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NOTA:
Antes quisiera aclarar que las veces que salga EUN MINA (La personalidad femenina) por obvias razones narraré como si Taehyung fuera una chica, ósea con características femeninas. Ya verán de lo que hablo xd
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(No al spoiler)
⊰✩⊱
La fuerte tensión, impotencia y desagrado fue lo que originó tal momento que se llevaba a cabo en el interior del homestay, Jungkook siendo testigo de la fuerte pelea de palabras en la cual participaba la personalidad secundaria junto con la señora Kim.
— ¡¿Acaso eres un inconsciente?!—Gruñó la mujer completamente superada— ¡Me costaste una fianza de 10,000 dólares solo para que no te arrastrarán a aquel lugar! ¡¿Qué acaso tu no...?!
— ¡Cállate, mierda!
— ¡HYUNG!...
— ¡Tu también cállate mocoso!—Se dirigió al castaño que le había gritado— ¡Tu no cabes en este lugar, así que no te metas!—Jungkook calló ante la mirada intimidante de su mayor —Y tú—Ahora posó su mirada en la mujer que decía ser su madre—...bien pudiste haberme dejado en ese lugar ¡pero noo! se que no podrías dejar ahí a tu estúpido hij...
Una bofetada en su mejilla derecha lo hizo callar.
— ¡Ya me canse de ti!—Expresó la mujer— ¡Ya no puedo más contigo! ¡Lárgate a tu habitación! ¡AHORA!
La señora Kim esperó por una respuesta negativa de aquel joven. Esperó a que Dak carcajeara y la retara con frialdad o que la mirara con aversión para después salir azotando la puerta, tal como siempre lo hacía. Sin embargo, lo que nunca esperó la pelirroja fue ver la mirada dolida del peliplata quien bufó lleno de impotencia para después, sin decir nada más, encaminar sus pasos hacia las escaleras, haciendo caso a la mujer.
—Solo ten en mente que no me golpeaste a mi... si no a él...—dijo antes de subir.
El castaño y la mujer pudieron escuchar unos fuertes pasos en el segundo piso y una puerta ser estrellada al final. Ocurrido aquello Young Mi no pudo evitar quebrarse, lamentarse.
Su cuerpo se tambaleó y cayó sentada en el sillón de la estancia, para después llevar ambas manos a su rostro y comenzar a sollozar. Y es que, tal y como le había dicho al de cabellos grises, ya no podía...
─Señora Kim─ El menor se acercó, posando tímidamente la palma de su mano en uno de aquellos hombros temblorosos.
—Y-ya no se qué hacer Jungkook—Confesó en voz quebrada—Y-ya no se qué hacer con él.
—No diga eso, señora Kim... claro que sabe—dijo sentándose a su lado—Solo, solo necesita aclarar su mente. Necesita descansar.
La mujer negó limpiando las lágrimas que sin vergüenza se habían atrevido a salir y sintiéndose realmente tonta por comportarse como una infante frente al menor. Se suponía que tenía que ser fuerte. Se suponía que desde que Taehyung llegó a su casa, ella tenía que aguantar hasta las peores tormentas. Tenía que soportar todo por él.
─Siempre es lo mismo─ Susurró, mirando lejanamente hacia la alfombra─ Siempre es lo mismo con Dak─ Jungkook la escuchaba sentado a su lado y regalando suaves toques en su hombro con toda la intención de calmarla─ ¿Sabes cuantas veces he intentado hablar con él?... Muchas─ Se respondió a ella misma, riendo por tal acción─ Pero él jamás me escucha. Es como si en verdad me odiara y eso...─detuvo sus palabras para presionar fuertemente sus labios, aguantando la salida de otro sollozo─ Eso me duele tanto.
Jungkook se mantenía en silencio, solo escuchando de cerca aquellos lamentos.
─Yo lo amo, Jungkook─ Continuó la mujer, desahogándose, aunque haciendo al menor fruncir el ceño ante tal confesión─ Amo a Dak al igual que a cualquier otra personalidad.
─Pero, ¿En verdad ama a Dak? ¿Aun cuando él la trata como la trata?
─Kookie, el no es así. Él solo finge ser fuerte, matón e insensible, cuando en realidad es todo lo contrario. Por lo que cargan sus recuerdos, él es incluso más débil que Mina─ Lo ultimo lo dijo soltando un suspiro, un suspiro que llevó a las siguientes palabras─ Por esa razón ya no se qué hacer. Tengo miedo de que la ambición de querer vivir le gane y quiera arrebatarme la vida de mi Tae.
─Eso no pasará─ Le aseguró el menor, su tono de voz destellando convicción─ Yo... yo intentaré hablar con él. Intentaré a-acercarme y... y ganarme su confianza. Intentaré descubrir qué es lo que guarda la profundidad de su alma.
La mujer sonrió, girando a ver a su huésped para toparse con sus ojitos llenos de temor pero mezclado con valentía.
—Gracias Kookie...
El mencionado negó, sonriéndole a la mujer a la vez que se ponía de pie.
