(No al spoiler)

⊰✩⊱

Su respiración era pesada, todo ambiente a su alrededor era oscuro. Su cabeza dolía, ardía, le mareaba; ¿Los músculos de su cuerpo? ninguno respondía. Quería huir, su corazón palpitando con intensidad le decía eso,  que debería huir, que debía salir corriendo sin mirar atrás, pero había algo o más bien alguien que le detenía, alguien que no cedía.

Jungkook abrió sus ojos, su frente sudada y su respiración acelerada le hacía saber que todo había sido un sueño. Ese mismo maldito sueño.

Cerró los ojos y suspiró profundamente, recalcando a su mente que no había nada de qué preocupar.

Los últimos días habían sido buenos debido a que la personalidad con nombre Dong Jun no había vuelto a salir, pero la mente del menor parecía no entenderlo, pues siempre que llegaba la hora de dormir, encerrarse en su cuarto y meterse a la cama, aquellas repetidas pesadillas le volvían a atacar.

Era como un trauma, si, definitivamente su mente había desarrollado un trauma después del primer contacto con aquella tenebrosa personalidad. Su mente le estaba haciendo una mala jugada, era como si esta misma le dijera, que debería huir, que debía salir corriendo sin mirar atrás, pero él siempre miraba atrás y cuando lo hacía, el brillo peculiar de Taemin, la  bonita actitud de Baek, la tristeza hiriente de Mina pero sobre todo, los profundos ojos  llenos de temor de Taehyung, le detenían.

Era como querer huir pero a la vez querer quedarse ahí. Era algo muy estúpido e ilógico.

Incorporó su cuerpo sentándose a orillas de la cama y estirándose en el proceso antes de ponerse de pie para caminar hasta el cuarto de baño.

Eran las cinco y cuarto de la mañana así que no le vio caso el volverse a dormir, mejor se levantó y alistó para salir de casa temprano y llegar a la universidad.

— ¡Kook!

—¡Hyung!

Jungkook se acercó al que le habló nada más puso un pie en el campus.

─Buenos días Hobi Hyung.

—Hola Jungookie─Le sonrió y yendo directamente a su más grande preocupación, preguntó─ ¿Has visto a Jiminie?

— ¿Jimin? Uhm no.

—Ah...

La expresión alegre de Hoseok cambió instantáneamente al escuchar aquello.

— ¿Pasa algo hyung?

—Pues, se supone que ensayaríamos el fin de semana en un pequeño local que rentamos, pero él nunca llegó a la hora acordada. Le llamé y no contesto mis llamadas incluso cuando lo fui a buscar a su casa... él nunca salió—Terminó formando un puchero inconsciente.

—Tal vez este... oh mira ¡Allá va!

Jungkook señaló una cabellera rubia que iba entrando a la cafetería y antes de que pudiera darse cuenta, Hoseok ya se encontraba corriendo hasta allá.

—¡Jimin-ah!

Ambos chicos se sentaron en la mesa donde el cacheton había tomado asiento.

—Chicos...

Jimin les saludo fugazmente, y restandole importancia a su presencia se dedicó a comer su desayuno sin decir nada más.

—Jiminnie... ¿Sucede algo?

El rubio negó rotundamente la pregunta de su mayor mientras luchaba por no levantar la mirada y dejar reluciendo el resultado que habían dejado las lágrimas la noche anterior.

—¿E-estas seguro? N-no luces bien...

—Eso...

El chico de carita de bebé, abultó ligeramente su labio inferior mientras llevaba ambas manos a su rostro para poder cubrirlo.

—M-minnie...

—E-él—Sollozó—Él no regresó hyung. Mi pequeño Hee-nie no regresó...

Y fue ahí que el pelinaranja entendió el porqué la actitud de su amigo, un halo de decepción cruzando por sus ojos al percatarse de que Jimin, en efecto, le tenía un gran cariño a ese niño.

—Jimin-ah──Murmuró, intentando tomar una de las pequeñas manitas que presionaban el rostro del rubio─ ¿Tiene sentido que te pongas así solo por él?

—T-tu...─Jimin movió sus manos antes de que el mayor pudiera si quiera tocarlo y la mirada con la que fulminó al contrario fue de entera indignación─ ¿Acaso sabes lo que él significa para mi?─Hoseok notó el ligero enfado de su amigo y entre abrió la boca sin saber exactamente que decir─¡Él significa mucho para mi, Hoseok!

—¡Jimin, llevabas conociéndolo apenas una semana!

Jimin lo miró con el ceño fruncido y completamente ofendido, corrigió.

—¡Mentira! En el pasado él siempre venía a mi casa

—Aun así eso no se compara el tiempo que yo llevo conociéndote, apoyándote y estando siempre para ti...─La voz de Hoseok sonaba golpeada,  herida─ ¿Acaso ese mocoso es más importante para ti que yo?

—Tu jamás lo entenderías Hoseok─Negó Jimin, Jungkook viendo en silencio la discusión que estaban teniendo sus amigos, siendo imposible para él poder entender─Hee-nie, él... ¡Él necesita ayuda! Él necesita de mi.

—¡Pues yo también necesito de ti!─Vociferó el mayor, sus orbes humedeciendo al decir lo siguiente─ ¿Que acaso no lo ves?─Lo miró directamente a los ojos, suplicando para que viera más allá de estos y pudiera descubrir muchas cosas, pero para Jimin, aquella mirada y actitud caprichosa, solo significaba una cosa...

—Lo dices por la estúpida presentación ¿Cierto?

El tono de voz que utilizó Jimin, su mirada fría y el coraje desbordando su ser destrozó el corazón de Hoseok, quien luchaba internamente por no dejarse quebrar.

—Jimin....

—Discúlpame pero para mí él es más importante que esa jodida presentación─Cortó y el pelinaranja se quedo sin palabras.

—¿E-estas hablando en serio?

—¿Acaso tengo cara de estar jugando?

—¿Entonces tú no vas a...?

—No Hoseok─Soltó ignorando por completo como el labio inferior de su mayor tembló ante esas simples palabras─No participaré. No estoy en lo más mínimo interesado en ser tu compañero de baile y mucho menos que me pongan una etiqueta en esa estúpida presentación. Tengo mejores cosas que hacer...

—Pero Park...—Hoseok tomó la mano de su amigo cuando lo vio levantarse pero este la alejó rápidamente y vociferó.

—¡Déjame! tu no lo entiendes. Si él desapareció solo significa una cosa... Su estúpido padrastro lo volvió a joder y yo no me quedaré con los brazos cruzados. ¡Lo buscaré!

Dicho esto, el de cabellos claros se levantó bruscamente colocando su mochila en sus hombros para después salir con gran velocidad hacia la salida, dejando a un preocupado Jungkook y a un desecho Hoseok.

⊰✩⊱

06:45 am y el timbre de la puerta principal, se escuchó.

—H-hola ma...

— ¡Oh Taemin-nie, llegaste!

Algo extraño había estado sucediendo. Una secuencia de alteraciones anormales, las cuales consistían en la aparición repetida de dos personalidades en 24 horas.

Woo Dak Ho y Kim Tae Min habían conseguido el protagonismo del cuerpo los últimos tres días del fin de semana, si, ambos. Mientras uno salía por el día el otro lo hacía por la noche, tal y como Fiona se encargaba de ser bella con la luz del día y un feo ogro cuando se ocultaba el sol.

Aquello, jamás había sucedido. Normalmente cuando una personalidad tomaba el control del cuerpo, lo hacía por más de 5 días, semanas e incluso hasta meses. Sin embargo las reacciones últimamente se habían visto aceleradas hasta el punto de cambiar de alter en solo cuestión de horas, algo digno de señalar preocupante.

