\62/-1
(Recuerdo: Jinsu. Poner especial atención a los detalles)
⊰✩⊱
Nunca tuve la intención de causarte problemas, nunca tuve la intención de hacerte sentir mal,
Si te he causado problemas, nunca fue mi intención hacerte daño.
Trouble- Coldplay
2 años atrás.
─ ¡Jiny!
El mencionado levantó la mirada de sus libros y posó sus bonitos y gentiles ojos en aquella chica de cabellos color azabaches que se acercaba a su mesa con júbilo en sus pasos.
─Hola nena.
La pelinegra sonrió a lo grande, sus mejillas ligeramente rosadas en tanto se sentaba a un lado de su mejor amigo. Abriendo su mochila, sacó del interior dos barritas de fibra junto con dos Banana Milk, la bebida que sabía, era la favorita de su best.
─Toma...
─Gracias, cariño─dijo el mayor por meses mientras tomaba lo que le era extendido.
─ ¿Hidráulica?─Cuestionó Jisoo, señalando los libros que el chico traía en manos.
─Yep, mañana tengo examen y ya no tendré la oportunidad de estudiar en la tarde.
─Así que─Habló la chica en tono burlón─ ¿En 10 minutos esperas aprenderte todo lo que vimos en 15 capítulos?
─Yha, claro que no. Solo me falta estudiar el capítulo de Hidráulica Fluvial, es lo que más me causa dolor de cabeza, lo demás ya me lo sé de memoria.
─Ya, se me olvidaba que eras un cerebrito.
─Y a mucha honra.
El silencio se hizo presente, silencio en el que Jisoo dejó a su mejor amigo estudiar, este leyendo y repitiendo los conceptos más importantes de aquellas páginas en tanto le daba pequeñas mordiditas y ligeros sorbos a aquel pequeño refrigerio que su Jichu le había dado.
─ ¡Termine!─Expresó con emoción el azabache luego de unos minutos.
─Aja, y yo soy una idol.
─Es en serio niña. Estoy listo.
─ ¿Estás listo para sacar un 100 o simplemente para no reprobar?
─Estoy listo para que esa materia sea la única que pasé con 9. No soy tan exigente.
─Uhg, tan presumido─Soltó entornando los ojos, pero con un ligero atisbo de burla en sus palabras.
─Jushu, en realidad... me tengo que ir─Mencionó el mayor guardando en su mochila esos libros y lapiceros que se encontraban regados por toda la mesa.
─Uhm ¿En serio? ¿Qué es lo que te tiene con tanta prisa?
─ ¿Sabes qué día es hoy?
─Jueves─Avisó la chica encogiéndose de hombros. Seok Jin rodando los ojos mientras colgaba su mochila en sus hombros y se ponía de pie.
─El numerito Jichu, el numerito.
─Oh es 9 ¿Por qué?
─Aja, 9 de octubre ¿Sabes lo que significa eso?─La pelinegra lo miró con una ceja alzada, no comprendiendo muy bien qué carajo estaba diciendo─Significa que mañana es 10.
─Woha, que gran descubrimiento Seok Jin─Se levantó, para posteriormente volver a sentarse pero sobre la mesa, quedando así más a la altura del mayor─Cada día me sorprendes más, ahora me queda claro porque eres un cerebrit....¡Aghh!─Fue lo que expresó al último a causa de aquel fuerte apretón que dio su amigo en ambos de sus pómulos.
─No me entiendes. Mañana no es cualquier 10 de octubre. Es mi 10 de octubre...
─...
─Es mi aniversario con Yoongi...─La chica sonrió a lo grande justo después de ver a su amigo decir aquello en un tierno susurro, pues pudo ver el momento exacto en el que, tanto sus orejas como sus mejillas, se teñían de un potente pero bonito color rosáceo.
─ ¡Oh joder!─Expresó luego de admirar por un par de segundos la bonita actitud de su amigo─ ¿Ya tan rápido pasó un año?
─No, ya tan rápido pasaron dos...
Y Jisoo tuvo que cubrir su boca para no soltar un gritito ante lo escuchado.
2 años ¿Es en serio?
Pero si ella todavía recordaba la manera tan sumamente infantil en la que aquellos dos se habían conocido. Si, como si hubiera sido ayer, la chica aún recordaba el día de aquella fiesta, esa donde Seok Jin derramó sin querer su colorida bebida en la costosa camisa del gruñón empoderado Min Yoongi, y la infantil reacción de éste al ver su preciada prenda blanca ser manchada por una gran cantidad de líquido azul. Oh, pagaría por volver a ver nuevamente aquella ridícula pelea, la cual en ese momento ninguno de los presentes se imaginó que sería el comienzo de una bonita y duradera relación.
─Créeme que no puedo creerlo, Jiny. ¡Es fabuloso!
