Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

\72/-








1/4

(Los siguientes 4 capítulos (-) serán puro flashback —pasado— narrados en cursiva)



⊰✩⊱





Embelesado, cautivado, hechizado. Nunca antes en su corta existencia el pequeño pelinegro había presenciado tan hermoso espectáculo. Sus ojitos brillaban, estos mismos adorando cada partícula de aire, cada destello de luz que se apreciaba alrededor de la escena postrada frente a él.

Sin pensarlo mucho y con sumo cuidado, elevó el aparato entre sus manos, ese que su madre le había enseñado como usar hace ya un par de meses atrás, y con un poco de torpeza tras sentir el peso del objeto, presionó el disparador de este mismo para así plasmar en un recuerdo la imagen que se enfocaba al otro lado del visor.

Su corazón vibró. Perfecto.

Al tratarse de una cámara antigua el pequeño no podía ver el resultado, pero de alguna manera algo en su corazoncito le podía decir que el retrato capturado había salido fenomenal.

Con sus piecitos colgando a causa de la altura de la silla en donde se encontraba sentado, el chiquillo de nombre Kim Taehyung siguió con pequeños tarareos el producto proveniente del blanco violín; esa preciosa melodía que resonaba por todo el teatro y que su madre se había encargado de practicar numerosas veces durante el día e incluso la noche de los días anteriores.

Ese conjunto de notas que danzaban alrededor de todo el recinto antes de llegar a donde él se encontraba, a un lado del escenario; dicho ángulo no siendo impedimento para disfrutar de sobremanera el espectáculo que la mujer que le dio la vida se encontraba dando a la audiencia, esa masa de gente la cual él podía ver poco gracias a los ligeros rayos de luz artificial que predominaban en la oscuridad.

5 minutos más tarde y un par de torpes capturas después por parte de su cámara, vio a su madre a través del visor terminar su concierto y ahora se encontraba haciendo múltiples reverencias a la multitud que le aplaudía por tan maravilloso deleite auditivo.

Amaba tanto lo que hacía su madre, pero sobre todo, amaba demasiado el reconocimiento que las personas le otorgaban a ella.

─Mi cielo...

Con una amplia sonrisa, la pelinegra de piel lechosa salió del escenario y llegó hasta donde momentos antes había dejado a su hijo para que éste disfrutara de la presentación.

Con delicadeza, entregó a un chico del staff su preciado violín blanco y sin borrar ni un segundo su sonrisa, se puso en cuclillas para quedar a la altura del menor.

─ ¿Qué te pareció mi vida? ¿Mamá hizo un buen trabajo? ¿Te gustó?

─ ¡Si mami!─No dudó en chillar en tanto extendía sus pequeños bracitos para ser sostenido en aquellos blanquecinos de la mujer.

La pelinegra sonrió con cariño recibiendo el tierno abrazo de su pequeño para luego elevarse y sostenerlo entre sus brazos.

Taehyung era su bebé, un precioso bebé de 5 años y por más cansada que ella se sintiera tras una larga presentación de una hora y 10 minutos con su preciado violín, no dejaría ni un segundo de mimar al menor.

─Vamos mi vida, vayamos al camerino y luego a casa.

Su madre lucía simplemente hermosa; aquel vestido blanco, ese alto peinado y lo bonito que los párpados de sus ojos y labios se veían pigmentados con ligeras tonalidades carmín, la hacían ver idéntica a una princesa.

Simplemente preciosa, simplemente perfecta ante sus ojos.

─ ¿Tomaste fotografías como te enseñé, cariño?─Cuestionó la mujer una vez llegaron a su camerino y comenzó a retirar su maquillaje con toallitas húmedas especiales para el rostro.

─ ¡Si mami!─Chilló─ ¡Saliste muy hermosa en todas!

Y aunque no había visto el resultado de las imágenes capturadas momentos antes, Taehyung estaba 100% seguro que su mami luciría espectacular en cada una de ellas.

Un par de golpes en la puerta sacó a ambos de su espontánea charla y tras vociferar un pase, la mujer tanto su hijo sonrieron en grande cuando la puerta se abrió dejando ver a dos rubias cabelleras tan familiares y sumamente especiales para ellos.

— ¡Chimmy hyung!—Chilló el pequeño con euforia en tanto saltaba hacia donde se encontraba entrando su amiguito rubio.

— ¡Kimmy!—El de apodo "Chimmy" lo recibió abrazándolo fuertemente y dejando un tierno e infantil besito en sus cabellos color azabache.

No podían contar exactamente cuánto tiempo había pasado, pero estaban seguros que hacía siglos no se veían el uno al otro.

Conmovida por la imagen de los pequeños diciéndose lo mucho que se habían extrañado, la violinista sonrió en tanto giraba su mirada para hacerla caer en aquella grisácea perteneciente a la madre del chiquillo recién llegado. Esa mujer de auténtica cabellera rubia y nombre idéntico al de ella. Esa mujer la cual llamaba mejor amiga y que justo en ese momento se dirigía hacia donde se encontraba con un ramo de gerberas blancas en mano.

─Hyenie...─Chilló la rubia envolviendo con sus brazos el esbelto cuerpo de su amiga─ ¡Estuviste fabulosa! tu presentación me dejó sin palabras, eres realmente increíble...

─Sunníes, ¿qué dices? apuesto a que tu lo hubieras hecho mejor si te asignaban esta presentación.

─No, no─Aseguró, soltando el contacto para poder mirarla y reprocharle─No digas eso. Tú más que nadie te mereces este conjunto de recitales. ¡Tocas como un ángel! tienes ese don de transmitir tanta paz y serenidad con tus notas. Cada sentimiento guardado en tu corazón se vio reflejado e hizo conmover a la audiencia, ¡incluso más de uno estalló en llanto por tanta paz!

La rubia prácticamente saltaba de emoción, sus ojos brillantes a causa de la euforia acumulada y sus delgados brazos volviendo a abrazar a aquella persona que adoraba tanto.

Kim SunHye, la madre de Taehyung, había sido su mejor amiga desde que esta se había acercado a ella ese primer día de universidad cuando los nervios de hacer nuevos amigos consumían a todos en el salón de música.

Desde ese momento, una chispita mágica se encendió en ambos corazones, chispa la cual hizo unir las dos almas para luego fusionarlas y así poder formar una hermosa e inquebrantable amistad.

Su Hyenie era su todo, su adoración, su luz, su más grande modelo a seguir, pues a pesar de haber vivido y soportado la muerte de su esposo después de dar a luz a Tae, ella jamás se rindió, no. Ella vio por su pequeño, veló por sus cuidados asegurándose en todo momento que nada le faltase y al mismo tiempo de aquello luchó por seguir sus sueños y eso, para Park Sun Hye era digno de admirar.

En cambio la rubia junto a su hijo tenían toda comodidad. Si, también era madre soltera, sin embargo ella tenía todo el apoyo de su ex esposo quien al ser un exitoso y reconocido abogado en la mayor parte de Corea, le daba todo lo necesario para mantener y sacar a flote la vestidura, el alimento y la educación de su pequeño Jimin.

─Aún así...─Habló la menor por meses en tanto se volvía a separar del cariñoso afecto─Me hubiera gustado que nos asignaran un proyecto juntas─Puchereó y es que trabajar en un concierto junto con su mejor amiga Park era por mucho, uno de sus sueños más anhelados.

─Ahee cariño... pronto lo haremos. Muy pronto estaremos las dos juntas en el escenario de este teatro tocando una hermosa canción─Le aseguró, acariciando los azabaches cabellos─Solo tenemos que esperar.

─Uhg, pero...

─Pero nada, ahora acábate de alistar que te invitare a ti y a Tae a cenar...

Sin decir nada más la pelinegra sonrió. Asintió de acuerdo antes de dirigir sus pasos detrás de un par de cortinas para así poder cambiarse y salir.

No pasó mucho tiempo, un par de minutos tal vez cuando otro par de golpes llamando a la puerta se escuchó al mismo tiempo en que se abría y dejaba ver un hermoso arreglo floral sostenido por alguien más.

─Whoaaa─Expresó el azabache junto con amiguito, anonadados por aquella llamativa combinación de rosas, claveles y margaritas frescas, que le era entregado a la artista en turno.

─Gracias Sr. Han─Agradeció la pelinegra al del staff una vez tomó el presente.

─No hay de qué señorita Sun─Contestó el hombre a la violinista, para posteriormente hacer reverencia a los invitados de esta y salir.

