06: Recuerdos que enamoran.
«...
—¿Entonces qué opinas de la vista? —Justin bostezó mirando fijamente el perfil de Alice.
—Asombrosa.
—Oh, Honey, vamos. Esperaba una descripción más reconfortante —la apretó contra su pecho.
Alice rió levemente y le besó la mejilla con lentitud, tomándose su tiempo para capturar el momento y tomar todas las sensaciones que le causaba el cálido cuerpo de Justin.
—Hermosa, magnifica, relajante y llena de vida —lo miró.
—¿Llena de vida? —frunció el ceño, confundido, mirando su mismo reflejo en los brillantes ojos verdes de su chica.
—Me llena de vida. Siento que es vital —se elevó de hombros y se volvió a acurrucar en el cuello de Justin.
Justin miró la vista nuevamente y lo sintió, sintió la sensación única de estar en ese lugar en paz y con una persona tan especial; era totalmente vital y reconfortante ver el cielo azul, complemente estrellado y justamente con luna llena, se sentía muy fresco, y sobre todo ver a un lado la blanca nieve y al otro el oscuro verde del bosque.
Se sentía paz y tranquilidad.
Justin apretó aún más fuerte a Alice contra su pecho y soltó un gran suspiro de paz, había sentido la corriente eléctrica más pura de tranquilidad.
—Sí, es jodidamente vital y reconfortante. Tanto que me ha devuelto la ganas de seguir en lo que estábamos —le acarició el estómago con la llena de sus dedos.
Alice se sonrojó y le golpeó el hombro.
—Ya me parecía raro que duraras bastante tiempo desnudo y sin tocarme —se alejó de él unos centímetros.
—¿Me estás viendo como una especie de adicto o ...
—No—Alice rió negando con la cabeza—, solo estoy diciendo que...
Un ruido se escuchó y la madera resonó. Ambos se enderezaron alarmados y se miraron con pánico. Los ojos mieles de Justin brillaron y los ojos verdes de Alice se agrandaron.
—¡Mis padres!
En menos de un segundos ambos estaban de pies buscando sus ropa por toda la azotea.
—Rayos, Justin. ¡Has roto mi chaleco! —Alice se desesperó a medida que su chaleco dejaba a relucir su brazier.
Justin suspiró al verla desesperada y tomó su mano con fuerza.
—¡Corre a tu habitación! –exigió.
Justin terminó de vestirse con mucha rapidez y se dejó caer en el sofá, al mismo tiempo que Pattie entraba a la azotea.
—¿Justin? —Pattie frunció el ceño.
Podría jurar que nadie nunca iba a la azotea, y menos con el frío inmenso.
—¡El mismo! —Justin se giró con el corazón latiendo a mil por hora.
—¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Alice? —caminó hacia él, aún con su glamorosa ropa.
—Alice —carraspeó la garganta en el mismo instante en que Jazmín igual entraba a la azotea —. Creo que se quedó dormida en su habitación, estaba muy cansada, hoy esquió demasiado.
—Oh, comprendo —una nueva sonrisa apareció en los labios de la mujer, devolviéndole por completo la tranquilidad a Justin—. Ya es tarde, deberías ir a descansar, mañana es otro día.
—¡Lo haré!
—Buenas noches niños —miró a Justin y a Jazmín antes de salir de la azotea.
Justin se dejó caer nuevamente en el sofá con alivio y dejó de refregar sus manos en sus pantalones. Estuvo cerca de que los encontraran.
—A mami la haces tonta, pero a mi no —Jazmín caminó hacia él con una sonrisa malvada—, ¿en serio, hermanito? ¿Durmiendo en su habitación?
—¡Basta, Jazzy! —Justin abrió los ojos y la miró con fastidio.
A Jazmín le encantaba molestarlo.
—No soy estúpida, algo explica los condones en tu escritorio y los que has traído hasta Canadá en tu maleta —rió burlonamente—. Cuéntame algo ¿dolió la primera vez?
—Jazmín, solo mantén tu linda boquita cerrada o les diré a mis padres que tus supuestas pijamadas en casa de tus amigas terminan en grandes fiestas con niñitos bebiendo alcohol.
Jazmín rodó los ojos y soltó un suspiro.
—Como quieras, solo quería molestarte —se elevó de hombros.
—Ve a dormir, niña —sonrió con ternura y la miró.
—Buenas noches, hermanito —la rubia salió de allí. »
—Gran recuerdo, ¿no crees? —Jazzy elevó una ceja y miró a Justin con diversión.
Ambos estallaron en carcajadas en un microsegundo. Justin la abrazó con fuerza y besó su mejilla. Había extrañado bastante a su hermana menor.
—Aún no comprendo como sabías que Alice y yo estábamos en eso...
—Lo explicaba el hecho de que sus bragas estaban tiradas y había una caja de condones en el suelo... —se elevó de hombros— Agradécele a Dios que mamá no los notó.
—¿Condones? ¿Qué son los condones? —Madison entró a la cocina totalmente vestida, lista para salir a esquiar— ¡Tía Jazmín! ¡Llegaste! —abrió sus brazos y en dos segundos se encontraba en los brazos de su joven tía.
Justin gruñó con furia y miró a la entrada de la cocina, donde se encontraba Alice mirándolo con una ceja alzada. Se acercó a él rápidamente y le susurró en el oído.
—Eres único que tiene la culpa de que Madison haya preguntado semejante estupidez —lo miró enojada—. Solo a ti y a Jazzy se les ocurre hablar de condones a esta hora del día, justo cuando todos despertamos.
Justin asintió derrotado y la miró. Alice estaba muy cerca de su rostro, por lo que aprovechó de observarla mejor y sonrió.
—Verte enojada y tan cerca acaba de quitarme el enojo —se burló—, te ves demasiado guapa.
Alice se alejó en seguida y su boca se abrió con indignación. Iba dispuesta a responderle, pero un chillido la detuvo;
—¡Alice! —Jazmín dejó a Madison a un lado y abrió sus brazos para su querida ex cuñada— Tanto tiempo sin saber de ti, ven acá y dame un abrazo de esos que nos solíamos dar hace tiempo.
El semblante enojado de Alice fue remplazado por una adorable sonrisa, según Justin, y se giró para abrazar a Jazmín.
A decir verdad, a pesar de que Jazmín había molestado toda la vida a su hermano mayor, con Alice siempre habían mantenido una amistad especial.
—Yo también te extrañé —Alice rió cuando la rubia apretó con fuerza la cintura de la chica.
—Extrañé mucho tú exquisito aroma y el lindo color de tus ojos —Jazmín la miró con fastidio—. Ahora entiendo porque mis amigas del colegio te odiaban, además de ser novia de Justin, todos te encontraban hermosa...
—Wow, veo que ahora Jazmín también está enamorada de Alice —Jeremy entró a la cocina con su ropa de esquí—. Tienes a dos hermanos muy enamorados, Alice.
Justin comenzó a toser con fuerza y Jazmín no pudo evitar reírse.
Las mejillas de Alice tomaron color de inmediato y bajo la vista. Jeremy acababa de declarar que su hijo seguía enamorado de la linda Alice Coleman.
—Podrías ahorrarte tus comentarios incómodos, papá —Justin lo mató con la mirada.
—¿Me vas a negar que sigues enamorado de Alice? —Jeremy elevó una ceja.
Exactamente, fue en ese momento en donde Alice no sabía en donde meterse. Miró a Justin con algo de vergüenza y él le devolvió la mirada aún más avergonzado. Ambos se quedaron mirando por un largo tiempo, logrando que una pequeña sonrisa se formara en los labios de Jazmín, quien se encontraba analizándolos.
—¿Puedes dejar de torturarlos, cariño? —Pattie entró a la cocina con Alex en brazos, mirando con reproche a Jeremy— Están los niños.
—¡Yo no soy una niña! —Madison se cruzó de brazos.
—¡Eres una niña! —Alex la miró.
—¡No peleen! —Alice finalmente habló, cortando la conexión de miradas con Justin— Jazmín acaba de llegar, acabamos de despertar y nos espera un largo día, ¿podríamos tener un desayuno agradable para comenzar el día?
Todos se quedaron en silencio, mirándola asombrados.
—¡Sí! —Pattie asintió y dejó a Alex en el suelo— ¡Alice tiene razón! —lo miró a todos— Alice es definitivamente la mujer que quiero para mi hijo.
Y esta vez, a pesar de que las palabras seguían siendo incómodas tanto para Justin como para Alice, todos estallaron en carcajadas, encontrándole diversión al asunto. Era bastante chistoso como Jeremy y Pattie bromeaban con facilidad. Y definitivamente Pattie no había dicho aquello para hacer la situación peor, ella era una mujer adulta, complemente madura para comprender que Alice y Justin estaban separados hace tres años, por esa razón había bromeado sobre el asunto.
«...
—Me encanta que me llames Honey —Alice suspiró mirando los ojos de Justin.
—A mi me encantas tú —la acorraló aún más en el árbol de la escuela.
—Fallon volverá en menos de dos minutos y alguna maestra nos puede encontrar —Alice rió tratando de alejar a Justin.
—Honey —la llamó—, solo quiero un beso, hoy no te he besado en todo el día, me estoy volviendo loco... ademas debo hacerte una propuestas —sonrió.
Alice se maldijo al ver la linda sonrisa de Justin y odió dejarse convencer tan rápido por él. Tomó sus mejillas con fuerzas y lo besó allí, en medio de la escuela, donde cualquier inspector de mal humor los pudiera mandar volando a sus casas a cada uno.
—Justin, saca tú mano —se separó de él y lo fulminó con la mirada.
Justin rió y sacó la mano del trasero de Alice.
—Lo siento, me emocioné —se lamió los labios.
Alice rodó los ojos.
—¿De qué propuesta hablabas?
—Mis padres irán a Whistler en vacaciones de invierno, ¿vienes? —sonrió— Claramente iremos en navidad y tú querrás pasar la navidad con tus padres, pero después volveremos a ir y quiero llevarte conmigo... ¿sabes esquiar? —frunció el ceño con curiosidad
Alice sin poder procesar todas las palabras aún, comenzó a reír por el lindo ceño fruncido de Justin y no pudo evitar besarlo.
—¿Eso fue un sí? —Justin seguía con el ceño fruncido.
—Eso fue un: Le preguntaré a mis padres porque me encantaría ir y sí, sé esquiar —sonrió.
—Me parece genial, Honey —sonrió antes de besarla nuevamente.»
Jazmín volvió a mover con fuerza a Alice, haciéndola reaccionar lentamente.
—¿Qué? ¿Qué pasa? —miró a todos lados, percatándose que seguía sentada en la Chevrolet Silverado de la familia.
—¡Hemos llegado a la pista de esquí! —Alex gritó emocionado colocándose sus botas de esquí.
Justin rió ayudando a Alex a bajar de la camioneta y luego se acercó a Alice.
—¿Te quedarás conmigo o subirás la montaña con mis padres, Madison y Jazmín? —la miró con una sonrisa.
—Me gustaría ver cómo le enseñarás esquiar a Alex —elevó una ceja.
Justin rió por la forma en que Alice lo miró, era obvio que ella lo estaba retando.
—¿Crees que no lo lograré? —la acorraló en el asiento. Él estaba parada fuera de la camioneta, mientras que Alice seguía sentada en el asiento— Recuerda que yo le enseñé a Madison.
Alice trató de retroceder unos centímetros por la cercanía, pero simplemente no lo logró.
—Buen punto —desvió la mirada.
—Créeme, Honey —le tomó la barbilla para hacer que ella lo mirara.
Alice tragó saliva duramente al ver los ojos de Justin analizando su cara, estaba logrando ponerse nerviosa.
—Te he dicho que no me digas Honey —hizo una mueca.
Justin suspiró y elevó su mano para acariciarle la mejilla, logrando acelerar mucho más el pulso de Alice y poniéndole la piel de gallina.
—¿Cuál es el problema en que te diga Honey? Somos buenos amigos, nos queremos, no veo el problema —acarició con la yema de sus dedos la barbilla de la chica.
Justin sonrió levemente mirando como Alice bajaba la mirada, sabía que ella estaba nerviosa, no hacía falta repetir que la conocía como la palma de su mano.
—Nos decíamos así cuando estábamos juntos —volvió a mirarlo, tratando de ocultar el dolor que sintió al decir eso—. Ya no estamos juntos, ahora somos Justin y Alice.
Justin volvió a suspirar y asintió levemente.
—Está bien —dejó de acariciarle la mejilla—. No te volveré a llamar Honey apropósito, pero si lo hago será por la costumbre...
—Justin y Alice —sonrió.
—Sigues siendo Alice Bieber, no estamos juntos pero no nos hemos divorciado —sonrió con diversión.
Alice rodó los ojos y le golpeó el pecho juguetonamente.
Justin rió con diversión y negó con la cabeza.
—Tenemos la mesa número veintitrés reservada —Pattie llegó allí vistiendo su ropa de nieve junto a Madison—. Madison esquiará con nosotros, nos vemos al almuerzo.
Alice asintió y finalmente bajó de la camioneta.
Justin se aseguró de que tanto Alice como Alex tuvieran todas sus cosas a mano, y cuando se confirmó a si mismo, los tres comenzaron a caminar hacia la cancha de esquí.
Alice dejó sus esquís enterrados junto a sus bastones y se sentó en la nieve dispuesta a observar como Justin le enseñaría a esquiar al pequeño Alex.
—Tienes que abrir las piernas para frenar, mantener las puntas juntas y las partes de atrás separadas —Justin lo hizo demostrándole.
Alex lo intentó, pero terminó botado en el piso con los pies completamente separados.
Alice rió sin evitarlo y miró burlonamente a ambos.
Así pasó la tarde rápidamente, con Alice riendo a carcajadas por los intentos fallidos y con Justin estresándose cada vez más porque las horas pasaban y el pequeño Alex no lograba aprender a frenar.
—¡Así es! —Justin gritó con fuerza y extendió sus brazos al ver como Alex lograba frenar por primera vez sin caer.
Alice volvió a reír y le dio ánimos al pequeño.
—Mañana aprenderemos a doblar y aprenderás a subirte al andarivel —Justin le ayudó a dejar a un lado sus esquís.
—Justin, subiré la montaña, quiero bajar una vez —Alice se puso sus esquís.
—Yo voy contigo, pero déjame buscar a mis padres para dejar a Alex —Justin la miró.
Pattie y Jeremy justamente frenaron al lado del trío y sonrieron.
—¿Qué tal? —Jeremy miró a los tres.
—¡Aprendí a frenar! —Alex gritó saltando.
Todos rieron y miraron al pequeño.
—Subiré la montaña con Alice, nos vemos en unos minutos —Justin miró a sus padres y ellos asintieron.
Ambos se deslizaron en sus esquís hasta el andarivel y tras esperar unos minutos, subieron justos.
—Olvidé lo buena que eras esquiando —Justin sacó sus antiparras para mirarla.
—Soy experta, nunca deberías olvidarlo —Alice clavó sus ojos verdes en él.
—Ah, sí, demuéstramelo nuevamente —la retó, mirándola juguetonamente.
Ambos se prepararon para bajar.
—Carrera hasta donde tus padres, por la pista con obstáculos —Alice sonrió y tocó con los esquís la nieve para bajar del andarivel.
Justin agarró vuelo con sus bastones y buscó a Alice con la mirada, eran los únicos bajando por la pista con obstáculos. Frunció el ceño cuando vio a Alice muy a la delantera e hizo lo posible por alcanzarla. Logró alcanzarla en menos de un minuto y se le cruzó por delante.
—¡No hagas eso! —Alice frenó de golpe y le gritó.
—Sin reglas —Justin volvió a tomar la delantera.
—¡Es peligroso!
—Voy ganando —rió mirándola.
—¡Pendejo!
Alice juntó sus esquís y se deslizó lo más rápido hasta que adelantó a Justin y finalmente llegó hasta el fin de la pista, frenando en paralelo a un lado después de saltar una de las barras,
Justin frenó a su lado y se abalanzó sobre Alice apropósito, sacándose los esquís del golpe y cayendo sobre Alice en la nieve.
—¡Auch! —Alice se tapó la cara por el impacto.
—Auch —Justin repitió.
Alice sacó las manos de su cara, encontrándose con el rostro de Justin cubierto por las antiparras y la bandana. Suspiró con pesadez por sentir el cuerpo de Justin sobre ella y con sus manos le quitó las antiparras para mirarlo.
—¿Estas bien?
Justin escondió la sonrisa de suficiencia y formó una falsa mueca. Le había resultado, solo quería lograr que Alice se preocupara y que ambos permanecieran en esa posición tan comprometedora.
—Me duele el cuello —se quejó.
Mentira, no le dolía nada.
Alice lo acercó a ella para revisarle el cuello, logrando que Justin la abrazara y enterrara su cara en el cuello de ella. Soltó una gran respiración al sentir la respiración de Justin chocar contra la piel de su cuello y cerró los ojos.
—¿Tengo algo? —Justin se quejó falsamente de nuevo.
Alice abrió los ojos, calmó su respiración y revisó el cuello de Justin, encontrando absolutamente nada.
—No, no tienes nada.
Justin se alejó unos centímetros, quedando esta vez frente a frente y muy cerca de Alice. Ambos se quedaron mirando algo congelados. Los ojos de Alice brillaban con ferocidad y Justin se encontraba cada vez más perdido en ellos. Ambas respiraciones se encontraban mezcladas, de forma que los pechos de ambos se tocaban por lo violento que subían y bajaban con cada respiración.
—Justin... —Alice susurró algo desesperada, poniendo sus manos en el pecho del chico.
Justin permaneció en silencio. Su intención solo había sido caer sobre Alice para molestarla y estar algo cerca de ella, pero jamás pensó que terminarían en esa situación tan intima, extremadamente cerca y a centímetros de tocar labios por primera vez en tres años.
Alice sintió su corazón doler y cerró los ojos, obligándose a alejar a Justin.
—¡Papis! —Jazmín frenó con fuerza sus esquís, parando a un lado de ambos.
Justin se levantó por completo de suelo y soltó un suspiro para calmar sus respiración.
—Maddie —Alice carraspeó su garganta y también se levantó.
—Tía Jazzy viene mas atrás. ¡Subimos a cinco pistas de esquí! —gritó emocionada.
—Eso es genial, bebé —Alice sonrió y la abrazó levemente—. Deberíamos volver a la cafetería, tus abuelos nos esperan.
Estaba desesperada por alejarse de Justin, estaba demasiado nerviosa, la situación la había dejado nerviosa. Jamás pensó vivir eso, ella tenía claro sus sentimientos, aceptaba que aún lo quería, pero jamás pensó que el estómago se le revolvería de esa forma a tenerlo a menos de tres centímetros.
Justin se mordió el labio con algo de estrés y observó cómo ambas chicas comenzaban a esquiar hasta la cafetería.
El sonido de un esquí frenando lo sacó de sus pensamientos, más conocidos como los labios de Alice, y se giró encontrándose con su hermana.
—He visto eso cuando venía bajando —Jazzy sonrió levemente— ¿Ahora me vas a negar que ninguno de los dos ya no siente nada?
Justin cerró los ojos con cansancio y comenzó a esquiar hacia la cafetería.
—No ha pasado nada, solo fue una caída.
—No seas imbécil, tú no eres como los otros hombres, Justin. Eres mi hermano, se que todavía la amas... fue tu primer amor —Jazmín habló con bastante naturaleza.
—La amo, pero ya ha pasado mucho tiempo, ¿no crees?. Ella me dejó muy claro que no sentía nada y que todo se había acabado, y ahora después de tres años me lo creo.
Jazzy frenó frente a él, deteniéndole el paso.
—Eres muy estúpido si aún no te has dado cuenta de que ella sigue muriendo por ti. ¿Acaso no has notado lo nerviosa que se pone cuando te le acercas?
Justin miró a su hermana analizando sus palabras, tratando de tomárselas en serio, pero simplemente no había forma de que entraran en su cabeza.
—Estás loca, Jazmín. Eres una gran psicóloga y todo, pero no nos conoces, las cosas han cambiado mucho estos últimos años entre nosotros —negó con la cabeza.
—Soy mujer y conozco a Alice. Deberías ser más inteligente y darte cuenta de que ella solo te quiere a ti, es solo ver la manera en que te habla o te mira. Créeme, no soy la única que piensa eso —suspiró con fastidio y se dio la media vuelta para seguir esquiando hasta la cafetería.
Justin se quedó quieto, mirando como su hermana se alejaba y analizando las palabras. "Alice aún enamorada de él" sonaba tan fantástico en la boca de otros tanto como en su mente, pero lastima que él no creía lo mismo, no creía que ella siguiera enamorada de él.
————
Estos eran dos capítulos, pero decidí unirlos porque en realidad uno era muy corto. Sé que prometí capítulos seguidos pero ya saben la magia de las vacaciones. Mañana subiré otro capítulo ❤️
¿Qué opinan de la situación?
Al principio y a mitad del capítulo puse dos recuerdos de Justin y Alice cuando iban de paseo a Whistler a sus 17 años 😯
Espero que les guste y espero que les haya gustado la aparición de Jazmín.
Aviso: Fame aún no termina, estoy escribiendo el último capítulo, pero Honey ya ha comenzado oficialmente.
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Subo adelantos, fotos de los personajes e información ❤️
Honey 🍯
Justbiebssg
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