─ ¡Verdad que si! Ah─Soltó un gran suspiro, a la vez que miraba hacia arriba, su mente queriendo perderse en los valiosos recuerdos─Ni siquiera yo puedo creer todo lo que ha pasado en los últimos dos años. Este aniversario tiene que ser muy especial─Avisó con emoción, volviendo su mirada hacia aquella de su amiga.
─Definitivamente tiene que serlo ¿Qué es lo que tienes planeado?
─Uhgm, es una sorpresa.
─Yha, se supone que tiene que ser una sorpresa para Min, no para mi, duh─dijo con obviedad, su mirada incitando al contrario a hablar─ ¡Anda hombre! soy tu mejor amiga.
─Ya, ya, bueno...─dio media vuelta con la única intención de recargar su cuerpo en la mesa. Jisoo a un lado suyo esperaba paciente por escuchar aquel increíble detalle que su amigo estaría preparando para su aniversario─Para empezar, estoy 100% seguro de que Yoonie ya tiene preparado algo, pues el lunes me preguntó sutilmente qué es lo que haría el viernes, aparte de que vi sin querer en sus mensajes una confirmación de una reservación en mi restaurante favorito─Se encogió de hombros cuando la chica lo fulminó con la mirada, probablemente reprochando el que hubiera estado revisando el celular de Min.
─Ya, ya, continua─Le invitó a proseguir.
─Bueno, con eso llegué a la conclusión de que tal vez el tema de la cena ya estaría listo, así que, en lugar de correr y reservar un elegante restaurante, fui y separé un penthouse en uno de los hoteles más prestigiosos de Seúl...
─Whoaa ¿Estás hablando en serio?
─Yep, tengo planeado decorar la suite, ya sabes, regar pétalos, poner velas, comprar vinos, también quiero rentar un tocadiscos, ah y el jacuzzi... en el fondo del jacuzzi tengo planeado poner esto─Sacó su celular y le mostró la imagen de dos relucientes aros plateados, la chica tomando el aparato y observando la pantalla con admiración─Son anillos de promesa, esta tarde me los dan. Tendrán grabado nuestra fecha de aniversario─Terminó de explicar con ese brillo inusual en su mirada, aquel resplandor que solo apareció hace dos años, justo cuando conoció al nombrado Min Yoongi─Yo, en verdad quiero que sea una noche mágica e inolvidable para él.
Para cuando terminó de hablar, la chica ya se encontraba con sus ojos brillosos repletos en lágrimas y tapando su boca completamente conmovida. Aquel plan era increíble, era mucho más que cualquier pareja de enamorados podría desear.
─Sabes... yo sabía que eras cursi, pero─Sonrió entregando el teléfono al chico─Esto es maravilloso Jiny. Min Yoongi estará muy emocionado.
─ ¿Tú crees?
─Definitivamente si. Lo de los aros es un gran detalle─Jisoo se levantó de la mesa y estirando sus bracitos, rodeó estos mismos en el cuello de su mayor─Espero que todo salga bien, cariño. Será una gran noche, tenlo por seguro.
Y lo que recibió la chica al separarse del abrazo fue la sonrisa más dulce y sincera que en los labios del mayor, no había aparecido jamás.
─Muchas gracias, hermosa, créeme, yo más que nada espero que todo salga bien.
⊰✩⊱
Perfectos, los brillantes aros frente a él lucían simplemente perfectos ante sus ojos.
Después de confirmar a la chica del mostrador que no hubiera algún error en su pedido, Seok Jin recibió este mismo dentro de dos cajitas miniatura de un color gris oscuro y salió del lugar después de dar las gracias cuando la mujer le deseó mucho éxito en su futuro evento.
Estaba feliz, el azabache se encontraba sumamente emocionado, pues sus ojos brillantes, su sonrisa resplandeciente y su aura dichosa se encargaban de reflejarlo.
No fue hasta que bajó del bus y caminó un par de cuadras para llegar a su hogar, que la sonrisa que lo había estado acompañando toda la mañana, automáticamente se desvaneció.
─Kim.
El chico intentó no prestarle atención a aquel que lo llamaba, por el contrario, aceleró su paso y se apresuró a entrar a su jardín. Sin embargo, el otro fue mucho más rápido en hablar, hasta hacerlo detener.
─Acaba con esto─Ordenó aquella voz y el mayor, quien ya iba a la mitad del vergel, dio media vuelta para encarar al idiota que lo había estado molestando desde hace ya, un par de meses atrás.
─ ¿Qué?
─Tu relación con Yoongi. Tienes que pararla ya.
Seok Jin quiso reír, pero lo único que pudo lograr, gracias a la creciente irritación de su interior, fue bufar en completo enfado.
─Me pregunto por qué carajo me sigues diciendo esto Namjoon. ¿Qué es lo que hay detrás?─Cuestionó calmado, no queriendo perder por ningún momento los estribos.
─Simplemente aléjate de él.
─Ya, ¿Es por lo que me dijiste hace tiempo? Que según tú, yo no estoy a su "altura"─Regresó lentamente sus pasos hasta quedar frente al moreno─Que mi estúpido estatus social no se compara en nada con aquel que ustedes tienen, ¿Es eso?
