Estuve haciendo algo, creí que era buena. Me quedó tan lindo, lo miré una y otra vez orgullosa de lo que había hecho. Y entonces vi que alguien más también lo hizo, y le quedó mucho mejor, mucho más bonito. Creí que tenía una habilidad y que yo era la mejor, pero esa persona me superaba, lo hacía mucho mejor, y llamaba más la atención. Quise que se jodiera con todas mis fuerzas, la miré con mucho odio, esperé pacientemente a que le dijeran lo horrible que era lo que hacía. Pero no, solo le decían lo buena que era en ello. La envidia me quemaba por dentro.