Somnoliento, va por el pasadizo hacia el lavabo del baño y refresca un poco su cara.

Vuelve tranquilo hacia la habitación y se dirige hacia la cama para dar una última ojeada al felino y así poder preparar el desayuno después.

Sus dedos contornean las delicadas y blancas orejitas haciendo que reaccionen al contacto. El pequeño despierta apretando sus patitas y estirándolas sobre el mullido colchón.

Aunque no debería dormir aquí, pero lo hará hasta que compre por lo menos un lugar decente donde pueda descansar.

—Espera, ¿qué es esto?

Se cuestiona mientras entrecierra sus ojos y trata de visualizar mejor ese par de pelos rubios en una de las almohadas.

—¿Ya me salió canas? ¿Es que acaso estoy tan viejo? ¡PERO POR DIOS, SOLO TENGO 20 ESTÚPIDOS AÑOS!—levanta con desesperación la almohada y, sin darse cuenta de que la cabecita de aquel gato estaba acostado ahí, hace que caiga accidentalmente despertándolo.

—¡MIAU!—suelta y mira molesto a Jungkook .

—Ay, perdón—se ríe un poco por la escena cómica pero más que todo por su cara irritada.—Yaya, no me mires así que me haces sentir miserable...

Se gira molesto y comienza a amasar la cama por lo suave que está, y entre eso, comienza a saltar muy juguetón de la nada, olvidando de un momento a otro el accidente.

—Iré a preparar mi desayuno, si quieres puedes venir.—propone animado—Aunque creo que preferirías quedarte aquí a dormir 8 horas más, como cualquier otro gato.

Jungkook siente la mirada del felino sobre él en el momento que estaba a punto de cerrar la puerta y salir de allí, pero escucha un maullido seguido de un cuerpecito cuerpo blanco a su lado saliendo hábilmente del lado de la puerta.

Sí, con ese simple acto, el castaño definitivamente creía que no era un gato normal, ya que creyó que había entendido lo que él le había dicho.

Pero por otro lado, en la mente del híbrido...

—¡Obviamente no soy un gato cualquiera, ni tampoco Taehyung! ¡Soy EL TAEHYUNG!—pensó el híbrido indignado de que no lo supiera.

Claramente Taehyung no quería decirle directamente sobre su condición de ser un híbrido. Que hiciera eso estaba muy lejano de ser.
Más bien, él le daba pistas con su extraña actitud que no era propiamente de un gato cada vez que podía.

Como hace un rato, en que se hizo el dormido para ver que cosa hacía. Grandes fue su sorpresa cuando el humano descubrió unos pelos de otro color sobre la almohada en el que Taehyung estaba echado, y supo manejarlo al encontrar de distracción ese pequeño accidente que ocasionó el mismo.

Está bien ser directos, pero eso era demasiado.

Y a pesar de eso, Jungkook nunca sospechó que esos pelitos rubios eran de él, incluso llegó a creer que le habían salido canas en vez de creer en que alguien se había dormido a su lado.

O es ingenuo o es estúpido, no había otra explicación.

Luego de seguir silenciosamente al castaño y observar como cocinaba, en tan sólo unos cuántos minutos, toda la sala olía a panqueques.

Y es que para Taehyung, era el paraíso estar ahí.

Si estuviera en su forma humana, hace rato hubiera robado ese panqueque y se hubiera encerrado en algún lado hasta terminarlo, porque lo más seguro es que Jungkook se hubiera molestado y no lo hubiera dejado en paz hasta que le devuelva su panqueque intacto.

Era un sacrilegio verlo ahí, recién hecho sin poder tocarlo, ni poder lamer y sentir por fin, luego de varios años, el sabor de la gloria.

Por la mente del felino cruzó la idea de intentarlo, total, el humano era muy pacifico y dócil.

Planeaba coger con sus colmillos el panqueque, irse corriendo al baño y, después de haberse transformado, cerrar con pestillo la puerta y comer lo más inhumano y salvaje posible.

Todo estaba perfectamente calculado, no podía haber fallas en su lógica. Lo haría y arriesgaría su estadía en el apartamento del castaño, era todo o nada.

Poniendo su plan en acción, esperó pacientemente que deslice ese delicioso panqueque en un plato y luego, al verlo vulnerable y sin la atención del humano lo cogió torpemente y saltó de la encimera.

Se podría decir que nunca sintió tanto miedo y adrenalina pura en su toda su gatuna y humana vida, excepto cuando escuchó que pensaban seriamente en castrarlo esa vez que intentó escapar del laboratorio.

Entró rápidamente al baño y dejando a un lado el caliente panqueque, se transformó.
Se avergonzó un poco al acordarse que lo único que cubría sus partes íntimas de su desnudo cuerpo era la larga y esponjosa cola blanca que poseía.

Cerró suavemente la puerta y puso pestillo a la puerta, par luego inmediatamente coger el panqueque y devorárselo casi sin masticar.

Pronto se escuchó una voz que preguntaba: "¿Y mi panqueque? No me digas que... ¡pequeño!"

Taehyung se cohibió y se apresuró en comer aún más rápido si eso era posible.
No tardaron los toqueteos en la puerta del baño y un Jungkook alterado tratando de abrir la puerta mientras se preguntaba: ¿pero como rayos cerró la puerta con seguro?

El híbrido ya estaba a nada de terminar su panqueque, solo le faltaban dos mordiscos y creyó que si se lo comía todo, se iba a sentir realizado y feliz por el resto de sus días.

Cuando de pronto se abrió aquella puerta y a el humano con unas llaves en sus manos.

—Mierda, no es tan estúpido después de todo...

Y Taehyung no fue el único en decir algo grosero.

—Pero que mierda...

—Oh, pensaba que era el único que hablaba groserías...—se río internamente y se calló por completo.

¿Lo había pensado o lo había dicho?

Buenaaaaas mañanas/tardes/noches :u aquí pues, luego de muchísimo tiempo, escribiendo por fin un capítulo entero xd

Las anteriores las corregí, pero ahora no ;y

Es como si la inspiración me encontró y nos hubiéramos agarrado a cachetadas y luego hayamos procedido al chape asíes :u

Así fue como salió este capítulo JAJAJA

Y bueno, espero que lo disfruten ;)

Cambio y fuera *swosh*

Bye :)