El contrarío llevó una mano a su frente, intentando frotar esta misma en un intento de calmar su probable ansiedad─Yo solamente te lo estoy advirtiendo. Termina tu relación con mi hermano antes de que sea demasiado tarde.
─ ¿Me estas amenazando?─Cuestionó en tono desafiante.
─Seok Jin, yo solo....─Giró su mirada hacia la derecha, su mandíbula tensándose repentinamente en tanto regresaba la vista al mayor─Solo termina con mi hermano.
Y sin decir o hacer algo más, el de piel morena dio media vuelta y caminó, alejándose cada vez más hasta perderse en la vuelta de una esquina.
Para ese momento, Seok Jin ya se encontraba apretando con fuerza sus puños, mientras que su respiración errática andaba con impotencia dentro de su ser.
Joder, ese chico, ese maldito Min Namjoon, ¿que no podía simplemente meterse en sus propios asuntos y dejarlo ser feliz junto a su Yonnie? porque... ¿Cuál era el estúpido efecto negativo que tendría el moreno en su vida? quiero decir ¿En qué mierda le podría afectar que él tuviera una relación con su hermanastro?
Seok Jin simplemente no lo entendía.
⊰✩⊱
Mini Yungy<3
Namjoon se quedará en la casa de mi padre...
¿Podrías venir?
Te he extrañado toda la semana...
Y con leer el último mensaje bastó para que Seok Jin se encontrara saliendo con prisa de su habitación, ignorando a su vez a la personalidad amargada de su hermano, quien le maldijo de más de mil maneras por casi tropezar con él cuando subía por las escaleras.
Uhg, tan amargado.
El azabache aprovechó que su madre tendría turno hasta la mañana siguiente en el hospital para, sin aviso alguno, salir de su hogar.
A decir verdad, el también había extrañado a su Yoonie. Entre tareas y trabajos de final de semestre, a Jin le había sido prácticamente imposible poder ver siquiera a su adorado peliblanco pues apenas y tenía tiempo para respirar, aparte de que aquel maldito semestre había sido realmente horrible al no darle una sola materia para compartir junto a su novio. Fue por eso, esas ansias de ver su rostro favorito, de aspirar aquel aroma embriagante y de acariciar esa perfecta y cálida piel pálida, que el de cabellos negros aceleró su paso y casi, casi que volando, llegó a esa casa que se encontraba a simples dos calles de distancia de la suya.
"Me mudaré" le había dicho Yoongi en su momento "Junto a mi hermano compré una casa, pero eso no es todo, vi una muy bonita con gran jardín y cuartos amplios cerca de tu colonia y dije ¿Por qué no?"
Seok Jin se había muerto de amor aquel día, más cuando Yoongi le confirmó que aquella decisión de comprar justo esa casa, había sido de él y el único fin era sentirlo mucho más "cerca"
Con pasos jubilosos, atravesó el colorido jardín, subió los cuatro escalones para llegar al umbral de la puerta y al estar frente a ésta, llamó al timbre. No pasaron más de dos segundos para escuchar como alguien en el interior, bajaba con rapidez los escalones de madera para luego ver cómo esa misma personita abría la puerta frente a él.
El de cabellos blancos se lanzó a su novio, envolviendo su cuello con sus delgados y pálidos brazos, Seok Jin sosteniéndolo fuertemente cuando sintió las piernas contrarias enredarse en su cintura.
─Joder, no me castigues más en el futuro─Fue lo único que dijo Min antes de posar sus bonitos y delicados labios sobre aquellos de su mayor─Te extrañé tanto amor.
Pero Jin solo fue capaz de apreciar los bonitos ojos de su novio y sonreir─Te extrañé mucho más─Susurró para luego caminar al interior de la casa, con Yoongi aún entre sus brazos.
─ ¿Has cenado?─Cuestionó el peliblanco, volviendo a tocar el suelo con sus pies, el abrazo convirtiéndose en un simple entrelace de manos─Pedí pizza ¿Quieres un poco?
─ ¿Pizza?─Cuestionó el mayor, viendo con ternura como su Yungy lo arrastraba hasta el lujoso comedor─Uhg, no quiero─Confesó antes de abrazar por la espalda al menor─Preferiría cenar algo mucho más dulce.
Esas 6 simples palabras lograron despertar al más del millón de hormonas que yacían en el interior de Yoongi, este deshaciéndose entre los brazos contrarios al sentir el penetrante aliento de su novio rozar la zona más sensible de su cuello.
Y repentinamente todo pasó muy rápido. De un momento a otro Yoongi ya se encontraba sobre la mesa de mármol fino, con Jin devorando sus labios.
Joder, claro que se habían extrañado.
El mayor de ambos se encargó de lamer, besar y succionar los labios contrarios, los cuales eran los malditos culpables de hacerlo sentir tan excitado en aquel momento. Yoongi, por su parte, clavaba con desesperación sus dedos en las hebras color azabache, mientras intentaba, con sus piernas, juntar más el cuerpo de su hyung contra el suyo, su deseo de tenerlo cada vez más y más cerca aumentando gradualmente.
Lo necesitaba, después de una semana, necesitaba tanto de su novio y no tuvieron que pasar más de dos segundos para que hiciera relucir aquel deseo quitando la prenda que cubría la parte superior de su mayor, quien gimió gustoso cuando el aire golpeó su torso acompañado de caricias sutiles que unas pálidas manos obsequiaban a su cintura.
Se necesitaban tanto el uno al otro. Si, la existencia de uno era sumamente necesaria para el otro. Fue por esa razón que no les importó para nada en hacerse el amor sobre aquel mármol fino de la mesa del más bajo, por el contrario, disfrutaron tanto aquel momento, tanto como si hubiera sido la primera e incluso...como si fuera la última vez que sus cuerpos se fundían en calor, en su calor.
(*)
─En unas horas...─Susurró el peliblanco, tanto él como su novio manteniéndose abrazados debajo de las sábanas blancas, ya sobre la cama de su cuarto─En unas horas es nuestro segundo aniversario─Habló, luchando contra el cansancio para no dejarse arrastrar por el sueño.
─Uhm, lo recordaste.
─Claro que lo recordé, idiota─Gruñó en voz mucho más bajita, está sintiéndose más pesada a su vez─Hace justo dos años nos conocimos ¿Crees que se me iba a olvidar?
─ ¿Tal vez? Eres muy despistado, mi amor─Señaló roncamente el mayor, mientras sentía como la esbelta figura de su peliblanco se aferraba aún más a él y sumergía su rostro en esa curvatura que hacía un huequito entre sus hombros y cuello.
─No soy, despistado─Masculló─Solo finjo no darle importancia a las cosas, pero...─Detuvo su explicación.
─ ¿Pero?
Sacó su cara del refugio de la cálida piel de su hyung y mirándolo a los ojos, respondió.
─Pero todo lo que involucre a ambos es importante─Compartió, sus ojos brillantes de sinceridad─Es por eso que, nuestras fechas, yo... intento no olvidarlas.
Con su mirada derrochando miel, Jin sonrió, sonrió elevando el brazo que no estaba bajo la cabeza de Yoongi para acariciar con delicadeza el bonito rostro de este mismo. El bonito, gruñón, infantil y malhumorado rostro de su novio.
Después de aquello, un tierno y duradero beso se plantó en los delgados labios del peliblanco, quien recibió gustoso aquel tacto, saboreando con parsimonia los dulces belfos del chico culpable de poner todo su propio mundo de cabeza.
─Te amo tanto Yungy─Susurró solemne sobre los labios del mencionado, este formando la más preciosa de las sonrisas─Te amo tanto que... no sé─Una suave risita abandonando sus labios antes de culminar─Me da mucho miedo que algo pase.
─Mch. ¿Que algo pase?─Algo descolocado, Yoongi habló─ Somos invencibles amor. Nuestro amor lo es. Nada va a pasar y mucho menos algo nos va a separar.
Jin volvió a sonreír pero esta vez con un atisbo de dulzura en su mirada─ ¿Qué es esto? el negativo, el bonito gruñón ¿ahora es el que está intentando animarme?
─No quiero que te preocupes por cosas triviales, Jinie hyung─Masculló, su carita enterrándose nuevamente en aquel que era su lugar favorito─Aparte, te lo dije ¿no? cuando se trata de nosotros, no hay algo que se pueda hacer mal.
No había nada, que a esa perfecta relación, le pudiera hacer mal.
(*)
─ ¿Iras cierto?─Con serenidad, inquirió el peliblanco a aquel que se encontraba vistiéndose a su lado, los rayos solares traspasando con sutileza las delgadas cortinas postradas sobre en el ventanal
─ ¿De qué hablas?
─No te hagas el tonto, amor. Estoy seguro de que viste la confirmación de reservación de tu restaurante favorito en los mensajes de mi celular.
Jin apartó la vista al ser descubierto, balbuceando algo inentendible, optó por callar cuando su rostro ardió y segundos después sintió un par de delgados brazos abrazar tenuemente su cintura por detrás.
─Perdón, yo no quería...
─Shh─Lo calló, depositando un fugaz beso en su espalda alta─Está bien, no es como si nuestro aniversario fuera sorpresa. Si iras ¿Cierto?
─Uhm─El mayor se dio la vuelta, su cuerpo aun siendo enredado por los brazos de su novio─ Deberías invitarme formalmente ¿No lo crees?─Respondió deleitándose con esa perfecta mirada color marrón que tanto adoraba.
─Osh. De acuerdo─dijo Yoongi no muy convencido con la idea─Jinie hyung─Su voz repentinamente se volvió aguda, y Jin tuvo que poner de todas sus fuerzas para no reír antes de que terminara con su invitación─Hice una reservación en tu restaurante favorito para celebrar nuestro aniversario, vayamos esta noche, comamos algo rico y después comámonos a nosotros.
Ahora sí, el mayor carcajeó─Eres muy goloso amor, prácticamente acabamos de hacer eso.
─Déjame. Cuando se trata de nosotros nunca es suficiente.
Y tenía razón, jamás era suficiente, era como una adicción, un vicio tremendo que sus cuerpos suplicaban por estar cerca, por sentir su calidez, su aroma, todo de ellos completamente juntos. Completamente fundidos el uno con el otro.
⊰✩⊱
"Nos vemos esta noche a las siete y media en el Poom Seoul. No llegues tarde, amor"
Esa simple frase fue lo que no lo dejó concentrarse en su examen de hidráulica. El azabache terminó apenas siendo el último en el salón al pasarse un poco más de 2 minutos de la hora de clase y haciendo que su profesor lo mirara con el ceño fruncido. Seok Jin era uno de los estudiantes más destacados por sus buenas calificaciones, que hoy estuviera distraído durante la prueba, era algo extraño.
No quiso preocuparse más, si le tocaba reprobar la materia lo aceptaría y daría lo mejor de sí para pasarla en segunda oportunidad. Sin embargo, por ahora, lo único que le podría importar era llegar a su casa por algunas prendas e ir directo al penthouse del lujoso hotel que había reservado por más de un día a partir de las 12 pm, y decorarlo decentemente para hacer que su novio se sorprendiera a tal punto de obsequiarle una noche de entera amor.
Y así lo hizo, llegó a su casa y para su sorpresa, su madre ya se encontraba en ella.
─ ¿Vas a algún lado, cariño?─Cuestionó la pelirroja al verlo bajar con otra mochila mucho más amplia y un par de bolsas negras en la mano.
─Ah, sí, yo... uhm me reuniré con unos amigos, haremos un trabajo final en equipo.
─Ya veo.
─Sip.
─ ¿A qué hora estas de vuelta?
Oh, oh.
El joven pasó una de sus manos por detrás de su cuello frotando la zona al mismo tiempo en el que pensaba en algo para decir.
─Es... es un trabajo complicado. Lo mejor sería quedarme ahí a dormir. Mañana es sábado y la familia de mi amigo no tiene problema con que nos desvelamos haciendo tarea.
─Ah, de acuerdo─Manifestó la mujer, acercándose a su hijo para que éste se agachara y le pudiera dar un fugaz beso en su frente─ Aún así, cuídate mucho.
─Lo haré. No te preocupes, yo... uhg─Pero sus palabras se detuvieron cuando al abrazar a su madre, reparó la vista detrás de ella, justo en aquel objeto que se encontraba postrado en la mesa─ ¿Y esas flores?
─Oh ¿No están hermosas?
─ ¿De dónde salieron?
─No lo sé─Contestó con sinceridad─Cuando llegué a casa estaban en el umbral de la puerta.
Jin se acercó a ellas, su pulso acelerado mientras una sonrisita intentaba invadir su rostro ¿Joder, acaso Yoongi...? Pero su ceño se frunció cuando al observar detalladamente el arreglo, no encontró alguna especie de nota, si no una etiqueta, una simple etiqueta con un logotipo extraño similar a dos triángulos unidos entre sí ¿Dónde había visto aquella peculiar figura?
Sin tomarle mucha importancia la situación, dejó de mirar el arreglo floral y se dirigió a su madre.
─Deberías ponerlas en agua.
─Si, de hecho, estaba a punto de hacer eso.
─Okey─Caminó nuevamente hacia el umbral de la puerta, la pelirroja siguiéndolo por detrás─Mamá, ¿Y Dak?
─Ahg, no me hables de ese malcriado.
─ ¿Ocurrió algo?
─Si, esta mañana antes de salir del trabajo, las autoridades me hablaron al hospital diciendo que lo tenían detenido por encontrarlo en medio de apuestas ilegales.
─ ¿Qué? ¿Por qué no me llamaste?
─No quería preocuparte, sabía que estabas en la escuela.
─Pero aún así debiste hacerlo─dijo notoriamente enfadado, el mayor─Ese maldito mocoso jamás...─Quiso subir las escaleras e ir a enfrentar aquel que le había estado causando múltiples problemas a su madre, sin embargo, esta fue más rápida en tomarlo del brazo y detenerlo.
─Él salió un poco después de que llegamos.
Seok Jin cerró los ojos con fastidio y se encargó de soltar un gran suspiro antes de bufar malhumorado.
─Ya, no te preocupes mucho, mejor anda y cumple con tu deber.
─Pero...
─Cariño, Dak es mi responsabilidad. De hecho, todas las personalidades de Tae lo son. Tú no tienes que preocuparte en absoluto por lo que hagan o dejen de hacer. De eso me encargo yo.
Y lo odiaba, ver ese brillo tan comprensivo en los ojos de su madre. Ese brillo que le aseguraba, podría soportarlo absolutamente todo, incluso lidiar con la personalidad similar a la de un delincuente.
─Te prometo que después de esto te ayudaré un poco más con ellos.
Pero su madre negó, depositando nuevamente un beso pero esta vez, en la mejilla de su hijo.
─Anda, te estarán esperando.
Abrió la puerta para él y lo despidió con la mejor de sus sonrisas y con un gentil movimiento de mano.
⊰✩⊱
Todo estaba listo.
Seok Jin quiso llorar al ver el propio resultado de su creación.
Un caminito de pétalos que iba desde la estancia hasta la única recámara. Velas esparcidas por doquier las cuales se iban a encargar de iluminar una vez que el lugar se encontrara sin luz artificial. El tocadiscos listo, dispuesto a tocar aquel viniyl que contenía la lista de canciones que amaban tanto él como su novio y él jacuzzi llenó de agua, con pétalos flotantes y en el fondo de este, aquello que sería la cereza del pastel, el regalo perfecto para su Yoonie.
Estaba listo, había tomado un baño ahí mismo y se había arreglado con la ropa que había comprado para la ocasión, vestimenta que consistía en una camisa blanca formal pero a la vez sencilla. Un pantalón azul marino y un blazer del mismo color. Definitivamente todo iba a la perfección.
Eran justo las 7 de la tarde, el chico estaba acomodando su cabello y rociando su loción cuando repentinamente alguien en la puerta llamó.
Uhg ¿Serán los de servicio? Se supone que no entrarían a encender las velas hasta dentro de un par de horas, justo cuando él y Yoongi se encontraran terminando de comer.
En pasos cortos y tranquilos, caminó hacia aquel llamado cuidando de no pisar o desacomodar nada de su perfecta creación. Abrió la puerta, dispuesto a recibir a quien se encontrara detrás de ella, pero se sorprendió de sobremanera cuando, al tener un panorama del exterior, no había absolutamente nadie, en su lugar, una caja de cartón sellada yacía a la altura de sus pies.
─Pero que...
El mayor tomó el objeto y después de mirar hacia ambos lados esperando ver a alguien, cerró la puerta al no encontrarse con el posible dueño.
¿Qué era eso?
El azabache agitó el objeto, confirmando que, efectivamente, había algo en su interior. Lo inspeccionó detalladamente antes de abrirlo y ambas de sus cejas se juntaron cuando, por segunda vez en aquel día, vio ese extraño símbolo impreso en un lado de la caja, aquella peculiar figura que consiste en dos triángulos entrelazados.
Un poco más curioso, se encargó de retirar la cinta que cubría la tapa, para poder abrir esta sin problema. Una vez que el trabajo estuvo hecho y el interior estuvo expuesto, el corazón de Seok Jin comenzó a correr con rapidez, al mismo tiempo en el que soltaba la tapa para cubrir su boca, su cuerpo hundiéndose de una asfixiante angustia que le impedía el respirar.
¿Qué era todo aquello?
Y para enfrentar lo que probablemente pasaba por su cabeza, se atrevió a tomar eso del interior que se veía a simple vista. Con sus manos temblorosas, una fotografía donde aparecía su madre en el hospital, fue levantada, para luego tomar aquella donde aparecía (supuso que era Dak) saliendo de la comisaría junto a la pelirroja que le había dado la vida. Y así sucesivamente, otra foto más de su madre saliendo de su casa, una más de Dak en un bar, otra más de su madre haciendo las compras, hasta que... llegó a esas últimas dos, esas donde aparecía él sonriendo en grande junto a Min Yoongi, mientras ambos salían del hogar del ultimo mencionado.
Quería llorar, pues no comprendía las horribles intenciones que tenía aquel que había hecho todo aquello. No comprendía el "por qué" había alguien siguiéndolo y mucho menos comprendía el "para qué"
No lo comprendió hasta que volvió a posar su vista en el interior de la caja y lo vio, un sobre amarillo manteniéndose en el fondo de esta. No obstante y antes de que pudiera llevar una de sus manos a lo profundo de la caja, algo dentro de su bolsillo vibró.
Vio su reloj de mano y casi se le va el aliento cuando se dio cuenta que ya pasaban de las siete y media.
─Yoonie.
Pensó sacando su celular para responder el mensaje recién llegado que, suponía era de su novio, pero se equivocó. En la pantalla del móvil se pudo leer el nombre de una persona que agendó por insistencia del peliblanco. Una persona que, adivinó, podría estar detrás de todo.
>>Min NamJoon<<
Desbloqueó el táctil con manos temblorosas y una vez que estuvo dentro de la bandeja de mensajes recibidos, se dirigió a aquellos 6 que le habían llegado recientemente.
Min Namjoon-
¿Sorprendido? ¿Aterrado? ¿Paralizado?
Te dije que te alejaras de nuestra familia antes de que fuera demasiado tarde ¿No?...
Pues lamentablemente, ya es muy tarde...
TID... Es un trastorno muy interesante. Tu hermano sí que debe estar sufriendo con esa personalidad llamada Dak, ¿Me pregunto que podrán hacer las autoridades al saber que el chico al cual se le ha arrestado más de 3 veces por delitos ilícitos, en realidad sufre de una enfermedad mental?
¿A Kim Taehyung le podría gustar el hospital psiquiátrico? o...
¿Simplemente podría terminar por morir?
Y palideció, Jin palideció justo al leer la última cuestión, sintiendo como las lágrimas que se encontraban cayendo desde que abrió los mensajes se volvían cada vez más infinitas y sin intención alguna de querer parar. No fue hasta que volvió a llegar una nueva notificación, que hizo de todo para limpiar la nubosidad que le impedía la vista y poder volver a mirar su celular.
Min Namjoon-
En la caja hay un sobre amarillo con una hoja de instrucciones.
Si en verdad no quieres ver como tu hermano es arrastrado a un hospital mental, encárgate de hacer absolutamente todo lo que viene escrito ahí.
Luego de lanzar su celular y estrellarlo fuertemente contra el piso, como si este fuera el mismísimo Min Namjoon, fue que, con desespero, tomó ahora si aquel sobre amarillo. La misma prisa invadiendo sus manos al abrirlo y sacar el contenido, antes de empezar a leer.
Hola Kim Seok Jin,
Me alegra que elijas la salida fácil, así tu familia no resultará en lo absoluto dañada, a propósito, tu madre debió recibir las rosas, es un pequeño detalle por parte de nuestra compañía.
Cabe aclarar que esto no es una amenaza, simplemente es una gentil lista de acciones que debes hacer para alejar a Min Yoongi de tu vida para siempre. Ah y es innecesario recordar que si esto llegase a salir a la luz, toda tu familia se verá hundida, tu hermano principalmente.
Sin más que aclarar, comencemos:
"Lee Young Do"
Ese es el nombre de tu pareja esta noche. Estará tocando a tu puerta aproximadamente en media hora y estará más que listo para pasar una ardiente noche junto a ti o al menos, eso es lo que Yoongi creerá. Minutos después de que llegue tu acompañante, Yoongi estará entrando al hotel, y casualmente, se sabrá la clave del penthouse, para poder acceder.
No necesito explicarte más ¿Cierto? Necesito tu mejor actuación esta noche Seok Jin y yo me encargaré de no llamar a las autoridades. Sabes que mi empresa tiene gran influencia entre ellas ¿Verdad?
Ánimo. Después de esta jugada, te tendré una sorpresa aún mejor.
Atte.: Tú mejor que nadie, sabe quién soy.
No lo podía creer, simplemente no lo podía creer. Su llanto era insaciable en aquel momento, tan lleno de furia tan lleno de dolor. Tenía que elegir, gracias a un imbécil de mierda, tenía que elegir entre el amor de su vida y la estabilidad de su hermano. La vida de Taehyung.
Seok Jin, cuya rabia atroz relucía en aquel llanto entrecortado, tomó la hoja de instrucciones y la rompió en miles de pedazos, mientras que la caja junto con las fotografías las hacía estrellar contra el piso, aquel jarrón floral que se encontraba sobre la mesa a un lado de dichos objetos, cayendo de igual manera y el vidrio rompiéndose en cientos de pedazos.
Furia, impotencia, falta de estabilidad o siquiera falta de pensar, el azabache ni siquiera podía razonar, se encontraba tan roto, tan sumido en aquel acto egoísta causado por el imbécil de Min Namjoon, que toda razón lógica, toda conciencia, toda capacidad abandonó su mente, siendo insuficiente su simple actuar.
No fue hasta que, después de cierto tiempo, el llamado del timbre resonó por todo el lujoso penthouse, que salió de su profunda ensoñación. El suplicio llenándolo nuevamente, al solo imaginar el posible creador de aquel acto.
Con desgano, erigió su cuerpo y limpiando inútilmente las lágrimas, llevó sus tortuosos pasos hasta el llamado de la puerta.
Lee Young Do, supuso que era él, el hombre de facciones marcadas, pecho musculoso y sonrisa espléndida, que se encontraba justo en el umbral de la puerta.
Seok Jin no dijo nada, solo dejó la puerta abierta y se limitó a volver al interior de la estancia, el recién llegado entrando y cerrando la puerta detrás.
─Kim Seok Jin ¿Cierto?─Una vez más. Silencio─ ¡Vaya! no entiendo porque mierda me pidieron hacer esto, pero me han pagado muy bien, así que espero y no lo arruines.
La costosa botella de vino del 68 que Jin llevaba rato mirando, fue tomada por las manos del mismo, quien se deshizo del corcho fácilmente antes de tomar un profundo trago de alcohol.
─ ¡Yha! Expresó el invitado, quitando la botella de sus manos─ ¿Qué mierda haces? tenemos que prepararnos. Hay un hombre abajo que nos avisará justo cuando el tal Min, esté subiendo el ascensor. Así que espero que para ese momento tú ya te encuentres completamente desnudo arriba de mí.
No dijo nada más, solo dejó la botella en su lugar y camino hacia la recámara, su camisa y pantalones siendo sacados por él mismo en el transcurso del camino. La mirada pérdida de Jin aún manteniéndose firme, estática en aquella botella de alcohol.
─El mercedes negro se está estacionando─Escuchó luego de unos minutos─Si no levantas tu trasero y te desvistes de una vez, no dudaré en llamar a...
Pero no pudo terminar, pues el mayor se levantó sin rechistar. Completamente ido, sumido en cualquier parte de su mente, Jin caminó hacia la recamara. Sus manos deshaciendo los botones de la camisa que anteriormente se había puesto para celebrar su aniversario con Min. Eso, Min Yoongi, el chico de cabellos blancos ahora se encontraba invadiendo su mente, su sonrisa, sus tiernos gestos, sus brillantes ojos, sus bonitos labios, su esbelto cuerpo...
─ ¿Estás listo? Viene subiendo.
Y el llanto comenzó. Nuevamente, el dolor abandonaba sus ojos mientras se metía desnudo a la cama con un hombre que no era Min Yoongi. Las lágrimas recorrían su rostro sin piedad mientras subía su cuerpo arriba de otro que no era el de Min Yoongi. Sus sollozos abandonaban sus labios al mirar y darse cuenta que, quien tenía debajo, no era su Min Yoongi.
─Hm...─Soltó el contrario, elevando ambas manos hasta ponerlas en aquellas mejillas bañadas en lágrimas, para posteriormente limpiarlas─No llores cariño, recuerda que tienes que actuar.
Palideció, todo en su ser se quemó al escuchar el sonido de un teclado seguido de la puerta principal abriéndose. Suspiró, quería detenerse, quería salir de esa cama, salir de la habitación y encontrarse con aquel peliblanco solo para abrazarlo fuertemente y deshacerse junto con él. Quería que nada de esto estuviera pasando, quería que todo fuera una pesadilla. Quería despertar y tener a su Yoongi a un lado de él, justo como esa mañana cuando abrió los ojos y su sonrisa se extendió automáticamente al ver a su Yoonie ahí, aferrado a su cuerpo mientras dormía pacíficamente.
Quería despertar, pero lamentablemente nada de aquello era un sueño.
─Uhm, ah~─Su "acompañante" se retorció debajo de él, aún si sus manos ni siquiera lo habían tocado y todo su cuerpo se estremeció con lo siguiente que escuchó─Jin-ie... ah~
Era muy tarde, ya era demasiado tarde para arrepentirse de su decisión y elegir a Min Yoongi por sobre su hermano. Ya era muy tarde y se dio cuenta de aquello cuando la puerta de la habitación fue abierta en un golpe.
─ ¿S-Seok Jin?
Quiso llorar, quiso echarse nuevamente y entregarse al llanto, pero no pudo hacerlo, no cuando la imagen de su hermano y su madre preocupada por él, apareció en su mente.
Juntando todas las fuerzas anteriormente desvanecidas en los últimos minutos, giró su rostro, fingiendo estar completamente pasmado con la presencia del menor, su corazón desgarrándose al ver la mirada de éste completamente rota.
─Y-Yoongi ¿Qué haces aq...?
Pero no pudo siquiera formular la pregunta, pues el peliblanco fue más rápido en ir hasta él y estampar su puño justo en la parte derecha de su rostro.
─ ¡Eres un completo hijo de puta!─Sollozó en furia mientras propinaba otro golpe más a aquel que se había atrevido a dañarlo─ ¡Eres un completo infeliz de mierda! ¡Un maldito cabrón hijo de perra! ¡¿Cómo pudiste?! Te lo entregué todo ¡te di todo de mi! ¿Cómo mierda te atreviste a hacerme esto maldito idiota? ¡¿Por qué?!
Y no lo soportó, no soportó cuando Yoongi lo dejó de golpear y se levantó completamente destrozado, anhelando aire para respirar, pues todo el que tenía en sus pulmones se había desvanecido.
─Y-Yoonie...
─ ¡Ni te atrevas Seok Jin! Ni se te ocurra volver a tocarme cabrón, ni se te ocurra siquiera volver a buscarme. E-esto... esto se acabó.
Y sin decir algo más, Jin solo pudo ver como su novio, antes de salir le dedicaba una última mirada, mirada tan inyectada en odio, en decepción, en furia. Esa última mirada que, sabía, sería tan difícil de olvidar...
*
*
*
¿Ahora comprenden a Jin?
En realidad no tengo nada que decir. Solo que... misterio Jinsu: Desbloqueado
Gracias por la paciente espera, en el siguiente cap veremos la perspectiva de Nam 🥺 probablemente también sea largo.
ILY<3
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