18: Josh.
Fallon entró al consultorio de su hermano, tomándolo por sorpresa. Josh elevó una ceja e hizo a un lado su laptop para recibir a su querida hermana.
—Está mañana te has ido sin despedirte —Fallon se sentó frente a él.
—Me tomé la libertad de venir a trabajar un domingo en la mañana.
Fallon asintió levemente y lo miró extrañada.
—¿A qué has venido, Fallon? —Josh elevó una ceja.
—Justin me ha llamado días atrás y no he querido comentártelo, pero hoy amanecí con la necesidad y...
—¿Qué te dijo Justin? —Josh soltó un suspiro, dejando en evidencia su estrés.
—Me habló sobre lo estresado que estaba —Fallon se elevó de hombros con naturalidad—, pero hay algo que me llamó la atención, en un momento te menciono a ti, a ese tal Kyle Johnson y a Alice. ¿Qué tienes que ver tu?
—¿Él no te dijo nada más? —Josh dudó, mirando con presión a su hermana.
—No, pero te mencionó y no muy contento con tu nombre.
—Alice vino un día al hospital, vio a Justin con la doctora Anders y eso le afectó, salió corriendo y yo la detuve y la consolé.
Fallon lo miró con los ojos entrecerrados, algo más había allí y ella lo quería saber.
—¿Nada más? —está vez ella elevó una ceja.
—Justin nos encontró abrazados y creo que se puso celoso.
Fallon soltó un gran suspiro y miró a su hermano con reproche.
—Josh, sabes que Alice le pertenece a Justin. ¿Por qué no la olvidas y te buscas a alguna chica que esté libre para amarte? Justin es tu mejor amigo y Alice sigue enamorada de él. No te alimentes de esperanzas que jamás existirán.
—No me alimento de esperanzas, Fallon. Desde que Justin se fijó en Alice y ella en él, he dejado mi amor por ella guardado —Josh miró sus manos, y comenzó a jugar con ellas.
Con Justin siempre tenía la mayor confianza del mundo, pero con Fallon era distinto, a ella le podía contar lo que a Justin no.
—Ese es el problema, lo has guardado y no lo has sacado fuera. Deberías haberlo hecho en el momento en que Justin y Alice se comprometieron frente al altar.
Josh soltó un gran suspiro y miró al suelo.
—Justin y Alice jamás lo han sospechado y yo he aceptado verlos felices, eso basta.
—Justin no es ingenuo como Alice, Justin si lo ha sospechado, pero nunca le ha dado espacio a su mente para creerlo ya que te considera su hermano, pero por alguna razón está vez si te celó. Ten más cuidado.
—Lo haré, Fallon —Josh la miró con rendición.
—Debes olvidarla de una vez por todas, Josh —Fallon lo miró con tristeza.
Josh cerró los ojos y se dejó caer en el respaldo de su silla, asintiendo.
Fallon se levantó de su silla y lo abrazó.
Justin entró en la comodidad de su Penthouse, sintiendo el olor de su hogar. A pesar de que Whistler era su segundo hogar, no había nada como llegar a casa y estar en paz.
Se dejó caer en su gigantesca cama y soltó un suspiro de placer en cuanto su espalda tocó el colchón. Sus ojos se cerraron recordando cada suceso del increíble fin de semana y no pudo evitar sonreír.
Alice sonriéndole, Alice dejándose abrazar, Alice besándolo, los labios de Alice.
No lo podía creer. No lo podía asimilar, no podía ni siquiera entender el hecho de que aquello había pasado hace menos de veinticuatro horas.
De un momento a otro comenzó a reír, comenzó a reír de felicidad, de satisfacción. Ella lo había dejado besarla. Esa era un gran detalle, ese era el motivo de su felicidad.
¿Quien iba a pensar que después de tres años el hubiera podido besarla? Conociendo lo difícil que es la dulce Alice Coleman.
Justin se giró en la cama sin borrar aquella sonrisa y abrazó la almohada con fuerza, recordando el sabor de sus labios y lo bien que se había sentido volver a besarlos.
