Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

09: Distancia.

Justin admiró la vista que tenía desde la habitación de su Penthouse y suspiró dejándose caer en el sofá de su habitación con cansancio.
No hacía más de una hora desde que había aterrizado en Seattle y tras dejar a Alice con los niños en la mansión, corrió a su Penthouse para poder descansar en paz.

No fue hasta que sus ojos finalmente se estaban cerrando, cuando el timbre que avisaba que gente se acercaba en el elevador, sonó.

Maldijo mirando la hora en su lindo reloj, regalo de Alice, y bostezó para levantarse del sofá y salir de su habitación.

Las puertas del elevador se abrieron y los hermanos Jefferson entraron al Penthouse de lo más relajados. Josh traía un vino en su mano izquierda y Fallon solo sostenía su bolso de diseñador.

—Es más de media noche y acabo de llegar de Canadá, ¿qué hacen aquí? —Justin no quiso sonar molesto, pero su voz ronca y cansada lo delató.

—Bueno, te trajimos nuestros regalos de navidad —Josh elevó una ceja tomando asiento en el sofá como si estuviera en su propia casa—, pero si quieres nos vamos de vuelta y ni siquiera abrimos este delicioso vino que robé de la colección de mi padre hace un tiempo.

—No me molestaría que salieran por donde entraron, solo quiero dormir —Justin prácticamente se tiró sobre un sofá con los ojos completamente achinados, era verdad cuando decía que moría de sueño.

—Lo siento por la visita inoportuna, Josh insistió e insistió —Fallon sonrió con inocencia, lo cual era muy raro ya que no era para nada inocente, y abrazó a su mejor amigo Justin con cariño—. ¡Feliz navidad!

Justin sonrió y rodó los ojos para después abrazar a Fallon de la misma forma.

—¿Qué tal Whistler? —Josh elevó una ceja.

En realidad Josh tenía esa pregunta en la punta de la lengua desde el momento en que piso el penthouse, exactamente quería saber que había sucedido en Whistler y que tal el ir con Alice.

—Genial —Justin no pudo evitar sonreír, recordando el día de navidad, desde cuando casi se besaron, hasta cuando él le dio el regalo a Alice y se quedaron abrazados hablando hasta altas horas de la madrugada en la azotea del chalet.

Fallon miró con una sonrisa cómplice a Justin y elevó ambas cejas.

—Esa sonrisa me dice algo —la pelinegra achinó sus ojos, como si quisiera descubrir lo que había pasado.

Josh suspiró, llamando la atención de Justin, y puso toda su atención en el castaño.

—Sí —tosió disimuladamente—, ¿sucedió algo?

Justin miró a sus ambos amigos algo asombrado y terminó riendo ligeramente. Tanto Josh como Fallon se encontraban mirándolo expectantes, ansiosos por saber más.

—¿Por qué creen que debió suceder algo? Alice y yo nos hemos vuelto muy buenos amigos en estos tres años —mintió, pero no del todo, era verdad.

Con algo de desilusión, Fallon se dejó caer en el sofá. A cambio de Josh, que con algo de alivio y también un poco de desilusión, flaqueó su mirada.
La verdad es que en todos esos años Justin no se había equivocado, a pesar de que Josh era su hermano, su mejor el amigo, el chico si se había sentido muy atraído a Alice, pero a pesar de que Justin solo lo sospechaba, nunca creyó que fuera verdad.

Josh siempre había encontrado a Alice perfecta, le encantó desde el momento en que la vio en la preparatoria, pero lastima que ella y Justin se habían enamorado sin ni siquiera notarlo, Josh se acostumbró a que Alice fuera la chica de Justin y por esa razón se olvidó de ella y aprendió a verlos a ambos como muy buenos amigos, pero luego de que Justin y Alice se hayan separado, a pesar de que a Josh le gustaría ver a Alice nuevamente con Justin, no podía negar que una pequeña ilusión había despertado en su ser al ver que Alice llevaba bastante tiempo soltera.

—No te creo —Fallon rodó los ojos y miró a Justin—, ¿te molestaría darme alojamiento por esta noche, amiguito? Estoy que muero de sueño y creo que Josh se quedará hasta tarde contigo —bostezó.

