Final \80/-1
Maratón
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(Denle mucho amor! Es el último maratón...)
⊰✩⊱
Despertó.
Sus ojitos castaños se abrieron de a poco, estos sintiéndose tan fatigados y viéndose tan hundidos gracias a aquella plática ocurrida el día anterior.
Su pecho dolió. Se afligió al solo recordar aquella conversación.
De un momento a otro su vista se vio tan opaca, su labio inferior abultándose mientras esa sensación de vacío y aflicción que le había vencido anoche, volvía a tomar por completo su ser.
Jungkook suspiró y decidió cerrar de nueva cuenta sus ojos cuando a uno de ellos se le ocurrió soltar una pequeña gotita en forma de lágrima.
Con poca delicadeza frotó su rostro, y se vio a sí mismo diciéndose mentalmente que no sufriera más, que esto tarde o temprano iba a pasar.
Él...tenía que hacerlo. Él tenía que dejar ir a las personalidades.
[***]
"¿Él está bien?"
La preocupación no había abandonado su sistema, al contrario, lo estaba poniendo cada vez más intranquilo.
Por tercera vez aquella mañana, el chico de distintas personalidades se levantó del colchón de su cama y con pasos vacilantes pero ansiosos, caminó directo hacia su puerta para luego abrirla quedamente.
Sus ojos, esos brillantes y profundos llenos de mortificación, posándose con premura en aquella blanca madera perteneciente a la entrada de la habitación de su menor; ese pequeño castañito que hasta el día de ayer (justo en medio de la charla con doctor Park y su madre, se fue hundido en una gran tristeza) no había salido ni por un mínimo segundo de su alcoba.
Inhaló, Taehyung tomó aire para luego soltarlo lentamente cuando no vio señal alguna de esa preciosa cabellera que tanto deseaba ver. Sus ojitos cayendo al mismo tiempo que sus hombros y por ende, al igual que todos sus ánimos.
"¡Hey ambos! ¿Pueden hacer sentir un poco mejor al sistema?
Escuchó a Vante decir, este refiriéndose a él y obviamente a aquel que le estaba haciendo aumentar aún más su preocupación: Dakho.
"En serio, no bromeo cuando digo que Mina puede salir, y con tremenda desavenencia que está surgiendo en el ambiente, dudo mucho que ella tenga ganas de querer sobrellevar la situación"
Tenía razón. Las palabras de Vante eran meramente verdaderas pues si la chica de personalidad sensible detectaba suficiente baja en el entorno como para salir, era capaz de querer cometer alguna locura para terminar con cualquier "sufrir"
Luego de aquella petición por parte de la segunda personalidad, Dak hizo de todo para intentar calmar sus inquietudes, lo menos que quería era que la chiquilla de 14 años apareciera y se deshiciera de todo lo que habían logrado hasta ese momento para mantener al cuerpo y a su anfitrión a salvo.
"Está bien... pero hey, ¡Taehyung!"
Gruñó repentinamente Dak.
"Si no vas ahora mismo a ver cómo está el mocoso ese, te juro que salgo y me encargo de..."
Pero no hizo falta que continuara, no cuando la puerta que, tanto él como Taehyung, habían deseado ver abierta, justamente, se abrió. Un chiquillo de ojos grandes y brillantemente irritados saliendo después.
"Oh ¡niño!"
─Oh ¡Kookito!
Exclamó el principal y su mente al unísono.
A pasos acelerados, Taehyung se apresuró a llegar a aquel que salía pausadamente de su habitación.
─Kookie...
─Hyung...─Susurró el menor en tanto desviaba la mirada para que su novio no notara que en efecto, estaba con pocos ánimos.
─Kookito ¿Estás bien?
Taehyung preguntó, la angustia reflejándose en cada palabra mientras intentaba acercarse poco a poco al castañito.
─Uhm, si hyung... estoy bien, no te preocupes.
─Oh, pero...─El de cabellos negros, muy sutilmente, tomo una de aquellas manitas pertenecientes al menor. Continuó─Pero la charla de ayer... la decisión a la que se llegó, tú... ¿en verdad estás bien con eso?
Jungkook giró a mirarlo, y por un mínimo segundo Taehyung pudo sentir cómo su corazón se estrujaba al reparar en esos preciosos ojos brillantes, bañados en ligeras capitas de lágrimas.
─Kookie...─Le susurró, su labio inferior abultándose inconcientemente.
─TeTe... ─Se apresuró a decir Jungkook en tanto hacía posar su mano libre en una de las mejillas de su novio─Antes de que todo pase... m-me gustaría hacer algo.
─ ¿Mh? ¿algo?
─Ujum, pero...─Sus bonitos labios fueron lamidos por su propia lengua, mientras sus ojitos vacilaban antes de situarse en aquellos de su hyung─Necesitaré de tu ayuda.
⊰✩⊱
Primer dato, carpeta de personalidades II.
El tratamiento más viable a realizar para personas con TID, es la integración de todas las personalidades del sistema en una sola, sin embargo cuando los alter no están dispuestos a abrirse frente al terapeuta, o simplemente estar renuentes a dicha integración, no es posible llevar a cabo esta solución.
No obstante, cuando el caso es todo lo contrario, y las personalidades estan de acuerdo a integrarse (normalemnte) en el "Host", el mejor tratamiento, aparte del más conocido que ha funcionado con éxito, es la psicoterapia.
La psicoterapia suele ser larga, difícil y emocionalmente dolorosa. Las personas pueden experimentar numerosas crisis emocionales derivadas a la desesperación que puede provocar la evocación de recuerdos traumáticos durante la terapia.
Dependiendo del nivel y cantidad de traumas, es necesario varios periodos de hospitalización psiquiátrica para ayudar a las personas a atravesar las etapas más difíciles y asi puedan asimilar los recuerdos particularmente dolorosos.
Durante la hospitalización, a la persona se le proporciona continuamente apoyo y está monitorizada.
Nota: Se recomienda a la familia del paciente llevar a cabo dicha "psicoterapia" a las afueras del continente asiático, en una clínica especializada a tratar con TID, la cual se encuentra localizada en el sur de Alemania.
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⊰✩⊱
Listo, estaba todo hecho.
Eran las once de la mañana de un precioso soleado viernes de marzo.
Jungkook miró su propio reflejo frente a él y poco después de sonreír satisfecho por su apariencia, giró a ver aquella gran caja colorida que yacía sobre su cama. Su sonrisa se extendió, sus dientitos reluciendo en todo su esplendor.
─Tú te quedas aquí─Le dijo al objeto de cartón, en tanto acomodaba el lazo que lo decoraba y abría ligeramente la tapa─Ya vendré por ti...
Sin decir más, arrugó su naricita y tomando la mochila y la canasta que él mismo había preparado hace una hora, echó sus pasos a andar hacia la salida.
Con un poco de prisa, cruzó el pasillo del segundo piso y bajó las escaleras, sin embargo se detuvo de golpe en el penúltimo escalón, pues casi se va hacia atrás cuando la ve.
Era ella... y el corazón de Jungkook no pudo emocionarse más.
─H-hola...─Susurró la personita frente a él─...Oppa.
No pudo evitarlo, Jeon sonrió en grande al escuchar dicho honorífico, más cuando la nena frente al frente bajó su mirada con un bonito color rosado pigmentando sus mejillas.
─MiNa...─dijo acercándose a ella a pasitos lentos─Te ves muy bonita...
Optó por señalar a la nerviosa chica y su corazón se alivió al ver a esta sonreír mientras tocaba inconscientemente uno de los brochecitos florales que estaban adheridos a sus oscuros cabellos.
─G-gracías oppa...
Jungkook se enterneció demasiado al apreciarla; la timidez de la menor era tan pura, tan inocente que por un momento deseo guardarla en una cajita de cristal y protegerla por el resto de sus días. Sin embargo, sabía que dichos deseos, se quedarían en solo eso...
─Bueno... ─Habló, decidiendo no centrarse mucho en lo inevitable─ ¿Estas lista?
Y al verla asentir, Jungkook elevó el brazo que no cargaba la canasta para que la chica pudiera sostenerse en él y tras hacerle una seña a YoungMi, quien todo ese tiempo había estado mirando desde la entrada de la cocina, ambos, Jungkook y Mina, salieron del Homestay.
[***]
El destino al que habían llegado era hermoso, Mina jamás en su vida había estado en un lugar así: Un espacio fresco y rosado repleto de preciosos árboles de cerezo.
─ ¿Vengo por ustedes a las 4?─Cuestionó Seok Jin a Jungkook cuando este bajó del auto, el menor rápidamente asintió.
─Por favor hyung. Ah...─Giró a mirarlo otra vez─Si no es mucha molestia... ¿podrías traer la caja decorada que está en mi cuarto? Es...─Miró de reojo a Mina quien, atenta, lo esperaba justo a un lado.
─Entiendo. Sé lo que es─Se apresuró Seok Jin─La traeré... no hay problema.
Y tras sonreírle, Jungkook dio las gracias y se alejó junto a la menor.
─Bueno... ¿deberíamos buscar un bonito lugar con sombra para instalarnos?
Mina respondió con un movimiento de cabeza y Jungkook lo único que atinó a hacer fue tomarla de la mano y guiarla hasta encontrar un pequeño espacio para poder pasar la tarde.
El rostro de Mina no podía verse menos colorado; su pequeño corazoncito latía con furor a cada segundo que pasaba mientras las pequeñas mariposas en su estómago no paraban de revolotear, y todo eso a causa del guapo chico que caminaba con ella de la mano.
Ah, Jeon Jungkook era un chico muy guapo, ella siempre había pensado eso, y a pesar de que el castaño era por mucho mayor, Mina fácil podía decir que tenía una bonita admiración por él.
Era como su amor platónico, algo idealizado, y que la hubiera invitado a salir a un día de campo solo a ella, la hacía sentir dentro de un precioso sueño.
─ ¡Aquí está perfecto!─Jungkook expresó y la chica sobresaltó─Ven Minny, sentémonos aquí...
"Minny" la aludida retuvo su respiración, la revolución en su interior aumentando cada vez más.
Con sus ojitos brillantes, y con su cabeza apuntando hacia abajo, la menor vio como su oppa sacaba, de aquella canasta que todo el tiempo había estado cargando, lo que al parecer era una manta y la extendía justo debajo del bonito y gran árbol que este mismo había escogido.
─Ven aquí...
A movimientos torpes, la chica hizo lo que el mayor le indicaba lo cual era sentarse justo a su lado.
─Tu mamá y Seok Jin... me dieron un par de ideas acerca de que traer─Jungkook, con la canasta a un lado, comenzó a sacar de esta aquello que él mismo había guardado por la mañana─Me dijeron que disfrutas mucho comer coctel de frutas con crema... en especial fresas.
Mina, aún con su mirada baja, asintió tímidamente dando a entender que lo que Seok Jin Oppa decía, al igual que su madre, era verdad.
─Tal vez no sea la gran cosa, pero también traje agua de frutas─Sacando un termo de un litro, Jungkook continuó─Dos porciones de ensalada para más tarde, un par de emparedados, palomitas acarameladas... ah y cupkackes con trocitos de arándanos.
La pronunciación del último postre bastó para que los ojitos de la menor se alzaran e iluminaran en tanto, inconscientemente, lamía con sutileza sus delgados labios.
No podía creerlo, la chica simplemente no podía creer todas las cosas que su oppa había preparado solo y únicamente para ella. No lo podía creer y dicho detalle le hacía incluso querer llorar.
Jamás antes su corazoncito se había sentido tan cálido, bueno, solo aquellas veces en las que su madre o Seok Jin hacían sus panqueques preferidos, sin embargo, que ahora lo hiciera un chico guapo ajeno a su familia, era por mucho, lo mejor que le había pasado en su cortita existencia.
Se sentía bien; su alma, su cuerpo, su corazón, se sentían bonitos con el pequeño acto que le estaba dedicando el chico castaño frente a ella.
Se sentía tan pero tan bien que por un instante deseó que esa tarde nunca acabara, que sus últimos momentos afuera no lo hicieran, pues quería disfrutar al máximo de aquellas simples y pequeñas cosas que en su momento, lamentablemente, no valoró por haber estado renuente a aceptar el rol que le había tocado interpretar.
Y es que era tan difícil, tener que vivir lidiando día a día con las memorias que se le habían traspasado, era tan complicado para ella, pues las simples imágenes eran como una tortura, algo de lo que de vez en cuando deseaba escapar por el medio más fácil que haya podido encontrar: El suicidio.
Lo intentó, trató de terminar con su vida un par de veces en el pasado, incluso en ocasiones intentaba calmar el dolor mental con acciones físicas que lastimaban su cuerpo, siendo estas en su mayoría pellizcos en sus brazos o pequeñas rajaduras en sus muñecas.
Ella intentaba de todo para no pensar, escapar de su realidad, convencida de que en la muerte encontraría un consuelo diferente, algo que la cobijaría y "salvaría" de las penas y el dolor, sin saber ni pensar siquiera que aquella "salvación" era un repugnante espejismo, una simple tragedia y sobre todo, una manera cobarde de no enfrentarse a su futura realidad; Una manera cobarde de rendirse ante eso precioso que le deparaba el futuro, eso hermoso que estaba guardado solo para ella...
Porque la vida era preciosa, y al estar tan metida en sus tragedias y heridas del pasado se negó a ver lo verdaderamente sagrado que estaba a su lado, eso por lo cual valía la pena vivir.
Aquello que, tanto triste, como afortunadamente, en los últimos momentos de su existencia, apenas lo estaba entendiendo.
─O-oppa...─Se atrevió a hablar luego de unos cuantos segundos, Jungkook sirviendo una considerable porción de coctel de frutas en un par de pequeños vacitos─M-me gustaría...─Vaciló─Me gustaría empezar primero con el postre de arándanos... ¿podemos?
Jungkook formó una poco notable "o" con sus labios, con sus ojos observó el cóctel que momentos antes había servido y dejando a un lado ambos recipientes, sonrió.
─Claro que podemos Minny...
La chica hizo resplandecer una enorme sonrisa que iluminó en demasía el corazón del castaño, quien se apresuró en sacar los dos cupcakes para luego extender uno de ellos hacía la menor.
─Toma...
─ ¡Gracias oppa!─Mina sostuvo el postre, sin embargo Jungkook no lo soltó, por el contrario, hizo que las yemas de sus dedos tocaran delicadamente la piel de la mano de la menor, para luego decir.
─Pero me tienes que prometer algo Minny...
─Oh...─susurró ella, su corazoncito disparando en latidos rápidamente─D-de acuerdo...
─Va, prométeme que en este rato hablaras conmigo. Que jugaremos reiremos y tendremos una tarde súper divertida ¿Qué dices?
Con sus ojitos brillando en exceso y su carita bañada en ilusión, Mina, sin pensarlo, aceptó.
Claro que quería hacerlo, claro que quería disfrutar al máximo esa tarde, no solo porque era el castañito quien se lo pedía sino porque ella sabía, sería la última de sus días.
[***]
─Entonces...─Jungkook dijo, ahora si pasando el coctel de frutas a la chica─ ¿Me dirás porque preferiste comer primero el postre?
Mina dando la primer cucharadita a la crema y haciendo una pequeña muequita con la nariz, asintió.
