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Miércoles 22 de diciembre

>>Lejos a la deriva, <<

>>Amigos, familia o cualquier persona a mi alrededor no puede permanecer a mi lado, así que pasan más allá de mi<<

>>La flecha todavía no encuentra portería marcada como "relaciones humanas"<<

Sus palabras se detuvieron por la fracción de segundo en el que intentó dar una rápida y gran bocanada de aire. Su mirada vidriosa, su respiración agitada, su corazón roto, su vida muerta, su futuro asfixiado.

>>Pretendiendo no ser solitario, pretendiendo no sentir dolor<<

>>Inútilmente fingiendo estar bien, inútilmente pretendiendo ser fuerte<<

>>No escales por encima del muro que he construido frente a mí<<

>>Soy la isla en este vasto océano. No me abandones<<

Por su mejilla una lágrima resbaló sin el más mínimo pudor, importándole poco aquel público que reventó en aplausos y halagos hacia él.

Min Yoongi soltó el micrófono, dejándolo caer hasta que este se estrelló contra el piso haciendo un eco de sonido no muy agradable para los oyentes, sin embargo a estos no pareció importarles, pues la adulación y el festejo hacia aquel que recién terminaba con un perfecto bloque de rap, siguió sin parar incluso después de que el protagonista saliera de sus vistas.

─Woha Min... eso fue increíble.

Mas el mencionado no contestó, solo se dedicó a tomar sus cosas para empezar a guardar estas mismas dentro de su bolso.

─¿Min?─Hoseok, quien se mantenía sentado en el único sillón que se encontraba detrás del escenario, se levantó de este mismo para poder romper el metro y medio que lo separaba del ahora pelinegro, y darse cuenta que el rostro de este lucía cargado de aflicción y ansiedad─¿E-estas bien?

Cuestionó algo inseguro y rogando a los cielos porque Yoongi no contestara de mala gana, sin embargo, grata fue su sorpresa cuando el chico que había llegado ese día al bar con un ánimo por los suelos y con un nuevo color de cabello, simplemente soltó un repentino sollozo antes de girar para quedar frente a él y acercar su cuerpo con la única intención de ser sostenido por un abrazo el cual, sin pensarlo dos veces, Hoseok formó.

El de cabellos naranjas envolvió con sus brazos aquel delgado cuerpo de su compañero de rap, en tanto sentía como este temblaba ante la muestra de cariño que él mismo sin darse cuenta había pedido.

Los segundos pasaron, y con ello los minutos que el pelinegro utilizó para calmar a su corazón del llanto. Los suspiros y los ligeros murmullos de consuelo pertenecientes a Hoseok, siendo los últimos acompañantes del silencio que quebraba su aflicción.

─ ¿Estás bien?─Cuestionó el de cabellos claros una vez que él contrario se separo del abrazo.

─Si. Lo siento, debí verme como un pobre idiota ¿no?

─No digas eso. A veces... romper en llanto es lo mejor. Luego de mantener aquello que duele durante mucho tiempo dentro de tu pecho, quebrarse es la mejor opción.

Yoongi asintió, sus sentidos tan vulnerables haciéndole imposible el poder contradecir.

─ ¿Necesitas hablar?

─Estoy bien, no es nada.

─ ¿Sabes? puedes fingir todo lo que quieras. Puedes verte tan rudo e intimidante todo el tiempo, pero mientras sigas manteniendo aquello que te hace mal, la única manera en la que te sentirás será tan miserable.

El azabache suspiró, cansado, soltando luego una risotada nasal al concordar con las palabras de su compañero de rap.

─ ¿Es por aquel chico?─Cuestionó Hoseok al no verlo con intenciones de hablar─ ¿al que te ayudé a darle celos? ¿Ese del que me hablaste la noche en la que me quede en tu apartamento? ¿Te volvió a molestar?─Silencio─ Escucha, sé que no debo meterme en asuntos que no me corresponden pero sé tú historia, tú mismo me la contaste porque confiaste en mí esa vez. Si ahora te sientes mal por algo similar, sabes que puedes volver a contar conmigo ¿cierto?

Dejando a un lado la mochila que minutos antes había colgado en uno de sus hombros, el pelinegro elevó la mirada, está luciendo tan abatida y apagada a los ojos del peli naranja.

Joder, ¿qué era lo que pasaba? En el mes que llevaba conociendo a Yoongi jamás le había visto de aquella manera, tan roto, tan vulnerable. Todo lo contrario, el chico frente a él siempre parecía lucir demandante, rudo, completamente fuerte, como si ninguna simple brisa le fuera a dañar. No obstante, al verlo ahora, Hoseok fácil pudo deducir que el chico podía ser destruido hasta con el más mínimo soplar del viento. Algo malo en verdad le estaba ocurriendo, algo que le hacía gritar su rap en desgarradores sentimientos; algo que le hacía dejar a un lado aquella imagen que se había encargado de crear ante el mundo, y ahora, en una sola noche, ya se encontraba completamente empañada y destruida.

─ ¿Alguna vez te has sentido atrapado, bloqueado y sin saber muy bien qué hacer?

Todo el tiempo, pero Hoseok no contestó, solo se limitó a esperar a que el contrario continuara con sus palabras.

─Me voy a casar...

─ ¿Qué?─Hoseok cuestionó, la expresión de su rostro mostrando en totalidad su sorpresa.

──Tal vez no lo sepas pero... mi familia es dueña de EBC

─ ¿EBC? Oh ¡¿Empire building company?! ¿Es en serio?

Min asintió, restándole completa importancia a la sorpresa del contrario. Lo que menos quería era ser alabado por venir de una familia "adinerada"

─A la compañía le urge unir acciones y alguien tiene que casarse con la hija del dueño de un gran proyecto.

─ Ah ¿Y tu ahí que mierda tienes que ver?

─Mi padre me obligó a hacerlo. Él me obligó a ser el futuro esposo de esa chica.

El rostro de Jung se deformo desmesuradamente en un perfecto ceño fruncido, su mente no logrando comprender del todo aquellas palabras que soltaba el mayor por meses.

─ ¿Qué? ¡No puede hacer eso!─Expresó molesto, como si al que obligaran a hacer aquello fuera a él. Yoongi sonriendo por unos segundos tras sentir la empatía que el contrario mostraba en aquella expresión.

─Se que no puede, pero tengo que hacerlo.

─Oh si, como tú eres alguien muy obediente...─Le habló sarcástico─ ¡Yha! yo sé que llevo conociéndote solo un mes, pero ese tiempo es suficiente para saber que eres de las personas que manda al carajo cualquier desacuerdo.

Su compañero asintió.

─Exacto. Casi siempre lo mando al carajo. Eso es lo que más le molesta. Incluso, en el pasado, cuando recién comenzaba a salir con Seok Jin, él intentó obligarme a dejarlo, pero no lo hice. Yo jamás acato sus órdenes.

─ Entonces ¿me puedes explicar por qué esta vez tiene que ser la excepción?

El de cabellos azabaches desvió la mirada, está aguándose nuevamente al recordar el por qué de su decisión. Carraspeó su garganta, su intención desesperada por deshacerse de ese nudo que se había formado justo en medio de esta y ahora le impedía hablar. Transcurridos unos segundos más, contestó.

─Por que tal vez sea lo mejor─dijo apenas en un hilo de voz─Casarme, echar a perder toda mi vida y simplemente olvidarme de todo. Creo que... que eso es lo mejor.

─Min, no sabes lo que estás diciendo.

─Claro que se lo que digo...─Pero la mirada en sus cristalizados ojos y el tembloroso tono de sus palabras decían lo contrario.

Un suspiró alargado fue lo que Hoseok soltó, sus pies moviéndose lentamente hasta llegar de nueva cuenta al sillón de antes y sentarse nuevamente en él.

Estaba equivocado, el mayor por meses frente a él estaba completamente equivocado.

─Sigues amándolo...─Soltó Hoseok, adivinando aquello que guardaba en lo más profundo de su mente el azabache─Por eso te duele. A pesar de la infidelidad, a pesar de la repentina ruptura, tu corazón aún sigue respondiendo a él. Quieres casarte para ver si puedes olvidarlo. Quieres irte lejos de él para echar a perder tu vida y regresar a aquella de mierda que tuviste antes de conocerlo a él. Es eso lo que quieres ¿cierto? ¿Quieres casarte y simplemente dejarlo atrás?...─Yoongi ni siquiera lo miró─ ¿No te da miedo Min? Pasar el resto de tu vida con una persona que no amas... ¿No te da miedo?

El mencionado, mirando a un punto lejano perdido en la madera del suelo, hizo temblar de nueva cuenta su labio inferior. Su corazón asintiendo a toda palabra salida de los labios de Hoseok.

Claro que Min seguía tan malditamente enamorado de Seok Jin, era esa la maldita guerra de todos los días. La maldita guerra de su mente y corazón, donde la primera necesitaba engañarse a sí misma repitiéndose una y otra vez que aquel que llamó su primer amor no lo quería más, que desde hace tiempo le había dejado de importar. Pero su corazón no era como su mente, este si era estúpido.

─Claro que me da miedo─Aceptó sin más, las lagrimas nuevamente asomándose por sus profundos orbes, en tanto llevaba ambas manos a su rostro para tapar su boca e impedir un sollozo─Me da tanto maldito miedo envejecer con alguien que no sea él, pero...─Calló, su respiración siendo controlada en tanto limpiaba sus lagrimas─Pero creo que es lo mejor─Fue lo último que soltó, Hoseok pasando una de sus manos por su rostro, decepcionado ante la innecesaria terquedad del contrario.

─Ya─Asintió, intentando comprender mínimamente la situación por la que se estaba inclinando su amigo─Entonces ¿prefieres simplemente ser un infeliz toda tu vida?─El silencio prolongado los siguientes segundos le contestó de forma positiva─Min, al menos habla con él... Lo único que te puedo aconsejar en estos momentos es que si ya has tomado tu decisión y te vas a casar, te recomiendo afrontar las cosas. Ve a donde Jin y saca todo lo que te esta jodiendo ahí─Señaló el área de su pecho y se apresuró a hablar al ver al otro hacer un ademán de interrupción─ No puedes empezar un ciclo sin haber cerrado aquel que te causó dolor Min.

─Tengo miedo de escucharlo. Tengo miedo de que me diga que, en efecto, nunca me amó, así como tengo tanto miedo de escucharlo decir que jamás dejó de hacerlo. Simplemente no puedo afrontarlo.

─Con más razón tienes que hablar con él. Si te dice que jamás te amó, dolerá, si, pero te librarás de un gran peso. En cambio, si te dice que jamás dejó de hacerlo, pueden escaparse lejos, ¡ir a un lugar donde estén solos tú y él! En una granja tal vez y con un perro o muchas ovejas... vivirán felices para siempre.

Sonrió a lo grande cuando pudo ver a Min sonreír ligeramente.

─ ¿Qué cosas dices? esto no es una película, o un drama de amor.

─No, es tu realidad.

─Exacto, mi realidad. La maldita y dolorosa realidad donde soy engañado por mi primer amor y mi padre multimillonario me obliga a casarme con alguien que no quiero. Esa es mi realidad Hoseok.

─Pero como es tu realidad tu puedes cambiarla Min─Insistió, poniéndose de pie para quedar frente al mayor─Tu eres él que decide. Tú forjas tu propio destino. Solo tienes que elegir que hacer.

─Ya lo hice...

─En serio que eres un caso─Bufó el peli naranja en tanto rodaba los ojos.

─Gracias por intentar arreglar a este caso. Eres un gran amigo.

─ ¿Qué es esto? ¿Primero lloras, te enojas, y ahora te estás poniendo sentimental? ¿Tienes trastorno de bipolaridad acaso?─Min volvió a sonreír, pero esta vez la acción acompañada de una ligera carcajada─Yha, dices que soy tu amigo. De perdido espero ser invitado a tu boda falsa. Así podré interrumpirla o ayudarte a escapar.

Min negó, sus carcajadas aumentando a consecuencia de las ocurrencias que se atrevía a decir el menor.

Va, al menos estaba sonriendo. Al menos Hoseok se había encargado de hacerlo olvidar por un par de minutos aquella desdichada vida que le deparaba el futuro. Al menos Hoseok se había encargado de hacer reír por un mínimo momento, a aquel miserable hombre de nombre Min Yoongi.

(*)

No recuerda la última vez que se había detenido frente a esa casa. Esa casa que conocía tan bien por fuera, que hasta incluso se sabía de memoria el numero de rosales que decoraban el jardín, pero que lamentablemente jamás había visto por dentro. Esa casa que se quedaba viendo por horas en el pasado, esperando a que el amor de su vida saliera por la blanca puerta, mientras que adivinaba cual de las dos ventanas en la segunda planta, le pertenecía a la habitación de su mayor, de su primer amor. Esa casa en la que deseaba entrar y ser recibido por un ambiente familiar; ser querido y aceptado por las personas que convivían constantemente con su ex novio. Esa casa en la cual, ahora sabia, jamás entraría.

Y pudo hacerlo, Min Yoongi bien pudo romper esos simples metros que lo hacían cruzar a la acera de enfrente, para atravesar el hermoso jardín y tocar aquella puerta de madera que en el pasado deseo tanto atravesar.

En ese momento, Min Yoongi pudo haber sido recibido por aquella mujer que le dio la vida a su ex novio y este jamás se la presentó. En ese momento, el azabache pudo haber entrado a esa casa y esperar a que esa misma mujer llamará al mayor. En ese momento, Min pudo haber corrido a los brazos de este, hacer aquello que le recomendó el de cabellos naranjas y escaparse lejos junto con él, con el amor de su vida. Pero no. No lo hizo. Él pudo haber hecho tantas cosas esa noche, pero simplemente se dedicó a morder su labio inferior para detener su llanto y pasar de largo aquel hogar.

Su decisión ya había sido tomada, por su bien, por el bien del chico dueño de esa casa. Tenía prohibido echarse para atrás.

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(Finjamos que hoy es ayer y que no me pasé 24 hrs en publicar esto)

Perdonen todo este drama cansado del JinSu, prometo que pronto terminará...
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Levanten la mano las que no entendieron muy bien el rollo de TH en el cap anterior  😅

déjenme explico:

Lo que quería mostrar en el capitulo 67, era el como TaeTae se nos está empezando a fragmentar... Si señores como lo escucharon, fragmentar.

No, no era Taemin, Dak ni Baek era mi TETE <3  Al estar más tiempo afuera, un poco más de dos semanas para ser más exactos, Tae se ha estado fortaleciendo de a poco por lo que estará mostrándose tal cual es...

Si,si, tal vez al principio mi nene parezca tutifruti o bipolar kasljld pero ah, no saben cuanto amo este tipo de cambios :')

¡Ojo, las personalidades aún no desaparecen! no se preocupen mucho por eso, solo disfruten de la lectura.

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El siguiente cap tambien se enfocara en Min, por eso lo puse como segunda parte. Ojo, empezará un poco confuso,  pero conforme avance la lectura lo entenderán^^

Actualizo cuando lo termine.

❤

Thanku' ILY

¡Den amor AgustD2!