Justin asintió y Fallon sin pensarlo más, se levantó del sofá y corrió a la habitación de huéspedes antes de caer dormida.

—Bueno, por lo menos disfrutaste el viaje —Josh sonrió hacia su mejor amigo.

Justin volvió a sonreír en grande y asintió.

—En realidad si sucedió algo —Justin miró a Josh con complicidad—, no lo quise decir frente a Fallon porque siento que correrá con Alice para decirle lo que salió de mi boca, pero casi besé a Alice y bueno, a pesar de que arreglamos ese asunto, nos unimos mucho más en estas mini vacaciones, ¿sabes?. Siento que nos unimos más y quizás somos más amigos que antes...

Josh sonrió con verdadera felicidad, pero también una parte de su cuerpo reaccionó con algo de celos, y esta le decía: "Era de esperarse. Alice siempre será la chica de Justin".

—Eso es genial, Justin.

—¿Sabes qué noté? —Justin miró a su amigo con algo de ilusión— Que a pesar de que hace unas semanas te dije de que lo de nosotros ya había muerto y que a pesar de eso yo siempre la querría pero nuestro tiempo se había ido, en este viaje me di cuenta de lo contrario, no sé porqué en mi volvió a nacer una ilusión con respecto a nosotros —se elevó de hombros.

—Eso es genial, hermano. Whistler es mágico —rió levemente.

—Y vaya que lo es —Justin sonrió recordando nuevamente todo lo que había sucedido en Canadá.






«Ambos cuerpos se refregaban con fuerza, provocando una electricidad en ambos, esa electricidad que te hacía tener cosquillas en todo el cuerpo y doblar los dedos de los pies con fuerza por la excitación.

Ambas manos, grandes y un poco ásperas tocaban el cuerpo de la chica con seguridad, pero a la vez bastante cariño. El cuerpo de la chica temblaba por el placer ahogante y los gemidos salían de su garganta en modo automático.
Cada vez que el chico entraba más profundo en ella, su espalda se arqueaba y sus ojos se rodaban.
Sintió aquellos labios que conocía tanto, besarle desde el mentón hasta el cuello y morder ligeramente en algunas partes de este.

—Eres perfecta, muy exquisita y perfecta —el chico susurró en el oído de la chica con lentitud, y la voz completamente rasposa, logrando hacer el momento mucho más excitante.

—Te amo —ella jadeó con fuerza, sintiendo como cada vez su cuerpo se debilitaba más y sus piernas comenzaban a temblar, a temblar con fuerza, anunciando la llegada del climax.

El chico cerró los ojos apretando su rostro, mientras sentía con su intimidad como la chica se estrechaba por dentro, desencadenando así también el acercamiento de su propio climax.
Aceleró sus movimientos, sujetando con fuerza la cintura de la chica y ambos alcanzaron el límite juntos, haciendo el momento bastante explosivo y caliente para ambos.

La chica se dejó caer sobre el cuerpo del muchacho con bastante rendición y cerró los ojos para tratar de componerse de aquel orgasmo, quizás el más intenso que había tenido en su vida. Sus piernas seguían temblando y sus ojos estaban completamente cerrados. El chico acarició la espalda de la chica, y con los ojos abiertos, también recuperando sus energías, admiró la belleza explosiva que trasmitía el rostro y el cuerpo de su chica»

Alice despertó completamente agitada tras aquel sueño, quedó sentada en su gran cama con el corazón latiendo a mil y sin aliento. Encendió la lámpara de la mesita de noche y miró a todos lados tratando de orientarse. La habitación seguía igual que como la había dejado la noche anterior, perfectamente ordenada.

Señor Jesús, ¿qué había sido ese sueño? Nunca antes había soñado algo tan prohibido como eso, aunque en realidad no era un sueño por completo, era un recuerdo de Justin y de ella en su luna de miel. Se sobó los ojos y el rostro tratando de despejarse. No sabía si eso había sido un recuerdo muy ardiente y romántico o simplemente un sueño erótico, aunque la segunda idea le causaba algo de terror. Nunca había soñado algo así en sus tres años de soltera, y ahora mismo comenzaba a asustarse.

Se levantó de la cama y recorrió toda la mansión para ir por una botella de agua, volvió a su habitación bastante más despejada y nuevamente se dejó caer en la cama.

No pudo volver a dormir, miró el reloj en la pared marcando las cinco de la madrugada y soltó un suspiro de fastidio. Cada vez que sus ojos se cerraban el sueño volvía a repetirse en su cabeza, logrando ponerla ansiosa cada vez. Cerró los ojos tratando de ser fuerte y pensar en otra cosa, pero no podía, en su cabeza se repetía la imagen de Justin acariciando cada centímetro de su cuerpo, cosa que estaba desesperando a Alice porque estaba sintiendo una necesidad carnal violenta.
Nunca se había sentido así desde que se separó oficialmente, de hecho para Alice el sexo nunca había sido algo clave en su relación con Justin, y menos lo sería si estaban separados. En sus tres años soltera, jamás pensó en algo relacionado al sexo, obviamente había tenido recuerdos lindos pero más románticos que lujuriosos, de hecho jamás se había sentido excitada desde que estaba soltera, su vida consistía en trabajar y cuidar a los niños, nada más.
"Es normal que te sientas así, no has tenido sexo en tres años"  su mente hablaba, pero ella no estaba dispuesta a aceptar algo como eso.

«Justin la abrazó con fuerza por la espalda, mojándole con gotas de agua toda la espalda.

—¡Justin, estás completamente mojado! —se quejó, dándose la media vuelta para separarse y mirarle.

—Ven a tomar una ducha conmigo —hizo un puchero tirando de la mano de Alice.

—No puedo, Alex se acaba de quedar dormido. Sabes lo mucho que lloran los bebés por la noche, no creo que tengamos mucho tiempo libre...

—Deja de preocuparte por Alex, tiene casi un año... no molestará —insistió.

Alice rió negando con la cabeza.

—No tengo ganas de un baño, ¿y si mejor nos quedamos aquí en la habitación? —sonrió.

Justin sonrió pícaramente y asintió acercándose a ella. Cayeron en la cama suavemente y Justin se dedicó a besar con bastante pasión a Alice mientras se dedicaba a retirarle la ropa.

—Espera... —ella susurró con la voz bastante agitada.

Justin se separó de su boca, con los labios rojos gracias a los flamantes besos y la miró.

—¿Qué pasa?

Alice sonrió y quitó la única prenda que cubría el cuerpo de Justin, la toalla que se envolvía en su cintura. Soltó un suspiro mirando la desnudes del chico y luego subió sus ojos para volver a mirarle la cara.

—Listo —se mordió los labios.

Justin no pudo evitar reír y volvió a comerse a besos a Alice para no perder más tiempo y poder hacerle el amor luego»

Alice se obligó a dejar de pensar en ello y suspiró queriendo llorar de la angustia. Esto no podía seguir así, tendría que hablar con Justin tarde o temprano, tendría que alejarse de él para no seguirse torturando con recuerdos dolorosos.

Era lunes y la alarma sonaba a las seis y media como todas las mañanas, Alice rodó los ojos y la apagó con furia. Aún quedaban vacaciones, era treinta y uno de diciembre, de ningún modo iba a trabajar ese día, aunque para algunas personas si lo hacían.
Dio vueltas y vueltas en la cama, y aunque horas antes había despertado por aquellos fantásticos sueños, nótese la poca ironía, no tenía sueño, su organismo estaba acostumbrado a despertarse a esa hora.
Tomó una ducha y luego se decidió por usar unos pantalones en tendencia de su propia colección y una chaqueta de piel bastante abrigada para el frío que entregaba la ciudad de Seattle.

Salió de su habitación y caminó por la silenciosa mansión hasta las escaleras, bajó para ir a la cocina, donde se encontró a Isabel y algunas otras empleadas que trabajaban puertas adentro.

—Les dije que podían tomarse estas vacaciones —entró murmurando con una sonrisa—, entiendo que quieran pasar estas vacaciones con la familia. Yo puedo cocinar estos días.

—Buenos días —Isabel se cruzó de brazos.