─ ¡Mami son preciosas!

─ ¿Verdad que si?

─Si, tan hermosas como tú.

La mujer no pudo evitar sonreír conmovida por las palabras de su hijo, quien, junto al pequeño Jimin, se acercó maravillado al espacio donde ella había dejado el arreglo floral.

Por otro lado estaba su mejor amiga a quien estaba evitando mirar pues sabía, tendría una expresión de picardía postrada en toda facción de su rostro.

─Kim Sun hye~─Canturreó la mayor para llamar la atención de la nombrada, quien para ese entonces ya se encontraba con todo pigmento color rojo desafiando la palidez de sus mejillas.─¿Y esas rosas? ¿Tienes un admirador y no me habías contado?

─Si... digo ¡no!—Corrigió notoriamente nerviosa; aunque al final cediendo al sentir la presión de Park─ De acuerdo... ¡Pero no es un admirador! bueno lo es pero... agh es complicado. Ni siquiera lo conozco.

─Por eso se les llama "admirador secreto" tontita, duh.

Y como si tal detalle fuera suyo, la rubia se dirigió a las flores y tomó aquella blanca tarjetita que destacaba justo en medio de todo el arreglo floral.

─Mhh ¡perfume masculino!─Chilló al oler el papel─Este hombre si anda con todo ¿eh?

Kim Sunhye no dijo nada, solo se dedico a bajar su tímida mirada en tanto sonreía por las palabras de su amiga del alma.

—¿Puedo?—Cuestionó la de apellido Park pidiendo permiso de abrir y leer la nota, su amiga sin pensarlo asintió.

¡Total! ella tenía pensado contarle tremendo detalle tarde o temprano Sin embargo, jamás pensó que su rostro le haría competencia a un tomate al momento de escuchar por parte de su amiga, aquello que su admirador le escribía.

"3ra noche de presentación y estás tan perfecta como siempre,

Cada gesto, cada expresión que haces arriba del escenario ya la he guardado en la profundidad de mi memoria.

Me haces vibrar, suspirar, me haces quererte cada vez más...

Esta noche, quisiera dejar de ser tu admirador secreto para por fin tenerte de frente.

¿Me harías ese honor?

Restaurante Galbi's a las 8 pm...

Espero con ansias el encontrarte."

─ ¡Ahhh!─Gritó la rubia una vez terminó de leer─ ¡Es hermoso! te ha estado viendo desde la primera presentación ¿por qué no me habías hablado de esto?

─Ugh ¿tal vez porque no te había visto hasta hoy...?

─No es excusa, debiste mandarme un mensaje. La situación lo acredita... ¡Este hombre parece perfecto! aparte te quiere conocer...

─Yo... no lo sé. No creo que sea buena idea.

─ ¿Pero por qué no? Cariño ¿qué te detiene?

Sin decir palabra alguna, la mirada de la pelinegra cayó automáticamente en aquel chiquillo de cabellos azabaches que se encontraba jugando con su amiguito y ahí fue que Park Sun entendió.

─ ¿A qué le tienes miedo Hyenie?─Volvió a preguntar, esta vez obteniendo la mirada de la chica.

─Él... yo no quiero descuidarlo a él. Si empiezo a salir con este hombre, eso implicaría dejar a Tae mientras voy a las citas y eso es lo que no quiero.

─Cariño pero si tu jamás descuidas a tu hijo... eres la mamá más dulce, amorosa y responsable, incluso más que yo─Soltó pequeñas risitas en tanto sostenía las manos contrarias─Deberías... darte una oportunidad ¡atreverte a experimentar de nueva cuenta el amor! Deberías darte un mínimo tiempo para eso... para tus sentimientos, para ti.

─Pero... ¿Y si las cosas no salen como yo lo espero?

─Entonces simplemente te olvidas de la situación... descartas la oportunidad y te abres a muchas otras más.

─Es tan fácil decirlo─dijo sonriendo a la vez que negaba.

─Hyenie no pierdes nada con intentarlo. Si no te agrada el tipo de esta noche me hablas y de inmediato iré por ti... Es más ¡incluso puedo acompañarte a la cita! me presentaré como tu chaperona y te ayudaré a decidir si es un buen partido o no.

Ocurrencias, la de apellido Kim carcajeó por ellas, mucho más cuando su amiga aseguró partirle la cara a su admirador si éste resultaba ser un patán.

─Puedo estar bien en serio─Contestó aun riendo─Yo... si acepto ir, sé que puedo hacer las cosas bien.

─ ¿Entonces por qué no aceptas?

─Bueno... mi hermana se fue de vacaciones con su familia y ella es la que podría cuidar de Taehyung y...

─ ¿Me estás jodiendo verdad?

─ ¡Sun!

─ ¡Perdón!─Rió, sabía que su amiga odiaba que dijera malas palabras, sobre todo frente a los niños—Pero ¡aquí estoy yo! ¡Sabes que yo lo puedo cuidar! Tae Tae es como mi segundo hijo porque tú eres como mi hermana, no disculpa, me corrijo, ¡eres como mi esposa! así que definitivamente podría cuidar de él mientras tú vas y me pones el cuerno.

Si en definitiva, "ocurrente" era la mejor palabra para describir a la rubia.

Luego de un par de minutos de pensarlo y de releer la carta por ella misma, Kim Sunhye por fin aceptó.

—De acuerdo...—Y luego tuvo que reír fuertemente al recibir tremenda reacción de felicidad por parte de la rubia.

De acuerdo, se daría una oportunidad. Desde que su esposo había pasado a mejor vida lo único que había hecho ella era enfocarse 100% a su pequeño. Había trabajado para ganar dinero y darle la mejor de las vidas y había dejado cualquier "salida" a un lado solo para dedicarse a ser mamá.

En pocas palabras, se había descuidado totalmente y había olvidado por completo lo que era volver a sentirse amada...

De acuerdo se daría una oportunidad.  ¡Lo merecía! Total, nada malo podía pasar...








⊰✩⊱









─ ¿Te vas?

Cuestionó la de cabellos rojizos dejando de prestar atención a la cocción de la pasta. Su mirada tornándose angustiada una vez sus oídos escucharon la última oración dicha por su hermana.

─Uhm sí... ─Respondió la menor jugando con una servilleta en tanto la hacía pedacitos─Me iré con él a Daegu...

─ ¿Sunhye, eres consciente de lo que dices?

La mencionada levantó la mirada, su ceño fruncido ligeramente.

─Claro que soy consciente ¿Por qué no lo estaría?

Young Mi, su hermana mayor por un par de años, dejó totalmente de lado la preparación de la cena para luego ir hacia la pelinegra y sentarse justo frente a ella.

─Sunhyenie, hace 6 meses que lo conoces ¿Estás segura de esta decisión?

─No es cierto, yo ya lo conocía desde antes, te lo dije ¿lo recuerdas? en la facultad era...

─Era el chico que siempre te acosaba─Señaló─Si, lo recuerdo, por eso mismo no entiendo cómo es que estas tomando esta decisión con tan solo unos meses de volverlo a encontrar. Él era algo... intenso.

Soltando un suspiro cargado de exacerbación, Sun hye contestó.

─Cambió, es diferente ahora. Es muy dulce, romántico, sensible. Es alguien que se ha ganado mi corazón en poco tiempo. Aparte...─bajó la mirada tomando de nueva cuenta la rasgada servilleta─Él es el único que puede salvarme del "estanque" donde estoy.

─ ¿Estanque? ¿Que estanque?

─Pues este... ─Se señaló a sí misma─El estanque de mi propia vida.

─Perdona Hyenie pero... no te entiendo.

—Exacto, no me entiendes y no creo que lo puedas hacer─Se sinceró, su mirada volviéndose un tanto afligida─Tú lo tienes todo YoungMi. Tienes una gran casa, un esposo, un hijo... una hermosa familia completa. Tienes un buen trabajo y alguien que llega todas las tardes, te da un beso en la frente y te dice que eres lo mejor que le ha pasado... tienes una vida perfecta—Su voz se debilitó, sus ojos aguándose a cada segundo que pasaba—En cambio yo...Yo soy una vil mediocre.

—Sunhye-nie no digas eso.

