Si la maestra creía que Tzuyu pediría sólo ayuda estaba muy equivocada. Para eso tenía a su mejor amiga Jihyo para que le pasara los trabajos.

──Por favor Hyo.

──No Tzuyu, no voy a pasarte los trabajos.

──¿Por qué no? Somos mejores amigas.

──Tzuyu, me costó mucho hacerlos y todo fue con ayuda de Somi, y si quiero seguir recibiendo su ayuda no debo pasarle mis apuntes a nadie

──Somi no tiene que enterarse que vas a pasármelos.

──Lo siento Tzuyu, pero no lo haré.

──Creí que éramos amigas── Fingió molestia

──Y lo somos, puedo ayudarte si quieres.

──No quiero, yo necesito que me pases tus apuntes

──Pues entonces tendrás que pedírselos a alguien más.

¿Pero a quién?

Una sonrisa se formó en el rostro de Tzuyu.

La pelinegra siguió a Sana y en silencio la tomó de la mano para encerrarse en una aula vacía.

──Iré al grano, quiero que me pases todos tus apuntes

──¿Qué? ¿Por qué?

──Es la única forma que tengo de salvar el semestre, si entrego todos los trabajos ésta semana.

──Pues eso hubieras pensado antes de hacerte tonta en clases.

──Yo sé qué tú tienes todos los apuntes.

──Oh vaya que los tengo, pero no voy a dártelos

──¿Por qué no?

──Porque no se me da la gana.

──Por favor Sana, si es por lo de el balonazo ya te compré lentes nuevos y te pido perdón fue un accidente, pero por favor necesito esos apuntes.

──No

──Sana por favor, hago todo lo que tú quieras pero necesito salvar éste semestre no quiero comenzar desde el principio, por favor, por favor──Tzuyu rogaba.

La pelinegra sabía que Sana en algún momento aceptaría, y no por ser amable sí no porque no se resistiría a las súplicas de la persona que le gusta. Si, Sana no se resistiría a las súplicas de Tzuyu.

──¿Dijiste que harás lo que yo quiera?── Sana pensaba

──Sí, todo lo que quieras

──Está bien, acepto── La castaña sonrió

──¿En serio? ¡Muchas gracias!

──Pero quiero algo a cambio

──¿Qué?

──Voy a hacer todas tus tareas a cambio de besos

Ay no. ──Pensó la pelinegra