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#2

Mimi yacía corriendo de arriba a abajo desesperado por encontrar algo. Yoongi, que hasta el momento estaba en el sofá viendo todo el espectáculo dejó el libro de lado y se puso de pie interrumpiendo al gordito en su camino.

— Hey, hey, alto ahí pequeñín.

— ¿A dónde vas con tanta prisa?

Musitó con una risita acariciando su cabello con ternura.

— Mimi saldrá con Koo, y necesita encontrar su blusita rosa.

— ¿La del lindo pastelito estampado? — cuestionó arqueando una ceja.

— La del pastelito, sí, ¿Yoonie la vio?

— Pues, creo haberla dejado en el segundo cajón...

Aquella ayuda hizo brillar los ojitos del pequeño yendo con prisa escaleras arriba para poder colocarse aquella prenda.

— Espera ahí, pequeño rayito..¿No olvidas algo? — se cruzó de brazos.

El pelirosa asintió con una sonrisita traviesa y bajó los escalones anteriormente subidos, para luego ir a los brazos de su novio depositando dos besitos en sus labios y un suave "Gracias~". Seguido a ello, volvió en su camino hacia la famosa prenda, al llegar a la habitación rebuscó en el lugar y justo como su pareja había dicho ahí estaba la famosa blusita de pastelito.

Mimi la tomó entre sus manitos regordetas y muy emocionado decidió usarla con un pequeño short de mezquilla, comenzó a quitar su ropa de pijama y frente al espejito que tenía en la habitación se fue colocando la ropa que había elegido; quedando con un estilo muy lindo y único. Ahora, la parte difícil, abotonar el short, tomó aire escondiendo su abultada pancita unos segundos y procedió a intentarlo, falló.

Soltó el aire, algo agitado por el esfuerzo y optó por intentarlo una segunda vez, repitió el procedimiento, y esta vez logró abotonar dicha prenda. Su carita formó una sonrisita amplia, estaba algo ajustado, pero no era algo que no pudiera aguantar, se colocó unas calcetas semi-altas con peruqeños bordados de corazones y por último unos botines rosa que hacían juego con el conjunto.

Yoongi subió las escaleras para encontrar la tierna escena frente a él, entró para abrazar a su pequeño y panzoncito osito.

— ¿Hay ser más bonito en la tierra?

— Lo hay, Yoonie es el más bonito de la tierra.

Ambos rieron suavemente, el mayor de ambos acarició la pancita del pequeño haciendo pequeños circulitos.

— ¿Realmente tienes que ir? Mimi podría quedarse con Yoonie...y ver una película, mientras te doy muchos besitos

— Mimi ya hizo una promesa con Koo, saldremos a almorzar juntos.
















...
















Y así de rápido salió del apartamento con su pequeña chaquetita jean, antes de reunirse con su mejor amigo en el mundo mundial, pasó por algo para beber, ¿Se elección? Un milkshake de frambuesa, ordenó aquella dulce bebida en un puesto de comida rápida, cuando lo tuvo fue muy contento a la plaza de comidas esperando al menor.

















...















— ¡Mimi!

— ¡Koo!

Ambos jóvenes gritaron emocionados al verse juntándose de inmediato y se abrazaron por un largo tiempo.

— ¡Mimi tiene una pancita muy linda! — apuntó con uno de sus deditos a esta.

La carita del pelirosa enrrojeció ante lo dicho por su amigo, negando de inmediato tapando sus ojitos.

— No, no, claro que no~

A decir verdad, el pequeño Koo gustaba de ver a su amiguito de esta forma, tan esponjoso y suavecito, tanto que...le agradaba este nuevo Mimi.

Una idea vaga cruzó por su mente, tal vez algo arriesgada...pero sin querer su vista había caído en aquel botoncito del short, algo apretado, ¿Sería mala idea hacerlo hacer "pop"?

— ¿Mimi tienes hambre?

— Aún no, ¿Y tú Koo?

— Pues...Yo, sí, no pude desayunar muy bien.. — mintió

— En ese caso, vayamos a comer algo. ¿Te parece si vamos a esa nuevo restaurante? Creo que ofrecen aperitivos orientales...

Cuando lo vio asentir, sonrió su pequeño plan iba avanzando...
Junto bajaron las escaleras eléctricas y al rumbo de estas los dos amigos iban tomados de las manos. De algún modo les hacía sentir seguros y ninguno se perdía, era una vieja costumbre de ambos.

Koo conoció a Mimi a los doce años en la escuela, tuvieron una conexión inusual y rápida, muy extraña; para qué mentir. Nadie sabía que aquellos dos niños irían a formar un lazo tan fuerte en tan poco tiempo.

Fue así que, llegaron al dichoso restaurante y eligieron una bonita mesa cerca a la ventana.

— Pediré algo rico rico, hay unos pequeños aperitivos de zanahoria

— ¿Qué tendrás tu Mimi? — cuestionó mirándolo.

— Tal vez pruebe algo de todo.

— En ese caso déjame pedir por ti.

Llamó al mesero y ordenó múltiples platillos, después de todo, él pagaría por la comida.















...

















Mimi comió y comió hasta no poder dar un solo bocado más, ¿El problema? Con cada uno de esos bocados su pancita parecía apretar aún más con aquel short.

Koo que por mientras sonreía al ver que su amigo disfrutaba del almuerzo que habían tenido, acariciaba la pancita del menor con ternura dando pequeños golpecitos.

— Mimi está lleno... — suspiró jadeante tirando su cabecita para atrás.

— No es para menos, Mimi comió mucho mucho, ¿Estuvo delicioso?

El pelirosa asintió con una sonrisita pequeña mientras acariciaba su pancita con ayuda del menor.

— Mhn...

— Ya no quiero más...

— ¡Oh! ¡Pero Mimi! No podemos desperdiciar esto..es mucha comidita.

Entonces tomando uno de los platillos llevó el par de palillos a la boca de su amigo, comenzando así a alimentarlo. Al contrario no le quedó otra que abrir la boca, porque no iba a ser grosero y negar ante la invitación de su amigo.

Bocado tras bocado, adicionando algunos sorbos de bebida, terminó por acabar con cada una de las cosas que estaban en la mesa. Ahora se encontraba bebiendo del refresco que había pedido.

Koo por su parte iba jugueteando con la pancita de su amigo y picando esta.

Cuando de pronto, el botón cedió dejando al short del pequeño, sin este. Había explotado y el cierre bajó por cuenta propia incapaz de subir de nuevo y mantenerse ahí.

— ¡O-oh! — el rostro del osito enrrojeció a todo dar.

— Mimi...

El pelirosa solo atinó a cubrir su pancita con la chaquetita que había traído por suerte. La sonrisita traviesa de Koo lo delató.

— La pancita de Mimi es muy linda, no pude evitarlo....— mencionó cabiz bajo.






Ese día Mimi supo que no solo a su Yoonie le gustaba su pancita....












¡Puffy's! ¿Qué tal están?
Estoy muy feliz por los bonitos comentarios que dejan, siento que estos sean capítulos pequeños, pero espero entiendan que no tengo mucho tiempo para escribir todas estas semanas tengo trabajos pendientes atrasados y demás.

Aún así quería escribir esto y dejar que lo leyeran, espero lo disfruten.

Si tienen algún comentario o sugerencia son bienvenidos a mi dm.

Los quiero mucho mucho.
Dede Fuera ( ꈍᴗꈍ).

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