Alice rió y la abrazó besando su mejilla.

—Lo siento, es solo que no me gusta
que trabajen por complacer —se elevó de hombros.

—No se preocupe, señorita Coleman. Dejaremos la comida lista para esta noche y luego nos iremos con nuestra familia —una chica pelirroja murmuró con una sonrisa.

—Se los agradezco enormemente, porque en realidad no sé cocinar —negó con la cabeza mientras otra chica le servía el desayuno—. Iré a hacer la compra para la cena, ¿quién hizo la lista?

—Justin —Isabel sonrió acercándose a Alice.

—¡¿Justin?! —escupió el té que tenía en la garganta en ese momento—.Lo siento, perdón.

—Sí, vendrán a cenar los niños Jefferson, Justin y sus padres llamaron para avisar que no vendrían —la sonrisa de Isabel se borró al nombrar a los últimos—. Alice, tu madre me avisó que las cosas no estaban muy bien y ambos...

—Ya lo sé, ni me lo digas —Alice suspiró con pesadez.

A pesar de que ya había pasado bastante tiempo, los padres de Alice no cambiaban, hasta el día de hoy seguían con una relación inestable, con la única diferencia que Alice ya no se preocupaba por ellos como antes.

—Lo siento, pequeña —Isabel la abrazó.

—¿tú cenarás con nosotros? Sabes que eres como una madre para todos —Alice sonrió mirando a Isabel.

Isabel sonrió con bastante cariño y asintió.

—No tengo hijos, ni esposo, ustedes son mi familia, Alice —susurró.

Alice la abrazó nuevamente y besó su mejilla.

—Me alegra escucharte decir eso.

Alice no tardó en terminar su desayuno, y en cuanto se subió a su vehículo para irse directo al supermercado, no dudó en marcar el número de Justin. Estaba molesta, es más, bastante cabreada.

—Honey... pensé que estarías durmiendo —su voz ronca resonó en todo el automóvil.

La piel de Alice se erizó, pero cerró los ojos por un microsegundo, recordando lo molesta que estaba y habló;
—¿Por qué haces una lista para la cena y te tomas la libertad de invitar a Josh y a Fallon a la cena de Año Nuevo? —casi gritó, hablando demasiado rápido, dejando claro lo molesta que estaba.

Justin, quien por cierto estaba trabajando ya que en el hospital no paraba, dejó de escribir en su laptop y soltó un gran suspiro recargándose en el respaldo de su silla.

—Yo no pensé que te molestaría y pensé que pasaríamos el Año Nuevo juntos.

—Ese es el problema, quizás nosotros sí, pero nuestros amigos también tienen su familia y a mi se me apetecía tener una cena tranquila y en familia —frenó el auto cuando el semáforo marcó en rojo—, maldito semáforo.

—¿Vas conduciendo? —Justin trató de cambiar de tema repentinamente, para que Alice no se alterara tanto.

—Estoy hablando en serio Justin, para la próxima invitas a tus colegas del hospital y a la doctora Anders, ¡que genial! —en cuanto eso salió de la boca de Alice, sus ojos se abrieron y se arrepintió en seguida al decir aquellas palabras.

A pesar de que nadie la estaba mirando, no pudo evitar sonrojarse.
Justin quiso reír al escuchar eso, pero al mismo tiempo su corazón se encogió y latió con fuerza, pensaba que Alice estaba celosa y eso significaba algo muy importante para él.

—¿Estás celosa? —sonrió— Es segunda vez que me sacas a Samantha Anders en cara.

Alice quiso que un tornado viniera y se la llevara lejos. Soltó un gran suspiro de frustración y colgó la llamada, dejando a Justin confundido pero feliz, en cambio ella se quedó molesta y con mucha vergüenza.

Justin no pudo evitar reír cuando la llamada se cortó y se quedó sonriendo mirando a la nada. Alice estaba celosa, no se lo podía creer, es más, no entendía como no se dio cuenta antes. Se rascó la cabeza y soltó una gran respiración; que Alice estuviera celosa significaban muchas cosas, cosas que lo llenaban de ilusión, pero a la vez lo confundían. Recordó todas esas veces en que los demás siempre le decían que se notaba que ambos se querían, y también recordó los argentos que el daba al negarlo, al parecer se había equivocado todo este tiempo.