Esa misma mañana, había despertado en la azotea con Alice en brazos. Él pensó que ella lo golpearía, o lo ignoraría, o simplemente saldría corriendo, conociéndola, se lo esperaba, pero se llevó una gran sorpresa cuando ella lo volvió a abrazar con fuerza al despertar.
Durante el desayuno ninguno se quitó la mirada de encima, y Alice le regaló las mejores sonrisas tímidas de toda la vida. Justin sentía que algo había cambiado y eso lo tenía inquieto, pero feliz. Lastima que en el avión se tuvieron que separar y el no pudo volver a besarla, se tuvo que conformar con el dulce beso que ella le dio en la mejilla al momento de despedirse en el aeropuerto esa misma tarde.
Justin soltó un largo suspiro y un muy lindo recuerdo llegó a su mente, un recuerdo de la primera vez que la besó.
«Alice movía su pierna nerviosa, aún más por el hecho de que la rodilla de Justin la rozaba.
—Siempre recordaré cuando en sexto grado Mike se te declaró y tú te pusiste roja como un tomate —Justin la molestó con intención, sabía que Alice estaba nerviosa, y quería avergonzarla solo para ver sus lindas mejillas rojas.
—Siempre recuerdas eso, es tan vergonzoso —Alice lo miró con reproche—, sugiero que mejor sigamos avanzando en la tarea, ¿te parece? —mordió la punta del lápiz y evitó a toda costa la mirada de Justin.
—También recuerdo que él te quiso besar y tu saliste corriendo —Justin siguió con el tema apropósito—. Luego te liaste en una grande con Fallon porque a ella también le gustaba Mike.
—¡A mi no me gustaba Mike! —Alice protestó— Yo le gustaba a él, pero a mi me gustaba otro chico.
—¿Quién? —Justin preguntó en seguida.
Alice se puso aún más nerviosa, Justin siempre le había gustado, desde que eran unos niños.
—¿Por qué tanto interés en molestarme por una historia de cuando teníamos doce años y además...
—¿Quién te gustaba? —Justin insistió.
—¿Quién te gustaba a ti? —Alice elevó una ceja hacia él, con desafío.
—Oh, nadie —él mintió.
A Justin también le gustaba Alice desde pequeño.
—No te creo.
—¿Interesada, Alice? —bromeó, con un toque de coqueteo, como lo había estado haciendo los últimos meses— Mejor admite que te gustaba el imbécil de Mike Hilbert.
—¿Por qué lo odias tanto? —Alice elevó una ceja— ¿Le tienes envidia o algo?
—Yo jamás le tendría envidia a ese tardado —Justin rió, pero mentía, el odio contra Mike era mutuo, siempre habían competido por ser el mejor en el equipo de lacrosse, y Justin lo odiaba aún más porque siempre lo veía acosando a Alice.
—Deja de mentirme —Alice rodó los ojos.
—¿Alguna vez has besado a un chico? —Justin elevó una ceja— En todas las fiestas ignoras a cualquiera que se te acerca, ¿Por qué? Tienes bastantes pretendientes.
Alice lo miró con algo de vergüenza y negó con la cabeza.
—¿Por qué debería dejar que me bese un chico que no me interesa? No soy como las demás, Justin. Deberías saberlo, eres mi amigo desde que somos unos niños —Alice dejó su lapicera a un lado y esta vez se giró por completo para quedar frente a Justin.
—Se que no eres igual a las demás, por eso me gustas —admitió casi en silencio, pero Alice igual lo escuchó.
Las mejillas de la chica enrojecieron en cuestión de segundos.
—¿Qué... qué estás diciendo? —rió con nervios.
Justin sonrió con ternura y se acercó hasta ella, solo para comprobar sus sospechas. La respiración de Alice se agitó por completo y desvió la mirada de los ojos de Justin, dejando en evidencia lo que sentía por él, confirmando las sospechas de Justin.
—Yo también te gusto, ¿verdad? —llevó su mano hasta la mejilla derecha de Alice.
—¡Basta! —ella trató de alejarlo.
—Sé sincera, Coleman. Te acabo de admitir que me gustas —Justin la miró con una sonrisa.
—Eso no puede ser posible, somos amigos desde niños —Alice finalmente lo miró.
—Las cosas cambian, pero tú me has gustado desde que soy un niño, por eso odio a Mike Hilbert, se que siempre te ha tratado de tener —Justin finalmente confesó.
Alice se quedó en silencio, mirando fijamente los ojos de Justin. Ella confiaba en él, siempre había confiado en él, desde que eran niños, pero en esos momentos no podía evitar sentirse bastante insegura.
—Eso es mentira, tú has salido con otras chicas —Alice lo encaró.
—Porque tu nunca me has dado indicio de que te gusto, y porque recién ahora sé que siempre has sentido lo mismo que yo siento por ti —su dedo pulgar acarició con ternura los labios de la chica.
—¡Justin, basta! —lloriqueó, tratando de alejarlo.
—Si intento besarte, ¿me alejarás? —preguntó, sin rendirse.
El corazón de Alice se detuvo por completo y las mariposas bailaron en su estómago.
—Sí —mintió.
—Eres una pequeña mentirosa —Justin sonrió antes de acercarse por completo y pegar sus labios por primera vez contra los de Alice.
Espero unos segundos, por si ella en verdad lo alejaba, pero cuando se aseguró de que eso no pasó, abrió sus labios y acarició los de Alice con suavidad, regalándole un dulce primer beso. Inolvidable.
—¿Ahora me lo vas a negar? —susurró contra los labios de ella en cuanto se separaron.
Alice se sonrojó por completo y negó con la cabeza con una sonrisa.
—Eres un tarado —susurró, antes de que Justin la callara con otro beso».
Justin volvió a reír al recordar ese momento. Ese era uno de todos los hechos que confirmaban que Alice había sido su chica desde el primer momento.
«
—¡Alice! —gruñó— Suéltame.
—¡Justin! —ella chilló bastante asustada— No lo tomes en cuenta, solo te está provocando —tomó las mejillas de Justin e hizo que él la mirara a los ojos.
—Mira como nos está mirando, le voy a partir esa cara que tiene —gruñó con fuerza.
—Justin, esto te puede afectar en tu hoja de vida, todos tus deseos de estudiar medicina en una universidad prestigiosa se verán afectados. Escúchame, amor, solo quiere provocar esto —ella insistió.
—¿Qué pasa Bieber? ¿Te han comido la lengua las ratas? —Mike siguió provocándolo, acercándose a él con furia.
Justin corrió a Alice hacia su espalda, mientras ella seguía protestando en que no le tomara en cuenta.
—No, no me han comido la lengua los ratones, Hilbert. ¿Cuándo me dejarás en paz?
—Cuando dejes de ser un creído y dejes de presumirme en la cara que Alice es tu novia.
Justin rió irónicamente, cerrando los ojos por un momento.
—No necesito presumir nada, Hilbert. Es mi novia, podemos hacer lo que se nos plazca.
—Espero que a esa perra no se le ocurra...
Justin, levantando su puño se acercó rápidamente hasta Mike, pero Alice nuevamente se acercó hasta él y lo abrazó con fuerza.
—Justin, basta. Si no te tranquilizas me iré y me importará una mierda hablar contigo —amenazó.
Justin soltó un gran suspiro y envolvió sus brazos alrededor del cuerpo de Alice. Escondió su cara en el cuello de la chica e inhaló de su olor para poder tranquilizarse.
—Vámonos de aquí —Alice tiró de él hasta las bancas donde nadie se encontraba sentado.
Justin miró a Hilbert desde lejos, él lo seguía mirando desafiante, pero Justin decidió desviar la mirada antes de levantarse y terminar partiéndole esa horrible cara.
