(No al spoiler)

⊰✩⊱

Silencio, el sonido de las manecillas del reloj era lo único que Jungkook podía apreciar.

Era domingo, el día siguiente después de la charla con el que decía ser el psiquiatra de Kim Taehyung, y Jungkook había despertado muy temprano gracias a su bendito (notese el sarcasmo) reloj biológico que había desarrollado gracias al inicio de clases en la universidad.

Eran las 8 am justamente, cuando el menor tuvo que salir de su cama al escuchar unos ruidos en la planta baja que indicaban actividad, tal vez por parte del mayor de los Kim.

─Hyung...

Llamó una vez que bajó las escaleras y se encontró al mayor de cabellos azabaches saliendo de la cocina.

─Kook, despertaste─Señaló dirigiendo sus pasos hacia la puerta de entrada─Hice huevos revueltos, están en un recipiente en la estufa.

─¿Vas a algún lado?

─Hum si, ¿Recuerdas que doctor Park dijo que necesitaba hablar con mi madre lo antes posible?─Cuestionó y viendo un ligero asentimiento en el menor, continuó─Bueno, me acaba de mandar un mensaje diciendo que estará en su consultorio todo el día de hoy. El turno de mamá acaba en media hora, así que la esperaré en el hospital para después llevarla con él.

─Oh, ya veo...

─Mina ya despertó, llevé comida a su habitación─Señaló─¿Podrías solo vigilarla de vez en cuando para que no haga nada extraño? prometo no tardarme.

El castaño asintió sin dudar y después de recibir un sincero agradecimiento por parte de su mayor, lo vio salir

Mina ya despertó.

Jungkook suspiró, no sabiendo el porqué exactamente sus pies se encontraban llevándolo al segundo piso, a la habitación de la menor para ser más exactos. Volvió a suspirar una vez más para después llamar a la puerta de madera, como siempre, sin obtener respuesta.

─¿Mina?

Llamó, girando la perilla de metal y abriendo la puerta ligeramente. Una vez que tuvo una pequeña vista del interior pudo deslumbrar una cabellera grisácea postrada justo en frente de aquel blanco peinador, ese que se encontraba en el pequeño espacio perteneciente a Mina.

─¿Mina...?─Volvió a murmurar entrando por completo y logrando que la menor lo viera por a través del espejo

─J-Jungkook oppa─Susurró Mina girando su cuerpo hacia él, aunque bajando la mirada para evitar que esta se cruzará con la del contrario.

La chica vestía una pijama blanca, sus grises cabellos siendo adornados con aquel broche floral tan característico de su femenina personalidad.

─¿Estas bien? ¿Ya almorzaste?─Preguntó obteniendo solo un pequeño asentimiento por parte de la contraria.

─Ujum.

─Eso me tranquiliza─dijo sinceramente el chico, inclinando la cabeza para poder apreciar el ligero color rojizo que había pintado las mejillas de la menor─Mina...

─Jungkook oppa─Sin voltearlo a ver, la menor volvió a girar su cuerpo hacia su espacio de la habitación y de la blanca repisa tomó eso que abrazaba por las noches para no sentir temor.

Presionó sobre su pecho su blanco y viejo conejito de felpa mientras volteaba, de nueva cuenta, hacia donde se encontraba el castaño.

─Jungkook oppa debe de tener cuidado─Susurró, su frágil cuerpecito comenzando a temblar─Jungkook oppa no debe de permitir que le hagan daño

─Mina...

Pero antes de que otra cosa pudiera suceder, la mencionada extendió hacia él aquello que cargaban sus manos, levantó la mirada y dejó relucir sus bonitos, profundos y brillantes ojos (debido a las lágrimas) al campo de visión de Jungkook.

─T-toma─Murmuró, volviendo a bajar su mirada y abultando ligeramente su labio inferior─J-Jungkook oppa debe tener cuidado─Sollozó y cuando sintió que el chico tomó su conejito de felpa corrió hacia su cama y como ya era su costumbre, se metió debajo de las cobijas, sumiéndose a la vez en un silencioso llanto.