Salió de su consultorio con una sonrisa imborrable, y caminó hasta la cafetería sin borrar su sonrisa, es más, ni se molestó en saludar a algunas enfermeras, ni a colegas, estaba muy concentrado en sus pensamientos, los cuales trataban de Alice Coleman.

—¡Hey! ¿Cómo estamos para la cena de esta noche? —Josh se sentó a su lado bebiendo de su tazón con té.

Justin levantó la vista con una ceja alzada y asintió. No esperaba ver a Josh trabajando un treinta y uno de diciembre, digamos que su amigo trabaja por no aburrirse, no porque le gustara trabajar.

—Sí, bien —tosió, recordando a Alice molesta porque Josh y Fallon aparecerían en la cena.

—No te noto convencido, pero por alguna razón estás sonriendo como idiota —Josh carcajeó—. Vamos, cuéntame qué sucede.

Justin de ninguna manera pensaba comentarle sobre la conversación con Alice, pensaba que eso lo debía dejar en privado. Sobre todo por la parte en que Alice se molestó y se puso celosa.

—Yo...

—Hola —una voz fina y femenina interrumpió a ambos varones sentados en la cafetería.

Ambos se giraron en dirección al sonido y ambos se sorprendieron al ver a la sexy doctora parada a un costado de la mesa, mientras sonreía.

—Ho-mm ho-hola —Josh tosió con disimulo cuando tartamudeó.

—Hola —Justin igualmente tosió, sintiéndose aún sorprendió y algo incómodo, digamos que era raro ver a una mujer con la cual tuvo sexo duro, siendo totalmente amigable sin ninguna otra intención.

—¿Les molestaría compartir mesa conmigo? Estoy sola y...

—¡Claro que no! Siéntate —Josh sonrió algo embobado, mirando disimuladamente el escote de la rubia.

Justin igual sonrió, pero desvió la vista aun incómodo, estaba incómodo porque no esperaba aquella sorpresa y también porque la situación ya había cambiado. Justin solo pensaba en Alice y le incomodaba tener al lado a una chica con la cual tuvo relaciones hace poquísimo tiempo.

—¿Ustedes igual trabajan hoy? —Samantha elevó una ceja mientras mordía la pajilla de su soda.

—Claro, es la vocación —Josh mintió, siendo totalmente coqueto.

Justin quiso escupir todo lo que tenía en la boca para reír a carcajadas, pero se contuvo para no dejar mal a su mejor amigo.

—En navidad no los vi trabajado —Samantha frunció el ceño—, es más, a Justin no lo vi varios días.

—Fui a Canadá con mis padres —miró  a la rubia.

—Fue a pasar una vacaciones con sus hijos y ex novia —Josh complementó.

Si Samantha se asombró aquella vez que vio a Alice en el consultorio de Justin y supo que ella era su ex-esposa, se asombró esta vez mucho más al saber aún pasaban la navidad juntos y con los hijos, como si fueran una familia. Digamos que pasar la navidad con tu ex pareja y tus hijos no es algo muy común cotidianamente.

—Oh, que adorable —sonrió algo desilusionada.

La verdad era que Samantha se sentía un poco atraída hacia Justin y le precia algo ilógico que él pasara la navidad con su ex mujer. No pudo evitar preguntarse si es que él aún sentía algo por su ex-novia y viceversa.

—Sí, sí, y esta noche tenemos la cena de Año Nuevo y tengo que llegar temprano a la mansión... —Justin se levantó de la mesa y tomó su bolso—. Nos vemos chicos —le sonrió a ambos y se fue.

Josh elevó las cejas confundido y miró a Samantha, quien se encontraba mirando a Justin, quien salía de la cafetería.

—¿Mansión? —Samantha preguntó asombrada.

—No deberías asombrarte, Justin tiene mil mansiones por todo el mundo —Josh rió como si fuera lo más normal del mundo, pero la chica quedó aún mucho más asombrada.

—¡Wow! —fue lo único que salió de su boca.

Justin estacionó el lujoso auto que le había obsequiado su padre días antes, navidad, y bajó del vehículo encontrándose con la fuerte lluvia que consumía la ciudad de Seattle. Trotó hasta las gigantes puertas de la mansión, y estas se abrieron revelando a una feliz Madison en el interior de la casa, saltando por ver a su padre llegar.

—¡Papi! —chilló.

Justin sonrió aún más y la abrazó elevándola por los aires.

—Princesa —susurró besando su mejilla.

Madison rió levemente.

—¡Hoy es un día importante!

—¡Claro que si! —sonrió dejándola en el suelo— ¿Dónde están todos? —preguntó admirando la gran mansión vacía.

—En la cocina y Alex jugando a...

—¡Papi! —el pequeño llegó chillando y corrió para abalanzarse sobre Justin.

Justin rió nuevamente y al igual cómo lo hizo con Madison hace unos segundos, elevó a Alex en el aire para abrazarlo.

—¿Cómo estás pequeño? —besó su mejilla.

—¡Feliz! —abrió sus brazos con felicidad.

Justin volvió a reír y lo dejó en el piso.

—¿A qué jugaban? —elevó una ceja, mirando a los dos pequeños traviesos con una sonrisa.

Ambos niños tomaron a Justin, cada uno de una mano, y lo hicieron caminar, más bien correr, hasta la sala de juegos.

Los tres se quedaron jugando Play Station como niños, mientras reían y bromeaban. Justin abrazó a Alex cundo lo derrotó en un juego de fútbol y comenzó a hacerle cosquillas para que el pequeño no se enojara por la derrota.

—¿Dónde está su madre? —le preguntó a ambos pequeños.

—En la cocina con Isabel —Madison se elevó de hombros.

—Dijo que quería aprender a cocinar —Alex rió con algo de burla.

Justin tampoco pudo evitar reír, Alice era un desastre en la cocina.

—¡Que horror! —se burló haciendo a ambos pequeños reír.

—Papi, con Maddie te queríamos hacer una pregunta —de un momento a otro ambos niños se quedaron en silencio.

Justin frunció el ceño y miró a ambos; Madison estaba algo nerviosa, y él lo notaba porque los ojos mieles de la pequeña miraban cualquier lugar, menos a su padre. Y Alex solo lucia confundido, mirando cada vez más fijo a su padre.

—Claro, amores. ¿Qué sucede? —sonrió.

—Es que...

—Alex, no creo que sea buena idea —Madison tosió.

—¿Qué pasa? —Justin se preocupó.

—Es que con Maddie pensamos que tú y mami... —miró al suelo—, ¿tú y mami son novios? ¿Por qué vives lejos? ¿Por qué no vives con nosotros?

El estómago de Justin se apretó. Sus ojos se abrieron y su corazón dio un vuelco al ver a ambos pequeños nerviosos.

Silencio.

No sabía que responder, Madison y Alex nunca habían preguntado algo así. Cuando Justin se fue de la casa, Madison era pequeña y Alex era un bebé.

—Niños, ambos a la ducha —Alice sorprendió a los tres desde la puerta de la sala—. Deben arreglarse para la noche.

—¡Pero mami estábamos jugando! —Alex fue el primero en quejarse.

—No hablaré dos veces —murmuró.

Ambos pequeños suspiraron y salieron de la sala obedeciendo a su madre con la cabeza agachada.

Justin, quien aún seguía inquieto por las palabras de Alex, se levantó del sofá en donde se encontraba sentado y lentamente se giró para ver a Alice afirmada en la puerta de la sala.

—¿Escuchaste eso?

Alice cerró los ojos soltando un gran suspiro y asintió. Ahora se sentía mucho más culpaba que antes, eso era exactamente a lo que no quería llegar, a sus hijos haciendo preguntas, preguntas sobre el porqué sus padres no estaban juntos.

—Tengo que hablar contigo —Alice caminó hasta él y se sentó en el sofá.

Justin asintió, sentándose a su lado y la miró fijamente a los ojos.

—Yo igual... —dijo, volviendo a la realidad. Notó que Alice se había maquillado ligeramente y no pudo evitar sonreír al verla tan hermosa.