—No tiene por qué darlas, usted ha hecho lo suficiente por mí. Yo soy el que debería de dar las gracias... ¿Gusta que le prepare un poco de té?—La mujer asintió aun sonriendo enternecida.
—Te lo agradecería...
Escuchado eso, el de cabellos castaños dirigió sus pasos a toda velocidad hacia la cocina. Hirvió un poco de agua y del gabinete alto sacó una cajita, la cual estaba llena de sobrecitos de té.
—Aquí tiene...—Le entregó la taza a la mujer una vez que entró a la estancia.
—Gracias cariño—Agradeció, para después llevar a sus labios el líquido tibio.
No pasaron más de 30 segundos, cuando repentinamente, un sonido similar a cristales rompiéndose, se escuchó en el segundo piso y ambos, tanto la pelirroja como el menor, se alarmaron.
— ¡Taehyung...!─Chilló la mujer, poniéndose de pie para ir al encuentro de su hijo, aunque siendo rápidamente detenida por el chico.
—No... Aún puede ser Dak—Señaló y la mujer juró sentir un escalofrío en su columna vertebral al escuchar aquel nombre, pues a pesar de que lo amaba, el sentimiento de miedo hacia él por no poder controlarlo, aún permanecía—D-déjeme a mí... y-yo iré...—dijo no muy convencido de sus palabras.
La mujer asintió y después de escuchar otros cristales estrellándose contra el segundo piso, el menor se echó a correr hacia el origen de aquel alboroto.
Para su buena suerte, la puerta no tenía el pestillo, a lo que agradeció, sin embargo lo siguiente que vio lo aterró.
— ¡Hyung, noo!—Gritó lanzándose hacia el peliplata que estaba a nada de cortar su muñeca derecha con un pedazo de cristal.
Ambos chicos cayeron, Jungkook golpeando primero el suelo, soltando un pequeño, pero doloroso quejido al sentir el cuerpo de diferentes personalidades cayendo sobre él.
Un pequeño ardor y un zumbido sacudiendo su cabeza debido al golpe que se dio en esta, el castaño aun con el cuerpo sobre él, intentó incorporarse, llevando ambas manos para presionar su frente una vez que estas quedaron libres y dejando sus molestos ojos en la persona frente a él, regañó.
─ ¡¿Qué carajo intentabas hacer?! ¿Acaso te querías mat...?─Pero detuvo su cuestionamiento, cuando el contrario sin decir nada, bajó la mirada soltando pequeños sollozos mientras un pronunciado puchero se formaba en sus labios.
Jungkook frunció el ceño ante el repentino comportamiento.
Esperen, ¿Aquella personalidad seguía siendo...?
— ¿D-Dak...?
La presencia frente a él no se movió, solo mantuvo la mirada hacia abajo y comenzó a lagrimear.
—M-mi m-mamá m-me g-golpeó...—Susurró con gran sentimiento acumulado en su pecho—Y-yo... ya no quiero vivir...—Dramatizó, intensificando su llanto.
—Espera ¡¿Qué?!—Oh por dios... Sus ojos se abrieron de par en par, separándose un poco del de cabellos ceniza y ladeando la cabeza debido al asombro— ¿M-Mi—Na?
La, ahora, presencia femenina ni siquiera asintió, solo llevó sus manos hasta su rostro y sollozó aún más fuerte al escuchar la pronunciación de su nombre.
Bien, ahora... ¿Qué hacer en un momento como este, Jungkook?
El castaño acercó lentamente sus manos al cuerpo que se encontraba completamente roto en llanto y con toda la intención de levantar el rostro contrario, posó su mano derecha en su barbilla e intentó levantarla suavemente, pero Eun Mina se negó.
—H-hey... vamos—Murmuró—Tranquila p-pequeña...puedes dejar de llorar.
Al no ver respuesta alguna, Jungkook se acercó a ella y en contra de su voluntad, la tomó en un suave, cálido y protector abrazo. La de cabellos grises se paralizó por un segundo, pero aceptó aquel reconfortante apapacho.
Sintiendo los temblores del cuerpo contrario, Jungkook, no tardó en llevar una de sus manos hacia aquellos cabellitos grisáceos y acariciarlos de una forma tan suave pero tan suave, como para hacerle tranquilizar.
La peligris, al sentir los repentinos toques y los brazos del chico rodeándole, no pudo evitar llenar su corazón y alma de pura tranquilidad. Se sentía protegida, tal como se sentía cuando estaba en los brazos de su hermano mayor. Como si aunque el mundo se acabara, ella seguiría ahí, siendo escudada y resguardada por el calor de aquellos brazos pertenecientes al chico de hebras cafés. Aquel chico de cabellos cafés.
Al cabo de un par de minutos de encontrarse en aquella posición, disfrutando cada sentir de su piel chocando con la esencia del chico, la peligris tomó el brazo del mismo, con toda la intención de separarse, sin embargo, lo que sintió ante el tacto de su mano derecha, la alarmó.
— ¡Oh por dios, Oppa!—Chilló al elevar su brazo y ver sus dedos pintados de ese líquido rojo llamado sangre— ¡T-tu brazo!
El chico giró un poco su brazo y posó su mirada en el lugar donde había tocado antes la peligris. Justo debajo de su codo, sangre de un rojo vivo, salía de una pequeña abertura donde se encontraba incrustado un cristal.
—Ah-...—Por primera vez el ardor se intensificó, acompañado de un dolor punzante.
—Y-yo, i-iré por m-mamá
Dicho eso, la chica salió a toda velocidad, para segundos después, entrar con su madre detrás.
— ¡Jungkook!—La mujer corrió hacia donde se encontraba su huésped y tomando una camisa que se encontraba sobre la cama, presionó fuertemente la herida.
—Mina, cariño ven, ayúdame...—La chica se acercó—Presiona fuerte... yo iré por el botiquín.
La peligris siguió aquellas órdenes para después ver a su madre salir de la habitación y entrar, un minuto más tarde, con una cajita entre manos.
—Sigue presionando cariño...—Le dijo la pelirroja a la personalidad femenina de su hijo, mientras ella se encargaba de rociar a un pedazo de algodón lo que al parecer era una especie de alcohol—Kookie...─Se dirigió esta vez al menor, quien mantenía el ceño fruncido debido al dolor─ Esto tal vez te arda un poco, pero servirá para saturar la herida y que deje de sangrar...
El chico asintió no muy convencido con las palabras que le daba la pelirroja y mordió fuertemente su labio cuando ella pasó el algodón por su herida haciendo que el líquido entrara a su piel y él soltando un, para nada silencioso, quejido de dolor. Ardía, quemaba como el infierno, lagrimas de dolor querían salir y Mina no se podía sentir menos culpable al verlo sufrir.
— ¡Lo siento tanto oppa!—Chilló cuando su madre dejó de presionar la herida del castaño—Todo fue mi culpa. Si no hubiera dejado caer ese jarrón en el piso tú no te hubieras lastimado y...
Aquellos ojitos profundos se comenzaron a llenar de lágrimas, mientras sus delgados labios formaban tiernos e inconscientes pucheritos los cuales temblaban debido al sentimiento de querer llorar. Más enternecido no pudo quedar Jungkook con la imagen de aquella carita de cachorrito que no tuvo que pasar mucho tiempo para que, con su dulce voz, calmara e hiciera sentir un poco mejor a la nena.
—Hey, hey no...—Habló con su tono derrochando comprensión— No fue tu culpa, no digas eso. Solo fue un accidente, Minie...
—Pe-peruh~...—Una pequeña lágrima rodó por la mejilla de la menor y Jungkook no tardó en estirar su brazo libre para hacerla desaparecer.
—Pero nada...—Murmuró manteniendo su toque en la sonrojada piel—No te sientas culpable, que no lo eres.
—G-gracias oppa...—Susurró bajando la mirada para ocultar el inocente rubor que se había intensificado en sus bonitos mofletes.
—Bien, Kookie—Habló Young Mi, quien se había mantenido en silencio observando enternecida la escena que se desarrollaba entre su huésped y la personalidad femenina de su hijo menor—Ya quedó—Sonrió girando por última vez la venda alrededor del brazo del castaño y alejándose después de meter al botiquín, aquello que había utilizado para limpiar la herida del menor.
Mina, al ver que ya no había nada interponiéndose entre ella y el chico de cabellos de un bonito color oro, se lanzó a sus brazos. Jungkook, recibiéndola cariñosamente.
—Enserio... muchas gracias por no culparme oppa~—Murmuró una vez más, escondiendo su carita en el huequito de su cuello y dejando un suave e inocente besito sobre la piel sensible del mismo.
Jungkook se paralizó ante la pureza de esa simple acción, sintiendo como un escalofrío recorría desde su cuello por toda su columna vertebral, hasta hacer elevar cada uno de los poros de su piel.
Aquello se sentía tan malditamente bien...
Y cerró los ojos. El castaño cerró los ojos para disfrutar de la maravillosa simplicidad que le hacía sentir el aliento de la peliplata chocando contra su piel. Cerró los ojos y gozó, mientras sus dedos se enredaban paulatinamente en las grises hebras, de cada micro segundo que pasaba él internado en aquel cálido abrazo.
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Holaaaaa!
Adivinen que!
Un buen día como hoy, inscribí este fic en los taekook awards 2019
Y ganó en historias originalees!!!!
AHHHH
I'm crying in inmida :'v
Nunca antes había ganado algo en mi vida akhe okno
Pero si!! 😭
Quiero agradecer enormemente al juez que hizo mi historia ganadora c': y a ustedes que honestamente sin sus votos y comentarios creo que hubiera descontinuado esto...gracias enormemente por el apoyo, saben que amo leerlos, me dan mucha motivación :') ahr (lxs sarangheo) ñadkls
Quiero decir que este concurso es 100% original, los jueces son muy honestos y no se basan en preferencias. Sigo sorprendida!
C':
Vayan y denle amor al concurso
Vkook_Religion
Thanks
xd
❤
Muchas gracias x leer y apoyar esta historia, lxs adoro❤
Nos leemos ^^
*****
30/01/2020:
❤
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