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Séptimo Sueño Pt. 2 🌠


Yoongi estaba en una cama de hospital, Lía se había sorprendido tanto por su repentina caída que había preferido llevarlo al hospital que a la enfermería de la universidad. Además que se había golpeado la cabeza muy fuerte y un hematoma ahora era visible en esa zona.

-Yoongi...-susurró Lía desde una silla al lado de la camilla del pelinegro.-Despierta, por favor.

Habían pasado como 6 horas desde que se había desmayado y tenía a toda su familia y sus amigos preocupados.

Varios habían ido a visitarlos y se fueron al cabo de 30 minutos. Al contrario, Lía estuvo a su lado desde el inicio y no lo había querido soltar.

Namjoon le había llevado comida y debido a la hora, se había encargado de llamar a su hermano mayor para que vaya a recogerla.

-Lía, llamé a tu hermano. No tarda en llegar. -dijo entrando a la habitación con dos cajitas de jugo de naranja, una para él y otra para la castaña.

-Pero... Yoongi, ¿estará bien? -dijo con preocupación mostrada en cada facción de su rostro.

Namjoon sonrió enternecido por la actitud de su amiga y le entregó el jugo.

-Tranquila, Kim-mis-ojos-son- corazones-cuando-Yoongi-duerme-Lía.-bromeó Namjoon levantando las cejas.

La aludida giró los ojos, mas no pudo evitar que toda su vergüenza se notara por sus arreboladas mejillas.

-Qué terribles apodos. -sonrió de costado. -ya entiendo a Yoongi. -giró hacia el pálido y sujetó sus manos dedicándole una mirada llena de cariño.

Yoongi era su mundo, por lo que se sentía tan fatal al verlo enfermo. Lo quería tanto al punto que le parecía ridículo que todo ese amor cupiera dentro de ella.

-¿Cuando le dirás?-preguntó Namjoon sobresaltando a la chica.

-No lo sé-dijo apesadumbrada.-No sé si le gusto, tengo miedo a que...

-¿Te rechace? -completó el moreno con una sonrisa que mostraba comprensión y apoyo. Lía asintió. -Tratándose de Yoongi... sinceramente, es muy difícil saberlo. Nunca lo vi enamorado, sinceramente... me preocupa no conocerlo bien.-soltó una risa seca-con él no sé ni cuando está triste.

Lía enarcó una ceja, según ella Namjoon y él eran mejores amigos de toda la vida y se conocían perfectamente.

»-No me mires así, fue muy difícil ser su amigo. Él es muy cauto, no confía en nadie fácilmente. -suspiró. -Hasta ahora no confía del todo en mí, se guarda muchas cosas. Pero, con ese pequeño porcentaje de su confianza me siento feliz, eso ya me hace su mejor amigo.-sonrió y miró a Lía. -Pero... ahora que lo pienso. -cambio su gesto a uno serio y rascó su barbilla con la yema de sus dedos. -Él es muy diferente contigo, es como que su confianza avanzó rápido.

La castaña abrió más sus grandes ojos en signo de asombro.

Namjoon no pudo evitar soltar risas al verla totalmente desconcertada.

-No te rías.-le dio un golpe en el hombro.-Es que con Yoongi todo es difícil, siento que no le agrado o que me evita...es la persona más complicada del mundo.-dijo frustrada. -Pero me gusta demasiado.

-Lo sé, se nota incluso a diez mil millas de distancia. -habló Seokjin terminando de cerrar la puerta del cuarto.

Namjoon se quedó boquiabierto al verlo por dos razones en específico. La primera, el parecido que Lía y él tenían era tanto que daba escalofríos; segundo, era increíblemente guapo y... alguien que lo empuje a esos labios.

-Hola, tú eres el que me llamó ¿no?-saludó Seokjin acercándose a él y tendiéndole la mano como saludo.-Soy Kim Seokjin, un gusto y gracias.-Namjoon no respondió porque las palabras no fluían como siempre. El recién llegado pelinegro al notar que su saludo había sido ignorado, decidió dirigirse a su hermana. -Vamos Lía, mamá estaba preocupada.

La castaña asintió y agarró su mochila para colgarla tras su espalda.

-Hasta mañana Namjoon, me informas cualquier cosa.-se despidió Lía con una reverencia a su amigo, quien aún no recuperaba el conocimiento y por otro lado se acercó a Yoongi con timidez y le dejó un beso en la frente. -Recupérate pronto.-susurró sobre su frente.

-Ya Lía, ya tendrás otro día para besuquearlo, ahora vamos.-habló su hermano jalándola del brazo.-Gracias...amigo de Lía. -se dirigió a Namjoon.

-¡Espera! -exclamó el de hebras marrones antes de que Seokjin pudiera si quiera agarrar el pomo de la puerta. -¿Me das tu número?-consultó pillando a los dos hermanos desprevenidos. -Para emergencias. -sonrió Namjoon.

-¿Qué tipo de emergencias?-contestó el pelinegro con el ceño fruncido.

-Tal vez Lía mañana te necesite...-soltó una risa nerviosa y se frotó la nuca.

-Qué malo eres para esto. -respondió negando con la cabeza.

Lía, quien no comprendía que sucedía en ese momento miró a ambos extrañada.

»-Adiós. -se despidió jalando a su hermana.

-P-pero-tartamudeó Namjoon intentando justificarse, mas ya se habían ido.

Suspiró derrotado, en serio quería saber el número de ese chico. No podía mentir, había sido un flechazo a primera vista y se sentía curioso por saber a dónde sería conducido si seguía su corazón.

No obstante, ya habría tiempo para eso. Ahora tenía asuntos más importantes que debía priorizar.

💤

-Yoongi... -murmuró el castaño después de haberse sumido en un acogedor silencio.

Ambos estaban echados en piso mirando al vacío y blanco cielo que tenían frente a ellos mientras se sujetaban las manos. Imaginaban que admiraban un cielo real lleno de un azul vibrante con nubes blancas anunciando un buen tiempo, o tal vez repleto de estrellas alumbrando todo en la oscuridad.

-¿Sí?-preguntó el aludido mirando al castaño.

-¿Me quieres porque... te parezco lindo?-inquirió con inocencia.

-Pff...-Yoongi empezó a carcajear.-¿Estabas pensando en eso todo este tiempo?

El contrario se sentó en su sitio y lo observó con una ceja enarcada y se cruzó de brazos.

-Hablo en serio, ¿por qué me quieres?-preguntó haciendo un puchero. -Expláyate, que quiero escuchar tus palabras románticas por un largo rato.-fingió una voz dramática poniendo una mano detrás de su oreja.

El pelinegro se sentó a su lado y acercó sus labios a la oreja de contrario y desde muy cerca empezó a recitar esas palabras que envolvían su corazón cada vez que el castaño estaba junto a él.

-No sé la razón exacta, porque son demasiadas. -susurró abrazándolo por la cintura apoyando su barbilla en el hombro contrario. Con tan solo escuchar esas palabras de inicio, el castaño sintió como sus mejillas se calentaban y su corazón latía frenético y ansioso de seguir oyendo lo que iba a venir. -Me gusta... sentirme diferente cuando estás a mi lado, es decir... -carraspeó-soy de una manera única contigo, nunca he sido así con nadie. Me agrada el solo hecho de sentirme ebrio de felicidad cuando te veo o de sentir mi respiración rápida por los nervios y la adrenalina.

El de hebras café giró hacia el lado contrario a Yoongi con la cara del color rojo más llamativo que pudiera existir. Él mismo había provocado eso, mas estaba tan abochornado después de escuchar esas palabras que no había sido capaz de enfrentar al azabache.

Yoongi amaba ver a su 'mochi' avergonzado, por lo que decidió seguir sonrojándolo más.

-Y físicamente, me gustan tus ojos, tu nariz chiquita, tus labios gruesos, tu...-antes de que continúe, el contrario le había tapado la boca con una de sus pequeñas manos.

-Ya. -habló rojo hasta las orejas. El pálido dejó de rodear su cintura y levanto las manos como diciendo: "Soy inocente".

Yoongi rio por la cara arrebolada del castaño haciendo así, que la mano que lo había callado se aparte.

-También me gusta tu cara avergonzada. -dijo el pálido señalándolo.

-¿Y qué no te gusta de mí? -preguntó tímido.

El azabache frunció el ceño y pretendió pensar con detenimiento. No había nada que le desagradara.

-No me gusta no saber tu nombre, siento que debe ser bonito o... ¿es que tienes uno anticuado como Saturnino, Pancrasio o Rufino?

Estallaron las carcajadas por parte del de hebras chocolate.

-Idiota-rio-no me llamo Rufino... o... lo que sea que dijiste. -las risas continuaron. Yoongi lo había dicho en serio, pero al darse cuenta de lo gracioso que había sonado, no pudo evitar reír.

-Es que fue lo primero que se me ocurrió. -se rascó la nuca aún con una sonrisa.-Imagínate no saber mi nombre, ¿Cómo me llamarías?

-Rufino.-sonrió burlón, el contrario lo miró con los ojos entrecerrados y una sonrisa ladeada.-Y de cariño Rufis.

-Ja. Ja. Ja. -fingió una risa cruzándose de brazos. -No me des ideas, que a la próxima te llamo Fausto y de cariño Faustis. -amenazó en broma.-Ahora sí, en serio, ¿Cómo me llamarías?

El castaño puso un dedo en su barbilla y miró hacia arriba mientras pensaba una respuesta.

-Gatito.

Yoongi abrió los ojos y se relamió los labios por lo extraño que había sonado aquello. Sus mejillas se calentaron y su pulso se aceleró.

»-Pareces un gatito. -explicó-tienes esos ojitos pequeños y felinos, y unos labios delgados.-acarició la enrojecida cara del pelinegro con ambas manos.-¿Nunca te lo habían dicho?

-No exactamente... -rio nervioso-Namjoon me dice gato arisco cuando me molesto. -contó.

El castaño lo miró con duda.

-¿Quién es Namjoon?-preguntó con timidez a la vez que lo rodeaba por la cintura.

-Es mi mejor amigo, o bueno... empiezo a dudar sobre eso. -admitió empezando a jugar con sus dedos debido a la repentina inquietud. Su acompañante lo miró confundido queriendo oír acerca de su amistad con el tal Namjoon.

»-Verás, él me trató como a un loco cuando le conté sobre ti-suspiró.-dice que debería vivir mi vida real y no la de fantasía, que debería salir con...-negó con la cabeza. Yoongi se maldijo en voz baja, había dejado que su boca parloteara sin tener un freno.

-¿Con quién? - inquirió el de hebras marrones soltando su firme agarre de la cintura del pelinegro.

-Tenemos una amiga que está... -exhalo con pesadez. Nunca había querido hablar sobre eso y menos frente a él.

-¿Interesada en ti?- inquirió con una débil sonrisa.

-Eh...mmm...-tartamudeó intranquilo, esperaba que el contrario se moleste. Pero, lo único que hizo fue agarrarlo del rostro y unir sus labios en un juego inocente de caricias.

No podía engañarse, estaba celoso y se sentía tremendamente egoísta por no dejar que Yoongi viviera su vida, mas no podía evitarlo, lo amaba con todo su ser, era por eso muy lógico pensar que solo debía ser de él tanto como él le pertenecía al pelinegro. Quería que Yoongi lo amará únicamente a él. Esos eran sus deseos, sin embargo, debía dejarlo ir y eso ya lo sabía de antemano, que Yoongi tenía que vivir su vida con o sin él. Sin embargo, quería disfrutarlo todo el tiempo que se pudiera.

-Yoongi... me gustas, me gustas mucho. -farfulló dejándole cortos besos en los labios.-Siempre me vas a gustar, aunque pasen siglos y milenios, eso no va a cambiar.-El nombrado se sonrojo hasta las orejas e intentó volver a pegar sus bocas, mas el contrario lo detuvo poniendo un dedo en sus labios. -Incluso cuando seamos polvo y parezca que no existimos, te voy a amar y te voy a buscar.

-Yo también haré lo mismo.- el castaño negó ante la sorpresa de Yoongi.

-No. -habló duramente. -Tú tienes que vivir tu vida de verdad, no me debes buscar ni esperar. Vas a encontrar a esa persona y me vas a olvi...

Yoongi se lanzó sobre él acorralándolo contra el piso mientras lo besaba con desesperación. Se detuvo apoyándose en sus manos teniendo el rostro del chico de hebras cafés justo frente a él. Lo miró con el ceño fruncido y los ojos brillantes por el llanto que quería hacerse ver.

-¡Estás loco si crees que te voy a olvidar buscando a alguien más!-exclamó con furia y melancolía, mientras unas pequeñas gotas caían al rostro contrario.-¡No me estés pidiendo imposibles!

El menor de los dos lo observó con culpa, nunca había visto al pelinegro en una situación tan desgarradora. Daría hasta su último suspiro para sacarle miles y millones de sonrisas. Lo tomó de la nuca y lo besó con lentitud queriendo transmitir todo sus esfuerzos por hacerlo feliz.

-Yoongi... sé que es difícil hacerlo como para mí es difícil pedirlo, pero...-suspiró entrecortadamente. -Ella es tu verdadero destino, yo solo soy un estorbo. Solo dale una oportunidad ¿sí?

Su rostro se empezó a llenar de lágrimas al igual que el contrario. Intentó acariciarlo, mas ya estaba ocurriendo. Lo que había visto como un recuerdo borroso justo antes de desmayarse estaba pasando. Él había entrado a ese mundo con esa imagen en mente, pero en cuanto vio al castaño desapareció de sus recuerdos.

En cuanto intentó tocarlo, su mano lo había traspasado, era como si fuera un fantasma.

-H-hey ¿Qué pasa?-habló Yoongi con los ojos enrojecidos y la voz temblorosa. -¡¿Q-qué pasa?! -inquirió a gritos y con los ojos abiertos como platos al ver como su castaño se iba desvaneciendo. -¡No! ¡NO ME DEJES!-se aproximó a él y trató de abrazarlo, pero en vez de sentir la calidez de los brazos contrarios, sintió la frialdad del suelo. -Se supone que...-dio un grito de angustia al cielo mientras lloraba.

Las lágrimas caían con tanto ímpetu que parecía que una gran llovizna había hecho presencia.

-Y-yo hice un trato-susurró el castaño con las pocas fuerzas que le quedaban. -T-te olvidarás de mí apenas desaparezca. -una pequeña lágrima resbaló por su mejilla. Su labio inferior temblaba con brutalidad. -T-te amo demasiado.-murmuró antes de soltar un chillido de dolor.

-¡¿con quién hiciste ese trato?!-exclamó con dolor. Estaban muy cerca, pero tenía la necesidad de hablar a gritos. Se sentía cada vez más alejado de su castaño. -¡DIME!

-Él... -el de hebras marrones cerró los ojos y su cuerpo desapareció al instante dejando un espacio vacío en el lugar donde había estado sentado antes.

-¡NO!¡NO! ¡SE SUPONE QUE ME ESPERARÍAS AQUÍ TODA MI VIDA!-se recostó en el piso con las piernas pegadas a su pecho y sus manos tapando sus ojos que no dejaban de llorarle a ese amor, a ese primer amor.

Gritó hasta que no tuvo voz y lloro hasta sentir su cabeza al borde de la explosión. Su corazón dolía junto con todo su cuerpo que se sentía cada vez más adormecido.

Finalmente, se quedó dormido en medio de ese espacio blanco sintiendo demasiado frío.

Ningún frio se podía comparar a ese, ni el más tormentoso invierno. Perder a alguien que amas es mucho más que un simple frío, se acerca más a una muerte lenta en la que cada pieza que te forma, se va congelando para luego hacerse pedazos.

💤

Sometimes I miss a moment like that, an astonishing and wonderful moment when the heart beats so fast and my head is full of you. Don't you?


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