─Yo...─Comenzó─Todo este tiempo he estado viviendo mi existencia incorrectamente... Me he estado comportando bajo mi política y forma de hacer las cosas, poniendo siempre por delante aquello que... me sucedió. Eso que en el pasado me lastimó─ Confesó. Jungkook poniendo total atención mientras daba pequeños bocados a su crema.
─Oppa... en un inicio yo decidí sumergirme en mi propio dolor y... ahogarme en él. Elegí poner como excusa mi rol de absorber la tristeza y dejé que mis actos depresivos me llevaran, bueno... nos llevaran casi a la muerte.
─Minny... tú no lo sabías. Padecías depresión y eso es algo realmente difícil de superar.
─Si, oppa, es difícil pero... pero no imposible y aún así, decidí etiquetarlo de esa manera.
─No lo acepto─Interrumpió Jungkook a la vez que dejaba a un lado su cóctel y negaba─No acepto que te señales de esta manera.
─No es señalarme oppa─Mina sonrió, la calidez volviendo a su ser al reparar en los cuidados que su mayor tenía hacia ella─Es... por fin comprender las cosas.
Jungkook solo la observó. ¿En verdad la que estaba hablando frente a él era la nena de 14 años que meses atrás se la pasaba sumida en su tristeza?
─Comprender que pude haber salido de esto rápido si desde un inicio aceptaba la ayuda del doctor Park. Y sobre todo comprender que pude haberte salvado desde tu llegada a la casa si hubiera enfrentado la imagen de mi padrastro DongJun inyectado en mi mundo...
Eso... aquello último hizo a Jungkook simplemente temblar ¿Qué es lo que estaba queriendo decir Mina con eso? ¿acaso...?
─Minny, ¿tú...?
─Por eso decidí comer primero el postre, oppa─rápidamente habló─Por que por primera vez quería hacer las cosas diferentes a como las estaba haciendo. Quería empezar primero por el final para así poder disfrutar al máximo el resto de las horas que me quedan de vida─Encogió sus hombros y bajando la mirada tímidamente al reparar en la atención de su mayor, terminó─ S-sé que es un poco contradictorio... pero es lo que justo ahora se me apeteció hacer.
─No... no es contradictorio Minny─Con dulzura, el castaño hablo─ Es tan... sensato e inteligente─Sonriendo, elevó una de sus manos para acariciar una de las delicadas mejillas de la menor quien de inmediato se sonrojó─Me sorprendes. Estoy muy orgulloso de ti...
[***]
─ ¡Oh! ¡Oppa!
La adolecente sonrió en grande, sus ojos abriéndose en demasía gracias al asombro que le invadió al ver aquel cometa de plástico, elevarse.
Quería intentarlo, quería que sus manos hicieran esa magia que el chico castaño segundos antes había comenzado a hacer, lo cual era hacer volar esa simple figura, solo y únicamente con un hilo anclado en sus manos.
No obstante, no hizo falta que proclamara sus deseos, pues su oppa fue más rápido en girar su mirada hacia ella y preguntar.
─ ¿Quieres hacerlo tú?─Cuestionó refiriéndose a "volar el cometa" que sus manos sostenían. La chica en un santiamén asintió.
─ ¡Sí!─Respondió yendo rápidamente hacia donde se encontraba su mayor.
─Toma, solo es cuestión de quedarte serena para que el cometa pueda mantenerse y...
Pero tuvo que detener sus palabras cuando, al pasarle el extremo enrollado del hilo a Mina, al cometa que se mantenía en los aires simplemente se le ocurrió terminar su vuelo y bajar.
─Oh...─Los ojitos de la chica rápidamente se apagaron. Su mirada bajando al igual como lo hacía el papalote─Y-yo... lo descompuse ¿cierto?
─ ¿Qué? ¡No, no, no! es solo que, al pasarlo perdió equilibrio, eso es todo. No lo descompusiste, tranquila...
Pero dichas palabras no fueron del todo suficientes para convencer a la menor, pues ese fuerte deje de tristeza y desgano que solía sentir en el pasado, invadió su pecho repentinamente.
Quiso dejarlo. Por un instante quiso olvidarse de todo, (de su cambio, de su nueva motivación, de sus deseos de pasar sus últimas horas como si fueran lo máximo) y simplemente regresar a casa, encerrarse en su habitación y bajo las sábanas llorar hasta que le llegara el momento de irse.
Si, por una fracción de segundos quiso hacer eso, sin embargo, el siguiente toque en su mano acompañado de aquel dulce llamado perteneciente a su mayor, le hicieron desvanecer cada uno de esos negativos deseos.
─Hey Minny...─Jungkook llamó, su voz sonando tan suave y angelical a oídos de la contraria─Esta bien bonita... que se caiga el papalote suele pasar.
─P-peruh...yo─Puchereó su mirada elevándose y sus ojitos cristalinos quedando expuestos al mayor.
─Pero... todo está bien. No te preocupes Minny, en serio...─Insistió, sus suaves manos viajando hasta tomar el rostro de la contraria─ ¿Sabes? Está bien que en ocasiones las cosas se caigan. Está bien si las dejamos desmoronar. Sin embargo, lo que no está bien es que pase el tiempo y no hacer nada para levantarlas... Hay que continuar haciéndolo una y otra y otra vez sin importar cuantas veces repitamos la misma acción. Justamente como ahora... ─Con su mirada, señaló la cometa que yacía en el suelo─ No podemos dejar en el piso aquello que se ve tan bonito en los aires ¿o sí?─Cuestionó, Mina solo observando con atención─ ¿Qué dices? ¿Intentamos elevarlo otra vez juntos?
Y la mención de la última palabra bastó para que, los ánimos que ella misma se encontraba sepultado en ese instante, se desenterraban como por arte de magia.
─ ¿M-me ayudarías?─Cuestionó tímidamente, como no creyendo bien lo que había escuchado.
─Claro que si Minny. Mira, tú sostendrás el extremo de la cuerda y yo me alejaré con la cometa... no tienes que hacer mucho, solo no soltar el hilo ¿sí?
─D-de acuerdo....
Y ahí estaba Jungkook, alejándose de la menor a favor del viento únicamente para hacer tensar la cuerda del juguete. Al cabo de unos segundos en su posición, y cuando lo creyó conveniente, el mayor de cabellos castaños empezó a soltar el cometa de a poco, justo al sentir una ligera brisa de viento, jugar a su favor.
─ ¡Oh! ¡Oppa, mira! ¡Lo estoy logrando!─Vociferó la personalidad femenina, al ver el juguete de colores elevarse triunfante.
Jungkook comenzó a reír completamente enternecido con la apariencia de la más joven que se encontraba a unos 20 metros de él. Sin dejar pasar más tiempo, corrió hasta donde ella se encontraba completamente feliz por estar logrando mantener el cometa.
Al llegar, Jungkook se atrevió a colocarse justo detrás del cuerpo de la personalidad femenina, para luego rodear con sus brazos a la altura de la cintura contraría y posteriormente tomar, junto con la chica, el extremo del hilo,
Por un mínimo segundo Mina se tensó, sin embargo aquel sentir de repentina rigidez no duró mucho, pues rápidamente se acopló a la calidez y dulzura que el cuerpo de su oppa emanaba.
Juntos volaron la cometa. Entre risas y expresiones, ambos se encargaron de no hacerla caer. De no dejarse caer, mientras se divertían y se prometen a sí mismos que si en algún instante todo se desmoronaba se encargarían de elevarlo una y otra vez.
[***]
Era hora, Jungkook lo supo cuando, a lo lejos, vio el auto familiar de los Kim estacionarse en uno de los cajones de estacionamientos del parque.
─Es hora de irnos, oppa
No era una cuestión era un hecho y el corazón de Jungkook por un instante dolió.
─Si... es- es hora.
Ambos se levantaron de la manta donde estaban sentados. El menor doblando la cobija y Mina ayudando a guardar en la canasta un par de cosas que se yacían fuera.
─ ¿Nos vamos?...
─Uhm si... ─Pero detuvo sus pasos cuando vio a Seok Jin bajar del vehículo. Lo recordó─Espera...
─ ¿Mh? ¿Pasa algo?
─Si... digo no, bueno, nada malo pero... ¿podrías quedarte aquí un momento?
Los ojos de Mina destellaron confusión, un atisbo de temor mezclándose con la duda.
Oh.
─P-pero oppa...
─No tardaré. Te lo prometo.
Y después de verla asentir despacito, Jungkook se echo prácticamente a volar hacia donde se encontraba el auto familiar.
─Hyung─Llamó con una respiración acelerada─ ¿T-trajiste?
─Sip, está en el asiento de atrás.
─ ¡Gracias!
Y dirigiéndose al lugar mencionado, abrió la puerta trasera y sacó esa bonita caja que él mismo había decorado la noche anterior.
Sonrió.
Tomando la caja con sumo cuidado, a pasos cuidadosos se encargó de regresar hasta donde se encontraba la chica, quien se encontraba al borde de la ansiedad por haber sido repentinamente abandonada.
─ ¡Mina!─Le llamó y casi tira la caja que sostenía en sus manos cuando al voltear la aludida, se percató de sus ojos acuosos a nada de soltar un par de lágrimas─ ¡Hey! ¿Qué pasa, Minny?
Se apresuró a llegar a ella.
─Y-yo... pensé que te irías sin mí.
─ ¿Qué dices bonita? claro que no. Jamás me iría y te dejaría aqui─Mirándola con dulzura, sonrió─Mira... te traje un obsequio
Una montaña rusa, es tal como se sentían las emociones de la personalidad sensible, quien a escuchar tremenda información y sobre todo, poner atención a aquello que cargaban las manos del contrario, dejó todo sentir de tristeza a un lado, para reemplazarlo automáticamente por una enorme alegría.
─ ¿E-es para mí?─Con ojitos atestados de brillo, cuestionó
─Claro que si Minny. Anda, sentémonos aquí y abrámoslo...
Dando pequeños e inconscientes saltitos, la menor accedió. Se sentó y Jungkook la imitó, dejando la caja justo frente a la menor.
─ ¿Lista?
─ ¡Sí...! Oh oppa─Se interrumpió al reparar en algo─Esto... está roto, mira.
Señaló un pequeño par de agujeritos que tenía a un lado el cartón y Jungkook sonriendo negó.
─No está roto Minny...eso simplemente tiene que ser así. Si lo abres te darás cuenta porque.
Con su carita reflejando pura incertidumbre, la adolecente se limitó a llevar ambas manos a los extremos de la tapa que cubría la caja. Se tomó un par de segundos para respirar y posteriormente, dejar al descubierto el interior.
No supo en qué momento, pero un chillido de felicidad salió de sus labios al mismo tiempo en que soltaba la tapa para tomar rápidamente aquello que yacía dentro.
─ ¡Oppa!─Expresó con euforia, al mismo tiempo en que sus manos cargaban con sumo cuidado el pequeño conejito blanco que comía lo que al parecer era una verde hojita de lechuga─ ¡Oppa está precioso!
─ ¿Te gusta?
─ ¡Sí! es muy lindo, oppa. ¡Muchas gracias...!
─No hay de que Minny...
El castañito amplió su sonrisa, su garganta cerrándose y sus ojos nublándose ligeramente al capturar con ellos la bonita imagen de una Eun Mina completamente feliz.
Era nuevo verla así. Era completamente magnífico poder apreciarla tan contenta, tan llena de vida. Tan rebosante de luz.
─Oppa...─Jungkook aclaró su garganta y parpadeó un par de veces para no dejar a las lágrimas salir cuando escuchó aquel llamado─ ¿En serio es para mí?
Con sus labios ligeramente curvados Jungkook asintió.
─Claro que sí... ¿Recuerdas que hace tiempo tú me regalaste uno de peluche?
Mina movió su cabeza en afirmación.
─Bueno, quiero que ahora tú con él te sientas protegida.─Susurró, sus orbes jamás dejando los contrarios─Quisiera que...le acaricies cada tanto para no sentir miedo, y que te aferres a él siempre que sientas que tus ánimos decaen.
Su mirada volvió a nublarse, su labio inferior temblando ligeramente y su tono de voz luchando por no temblar.
─Minny...─Le volvió a llamar mientras una de sus manos acariciaba una de las mejillas de la mencionada─Me gustaría que en donde quiera que estés, y... y a-adonde quiera que vayas, tú siempre lo mantengas a tu lado sin importar que...
─Te lo prometo oppa. Llevaré a Gukkito conmigo a todos lados─aseguró la menor, sintiendo su corazoncito un poco aprisionado al ver el semblante del mayor frente a ella.
─ ¿Eh? ¿G-Gukkito?
─Mjh, así se llamaba el peluche y... me gustaría que así se llame él.
No pudo, retener una pequeña lágrima, no logró hacerlo.
La cristalina gotita rodó por su mejilla y cuando quiso limpiarla el mismo, una pálida mano ya se había adelantado.
─Es hora de despedirse, oppa...─Habló la menor completamente entregada y consiente a su destino─Yo... prometo que saldré de aquel ático oscuro en el que permanecí todo este tiempo dentro de mi mente y... me iré a un lugar idéntico a este─Señaló el hermoso parque en el cual habían pasado la tarde─Un lugar en donde creceré y jugaré día, tarde y noche con Gukkito.
Jungkook cerró los ojos y apretó fuertemente sus labios para no dejarlos temblar.
─Estaré bien oppa─Aseguró manteniendo la palma de su mano en la quijada de su mayor─ En cambio... y-yo, quisiera pedirte un f-favor.
El aludido abrió sus párpados y sonrió quebradamente al ver la ligera timidez bañar de nueva cuenta el rostro contrario.
─T-te escucho...
─Quisiera que... ugh─Vaciló, sus mejillas sonrojándose y su mirada viajando hacía el conejito sostenido por su brazo libre─ Quisiera que nunca-nunca me olvidaras.
¿Cómo podría hacerlo? Esa parte sensible, destrozada, tan vulnerable de Taehyung, ¿Cómo podría olvidarla?
─Nunca.─Aseguró, elevando las esquinas de sus labios a cómo estos se lo permitían─Te prometo que siempre te tendré presente Minny...
Satisfecha por tal respuesta y con su pequeño corazoncito sintiéndose lleno, Mina suspiró, su preciosa sonrisa cuadrada apareciendo al mismo tiempo en el que asentía para sí.
Separándose unos centímetros del contrario, la chica lo miró, su mirada reflejando una enorme gratitud mientras extendía el pequeño conejito hacia el chico únicamente para que este lo tomara.
─Gracias por este día. Gracias por absolutamente todo, oppa Gukkie─Murmuraba, Jungkook sintiendo su corazón acelerar al no entender.
─Mina...
─Ten una vida saludable Oppa─Le interrumpió─Y... al igual que yo lo hice a mi manera, protege a TaeTae oppa a tu manera.
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*
*
ATENCION:
Las personalidades desaparecerán por completo después de la terapia, sin embargo, estoy planteando esto como una despedida porque es la ultima vez que Kookie convivirá con ellas... al igual que ustedes queridos lectores.
*
*
Hahaha es algo loco, porque planeaba hacer con esto algo sencillo que no durara más de 1500 palabras con cada personalidad (1 cap de una parte), pero estuve pensando, y concluí que las personalidades se merecen más de 1500 palabras, no podía simplemente decirles adiós y ya... :c
So, disfruten este cap que al ultimo termino siendo de 3 partes xp
*
No lloren mucho, los amo<3
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