— ¿Que no lo diga? Young, ¡soy madre soltera! Mi pareja murió hace ya muchos años. No tengo un trabajo estable, ¡sólo uno que me da recitales cada tres meses! No he sido capaz de terminar mi carrera. No tengo una casa propia. He estado viviendo contigo desde que Tae nació. ¡Tú y tu esposo prácticamente nos han mantenido a ambos cuando yo no genero ingresos!—Su desesperación al igual que su llanto, estaba al borde—Me siento tan impotente porque sé que no estoy avanzando. Los días pasan como bala y yo no puedo darle una vida completa a mi hijo ¡Solo porque soy una miserable que tiene una vida de mierda!

La pelirroja pudo ver el momento exacto en el que su hermana se rompió.

Desplomándose en su silla, Sunhye soltó en un desesperante llanto que delataba lo tan desgraciada que se sentía con respecto a su vida.

Ella, una mujer que los últimos 5 años había dado de todo su esfuerzo para no dejarse caer, ahora estaba hablando pestes de sí misma, en tanto señalaba aspectos que nunca antes se había atrevido a tocar y eso justamente era lo que Young Mi no terminaba de entender.

─T-tranquila... tranquila Hye-nie

Va, YoungMi era pésima con las palabras y más en ese momento que no se le ocurrió algo más, no cuando apenas y entendía lo que pasaba por la mente de la pelinegra.

Para Young Mi su hermana menor siempre había sido una de las personas más valientes y difíciles de caer.

A pesar de su joven edad, pues se había convertido en madre con apenas 18 años, la menor había demostrado ser una chica lo suficientemente madura inclusive cuando todo iba mal; Jamás se quejaba por nada y siempre tenía solución para todo, incluso cuando no conseguía empleo, ella buscaba por cielo, mar y tierra alguna forma inteligente de ir costeando los gastos del compartido hogar; Ella simplemente se encargaba de seguir adelante, luchando pese a cualquier obstáculo, ante cualquier dificultad, y todo eso, sin atreverse a desvalorizar su vida y mucho menos a ella misma.

Entonces, si nunca antes sus palabras habían manifestado algo así, ¿Qué era lo que ahora tenía a la mujer al borde de la desesperación? ¿Qué era aquello que la hacía pensar de esa manera en cuanto a su persona? ¿Qué era "eso" que la había hecho señalar todos los quiebres que tenía en su sola existencia?...

Su corazón fue calmándose poco a poco, las sutiles caricias de su hermana mayor ayudando de sobremanera a relajar su rugoso corazón. Estaba cansada, tanto física como mentalmente, se sentía agotada.

─ ¿Te sientes mejor?

La pelinegra asintió elevando su cristalina mirada para posarla en aquella de su hermana.

─Young-ie...─Susurró, sus ojos brillando intensamente─Déjame intentarlo─Pidió, refiriéndose al tema que inició aquella conversación, su hermana suspiró.

─ ¿Y tus sueños? ¿Tu estudio? dijiste que retomarías tu último año cuando Tae entrara a la escuela.

─Y lo haré─Expresó, todo rastro del llanto anterior desvaneciendo gradualmente─ No nos quedaremos toda la vida en Daegu, volveremos a los 2 años justo cuando Tae cumpla 7. Mientras tanto puedo buscar un trabajo allá. Hay un teatro muy bonito... tal vez pueda obtener un contrato.

La mirada profunda de la pelinegra era brillante, suplicante, algo sumamente difícil para hacer negar.

─De acuerdo. Si es lo que quieres, te apoyaré entonces...

Y lo siguiente que YoungMi sintió fue el esbelto cuerpo de la menor aferrarse con cariño al de ella.

Sonrió porque sabía que sería un nuevo reto para su hermana pequeña. Sonrió porque a pesar de que había algo mínimo dentro diciéndole que la hiciera persuadir de su decisión, no lo hizo, pues sentir la inmensa emoción invadir el corazoncito contrario le hacía sentir a ella tan feliz como completa.

YoungMi apoyaría a su hermana, dejaría que viviera por completo el amor sin saber que en efecto, estaba cometiendo un gran error. Sin saber que aquel culpable de meter inseguridad y debilidad en la mente de la pelinegra era el mismo hombre al que esta misma repentinamente había comenzado a idolatrar.

Era el mismo hombre al que su hermana menor, ciegamente, le confiaría la vida y la de su hijo.

*
*
*

Comienzo de cuatro partes de flashBack.

Empieza tranqui, irá aumentando de intensidad y de número de palabras.

Notas de advertencias en los próximos caps.

ILY ✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro