Luego de algunos meses de espera, finalmente estaba en la sala de espera de la consulta en que se llevaría a cabo su evaluación psicológica.

No sería fácil, Tae lo sabía, pero estaba dispuesta a intentarlo.

Por mientras, hablemos un poco de lo que ha sido su vida durante los últimos meses.

Luego de que sus padres se enteraron de su estado, procuraron investigar correctamente el proceso que se debía llevar a cabo para ayudarla a tener una vida más cómoda. En vista de eso, su madre le sugirió aplazar la evaluación psicológica que el ginecólogo recomendó hasta iniciar su período de vacaciones, ya que eso les permitiría trabajar en su adaptación a tiempo completo.

En lo que pasaba ese tiempo, sus padres comenzaron a comprar la ropa con la que siempre había soñado y se sentía cómoda; faldas, poleras bonitas y ajustadas, sandalias, tacones bajos y ropa deportiva cómoda para andar en casa.

Tae se sentía hermosa, y era feliz sabiendo que tenía el apoyo de sus padres.

Sin embargo, el salir a la calle de esa manera aún le era un poco complicado, puesto que todo el mundo creía que era un chico y no estaba segura de que se lo tomaran de la misma manera que sus padres. Prefería hacerlo de una manera gradual.

Por lo que, ese día, su vestimenta se había limitado a pantalones ajustados, una polera que llegaba un poco más abajo de su fina cintura y zapatillas.

Sonrió al recordar el rostro de su madre la primera vez que la vio con una falda y sus palabras: "Por Dios, mi hija tiene la cintura más definida que yo. Necesito ponerme en forma." La mujer no pasaba los cuarenta años, pero le divertía cuando se comportaba de esa manera.

La línea de pensamientos se vio interrumpida cuando escuchó que "Kim TaeHyung" era llamado.

Casi olvidaba que ese era su nombre.

Entró a la consulta con sus padres detrás de ella, los cuales salieron al poco tiempo luego de que el psicólogo les explicara lo que harían en esa sesión.

El hombre comenzó con sus preguntas y Tae respondió como creía que era correcto, solo interrumpiendo la conversación cuando el mayor usaba un pronombre masculino para dirigirse a ella.

La última pregunta fue la cual la descubrió desprevenida.

—Entonces, señorita Kim, ¿cuál será su nuevo nombre por el cual debo dirigirme a usted?

¿Nuevo nombre? No había pensado en ello.

Sus padres se limitaban a llamarla Tae al ser un nombre que puede utilizarse de manera unisex, mientras que en la escuela también era llamada comúnmente como Tae, por lo que nunca se vio en la necesidad de buscar un nuevo nombre.

No obstante, tampoco tuvo que pensarlo mucho.

—Me gusta que me digan "Tae", ha sido de esa manera toda mi vida. Me gustaría mantener algo, porque no he cambiado ni voy a cambiar; siempre he sido así. —sonrió— Mucho gusto, doctor Min, soy Kim TaeRi.

El hombre le devolvió el gesto y sonrió.

—Es un gusto, señorita Kim TaeRi, soy tu psicólogo; Min YoonGi. Ahora, llamaré a sus padres a que ingresen nuevamente a la consulta para explicarles el proceso que sigue en tu transición.

TaeRi sonrió aún más grande, y a Min YoonGi le pareció que su sonrisa era igual de brillante que una estrella.

[Me gusta este capítulo 🤧

No sé, es como aljdkwldhzlwld ¿si me entienden?

Hasta mañana, sweeties.]