—Mírame —Alice pidió—, él solo quiere provocarte.
—No lo soporto, Alice. Estoy tan frustrado con su presencia, necesito un cigarro —se quejó.
Alice aplastó sus labios contra los de Justin y luego le susurró al oído:
—Mis padres se fueron a Nueva York por el fin de semana, estaré solo con las empleadas, pero no creo que noten si te quedas a dormir conmigo —sonrió juguetona-mente.
Justin rió con ternura, acariciando las rojas mejillas de Alice y le susurró de vuelta.
—No es necesario que me quede a dormir en la noche para hacerte el amor, podríamos irnos directo a tu Jacuzzi después del colegio, pero ya que te gusta la noche... lo haremos en la noche.
Alice le golpeó el hombro con las mejillas hechas fuego y luego escondió su rostro entre sus manos. Justin se las quitó y la besó con fuerza antes de abrazarla.»
Justin suspiró; le encantaría tener a Alice allí con él, para simplemente mirar esos ojos verdes, o para besarla y recuperar todo el tiempo perdido, y si es que ella lo dejara ir más allá, hacerle el amor, para hacerle recordar todo el deseo y amor que existía entre ellos.
Él nunca había sido un celoso compulsivo, obviamente tanto él como ella habían sufrido celos, pero lo normal. Y en estos momentos se sentía algo aterrado, ¿por qué tenía que aparecer Kyle Johnson en el mapa? Le aterraba que el intentara algo con Alice, y mucho más ahora que había comprobado que Alice igual le seguía queriendo.
Justin no supo porqué, pero por un segundo, la imagen de Josh abrazando a Alice se le vino a la mente, eso le había jodido como el infierno. Justin sabía que Josh quería demasiado a Alice y eso él lo entendía, todos eran como hermanos, pero siempre aparecía una sospecha en la cabeza de Justin, una sospecha que él siempre trataba de eliminar ya que Josh era como su hermano, pero en ese instante no podía. Varias veces había encontrado a Josh mirando el cuerpo de Alice y siempre siendo dulce con ella, Justin siempre lo había ignorado, pero en ese momento no podía.
"Estás mal, es tu amigo, jamás se fijaría en Alice, además llevan años siendo amigos y tú llevas años con Alice" se repetía a él mismo, pero eso no lo convencía.
Se levantó de la cama y se metió a la ducha, necesitaba relajarse. Ese intenso fin de semana lo había dejado cansado.
Se metió al jacuzzi y soltó un gruñido de placer cuando sus músculos se relajaron. Cerró los ojos, tratando de relajarse, pero un mensaje en su teléfono lo hizo reaccionar. Fruncí el ceño y desbloqueó el iPhone, pero cuando sus ojos leyeron el nombre de Samantha, se sintió aún más estresado.
Samantha: Supongo que ya estás en Seattle, ojalá hayas tenido un lindo fin de semana. Nos vemos mañana.
Justin cerró los ojos, sintiéndose muy mal por Samantha. Mañana tendría que hablar con ella. Él sabía que ella no era una chica de las que se enamoraban profundamente, pero él había prometido no hacerle daño, y Justin cumplía sus promesas.
Lunes, hermoso lunes, llegó por los niños temprano a la mansión, lástima que no vio a Alice esa mañana, los llevó al colegio y luego se fue directo al hospital. Trabajó toda la mañana, poniéndose al día en todo el trabajo perdido. La hora del almuerzo llegó, estaba dispuesto a bajar a la cafetería, cuando una rubia se puso frente a él y le sonrió con emoción.
—¡Has llegado! —se abrazó del cuello de Justin con fuerza y lo besó, tomándolo desprevenido.
Justin soltó un suspiro contra los labios de Samantha y la miró con los ojos entrecerrados.
—Samantha, escucha, debo hablar contigo sobre algo importante —le susurró.
—Yo igual debo hacerlo —Samantha le sonrió nuevamente.
—¿Te parece si lo hablamos en mi Penthouse hoy después del trabajo? Es importante —Justin se alejó un poco.
