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⊰✩⊱
(Referencia: Capítulos que mencionan al hopemin 25, 29, 50 y 59-2)
Tocar o no tocar, esa era la cuestión.
El rubio miró la puerta frente a él, aquella puerta perteneciente al apartamento del que alguna vez llamó su mejor amigo, y por enésima vez soltó un suspiro cargado de entera pesadez. Recargó su espalda en la fría pared y cerró los ojos mientras dejaba resbalar su cuerpo hasta que sus muslos y trasero tocaron el piso.
Frotó sus ojos, cansado de todo el tiempo que había estado frente a la puerta de su mejor amigo, sin tomar la decisión de llamar.
¿Qué debería hacer?
Él le había prometido a Jungkook que arreglaría las cosas con Hoseok, incluso el mismo le había prometido aquello a su corazón. Sin embargo todo aquel valor con el que había llegado a ese mismo edificio el día de ayer por la noche, se esfumó después de ver aquello...
Cerró los ojos al recordarlo, no quería recordarlo.
Su mejor amigo, él... ¿Estaba saliendo con alguien?
Su corazón punzó con la simple imagen, aquella donde Hoseok entraba al edificio junto con un chico blanco de extravagantes cabellos color menta. Y le dolió claro que le dolió, pues la simple idea de de pensar que su amigo, su compañero, su todo estaba saliendo con alguien más, le aterraba de sobre manera. Fue por ello que la noche anterior no se atrevió a llegar, pues Hoseok estaba con ese chico dentro de su apartamento haciendo quién sabe qué cosas y lo que menos quería él era descubrir algo que lastimaría aún más a su corazón, pero ¿Hasta cuando lo evitaría?
¿Hasta cuando se atrevería a escuchar y aceptar que Hoseok tal vez había conseguido a alguien más para amar?
Un sonido en la puerta fue lo que lo descolocó.
Levantó la mirada y en seguida se levantó él cuando vio la puerta de su amigo ser abierta.
─¿Jimin?─Hoseok con el ceño fruncido y unas llaves en su mano, salió, mirando atónito a aquel que se encontraba sentado fuera de su departamento.
─Oh h-hyung─el bajito no supo cómo reaccionar, mucho menos al ver que su amigo no era él único que salía del apartamento, si no que había alguien más, el mismo chico con el que lo había visto entrar el día anterior.
Entonces... ¿Habían pasado la noche juntos?
Jimin bajó la mirada para evitar que de alguna forma esta delatara lo mal que se sintió al pensar de esa manera.
─¿Qué haces aquí?─Cuestionó Hoseok un tanto descolocado aunque con un tono algo brusco, cosa que hizo al menor sentirse aun más pequeñito de lo que ya era.
─Yo─Vaciló─Vine...─Con sus deditos, comenzó a jugar nerviosamente.
"Vine a hablar contigo. Vine a decirte todo lo que he sentido por ti. Vine para que vuelvas a mi lado y que todo entre nosotros sea igual que antes"
─Vine por mis cosas...─Terminó en un susurro, lamentándose por su falta de valentía y sin saber que algo en el interior del contrario se había terminado de romper.
Hoseok soltó un gran suspiro, un suspiro que no delataba nada más que una evidente decepción, pero Jimin estaba tan sumido en su lamento como para poder notarlo.
─Yoongi, ¿Por qué no me esperas en el lobby? ─decía a la vez que se volvía hacía la puerta para meter la llave en la perilla de esta. El chico pálido al que le había ofrecido quedarse en su casa la noche anterior con toda la intención componer rimas juntos, asintió y emprendió su viaje hacia el lugar mencionado─Entra...─Anunció Hoseok a su "ex amigo" sin voltear a mirarlo siquiera.
Hoseok vivía solo. Desde que su vida se volvió universitaria, había tomado aquella importante decisión para su futuro, independizarse. En el pasado el de cabellos naranjas se había visto a sí mismo convenciendo a su amigo de cabellos rubios para que se mudara con él y Jimin estuvo a nada de hacerlo. Sin embargo, por alguna u otra razón las cosas no salieron según lo planeado y simplemente el tema de la mudanza no se dió más en el pasado. Ahora, al ver el panorama y percatarse de todas las cosas que habían cambiado, Jimin se arrepentía de todo, pues tal vez si se hubiera ido a vivir con su amigo en su momento, las cosas entre ellos serían muy diferentes ahora. Tal vez si en el pasado él no hubiera tomado las pésimas decisiones que tomó, todo sería tan diferente los días de hoy.
Pero el hubiera no existe y en el presente las cosas no estaban saliendo tan bien como él hubiera querido.
─Espera aquí, iré por tus cosas...
¿Qué eran esas cosas? Ropa que Jimin dejaba los primeros días en los que se quedaba con su mejor amigo: Camisetas, tenis, sudaderas, incluso un cepillo de dientes extra que dejó ahí. Hoseok y él nunca tuvieron una relación más allá que no fuera de amistad, sin embargo, si alguien ajeno a ellos viera la situación por la que pasaban justo en ese momento, apostaría metiendo sus manos al fuego que aquellos dos habían sido pareja. Una hermosa pareja la cual estaba por separarse para no volver a estar juntos jamás .
─Toma, esta todo dentro...─Se escuchó después de 5 minutos, tiempo en el que Jimin se perdió apreciando las tres fotografías de ellos dos juntos que se encontraban en la repisa de la estancia─Puedes llevártelas también, si quieres.
Era todo, esa frase lo decía todo. Hoseok ya no quería saber más de él, de eso estaba seguro.
Jimin asintió sonriendo melancólicamente al mismo tiempo que tomaba de uno en uno aquellos retratos, aunque deteniéndose al final al observar la última imagen impresa tomada por sus manos, esa que estaba enmarcada en un precioso marco plateado lleno de pequeños destellos tornasol en las esquinas y donde aparecía él abrazando a su mayor mientras este tomaba una selfie para ambos en tanto mostraba su hermosa y simplemente perfecta sonrisa.
Y las ganas de soltarse a llorar llegaron, tocando sin importar toda fibra sensible en su pecho. Sus ojos se llenaron de poco a poco con lágrimas saladas y por ende, su vista nublada apreció el momento exacto en donde una gotita de su propio llanto, caía gloriosa sobre la imagen que sus manos sostenían.
─Jimin.
El mencionado, girándose para no ser visto por su mayor, despabiló sus ojos, frotando rápidamente los mismos antes de volver hacia él y encararlo.
─Hyung... ¿Podemos hablar?
La indecisión bañó el rostro del pelinaranja. Por un momento, por una fracción de segundo pensó en aceptar y escuchar lo que tenía el rubio para decir, sin embargo, la última pelea que tuvieron le hizo deducir que tal vez y de nueva cuenta esa charla no terminaría en buenos términos, aparte de que él ya no estaba dispuesto a perder más de su orgullo con Jimin.
─No puedo─Soltó sin más, tajante─Me están esperando.
Jimin tragó duro ante su fría respuesta. Hoseok jamás le había tratado de aquella manera, así que era imposible para él decir que no le dolía.
─Hyung...─Llamó, vacilando en preguntar aquello que lo tuvo sin dormir por la noche─¿Él es tu novio?─El mayor abrió la boca indignado al solo escucharlo─Por favor hyung, solo..
─¿Y a ti que mierda te importa si es mi novio o no?─Soltó sin dejar al menor hablar─¿Desde cuando te interesa a ti saber de mi vida?
─Hobi...
─Jimin ¿Ahora si te interesa saber de mi? ¿Qué pasó? ¿Acaso tu amiguito ya te abandonó? ¿Acaso te quedaste solo nuevamente, por eso vienes a buscarme?
Sin esperar respuesta, Hoseok caminó hacia la puerta y salió, esperando a que Jimin también saliera para poder cerrar.
─Hyung por favor, escúchame.
¿Qué es esto? ¿Los papeles habían cambiado? ¿Ahora Jimin era el que se encontraba rogando?
─Ya te dije que no Jimin, me tengo que ir─Caminó escaleras abajo para poder llegar al lobby.
─Hyung─El bajito lo tomó del brazo, antes de que pudiera tocar el último escalón─Perdón─Soltó, su labio inferior comenzando a temblar y sus ojitos a brillar─P-perdóname por favor...─Su voz se quebró y Hoseok sabía que no sería buena idea si se quedaba a escuchar algo más. Su corazón podía ser débil si de Jimin se trataba.
Se soltó lenta pero bruscamente de su amarre sin despegar ni un solo segundo su mirada de aquella que lo había mirado con frialdad en el pasado y que ahora por primera vez se veía tan rota.
─Me. Tengo. Que. Ir─Enfatizó en cada palabra para luego dar media vuelta y dirigirse hacia quien lo esperaba a un par de metros, en recepción.
Sin embargo, lo que sucedió después para nada lo esperó. Jimin, su amigo por años, tomó de su brazo una vez más, lo hizo girar con toda la intención de quedar frente a él nuevamente y juntó sus abultados y suaves labios con los de él. Ante el impacto y repentino acto, Hoseok abrió los ojos a la par, mucho más al sentir como su mejor amigo lo besaba con ansias y desespero por ser correspondido.
1, 2, 3...no pasó más de aquel tiempo para que Hoseok, cerrando los ojos y dejándose llevar por todas las emociones encontradas que experimentaba su ser en ese instante, siguiera aquellos torpes y demandantes movimientos al mismo tiempo en el que sus brazos rodeaban aquella contorneada cintura perteneciente al menor. Y el tiempo se detuvo, todo alrededor de ellos dejó de existir por aproximadamente 10 segundos, tiempo en el cual disfrutaron de los labios y exquisito sabor del otro antes de que el más alto rompiera gentilmente con el contacto.
Sus miradas se encontraron una vez se separaron y sus ojos fueron abiertos, el corazoncito de Jimin andando desenfrenado mientras la angustia de ser regañado le azotaba. No obstante, lo que nunca se imaginó fue ver la dulce sonrisa de Hoseok decorar los bonitos labios que segundos antes había besado y el mundo volvió a caer a su merced cuando el mayor envolvió su pequeño cuerpecito con sus fuertes y tonificados brazos.
─Hyung.
─Jimin-ah.
─Te amo.
Hoseok sonrió en grande al escuchar aquello. Aquellas palabras que pensó, jamás saldrían de la boca de su menor. Afianzó más el abrazo, apretando ligeramente el cuerpecito entre sus brazos antes de soltarlo y mirarlo nuevamente a los ojos.
─Pensé... pensé que jamás me lo dirias Jimin-ie─Susurró, llevando ambas manos al rostro contrario con toda la intención de acariciar esas rechonchas mejillas que tanto adoraba─Nunca imaginé que tú...sintieras algo por mí.
Jimin negó ligeramente, cubriendo con sus manitas aquellas que acariciaban su rostro─Siempre he estado enamorado de ti hyung, es solo que...─Volvió a negar para sí mismo, sus rechonchos labios formando un pequeño puchero─No lo sé. Sucedieron muchas cosas hyung, y hubo muchos malentendidos...
─Pero ¿Malentendidos? ¿Qué malentendidos Jiminie?
─Uhm... bueno pues─El bajito detuvo sus palabras, y recordando por un instante donde se encontraban, miró a través del hombro de su mayor aquel extraño chico de piel blanquecina que los miraba a la distancia con los brazos cruzados en el pecho─Am, hyung él...
Hoseok se exaltó un poco al ver como su menor señalaba detrás, cayendo en cuenta que había alguien esperándolo desde hace un rato.
─¡Oh cierto!─No supo qué hacer, solo le hizo una señal a Yoongi para que lo esperara un minuto más y volvió a girar rápidamente con Jimin─Minnie...
─¿Tienes que irte?─Por un momento, por una fracción de segundo, el brillito que se había colado en la mirada del menor se apagó, aunque solo por un instante. Sin embargo, aquel instante fue suficiente, para que Hoseok notara su decepción.
─Ven conmigo.
─¿Uh? ¿A-adonde? ¿En serio puedo?
─Si, bebé─Y al instante de soltar aquello Hoseok casi se muere de ternura al ver las rechoncitas mejillas del contrario, casi explota por culpa del potente color rojo que las invadió─A decir verdad el es un compañero, justo estamos llendo a un estudio de grabación que tiene su amigo en el centro.
─¿De grabación?
─Yep, tengo mucho que contarte bebé, pero justo ahora vamos retrasados. Ven conmigo ¿Si? al terminar podemos hablar más tranquilamente.
Al final, el menor accedió. Lo más que quería ahora era estar todo el tiempo que fuera junto a su mayor, disfrutando de su compañía, de su cercanía, importándole poco donde fuera.
Yoongi miró de reojo a los chicos que se acercaban a él, los mismos chicos que minutos antes habían dado una empalagosa escena de amor justo a unos metros de donde él se encontraba. Su compañero de rap no le había comentado que tuviera pareja, así que vio necesario y sumamente divertido, el jugar un poco.
─Yoongi hyung
─Dime amor...
Definitivamente Min Yoongi era el maldito demonio personificado con cabellos color menta.
Ante el apodo, Jimin frunció notoriamente su ceño, mientras que el aliento de Hoseok era aspirado por sus propios nervios, Min soltando una carcajada al instante.
─Estoy jugando, hombre─Pero ninguno de los chicos hizo ademán por reír─Ahe, estos niños ya no respetan─Chistó, calmando sus repentinas carcajadas─¿El niño bonito vendrá con nosotros?—Cuestionó a Hoseok refiriéndose a Jimin, el pelinaranja solo asintió─De acuerdo, andando amor.─Y salió del edificio, sus risas llenando el camino en tanto dejaba a los chicos más jóvenes que él detrás, el bajito luciendo notoriamente disgustado.
─¿Amor?─Cuestionó alzando una de sus enmarcadas cejas.
─Uhg te lo explicó en el camino bebé...
⊰✩⊱
─¿Estás listo, cariño?
El castaño asintió para después ver cómo su madre enredaba una bufanda alrededor de su cuello y colocaba una enorme chamarra sobre su cuerpo.
─¿Hace frió?
─Así es. Este diciembre ha hecho más frió de lo normal. Así que asegúrate de respirar bajo de la bufanda al salir.
Por fin. Después de estar casi dos semanas dentro de aquel hospital, al fin pudo salir.
─Mamá, iremos a casa de los Kim ¿Verdad?
─Sip, pero primero pasaremos al hotel para dejar tus cosas─Señaló, refiriéndose al mini equipaje que tuvo que hacer para la estancia de Jungkook en el hospital.
─Hugh, p-pero...─frotó sus cabellos sin saber exactamente cómo decir lo que tenía para decir─Yo... mhh seguiré quedándome en la casa Kim ¿No?
─Ah, sobre eso. Cariño, junto con doctor Park y Kim Young Mi, tomamos una decisión y concluimos que sería riesgoso para ti continuar viviendo en la casa Kim, al menos ahora que no sabemos exactamente el estado de Taemin.
─¡¿Que?! Pero, mamá no pueden, no pueden tomar esa decisión.
─Jungkook, ya está tomada.
─Pero ¿Por qué siempre tienen que hacer eso, sin consultármelo?
─Es por tu seguridad.
─Justamente por eso mamá, si es mi seguridad soy yo el que debe tomar esa clase de decisiones. Si yo decido arriesgar mi vida para estar cerca de Taehyung, lo haré...
La mujer suspiró no sorprendiéndose por la actitud del menor. Técnicamente ella sabía que su hijo reaccionaria así, pues lo conocía tan bien, y sabía que Jungkook era tan terco e insistente si apreciaba la razón que estuviera de por medio y más si esa razón era Taehyung.
─De acuerdo, cariño lo discutiremos luego ¿Si? por lo pronto tenemos que salir.
Los papeles del "Alta" ya se encontraban listos en recepción, lo único que tuvo que hacer la mujer fue firmar y pagar.
─¿D-de donde sacaste semejante cantidad de dinero?
─La mayoría de los gastos corrieron por cuenta de la madre del chico que te gusta...
Y el calor se adueñó del rostro del menor, incluso durante el tiempo del trayecto a casa de los Kim. Si, decidieron ir directo ahí.
─Acomódate bien la bufanda antes de bajar, cariño─Fue lo que escuchó el menor antes de bajar del vehículo y esperar a que su madre terminara de pagar al taxi─Andando.
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─¿Cómo está?
Tanto la mujer Kim como el hijo mayor, se miraron entre sí cuando Hee Sook hizo aquella pregunta.
─Él continúa en su habitación─Hablaba Seok Jin mientras dejaba tacitas de té en el mesón de la estancia.
─Pero ¿Esta mejor?
─No ha tenido otro ataque─Comentó Kim Young Mi─Y no ha desaparecido. Todo este tiempo continuó siendo él, pero no con la misma actitud. Ahora es como si estuvieras viendo a Mina...
─¿Y no es Mina?
─Yo conozco la mirada de mi hijo sra. Jeon─Aseguró la mujer─Y estoy segura de que es Taehyung.
─¿Puedo, puedo pasar a verlo?
─Está dormido, pero claro que puedes pasar Kookie.
Y solo eso bastó para que el menor se pusiera rápidamente de pie y subiera las escaleras con la misma velocidad, su corazón sintiéndose locamente desenfrenado a cada paso que daba más cerca a la puerta del fondo. Se sentía ansioso, nervioso, lo sabía por que el cosquilleo en sus dedos y la presión en su estómago iban aumentando cada vez más. Lo sabía por que su lengua se secaba dentro de su boca mientras que el sudor en sus manos le invadía cada tanto, informando que necesitaba calmarse antes de entrar.
Suspiró profundo sólo cuando estuvo frente a la puerta de madera, frotando sus sudorosas manos en el regazo de sus jeans mientras se repetía constantemente que necesitaba hacerlo bien.
Llevó su mano derecha a la perilla de metal mientras que con la izquierda daba pequeños golpesitos a la madera antes de retener por unos segundos la respiración y abrir.
La vaga oscuridad del interior atrapó su vista obligándolo a entrar de lleno solo para encender la pequeña lamparita de lectura que se encontraba en el espacio de Baek. Una vez que la ligera luz iluminó el interior fue que pudo ver este con mucha más claridad.
Efectivamente, el chico de múltiples personalidades yacía acostado en su cama boca arriba, sus ojos cerrados confirmaban a Jungkook que se encontraba durmiendo.
Se acercó hasta él, evitando hacer cualquier mínimo ruido que pudiera perturbar los sueños de su mayor. Con sumo cuidado, se sentó en una esquina de la cama, la que estaba más cerca del rostro de Taehyung, y sin prisa, se dedicó a apreciar al mayor. Se dio cuenta que sus cabellos, aquellos que presumían ser azules hace unas semanas, ahora eran verdosos, casi, casi amarillentos debido al color que había decidido abandonarlos después de cada lavada. Su preciosa piel pálida, esa que resplandecía y emanaba suavidad, ahora se veía un poco apagada y débilmente reseca. Debajo de sus ojos se podía apreciar el pigmento de un tono grisáceo bañar las tan pronunciadas ojeras y sus labios, esos suaves y rojizos que había probado un par de veces en el pasado, ahora lucían sin color y notoriamente partidos.
─¿Qué te está destruyendo, hyung?─Murmuró Jungkook al acariciar suavemente los amarillentos cabellos de su mayor. La "fortaleza" que se había encargado de construir las últimas semanas, desvaneciendo en solo unos simple segundos, que dedicó a observar el lastimoso estado de su mayor.
─¿Tus demonios te están dañando?─Volvió a susurrar, pero esta vez intentando no sollozar. Intentando con todas sus fuerzas no dejarse quebrar─E-estoy aquí TaeTae...─Al final lo hizo, rompiendo cada palabra que pronunciaba con su voz─R-regresé, regresé nuevamente a ti.
No le importó más, no le importó mantener la compostura, simplemente se acercó a su mayor y hundiendo su rostro en el huequito de su cuello, lo abrazó fuertemente al mismo tiempo en el que se dedicaba a llorar en silencio.
Por fin lo tenía cerca otra vez. Por fin podía sentir su calor y acariciar su piel. Por fin podía respirar su aroma y disfrutar de cada latido que su corazoncito daba. Por fin, después de tanto tiempo, estaba junto a su preciado Tae Tae.
─¿J-Jungkook?─Se escuchó repentinamente y el menor se paralizó.
Separó lentamente la cercanía que tenía con el mayor, cosa que hizo que conectara sus ojos con aquellos que anteriormente se encontraban descansando.
─Hyung...
─E-estabas llorando─Señaló Taehyung a la vez que sin muchas fuerzas elevaba su brazo hasta posarlo en la carita del castaño, para posteriormente limpiar con delicadeza las lagrimitas que yacían en sus rosadas mejillas─¿Por qué?
─No es nada...─Susurró luchando por no dejar que sus labios temblasen al mentir.
─Pero Kookie─La angustia deslumbró el rostro del mayor y Jungkook sonrió suavemente ante lo que sus ojos veían─No estas bien...
El menor negó, queriendo dejar a un lado el tema de su tonta sensibilidad, por el contrario y en lugar de responder la afirmación de su hyung, se volvió a acercar a él, pero esta vez para meterse él mismo en la cama debajo de las cobijas. Taehyung solo observó todo movimiento que el contrario hacía, viendo al final como este apoyaba su cabecita en su pecho y rodeaba con un brazo su cintura.
─Hyung, tengo algo que decirte.
En realidad tengo mucho...pensó después de decir aquello. Cerró los ojos y suspiró al momento de sentir unas delicadas caricias en su cabellera castaña, las manos de Taehyung siendo las protagonistas de dicha acción.
─De hecho─Continuó el castaño─Es algo que no me había atrevido a aceptar. Es algo que se vuelve más fuerte cada día, incluso, puede llegar a ser difícil de soportar al mantenerlo en secreto.
─Kookie...
─Hyung─Interrumpió rápidamente y aun manteniendo su rostro fuera del campo de visión de Taehyung, soltó─Me gustas.
Y pasó, ocurrió justo lo que Jungkook se encontraba esperando. Su oído derecho, el cual aún se encontraba aferrado al pecho de su mayor, tuvo el placer de escuchar como el corazón de este mismo comenzaba a palpitar con tal velocidad y fuerza que le hacía preguntar si eso era normal. Elevó su mirada, y nuevamente atrapó los ojos de aquel chico que se encontraba completamente sorprendido.
─Me gustas mucho, hyung─Repitió, confirmandole a Taehyung que, efectivamente, había escuchado bien─Y-yo... en serio estoy enamorado de ti.
El interior de Taehyung era todo un terremoto en ese momento, toda clase de color cálido invadió su rostro y podía jurar que su corazón saldría de su pecho en cualquier instante.
No lo podía creer, definitivamente no podía hacerlo.
Jungkook, su chico de cabellos color oro y ojos castaños muy bonitos, le estaba confesando sus sentimientos, los cuales eran exactamente similares a los de él.
─Kookie...─Susurró, su mirada siendo mucho más brillante─¿E-eso es verdad?
El mencionado no dudo en afirmarlo─Si hyung─acercó su rostro al contrario, y tuvo el valor de juntar sus frentes para dejar 2 simples centímetros de diferencia entre sus labios─Ya no quiero mentir, ni mentirme a mi mismo. Estoy perdidamente enamorado de ti─Susurró.
¡Estoy enamorado de ti también Kookie!... quiso decir Taehyung pero de alguna manera, después de escuchar tal confesión, tanto la felicidad como la angustia aumentaron en su pecho.