¿Acaso aquellas reacciones se debían también a la llegada de Jeon Jungkook a casa?

Si bien el doctor Park tenía tanto trabajo los últimos días, se encargó de hacer todo a un lado cuando puso como prioridad el extraño caso de Kim Taehyung.

La investigación consistía en sesiones (pláticas) con las personalidades, sin embargo gracias a la indisposición y ausencia de Dak Ho, el hombre solo había obtenido información irrelevante de parte de Tae Min, información como que cuando el chico de personalidad similar a la de Taehyung, despertaba, lo hacía en cuartos de hoteles viejos, con dos chicas a su alrededor, dando por hecho que aquello había sido obra de Dak.

Así que esa mañana del lunes, al igual que las tres mañanas anteriores, Taemin había llegado a casa después de pasar una noche de fiesta y sexo siendo Dakho.

— ¿Te duele mucho la cabeza? Te preparé sopa de resaca...

El peligris sonrió y con la ayuda de su madre caminó a pasos lentos hasta el pequeño comedor de la cocina.

Se sentía de la mierda, pues aún no había encontrado la manera de sobrellevar aquel insoportable resultado causados por las acciones de Dak la noche anterior.

¡El alcohol era mucho para él!

En un gran suspiro, y con sus ojos casi cerrándose por el cansancio, Taemin tomó asiento en una de las sillas y con la ayuda de una cuchara comenzó a sorber el líquido de la sopa calientita que su madre había preparado para él.

— ¡TaeMin-nie estás aquí!—Seok Jin apareció en la cocina con una gran sonrisa decorando su rostro y una mochila en sus hombros— ¿Resaca involuntaria otra vez?

El peliplata asintió apenas e intentó sonreír cuando su hermano le acarició los cabellos.

— ¿Ya te vas a la escuela, cariño?

—Yep, ¿Y Jungkook?

—Hoy salió más temprano de lo normal.

—Ya veo

Jin tomó asiento y rápidamente comenzó a comer su desayuno, el cual consistía en un jugo verde y cóctel de frutas con granola.

—Es tu primer día de clases... ¿Cierto hyung?

—Así es Minie, retomare la carrera que dejé pendiente en el extranjero.

Solo bastaron 5 minutos para que el mayor terminara sus alimentos y se pusiera de pie dispuesto a salir.

—Ten, llévate el auto—dijo su madre, al mismo tiempo en que le entregaba unas llaves.

—Mamá...

—Hijo, hoy no tengo turno en el trabajo y solo ocuparé el auto para ir al súper, pero eso es hasta la tarde. Así que ahora lo puedes usar.

—De acuerdo... prometo llevarte al súper cuando llegue.

Era un trato. Después de dar la bendición a su hijo, la mujer sonrió cuando éste se acercó a ella y plantó un fugaz beso en su frente.

—Nos vemos en la tarde mamá, nos vemos TaeMinie...

— ¡Suerte en tu primer día de clases, hyung!—Chilló Taemin cuando su mayor salió rumbo a la cochera.

El pelinegro, estudiante de ingeniería civil, echó el auto familiar andar y encendiendo el aparato de sonido, se deleitó y cantó junto a la perfecta voz de Sam Smith.

Después de unos minutos conduciendo, llegó al campus de ingeniería, ese que se encontraba un poco más lejos que donde impartía las clases Jungkook. Bajó del auto y con un perfecto porte y su auténtica manera tan elegante y llamativa de vestir, se dispuso a caminar al interior del edificio.

Era tan gratificante para él volver a aquella escuela.

Luego de que sus primeras clases pasaran como bala, donde solo escuchaba los divertidos chistes de su antiguo profesor de cálculo, el mayor se levantó tomando su mochila cuando tocó la campana del cambio de hora y salió para adentrarse a los pasillos e ir a su siguiente salon.

— ¡Jinie!

Unos delgados bracitos se aferraron a su cintura por detrás y no tuvo que ser adivino para saber de quién se trataba.

Con la misma alegría que le había estado invadiendo en la mañana, el chico saludó a su amiga y ambos se dirigieron a la cafetería de la facultad para almorzar.

— ¿Y bien? ¿Qué tal tus primeras clases?

—Excelente─Vociferó dando un sorbo a su bebida─El maestro Shin no ha cambiado nada, sigue siendo igual de divertido. Me contagió su buen humor.

La de cabellos castaños sonrió contagiándose de la alegría de su amigo y repitiendo la acción de este, dio un gran sorbo a su juguito de naranja para después comenzar a picar con los palillos, la ensalada que había llevado consigo.

Un par de minutos después de completo, pero nada incomodo silencio, donde se encargaron de comer sus respectivos alimentos, Jisoo habló.

—Oye a propósito ¿Me puedes explicar porque te fuiste ayer de la fiesta?

Repentinamente, la alegría que había estado invadiendo al azabache se esfumó al recordar lo ocurrido la noche anterior en la fiesta.

—Jisoo, no es nada relevante, te dije que me sentía mal.

—Si ajá.

El pelinegro miró a su amiga con el ceño fruncido, mientras está levantaba una ceja al mismo tiempo que rodaba los ojos.

—Seok Jin a mi no me tienes que mentir. Te conozco demasiado bien—Señaló inclinando su cuerpo hacia él—Aparte, yo sé porque te fuiste...

— ¿A si?

—Sí, y de una vez te digo que no sé quien lo invitó

— ¿No sabes quién lo invitó? Jisoo─Repentinamente, el emparedado que se había estado comiendo le sentó mal─ ¿Quién mas pudo haber sido, si no es que alguno de ustedes?

—Oye, Woo sung invitó a todas las ingenierías, pero como sabes, él suspendió sus estudios cuando te fuiste al extranjero...

— ¿Si? ¿Y qué me dices de su hermano? ¿El también suspendió?

La castaña se quedó muda al escuchar aquello, bien puede que ella y sus amigos hayan olvidado ese pequeño detalle.

—No...—Respondió volviendo a recargar su cuerpo en el respaldo de su silla.

—Ahí está... invitaron al idiota de su hermano y él lo llevó.

—Seok Jin nosotros no...

—Ya Jisoo─Suspiró, intentando tranquilizarse. No tenía porque enojarse con su amiga, Jisoo no tenía la culpa de su desgracia en la vida─Cuando regresé aquí lo menos que quería era encontrarme con él...─Continuó sonando mucho más relajado─Pero también sabía que aquello era imposible, pues tenemos compañeros e incluso amigos en común, aparte de que vivimos en la misma jodida cuadra...

El mayor soltó un suspiro lleno de estrés y repitió la acción de su amiga, recargándose en el respaldo.

—Espero que recuerdes lo que me dijiste hace 22 meses antes de irte...

SeokJin la miró y asintió.

—Dije que lo superaría─Recordó─Y créeme que lo hice, o bueno, al menos eso pensé hasta que...─Cerró los ojos y negó─Hasta que lo vi en esa maldita fiesta anoche.

─¿Tan malo fue?

─Fue horrible, de hecho─Respondió abriendo de nueva cuenta los ojos y posandolos en aquellos dulces pertenecientes a la chica, que lo miraban─El muro que había construido en el extranjero para ya no sentir algo por él, se derrumbó. Él se encargó de derribarlo, se encargó de traspasarlo con esas jodidas miradas. ¿Y adivina qué? Estoy volviendo a caer.

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Todo en esta historia es un dilema :D

La situación de Tae, la de Jimin y la de Seok Jin, conforme pasen los caps, se aclarará ^^ solo que aveces me gusta hacer drama y lios en sus pequeñas cabecitas. Amenme y los amaré

Nos leemos<3

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24/02/2020: e.e

Grax por todo❤

Lxs TQM :'D