—Sí, creo que está bien —Samantha nuevamente se acercó a besarlo—, te veo en la salida —le guiñó un ojo.
Justin soltó otro suspiro incómodo.
—¿y qué tal el fin de semana? —Samantha le preguntó en cuanto pisaron el Penthouse de Justin.
Justin aflojo su corbata y dejó el maletín a un lado.
—Lo disfruté bastante —se sentó en el sofá.
Samantha caminó hasta él y se sentó a su lado.
—¿De qué quieres hablar conmigo? —le preguntó, con el ceño levemente fruncido.
Justin la miró con algo de duda y luego bajó la cabeza, no quería hacerla sentir mal, ella le agradaba bastante, era una buena mujer.
—Dímelo tu primero, ¿que me ibas a decir?
Samantha rodó los ojos y soltó una risita, se subió a horcajadas sobre Justin, sorprendiéndolo, y se abrazó de su cuello.
—Nuestras conversaciones pueden esperar, Bieber. ¿Por qué mejor no recuperamos el tiempo que perdimos este fin de semana? —se mordió los labios coquetamente.
—Sam, no, espera, debemos hablar —Justin trató de alejarla, pero ella fue más rápida y lo besó con ansias, dejándolo callado y algo aturdido—. Samantha —se quejó.
—Niégame que no extrañaste el sexo este fin de semana —Samantha rió sobre sus labios.
En realidad Justin ni en sexo había pensando, bueno sí, pero había pensando en hacer el amor con Alice que era distinto.
Alice Alice Alice.
Justin nuevamente trató de cortar el beso, pero Samantha estaba bastante emocionada.
—Samantha, en serio debemos hablar —se quejó.
Samantha se quitó la blusa y luego el brasier, tan rápido que Justin ni siquiera tuvo tiempo a reaccionar.
—¿Qué haces? —preguntó confundido, tratando de no bajar la vista.
—Este fin de semana hice muchas cosas pensando en ti —ella le susurró en el oído.
Justin cerró los ojos con fuerza, tratando de no procesar las palabras de Sam, pero fue en vano, su cerebro si las procesó y su masculinidad no tardó en encenderse.
—Samantha —lo intentó, nuevamente.
—Justin, no me dejes así —ella se rozó con emoción sobre los pantalones de Justin—, te necesito —tomó la cabeza de Justin y la acercó hasta sus pechos.
Justin estaba dispuesto a alejarla, pero sus ojos bajaron hasta los pezones erectos de Samantha y no lo aguantó. La tiró contra él sofá con fuerza y se subió sobre ella.
—Te voy a castigar por ser una maldita provocativa, Samantha —gruñó con rabia, desabrochando sus pantalones.
—Hazme lo que quieres, Justin —ella abrió sus piernas para recibirlo con emoción.
Justin se encontraba en bóxers, tirado sobre el sofá, mirando la ciudad en silencio mientras sentía la ducha de su habitación sonar. Se sentía bastante mal, se sentía vacío, sabía perfectamente a qué se debía, pero que Dios lo perdone, ¿cómo se podría resistir a esa imagen desnuda rogándole por sexo?, el hecho de que aun se encontraba soltero y su masculinidad sedienta de sexo no le permitieron poder resistirse.
Suspiró con pesadez y se restregó las manos con frustración por la cara. Debía hablar con Samantha, debía hablar con ella ahora ya.
Se levantó del sofá, dispuesto a caminar hasta su habitación, pero se detuvo por completo cuando el timbre del elevador sonó y segundos después este se abrió, dejando a la vista a una hermosa Alice con Alex de la mano.
—¿Alex? ¿Alice? —el corazón de Justin se aceleró, se aceleró más de lo normal.
—¡Papi! —Alex corrió a abrazarlo.
Alice bajó la vista algo incomoda, Justin se encontraba tan solo en bóxers frente a ella.
—¿Qué... qué —carraspeó la garganta— qué hacen aquí?
Estaba nervioso, más que nervioso, solo rogaba que Samantha siguiera en el baño. Ni siquiera podía admirar lo bella que lucía Alice en ese vestido verde, estaba tan nervioso que sus ojos iban a todas partes, menos a Alice, se sentía avergonzado.
—A Alex se le ha quedado el oso de peluche en tu maleta, con el cual puede dormir —Alice se elevó de hombros—, ayer pudo dormir porque estaba bastante cansado, pero hoy...
—¿Justin? ¿Con quién estas? —la voz de Samantha resonó por todo el Penthouse.
El corazón de Justin se detuvo y miró temerosamente a Alice, quien tenía el ceño levemente fruncido.
—¿papi? —Alex preguntó, también con el ceño fruncido— ¿con quien estás?
—¿Justin? —está vez Samantha apareció en la sala con tan solo una toalla envuelta alrededor de su cuerpo— Oh, perdón —chilló avergonzada, al percatarse que Alice y el niño se encontraban allí.
El cuerpo de Alice se congeló, miró desde la toalla de Samantha hasta los bóxers de Justin, cerró los ojos con fuerza, dándose cuenta de la circunstancia, y luego suspiró.
—Alex, vamos —tiró de la mano del pequeño.
Alex miró a su padre aún confundido, sin saber que ocurría.
—¡Alex al elevador! —Alice insistió.
Alex se adentró al elevador y Alice lo siguió, estaba dispuesta a irse, cuando Justin detuvo las puertas del elevador y entró en él.
—Tengo una explicación —Justin la tomó por las mejillas—, mírame, Alice —insistió desesperado.
—No necesito ninguna explicación, Justin —finalmente lo miró.
A Alice le dolía el pecho, ella no quiso crearse ningún ilusión con Justin, pero de todas formas se sentía desilusionada.
—Sí, sabes que sí, sabes que necesitas una porque las cosas entre tú y yo han cambiado, acéptalo —apoyó su frente contra la de Alice.
—¿Por qué esperas que piense que las cosas han cambiado? Para ti no han cambiado, me lo has dejado bastante claro —los ojos de Alice se cristalizaron, haciéndola desesperar.
No quería que Justin la viera así.
—Tengo una explicación, Alice —él también estaba desesperado, y al ver los ojos de ella se sintió peor.
—Tus explicaciones nunca han sido las mejores, ahora vete antes de alterar al niño —lo empujó con su mano derecha.
Justin la miró con los ojos tristes, pero Alice no estaba dispuesta a ceder.
—Alice...
—Déjame volver a casa.
Justin la miró por última vez a los ojos. Alice le sostuvo la mirada con fuerza, a pesar de que sus ojos estaban cristalinos.
Justin miró al pequeño, que se encontraba algo asustado y soltó un suspiro antes de salir del elevador.
—¿Qué ha sido eso Justin? —Samantha le preguntó algo indispuesta después de ver esa escena.
—Tengo que hablar contigo Sam, espero que esta vez no me interrumpas —se sentó en el sofá y la miró sin expresión alguna.
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joshjefferson: Cena con la familia Jefferson ‼️
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fallonjefferson: ¡Mi hermano es el más guapo!
justinbieber: Estás ciega @fallonjefferson
alicecoleman: Lindo 😘
kylejohnson ha comenzado a seguir a joshjefferson.
alicecoleman: ¡Extrañando el verano!
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jazmynbieber: Ahora comprendo porqué mis sobrinos salieron tan guapos😍
evanmccall: Guapa.
joshjefferson: Deja de comentarles la fotos a mi amiga @evanmccall
fallonjefferson: Estás como quieres 🤷🏻♀️
justinbieber: Me encantaría repetir el fin de semana 🤞🏻🍀
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Acuérdense de pedirme el link del grupo de WhatsApp por Instagram @justbiebssg
¿400 votos?
¿Les gustan los recuerdos del pasado de Justin y Alice?
Honey 🍯
Justbiebssg
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