─¿Hyung?...
─No tiene sentido que te enamoraras de mi─Soltó, desviando su mirada y sintiendo como su nariz y sus ojos comenzaban a picar─Y-yo... no soy yo. No soy normal. Soy un monstruo Kookie...
El mencionado negó cerrando los ojos fuertemente y permitiéndole a su respiración acariciar la piel del rostro de su mayor─No eres un monstruo, no digas eso TaeTae. Nadie en este maldito mundo es normal, así que no te sientas diferente.
El mayor sonrió ante lo escuchado, hizo temblar sus labios y contestó─Tengo un montón de demonios dentro de mi, eso definitivamente no es normal.
─Lo es para mi.
─Jungkook...
─Es tu mundo Taehyung, yo entré a él el día en el que pisé esta casa. Desde ese momento tu mundo se volvió el mio y eso lo hizo normal para mi.
─Pero...
─Tae─Le llamó, haciendole conectar sus miradas nuevamente─Solo, solo déjame amarte ¿Si?─Para ese momento, el llanto del mayor ya había relucido a los ojos de Jungkook, quien sin separarse ni un milímetro del contrario llevó una de sus manos hasta las bonitas mejillas de su mayor y las acarició haciendo desaparecer toda gotita de lagrima e inseguridad─Déjame amarte a ti y a todos tus demonios...
─E-entonces...─Hipó─¿Estás seguro de querer amar a más de 5 personalidades distintas?
Jungkook negó.
─No estoy seguro, porque en realidad ya lo estoy haciendo. Ya las estoy amando Tae, por que todas esas personalidades son tú...─Señaló, en ningún momento desviando su mirada de los ojos de su mayor─Te amo hyung.
Y sucedió. Sin esperar más, Jungkook juntó sus labios con aquellos de su mayor, el mundo deteniéndose al instante en el cual este lo recibió. Si, olvidando cualquier temor, olvidando cualquier angustia, Tae correspondió cerrando sus ojos y dejándose llevar por la suavidad y placer que le otorgaba el sentir los pequeños labios de Jungkook sobre los de él. Porque era magia, todas las mariposas que el menor despertaba en su interior, era la mismísima magia transformada en amor.
Con suaves movimientos y con sus frágiles labios temblando, el menor de ambos disfrutó de cada segundo en el que sentía la dulzura de Taehyung embriagar su ser, acariciar su alma y llenar su corazón. Porque sentir la calidez del aliento de su mayor profanar su piel, le hacía vibrar cada parte de su cuerpo, le hacía sentir que no había mejor lugar en donde estar que no fuera ahí, cerca de él, cerca de su calor, cerca de sus labios.
Porque en ese momento no existía nadie más, solo el zoológico dentro de sus estómagos, el latir de sus corazones, la ráfaga de sus respiraciones, y ellos dos, demostrando en cada beso que a pesar de cualquier problema, cualquier adversidad, cualquier recuerdo o cualquier situación presentada en algún futuro, no se dejarían caer, ni hundir, pues a partir de ese momento todo cambiaría para bien, o al menos eso querían creer.
Al menos eso es lo que iban a creer.
Morí
Sépanlo que al igual que Tae, a mi también me latió fuerte el corazón al escribir la declaración de Jungkook, Por fin woe :'''D
*
Aquellas personitas que preguntan por Dak... :c please, calma, todo es a su tiempo. Dak tiene un papel en esta historia, un motivo y por su puesto un fin... así que esperen pacientemente por su aparición y no lo exigían ahora, pues como dije en el apartado anterior, la mayoría de esta historia ya esta estructurada...
Espero en verdad lo puedan entender, si es así, prometo darles algún especial de este personaje (al fin y al cabo, ya esta contemplado :D)
*
De una vez les digo que el siguiente capitulo es una montaña rusa. Será JinSu, y se aclarará aquello que tienen estos dos. Aparte de que es más largo de lo normal.
*
Muchas grax por todo mis bellxsy plox, no olviden votar y comentar :3
ILY
❤
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