Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Una gota de melancolía

Yoongi estaba un poco arrepentido por lo que había dicho a Lía, pero no podía negar que era verdad.

Él sentía mucho aprecio hacia ella, después de todo, ella lo había cuidado y se había quedado con él en el hospital. Ahora que lo pensaba de esa manera, la culpabilidad llenó su cabeza de pensamientos. Fue un idiota, no era el momento ni el lugar de decir eso. Suspiró, luego hablaría con ella con la mente más clara. Es que simplemente no podía evitarlo, se sentía molesto y miserable, su Mochi había desaparecido y era imposible hallarlo, no sabía por dónde comenzar.

Tal vez debía dormir para empezar su búsqueda, quizás el hombre que le había hablado antes sabría donde estaba o por lo menos donde podría estar.

En medio de esos pensamientos escuchó como alguien tocaba la puerta de su habitación. Él estaba recostado en su cama y no quería ver a nadie en ese momento porque no tenía ni el humor ni las fuerzas.

—Yoongi, Namjoon vino, ¿Puede entrar? —habló su madre desde el otro lado de la puerta.

—No. —respondió el aludido cubriéndose de pies a cabeza con sus sábanas. A quién menos quería ver era a Namjoon.

Su madre por su lado, hizo caso omiso a la negación de su hijo y abrió la puerta haciendo entrar a Namjoon.

—Namjoon quería hablar contigo y ver si estabas bien. —increpó la mujer.

Su hijo la observó con una mueca de enojo.

—Hola Yoongi, vine a conversar sobre algo.—empezó el moreno.

—Trátalo bien, vuelvo luego con refrescos. —se despidió la madre de Yoongi saliendo de la habitación.

El pelinegro se incorporó en su sitio para escuchar a su amigo. Se cruzó de brazos y frunció el ceño.

—Sé que aún estás molesto por lo que dije. Lo siento, no sabía que era tan importante para ti, solo quería que... —suspiró. —¿Ya estás mejor?

—Sí, estoy bien —respondió con desdén.

—me alegro, ¿sigues teniendo sueño?—inquirió.

Yoongi lo observó con una ceja arqueada, extrañado por la pregunta.

—No mucho. —contestó cortante.

—¿Sabes algo de Lía? —Preguntó sorprendiendo al pelinegro, quien estaba cansado de las tantas preguntas que le hacía su amigo.

—Deja de hacer preguntas, estoy cansado de escucharte. Necesito unos minutos solo. —dijo para luego arroparse con sus cobijas.

—Es que no me ha estado contestando al teléfono y la última persona con la que se vio fuiste tú. —Explicó. —Ella siempre contesta, ¿No te dijo algo?

Yoongi no tenía ganas de hablar sobre ella, de hecho, no tenía ganas de hablar de nada con él, se sentía incómodo. Algo entre ambos había cambiado.

—¿Y para qué quieres hablar con ella?—ignoré su pregunta.—Hoy la dejamos en su casa.

—Hay algo que me preocupa, solo eso. ¿No le dijiste nada? —insistió calmado. Sin embargo, su inquietud se delataba por sus manos, las cuales entraban y salían de los bolsillos de su pantalón con ímpetu. Yoongi negó, mas eso no logró convencer al de hebras cafés.—¿No le dijiste nada?

El contrario giró los ojos y rendido decidió contestarle.

Le dije que me gustaba alguien más. —confesó.

Namjoon abrió los ojos como platos.

»—Es que... no podía evitar extrañarlo, las palabras solo fluyeron. No quería hacerla sentir mal. —continuó con sinceridad.

—Yoongi...eres un grandísimo imbécil, ¿Sabes lo mucho que le gustas? Ni siquiera pensaba confesarse. —Bufó.—Ella... supongo que no eres consiente pero... ella en serio te quiere, ella...

—¿Y solo importa que ella me quiera y no lo que yo sienta? ¿Por qué estás tan obsesionado en que me enamore de Lía? En serio, nunca te vi tan entusiasmado en que saliera con alguien.—inquirió el pelinegro sintiendo como los nudillos en sus manos se hacían blancos de tanto apretar los dedos. Se sentó de un brinco en el colchón sin quitar su expresión de enojo y se dispuso a ponerse sus zapatillas. Namjoon solo agachó la cabeza mirando sus dedos ansioso sin saber que decir. No es que no tuviera la respuesta clara, solo que, era difícil soltarla frente a su amigo.

»—Sé que no dirás nada, pero por favor respeta mis decisiones. Si me nace del corazón querer amarla, entonces la amaré con todo mi ser. Pero, si mi corazón no puede olvidar a ese alguien, entonces nunca tendrá la capacidad de sentir algo por ella.—Dijo y salió de su habitación dejando al castaño con un peso sobre los hombros, tal vez el peso más alto. ¿Deber o sentimientos?

Yoongi salió de su casa sigilosamente evitando por completo a sus padres. Eran apenas las 6 de la noche y su habitación se sentía sofocante. La hora que había estado ahí desde que había vuelto del hospital, se había sentido un infierno. Había intentado dormir para buscar al castaño mas el sueño no parecía llegar, no como antes, cuando con solo tocar la almohada caía totalmente rendido a ese mundo de fantasía.

No podía superar la falta de ese chico, había intentado convencerse de que solo era un sueño más, que como cualquier otro algún día se hundirá en un mar de olvido y nunca volvería. Sin embargo, no, se sentía vacío, más vacío que nunca.

Logró escapar de sus padres que para su suerte estaban ambos ensimismados, su padre frente a la computadora y su madre hablando con alguien por teléfono en la cocina.

Nadie notó que había salido, solo Namjoon, que sabía que cada vez que Yoongi se sentía abrumado, inquieto o ansioso, prefería tomarse un respiro caminando sin rumbo y eso era lo que hacía ahora.

Yoongi caminaba por la concurrida calle por la que vivía, ignorando la presencia de todos y cada uno de los que pasaban por su lado. Se sentía ebrio, sin necesariamente haber ingerido ni una gota de alcohol. El amor era la bebida más agria y embriagante si te dejaba con un corazón roto.

Lamentaba haber dejado ese mundo cada vez que tuvo la oportunidad de entrar, tal vez si hubiera pasado más tiempo con el castaño no se sentiría tan... marchito.

Siguió caminando ahora por otro barrio, el barrio de la cafetería en la que trabajaba. Aprovecharía que estaba por ahí para pedir una gran disculpa por los días que había faltado al trabajo. Según le había informado una enfermera en el hospital, se había quedado dormido por tres días. Al inicio, todos habían creído que el golpe en su cabeza había sido el detonante de su estado. Sin embargo, el golpe no había sido tan fuerte como para causarlo. Al final, habían llegado a la conclusión de que su estado físico se había debilitado y eso provocó que se desmayara y se quedara dormido. Solo había sido mucho cansancio. Nadie sospechaba el motivo real.

A lo lejos, vio su trabajo. El cual solo tenía unos poco clientes que estaban siendo atendidos por la señora Jeon.

Entró cabizbajo y fue visto por Taehyung, que estaba atendiendo a un joven en la caja.

—¡Yoongi!—el susodicho posó su mirada en la del contrario. Sus ojos lucían vacíos y desorbitados.—¿Cómo has estado? Me dijeron que te habías accidentado.

Antes de que pudiera replicar, una mujer salió de la cocina corriendo a abrazarlo.

—Yoongi, que bueno que ya estés bien. —murmuró la señora Jeon acariciando la cabeza del contrario.—Estaba muy preocupada.

—Lo siento señora Jeon, falté tres días al trabajo. —Habló abrazándola de vuelta.

La nombrada se separó de él y acomodó sus manos en sus anchas caderas. Lo observó con una sonrisa ladeada y giró la cabeza.

—Ay Yoongi, eso no importa. Jungkook y yo estábamos realmente tristes al no poder ir a visitarte. Perdón, el trabajo no nos dejó. —Se disculpó con sincera tristeza transmitida en el tono de su voz suave.

—No se preocupe. —sonrió Yoongi para tranquilizarla.

—Lo bueno es que tu amigo estuvo informándonos sobre tu bienestar.

Yoongi miró hacia otro lado para ocultar su ceño fruncido. Namjoon era un buen amigo, mas no podía evitar su molestia.

—Qué bueno que estés bien hyung.—dijo Taehyung y se acercó a ellos para abrazar a Yoongi. —Hubiera ido a visitarlo, lo siento.

El pelinegro le mostró una pequeña sonrisa para calmarlo.

—Te vi en el hospital, al inicio creía que estabas yendo a visitarme. —bromeó el mayor. El contrario dibujó en su rostro una auténtica expresión de asombro y extrañeza.

—¿Tú estabas en ese hospital?—Yoongi asintió. —Mierda, ahora me siento peor.—pasó su mano por su frente con frustración.

—No te preocupes. —Le dijo Yoongi sereno. —¿de todos modos que hacías ahí?

—Pues fui a dos cosas, mi madre trabaja ahí, y quería que le lleve unos papeles. También fui a...

—¡Yoongi! —Taehyung fue interrumpido por el grito de Jungkook, quien apenas vio a su hyung favorito corrió hacia él con la vista borrosa debido al llanto que se acercaba.—Perdone, no fui a visitarlo.

—Está bien Jungkookie. —dijo acariciando su cabeza sintiendo una pequeña electricidad en cuerpo y un extraño presentimiento.

El más joven se sonrojó y lo abrazó, había extrañado tanto a su hyung.

—Me alegro que ya esté bien, y justo a tiempo. Recuerde que el sábado está invitado a escuchar el mito de la encina del parque.—en cuanto el menor se dio cuenta de sus palabras, negó con la cabeza y se apartó de él. —Claro, si es que ya se siente bien.

El mayor sonrió.

—Gracias, si iré.—sonrió débilmente.

"Después de todo esa leyenda me parece intrigante y hasta parece llamarme a que la escuche", pensó.

.

.

.

"My life was singing that flat melody everyday, that piece that never conveyed me any emotion. It was driving me crazy".

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro