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Capítulo 14

Cuando los padres de TaeRi se enteraron de que su hija tenía novio, su madre estuvo a punto de darle una extensa charla sobre cómo se hacían los bebés (que ya sabía, a decir verdad) y distintos métodos anticonceptivos (incluyendo la pastilla del día después). La castaña hubiese jurado que su madre le explicaba con un dibujo el proceso de fecundación si no hubiese recordado que ella no podía embarazarse, por lo que solo terminó explicando la manera de poner un condón.

Y si, lo hizo con dibujos.

Por su parte, su padre solo se largó a llorar, balbuceando que "su nena ya era toda una mujer" y que "no importaba cuántos años tuviera, siempre iba a ser su bebé".

Para ella, sus reacciones eran un poco exageradas. Sin embargo, no le molestaba para nada; los amaba como eran y los amó más desde que le entregaron su apoyo desde el primer momento en que supieron que estaban tratando como varón a la persona equivocada.

Ellos eran felices. Y ella también.

JungKook quería asegurarse de que todo estuviera perfecto y en orden, pues, luego de una semana de noviazgo, sus padres y su hermanito conocerían a TaeRi.

Y, si bien estaba absolutamente seguro de que TaeRi sería tan encantadora como siempre, no podía decir lo mismo de sus padres. Y su hermano.

Porque ser un Jeon implicaba ser de las personas más curiosas del planeta, a veces hasta el punto de ser molesto. Y sabía que su padre y su hermano no tenían el filtro de las palabras trabajado.

Él tampoco, pero no estamos hablando de JungKook.

Cuando el timbre de su casa sonó, anunciando la llegada de su visita, sintió a sus padres hablar más alto y a YeonJun hacer ruido en el segundo piso. Bueno, al parecer, justo ese día la familia Jeon decidió ser un desastre.

El rubio suspiró, nervioso, y se acercó suavemente hacia la puerta. Así podría estudiar que su hermano no haya decidido hacerle una broma pesada en ese momento.

Abrió la puerta con lentitud, y todo su nerviosismo y el miedo que pudo haber sentido se disipó al ver a Kim TaeRi frente a él, tan hermosa como solo ella podía ser.

—Hola, princesa. —saludó con una sonrisa.

Ella correspondió el gesto.

—Hola, Kookie.

Kim estaba utilizando una de sus tantas faldas de color gris pastel y una camisa blanca con los bordes por debajo de su vestimenta inferior. Por sobre ella, utilizaba un delgado chaleco color crema y su cabello castaño caía con delicadeza por debajo de sus hombros.

Por su parte, Jeon utilizaba sus pulcros jeans de mezclilla oscuros en conjunto de un delgado suéter y zapatillas negras, así como su cabello rubio se mantenía desordenado.

La castaña se colocó de puntillas y depositó un casto beso en los labios del más alto, quien solo sonrió como bobo ante la acción.

—Pasa.

TaeRi atravesó la entrada con lentitud y cuidado, asegurándose así de que su nerviosismo oculto bajo una tímida sonrisa no le jugara en contra. No tenía buenas experiencias con adultos.

JungKook cerró la puerta tras su espalda y contuvo el aire en los pulmones ante la incertidumbre sobre los acontecimientos que vendrían.

El primero en aparecer fue YeonJun, quien bajó las escaleras hasta la mitad y se sentó en uno de los escalones, sin despegar la vista de la recién llegada.

Hyung, ¿ella es tu novia? —preguntó el menor.

—Sí.

—Es linda. —susurró—. ¿Cuál es tu nombre? —indaga, esta vez dirigiéndose a ella.

—Soy Kim TaeRi, mucho gusto.

JungKook notó por el rabillo del ojo que sus padres salían de la cocina en silencio.

—TaeRi noona, ¿no quieres dejar a mi hermano y salir conmigo? Prometo tratarte bien.

Oh, él no había dicho eso.

Antes de que la castaña pudiera procesar algo y formular una respuesta, observó al hijo mayor de los Jeon subir corriendo por la escalera tras su menor; quien, tan pronto lo vio, escapó con la máxima velocidad que podía implantar.

—Lo siento, mis hijos son unos salvajes. —se dirigió la señora Jeon a TaeRi, quien solo sonrió nerviosa antes de escuchar: "¡Ven aquí!¡Maldito enano degenerado!"

—N-No pasa nada.

—Eres realmente preciosa, ¿te lo han dicho?

—Yo...

—Y tu piel es tan bonita, ¿qué rutina sigues?

—Bueno...

—Mamá. —interrumpió JungKook desde la parte superior de la escalera—. Tenemos que realizar un proyecto para la escuela con TaeRi, ¿por qué no esperas hasta más tarde para conocerse?

—Por supuesto, hijo. Tenemos toda la tarde para ello.

La castaña suspiró aliviada; eso era una total mentira, pero aquella le había sido lo suficientemente útil como para liberarse momentáneamente de la situación incómoda.

Sonrió e hizo una leve reverencia a los padres de su novio, para luego ir escaleras arriba y seguirlo hasta su habitación.

—Perdón por el escándalo. —se disculpó el rubio una vez que se encontraron solos—. Jun es odioso.

TaeRi rió bajito.

—No te preocupes.

Ambos tomaron asiento sobre la cama del rubio e iniciaron una extensa charla sobre sus películas y sagas favoritas, las bromas y risas circulando constantemente a lo largo de esta.

Sin embargo, JungKook estaba curioso y confundido respecto a un tema desde hace un tiempo, y no estaba seguro sobre si pensar aquello era algo correcto, o solo se estaba volviendo loco.

Quería preguntarle a su novia, porque sabía que ella sería la única que le respondería con la verdad y sin juzgarlo.

—Princesa... —comenzó, dudoso— ¿Puedo preguntarte algo?

TaeRi lo miró un poco confundida ante el tono de voz que el contrario usó.

—Claro, ¿qué sucede?

—Yo... —suspiró—. Cariño, ¿qué opinas sobre que un chico como yo use falda?

—¿Necesito tener opinión sobre ello? —JungKook la miró, sin entender—. Si realmente quieres usar una falda, no debería importarte ninguna opinión que no sea la tuya, Kookie. Si tú estás cómodo, el resto no importa.

—P-Pero... ¿las faldas no son de chicas? —susurró avergonzado.

—Jeon JungKook, escúchame bien sobre lo que voy a decir. —se acercó a él y tomó sus mejillas, obligándolo a mirarla—. ¿Recuerdas cuando te dije que los colores no tienen género? Lo mismo sucede con la ropa. La ropa, los colores, tu estilo o tu corte de cabello no definen ni tu ropa ni tu orientación sexual. A mi me gusta usar faldas y colores pasteles, pero no porque una chica se vista con colores oscuros, ropa holgada y use el cabello corto se identifica como chico o es lesbiana. Y no porque un chico como tú use faldas o se maquille es trans o gay. —sonrió—. Vivimos en una sociedad que estereotipa o clasifica todo lo que no considera normal porque no está dispuesta a aceptar que cada individuo es diferente, aunque ¿hay alguien que realmente sepa la definición de normal? —rió—. Y tú, JungKook, seguirás siendo la persona maravillosa que eres vistas con lo vistas.

La galaxia en los ojos de Jeon brillaba como TaeRi nunca antes lo había visto. Se había enamorado un poco más de esa reacción de su novio como representación de sus emociones más sinceras.

—En verdad; eres maravillosa, Tae. —susurró— ¿Me ayudarás en la tienda escogiendo cuál me queda mejor?

Rió bajito.

—Lo iba a hacer aunque no me lo pidieras, amor.

[Hi~ ¿cómo están?

Estuve esperando este capítulo desde que publiqué el Prólogo, pidoperdón.

Espero que les haya gustado uwu

Nos leemos prontito, rabanitos 💜]

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