─Mina─Jungkook fue hacia ella y sentándose en una esquina de la cama la comenzó a acariciar por sobre las sabanas─Hey mírame ¿Si? por favor, hablemos. Déjame conocerte, déjame saber que es lo que te esta lastimando. Déjame saber que es a lo que le temes...

Pero las respuestas por parte de la menor jamás se hicieron presentes, incluso después de 5 minutos, cuando Jungkook se percató que había dejado de sollozar.

─Minnie...─Le llamó en un susurró sin querer perturbarla.

Tomó los bordes de la cobija y muy lentamente comenzó a descobijar a su menor.

─Hey...─Pero cuando aquel rostro de porcelana bañado en lágrimas apareció ante la vista de Kook, este pudo darse cuenta que la menor se había quedado profundamente dormida, o eso creyó hasta que después de un par de segundos aquellos profundos orbes se abrieron, dejando ver un brillo peculiar y haciéndole sentir una sensación bastante diferente.

─¿E-un M-Mina?

─Uhm...

Oh no.

⊰✩⊱

─¿U-una nueva pe-personalidad?─Murmuró la mujer con falta de aire mientras se aferraba inútilmente al amarre de su hijo mayor.

─Así es señora Kim, esa es la conclusión a la cual llegué.

─P-pero, ¿Eso tiene sentido?─Cuestionó incrédula, no pudiendo creer aquellas palabras.

─Mamá...─Seok Jin soltó las manos de su madre y después la tomó por los hombros, para así ayudarla a tomar asiento nuevamente─Solo deja que el doctor Park termine la explicación.

La mujer asintió con la mirada totalmente en blanco. Su mente en un fuerte shock por aquella información. Ella no quería que aquello fuese verdad, ella no creía poder lidiar con una nueva personalidad.

─Verá señora Kim, el día de ayer estuve platicando con Jeon Jungkook y él me contó varias peculiaridades que confirman a la perfección esta teoría─dijo posando después su mirada en el hijo mayor de la pelirroja─Aparte de alguna información extra que me brindó Seok Jin...

La mujer dirigió la mirada hacia su hijo quien aún mantenía sus manos en sus hombros. Sin dudarlo acarició el dorso de una de sus manos y miró nuevamente al doctor, dando un leve asentimiento que le permitió continuar.

El hombre de bata blanca, dijo todo acerca de la plática realizada el día de ayer con Jeon. Explicó cada detalle escrito en su cuaderno sin omitir absolutamente nada.

Seok Jin se unió a la conversación, justo cuando el psiquiatra le pidió que explicara a su madre la plática que había tenido con la personalidad femenina a solas, dejando a su madre impactada justo cuando terminó de hablar.

─ ¿Él-él?─Preguntó Young Mi con temor aludiendo a aquel ser con el que su Seok Jin se había referido.

─Pudimos adivinar que cuando Mina habla de "él" se refiere a alguien nuevo, una nueva presencia─Explicó el hombre─Por esa razón podemos asegurar que hay un quinto alter ego.

La señora Kim no logró evitar soltar un sollozo lleno de angustia al percatarse lo delicada que era aquella situación. Sus manos temblaron cuando tuvo que llevarlas a su rostro, para poder esconder las lágrimas que no pudo retener más.

─ E-entonces, eso quiere decir que...─Hipó─ ¿E-están diciendo que mi niño tiene a un pervertido dentro de él?

─La palabra pervertido es...─ ¿algo intensa?─La descripción perfecta para referirnos al nuevo alter...─Terminó el doctor al no encontrar mejor adjetivo que describiera a aquel desconocido.

Después de unos cuantos seguidos de poder procesar la nueva información, Young Mi, con la ayuda de las caricias de su hijo, controló su llanto y suspiró reiteradas veces con el único fin de calmar su corazón.

─¿S-se sabe algo más?─Fue todo lo que logró preguntar al doctor.

─Lo demás, solo son teorías.

─¿P-podría decírmelas?

El hombre asintió y dio vuelta a la hoja de su cuaderno.

─Según la primera teoría... este nuevo alter ego apareció por los días en los que Jungkook se comenzó a quedar en su hogar. Algo que me lleva a la siguiente, la cual... puede ser la respuesta a muchas cosas─La mujer se quedó en expectativa y el hombre continuó─Tal vez la causa de esta repentina aparición sea la llegada de Jeon...

─¿Q-qué...? ¿D-de qué habla?

─Lo que digo es que existe la posibilidad de que la presencia de Jeon Jungkook en su hogar, sea la causa de alteraciones en la mente de Taehyung.

─¿M-mi huésped provoca que la mente de mi Taehyung se altere?

─Uhm, por lo que sabemos...─Vaciló ─Algo así.

─ ¿Y entonces?─Soltó la mujer aún hipando─ ¿Qué debería hacer? ¿Debería echar a Jungkook de mi casa por despertar deseos sexuales en mi hijo?

─No, no, no...─Se apresuró a decir el Dr. Park─Claro que no, lo que le intento decir es todo lo contrario.

La mujer alargó un suspiro y puso de todas sus fuerzas para no desesperar. Tenía que aguantar todo esto, ser fuerte y no tener miedo. De todos modos, estaban hablando de su Taehyung.

Al cabo de 20 minutos más de charla, la señora Kim salió de aquel consultorio con una chispa de esperanza intentando mantenerse en sus ojos, sin embargo, era más el miedo el que le ganaba a su estado de ánimo.

─ ¿El estará bien?─Cuestionó sin pensar una vez que subió al auto.

─Mamá, el doctor Park sabe lo que hace. Debemos confiar en él...

El resto del camino a casa fue silencioso.

La mujer moría de ganas por platicar y poner al día a su hijo mayor. Deseaba que le contara acerca de su estadía en el extranjero y también necesitaba la razón exacta por la cual regresó, no porque no lo quisiera ahí, al contrario, solo para ya no dejarlo ir otra vez. Sin embargo, su humor no era el más indicado en ese momento, pues sus pensamientos estaban en aquel jovencito de cabellos grises y varias personalidades, al cual llamaba "hijo"

─Lo lamento cariño...─Susurró─Lamento no estar celebrando tu regreso.

─Mamá ¿Qué cosas dices?─El joven la miró justo cuando se detuvo por una luz roja─Tú no tienes por qué lamentar nada. Yo entiendo tus angustias, así que no te disculpes por favor.

─Pero, apuesto a que incluso te tomó de sorpresa todo esto, Jungkook en casa, los cambios de Tae, tu padre en el extranjero...

─Mamá, no te preocupes, ya habrá tiempo para hablar de todo eso con más calma─Habló en tono insistente, mientras ponía el auto en marcha nuevamente─ Por lo pronto necesito que cuando lleguemos a casa, dejes a tu mente descansar ¿De acuerdo?

La mujer asintió apenas, no estando muy de acuerdo pues lo único en lo que pensaba su mente era en llegar y abrazar muy fuerte el cuerpo de su Tae, independientemente de quien se encontrara en él, sin embargo, aquella tranquilidad que llevaba rato buscando se esfumó cuando todos sus sentidos se alarmaron al dar vuelta a la calle que los llevaría a casa y ver a un Jungkook descalzo en medio de la calle mirando alrededor completamente exaltado.

Seok Jin frenó de golpe quedando justo frente al menor quien se veía, estaba a punto de llorar. Bajó y junto a su madre se acercaron rápidamente al chico de cabellos dorados.

─ ¡Jungkook!

─O-oh h-hyung...

─ ¿Pasa algo?─Preguntó la mujer, su mirada yendo desde el menor hasta su casa─Jungkook─Insistió al ver que este no respondía, al contrario, sus ojos comenzando a desesperar y dejando relucir pequeñas lágrimas.

─Y-yo... intenté detenerlo... l-lo juro─Habló rápido gracias a los temblores que irradiaba su cuerpo─P-pero él n-no... y luego empezó a brincar y a correr por toda la casa hasta que salió y-y no lo pude detenerlo y-yo...

─Hey, hey Kook ─El mayor lo interrumpió posicionando ambas manos en los hombros del /enor para calmarlo─ A ver, respira... ¿Puedes hablar despacio y con más claridad?─Con su labio inferior queriendo temblar, él castaño asintió─ Muy bien... ahora ¿Qué pasó?

-Tae... digo, ¡Cho Baek Hee, escapó!

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09/02/2020:

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ILY