaron lentamente en la piscina, disfrutando del hermoso atardecer que tenía el privilegio de observar el patio trasero de la mansión Bieber. Justin bajó su mano hasta el trasero de Alice y lo acarició con confianza, mientras su cuerpo se apegaba aún más al de ella. Aquel día cumplían siete meses de noviazgo, y ambos habían decidido ir a pasar la tarde a la mansión, ya que los padres de Justin no estarían y Jazmín se iría a la casa de sus amigas.

Alice sonrió contra la boca de Justin cuando sintió un bulto en su vientre, y no pudo evitar soltar un risita nerviosa. Justin sonrió pícaramente y la abrazó aún más fuerte, con bastante ternura.

—Cada día me sorprendes más, Alice —confesó, cuando Alice bajó su mano hasta y le acarició la pelvis—. Estás tocando terreno peligroso.

—Me quiero arriesgar —Alice lo miró.

Justin sonrió, ella se veía tan hermosa, con el pelo peinado hacia atrás gracias al agua y su cara natural y fresca.

Justin le devoró los labios en dos segundos, y Alice no tardó en envolver sus piernas en las caderas de Justin por debajo del agua. La boca de Justin bajaba libremente por el cuello de la chica y succionaba con bastante emoción de allí. Los pezones de Alice se endurecían, dándose a traslucir a través de su bikini. Justin se mordió los labios y bajó su boca hasta el borde del bikini de Alice, donde lamió con gusto.

—Justin —Alice suspiró con los ojos cerrados, mientras acariciaba el cabello del chico.

—Ven, te tengo algo —Justin finalmente se separó de ella.

—¿No iremos a cenar? —ella frunció el ceño, luciendo aún más salvaje, con los labios rojos gracias a los besos y el cabello mojado.

—Supongo que eso puede esperar —Justin le sonrió.

Alice soltó un suspiro admirando la hermosa sonrisa de Justin y se le pegó en seguida, él era tan hermoso, que la mataba de amor algunas veces.

Ambos se envolvieron en sus toallas y entraron a la mansión en silencio, tratando de no llamar la atención de los empleados. Justin subió a su habitación, arrastrado a Alice de la mano y miró a ambos lados antes de entrar.

—Cierra los ojos —pidió.

Alice sonrió y cerró los ojos. Justin la metió dentro de la habitación con un tirón y luego de cerrar la puerta con seguro, la abrazó por la espalda y le susurró en el oído para que abriera sus ojos.

Alice se encontró con pequeñas velas en forma de corazón haciendo un camino hasta la cama de Justin y varias letras rojas que decían "Felices siete meses, Honey". A un lado de la cama habían muchos dulces y una pequeña cajita que se notaba que era de una joya cara.
Soltó un chillido de emoción y se giró para abrazar a Justin con fuerza.

—Eres tan... —se quedó en silencio mirándolo a los ojos, sin saber cómo personalizarlo.

—¿Tan? —Justin elevó una ceja con curiosidad, esperando una respuesta.

—No tengo palabras para lo que eres, Justin —Alice lo besó lentamente.

Justin soltó un gruñido de placer.

—Escucha, Alice —comenzó a hablar bastante nervioso—. Mi intención con esta sorpresa no es apresurarte a que hagas algo que no quieres, las velas solo han sido parte de la decoración, no tienes que...

Alice lo interrumpió.

—Pero yo quiero hacerlo, quiero hacer el amor contigo —susurró contra sus labios.

Una enorme sensación de felicidad invadió a Justin, miró a Alice con adoración durante largos segundos, sin poder expresar lo que sentía.

Alice, bastante nerviosa por lo que acababa de confesar, se mordió el labio, pero Justin elevó su mano para obligarla a soltárselo.

—Te amo, Alice. Estoy enamorado de ti —confesó finalmente.

El corazón de Alice comenzó a latir a mil por hora, al igual que el de Justin. Sonrió y junto su frente con la de Justin.

—Yo también te amo, muchísimo.

Justin aplastó sus labios contra los de ella, acariciándole la mejilla, sintiendo la emoción del momento en cada poro de su piel. Sintiéndose cómodo y ansioso a la vez. Ambos perderían la inocencia juntos, ¿podía ser más perfecto?

Alice cayó sobre la cama y Justin no tardó en caer sobre ella, acariciándole cada parte de su anatomía. Los labios de Justin descendieron desde los labios de Alice hasta su cuello, en donde mordió y succionó dejando una pequeña marca, luego bajó hasta su pecho, en donde mordió la piel de sus senos y besó lentamente, mientras Alice se estremecía bajó su cuerpo. Justin la miró desde su posición y Alice solo asintió, por lo que él no tardó en quitarle la parte superior del bikini y dejarla desnuda ante sus ojos. Alice, quien se sonrojó de inmediato, acarició el cuero cabelludo de Justin, mientras él se encontraba mirándola con adoración.

—Eres hermosa —susurró antes de atacar ambos pechos con su boca.

Alice soltó un gemido en cuanto la lengua de Justin tocó uno de sus puntos débiles y se estremeció con brutalidad. Justin atendió ambos pechos por unos minutos, antes de seguir bajando hasta su ombligo, en donde dejó otro par de besos hasta de seguir con camino.

—Te trataré bien —susurró, cuando notó que ella se había tensado.

Alice asintió y cerró los ojos con fuerza cuando sintió la mano de Justin bajarle la parte inferior de su bikini.

Justin no podía estar más a gusto, abrió las piernas de Alice lentamente quedando aún más maravillado con aquella vista. La miró, notándola aún nerviosa, por lo que volvió a subir hasta su altura para besarle los labios.

—Abre los ojos, preciosa —pidió.

Alice abrió sus ojos, encontrándose con los mieles de Justin y no dudó en abrazarlo.

—¿Por qué estás tan nerviosa? —le besó la punta de la nariz.

—Solo sigue, se siente bien —ella pidió.

Justin le besó la boca antes de volver a bajar a la altura de sus piernas. Alice quiso cerrarlas de golpe, pero Justin se las mantuvo abiertas.

—No te avergüences, eres hermosa —repitió.

Alice soltó un suspiro y trató de mentalizarse, pero cuando sintió una boca atacando su intimidad, quiso gritar de gusto. Soltó varios gemidos vergonzoso y llevó sus manos hasta la cabeza de Justin.

—¿Qué haces? —espetó entre gemidos.

No esperaba respuesta, aquello le estaba gustando demasiado.
Justin hizo un excelente trabajo con su boca allí, a pesar de que era la primera vez que lo hacía, volvió hasta la altura de Alice donde la besó con ternura y le susurró un montón de cosas lindas. Alice bajó su mano tímidamente entre sus cuerpos y sacó la erección de Justin de sus bóxers. Justin soltó un pequeño gemido y él mismo se encargó de desnudarse y de tomar un condón de su mesita de noche. Cuando ambos estaban completamente desnudos, las piernas de Alice rodearon la cintura de Justin y lo aplastaron contra ella.

—Mírame —Justin pidió.

Alice lo miró fijamente y se mordió los labios. Justin rozó su reacción contra ella, haciéndola estremecer y soltar pequeños ruidos bastante hermosos para los oídos de Justin. Él la besó para tranquilizarla y cuando la notó bastante concentrada en sus besos, empujó dentro de ella con suavidad, haciéndola gemir levemente. Empujó otro poco, amando la sensación, pero se detuvo cuando Alice le mordió el hombro con fuerza.

—¿Estas bien?

Alice buscó los labios de Justin para ahogar su quejidos. Justin le acarició la mejilla y sin dejar de besarla empujó otro poco más, hasta que estuvo por completo dentro de ella. Alice gimió contra sus labios y soltó una pequeña lágrima del dolor. Justin limpió aquella lágrima con su pulgar y besó ambas mejillas de la chica.

—Avísame cuando estes listas —pegó su frente contra la de ella—, si quieres podemos dejarlo hasta aquí, no quiero que...

—Me duele, pero quiero seguir —ella lo cortó—, lo quiero hacer contigo.

El cuerpo de Justin se estremeció, al mismo tiempo que una sonrisa aún más grande se formaba en su rostro. Bajó su mano hasta la cintura de la chica para acariciarla y sin dejar de mirarla dejó pequeños besos por todo el rostro de Alice. Ella soltó un suspiro y miró a Justin fijamente antes de pedirle entre besos que siguiera.

Justin salió de ella con suavidad y volvió a empujar en su interior, Alice soltó otro quejido pero le pidió que no se detuviera. Los ojos de Justin se cerraron gracias al placer, pero aún así se mantenía bastante alerta ante las peticiones de su chica.

—Quiero más —ella le pidió con suavidad en su oído.

Justin la embistió con delicadeza y soltó un pequeño gruñido antes de seguir con sus movimientos.

Alice se abrazó del cuerpo de Justin y tratando de mentalizarse en el placer y no en el dolor, movió sus caderas al compás y con delicadeza.

Ambos acabaron en una gran liberación minutos después, ambos con las mejillas rojas y el corazón latiendo a mil por hora. Se recostaron bajo las sábanas y se volvieron a abrazar.

—Les diré a mis padres que dormiré en la casa de Fallon —Alice susurró.

—Está bien —Justin murmuró feliz.

Alice se volvió a acurrucar en el pecho de Justin y se quedó mirándolo fijamente. Justin sonrió al percatarse de los ojos de Alice y se inclinó levemente para besarla.

—¿Por qué me miras? —preguntó entre beso y beso, haciéndola reír.

—Te amo —Alice lo alejó con la mano, los labios de Justin no la dejaban hablar.

—¿Te he lastimado? —preguntó él, tomando la mano que Alice había usado para alejarlo, y le comenzó besar los nudillos.

—No, siento un malestar, nada más —ella asintió.

—Soy tu primer hombre, gracias por eso —siguió besándole la mano.

Alice sonrió y cerró los ojos, se encontraba cansada.

—El primero y el único —susurró mirando sus ojos, antes de quedarse profundamente dormida.

Justin sonrió con una mezcla de ternura y emoción y la envolvió con sus brazos antes de cerrar sus ojos para descansar.»

Alice secó la lágrima que cayó por su mejilla y se acurrucó aún más en el sofá de su habitación. Se sentía estúpida por alejarlo, cuando en realidad ella lo único que necesitaba era tener a Justin a su lado.

Kyle: Me encanta pasar tiempo contigo, Alice. No puedo trabajar pensando en ti. ¿Será que pueda ir a visitarte hoy a tu mansión? Así aprovecho de conocer a tus hijos.

Alice resopló profundamente al leer ese mensaje. Creía que Johnson se estaba tomando las cosas muy rápido, más de lo que ella pudiera soportar; pero de alguna forma no lo quería rechazar, también le gustaba estar en compañía de aquel hombre.

Alice: Bueno.

Justin frunció las cejas cuando las puertas del elevador se abrieron y Samantha apareció en su Penthouse. No estaba asombrado por su visita cuando él mismo la había llamado, estaba asombrado de verla tan seria y decidida.

—¿Por qué me has mandado a llamar? —ella caminó hasta él sin incluso mirarlo.

—¿Estas enojada? —preguntó, hablando con cuidado, analizándola detalladamente.

—No me gusta que me griten frente a personas, y menos gente a la cual estimo y solo he tratado de ayudar —ella lo miró finalmente, reflejando cierto dolor en sus ojos.

Justin soltó un gran suspiro, acariciando sus propias sienes con frustración y volvió a mirarla.

—Solo te he llamado para pedirte disculpas, Samantha. Tú has sido una buena persona, yo últimamente te he tratado como un objeto y no te lo mereces —hizo una mueca.

—¿Estas haciendo todo esto por ella? —Samantha se atrevió a preguntar, cuando en realidad ya sabía la respuesta.

—No estoy haciendo nada.

—Has terminando conmigo y has golpeado a un doctor frente a todo el hospital. Pensé que eras un hombre más respetable...

—Golpeé a Johnson porque se lo merecía, estaba hablando de mi mujer —Justin la miró con algo de fastidio.

—Ex mujer, por lo que veo ella está con...

—Solo te he llamado para pedirte perdón, Samantha. Te estimo mucho y mi intención jamás fue hacerte daño, fin de la conversación —reiteró.

Samantha lo miró con los ojos entrecerrados por unos segundos, analizándolo, en realidad, tratando de analizarlo ya que Justin era un hombre bastante curioso, la única persona que conocía sus sentimientos era la misma persona por la que él se encontraba sufriendo.

—Nunca me agradó Alice. Traté de entender a aquella mujer sufrida, pero lo único que te diré es que gracias a ella te estás quedando solo, y estás perdiendo a personas que realmente se han preocupado por ti —Samantha susurró, mirándolo sin ninguna emoción.

Justin rodó los ojos y la miró con obviedad, logrando que ella solo se diera la media vuelta para marcharse.

"Te estás quedando solo" su subconsciente repitió aquellas palabras, logrando aterrarlo, pero aunque en realidad no había perdido a ninguno de sus amigos ni a familiares, sentía que aquellas palabras acertaban con credibilidad en su vida; él había perdido a Alice y ella era su todo.

En esos tres años, a pesar de la difícil separación, siempre la tuvo allí, cerca, cercana, pero tuvo que aparecer Kyle para que él comprendiera lo que en realidad significaba estar separados.

—¿Qué estás haciendo? —susurró para el mismo cuando sacó su teléfono y buscó el número de la chica en sus contactos.

Se quedó mirando el nombre de la chica largos segundos en su teléfono. Debatiéndose entre llamarla o no, pero luego pensó, ¿qué le diría?, no lograría nada con llamarla y decirle que la extrañaba, que la necesitaba para poder vivir y respirar, y que se estaba perdiendo en un corazón roto.

Irónico, él era cardiólogo, sabía sobre corazones, pero no sabía cómo cuidar el de él y el de la chica que amaba.

Justin se preguntó, mirando por los ventanales hacia la ciudad de Seattle: ¿en qué clase de hombre se había convertido?. El nunca jamás había dañado el corazón de nadie, siempre había cuidado a Alice, pero era increíble como las cosas se habían torcido.

Miró el nombre de Alice nuevamente en la pantalla y soltó un gran grito, lanzando el teléfono al suelo y cerrando sus puños con fuerza. Golpeó la mesita de centro con su pie y soltó un gran sollozo, parecía un toro enfadado.

«—Prométeme que vas a cuidar de mi corazón siempre —Alice le sonrió, con aquella sonrisa tan hermosa que solía regalarle—, si tu cuidas del mío, yo cuidaré del tuyo. Prometo cuidar de tu corazón —aquellos ojos verdes se elevaron hacia él con emoción.

—Te lo prometo. Me especializaré en cardiólogo solo para cuidar tu hermoso corazón. Tu me has dado tu corazón para que te lo cuide, por lo que también prometo cuidártelo —puso una mano en la nuca de la chica y la acercó a sus labios.»

Respiró con dificultad ante aquel recuerdo, y volvió a soltar otro sollozo.

En ese mismo instante las puertas del elevador se abrieron y una muy emocionada Fallon Jefferson entró al Penthouse, pero cuando vio a su amigo Justin Bieber, el varonil, fuerte y gran Justin Bieber, llorar sin consuelo, su postura se quebró, dándole lado a una nerviosa y sorprendida Fallon.

—¿Justin? —susurró, sintiendo su voz temblar.

Justin la miró, rendido y desvió su mirada, no le gustaba que nadie lo viera de aquella forma. Fallon corrió hacia él, sin preguntarle nada y se tiró a su lado, abrazándolo como una mamá protectora abraza a su hijo perdido. Justin recargó su cabeza en el hombro de Fallon y siguió soltando algunas lágrimas.

—Tranquilo, Justin —Fallon lo miró con tristeza.

—La perdí, Fallon. ¿No es cierto? —la miró, con los ojos más que rojos y cristalizados, y con las vos temblorosa.

Fallon soltó un gran suspiro y tragó el gran nudo que se le formó en la garganta al comprender toda la situación.

—¡Ay, Justin! —exclamó con melancolía.

—La perdí... —susurró.

—Deberías preguntárselo a ella —Fallon lo miró con los ojos levemente cristalizados—, mientras no te des por vencido, la batalla no está perdida.

—Ya no tengo mucha oportunidad de hablarle, siempre está con... —se quedó callado— siempre está acompañada.

Los ojos negros de Fallon inspeccionaron el leve desastre que había en el Penthouse.

—Mañana es el lanzamiento de nuestra nueva colección, el evento será en el mismo lugar de siempre y tú estás en la lista de invitados, lamento no habértelo comentado antes. No sé si irá Kyle, pero te puedo asegurar que tendrás todo el tiempo posible como para hablar con ella, solo te pediré que no lo arruines, ella no se merece más tristeza.

Justin, con los ojos entre verdes y rojos, la miró con algo de esperanza, antes de soltar un suspiro y asentir.

Fallon le sonrió con algo de consolación y le golpeó el hombro.

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alicecoleman: Mañana será un gran día.

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kylejohnson: 😍

fallonjefferson: Mañana es el día @alicecoleman.

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jazminbieber: ¡Me hubiese encantado estar allí mañana!

pattiemallette: Mucha suerte a mis ex hijas adoptivas ❤️‼️

joshjefferson: Par de hermosuras.

justinbieber: Soy un hombre de veintisiete años, con trabajo, con hijos y viviendo en un Penthouse, cualquier persona diría que soy un independiente, pero se equivocan. Todos los días extraño a esta mujer. Nunca hay nada que remplace a nuestras mamás. ❤️ @pattiemallette.

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alicecoleman: ❤️.

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Ahora comienza lo bueno.
¿Alguien me puede decir cómo se llama la película o serie del gif que puse al principio?

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🍯 Honey 🍯
Justbiebssg