Si a Sana le preguntaban el significado de perfección entonces ella respondería que era Tzuyu durmiendo.

Eran las 11 pm, después de comer ramen y pasar más apuntes Tzuyu se quedó dormida sobre sus libros y cuadernos, mientras que Sana sólo se dedicó a observarla tranquilamente.

Era tan bonita, sus facciones tan perfectas, le gustaba todo de ella, incluso su forma de respirar, hasta le gustaba que fuera una tonta reprobada.

──Sí supieras lo mucho que me gustas Tzuyu...── Susurró.

Y sin esperarlo, los ojos de la pelinegra se abrieron y la miraron fijamente.

──¿De verdad te gusto mucho Sana?

──E-eh ya es tarde, debes irte....

──No trates de cambiar el tema.

──Tzuyu...

──Sé que te gusto Sana, y no, no acabo de darme cuenta ahora, me di cuenta desde hace un tiempo atrás cuando recién entramos a la Preparatoria, tus miradas y nerviosismo te delataban.

──Igual no tiene importancia...

──¿Por qué no?

──¿No es obvio? Tú nunca gustarías de alguien como yo, mírame, solo soy una nerd.

──Sana sabes que podría haberle robado los apuntes a Jihyo, ¿crees que aceptaría que alguien hiciera mis tareas a cambio de besos? Jamás, pero acepte que tú lo hicieras porque eres diferente.

──No entiendo...

──No eres una nerd Sana, eres una chica inteligente y bonita, bastante bonita.

Tzuyu tomó la mano de la castaña y la envolvió entre las suyas.

──¿Piensas que no puedo enamorarme de ti por eso?

──Se que sólo lo dices solo por mis apuntes Tzuyu.

──En realidad me importa poco pasar el semestre, lo único que quería era estar contigo.

Los ojos de Sana brillaban y no sabía si creer en las palabras de Tzuyu.

──Yo....

──Me gustas

El corazón de ambas se aceleró.