—Esto no puede suceder nuevamente, te das cuenta que les estamos haciendo daño —miró a Justin con cautela.

Justin frunció el ceño.

—¿Haciéndoles daño? ¿De qué hablas, Alice?

No entendía a que se refiera exactamente. ¿Qué cosa no podía volver a suceder?

Alice soltó una respiración y negó con la cabeza.

—Lo de Whistler fue mucho, los niños te han preguntado el porqué no vives aquí, ellos deben saber que no somos una pareja, y al ir a Whistler y pasar mucho tiempo juntos como una familia, hace que los confundamos y le creemos la ilusión de que nosotros estamos juntos y no es así... le estamos haciendo daño.

Justin, quien se sentía totalmente asombrado, bajó la mirada. No esperaba que aquel día que parecía tan lindo, Alice le dijera eso. Entendía perfectamente a lo que ella se refería, pero él creía que era lo normal, todos los niños de padres separados pasaban por lo mismo.

—Deben acostumbrarse.

—¿Eso quieres? —Alice lo miró algo indignada— ¿Recuerdas lo mal que lo pasé yo con mis padres?

—Tus padres estaban juntos y se separaban, Alice. Es complemente distinto a lo de nosotros —rodó los ojos.

—Es distinto, pero aún así le creamos una ilusión que no existe. La misma ilusión que me creaba yo cuando mis padres volvían, pero luego me daba cuenta que era una gran mentira.

—¿Crees que nuestro cariño es una falsa ilusión? —se sintió algo indignado— ¿Y qué sugieres hacer? No hay nada que podamos hacer. Los niños deben acostumbrarse —abrió las manos sin entender a donde ella quería llegar.

—No lo sé, solo debemos dejar de crearles un pensamiento erróneo en la cabeza. No podemos actuar como una familia si no lo somos. Creo que debemos mantener distancia, y solo vernos cuando vengas a buscar a los niños los fines de semana y obviamente en la mañana para llevarlos al colegio.

Justin la miró si poder creer lo que estaba diciendo. Alice nunca se había comportado así, ni había sugerido algo como aquello en los tres años que llevaban separados.

—¿Me estás tomando el pelo? ¡No me alejaré de ti! —se negó.

El corazón de Alice se aceleró al escuchar esas palabras. Justin estaba comportándose de la manera que ella no esperaba. No esperaba tenerlo ahí diciendo esas cosas que lograban acelerarle el corazón.

—Justin, solo hagámoslo por ellos.

—¿Lo haces por ti o por ellos? —murmuró sin dejar de mirarla con dureza, quería hacerle saber lo dolido que se sentía.

—¿Por mi? ¿A qué te refieres? ¿Realmente crees que unos padres divorciados actúan como una pareja normal? No podemos actuar como una pareja si no lo somos.

—Si actuamos como una pareja es por algo, Alice. ¿No lo crees? —se acercó peligrosamente a ella.

Alice se quedó sin aire y trató de alejarse, bajó la mirada y negó con la cabeza.

—Estás desviando el tema. No es para tanto, solo te pido distancia. Ya no eres mi esposo, no podemos cenar siempre juntos —lo miró.

Auch. El corazón de Justin comenzaba a doler.

—¿Distancia? —rió amargamente y se levantó con brusquedad del sofá—. Esta bien, tomaremos distancia, pero no me vengas a esquivar después si te molestas porque salgo con alguna chica o con Samantha Anders.

Alice lo miró asombrada y con algo de vergüenza teñida en sus mejillas.

Justin negó con la cabeza y finalmente salió de la sala sin decir nada más, dando un pequeño portazo.

Alice suspiró mirando la puerta y se dejó caer en el sofá. No esperaba esa reacción por parte de Justin, había algo que no encajaba.

————

Voten y mañana subo el próximo capítulo (está escrito).

Viéndolo desde el tema psicológico para los niños, yo creo que está bien que tomen distancia. (Yo viví ese dolor con mis padres y bueno hasta el día de hoy voy al psicólogo por eso); pero por otro lado quiero que estén juntos ❤️

Honey
Justbiebssg.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro