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FINAL

capítulo dedicado a lovesulily, Brig_ut , kyuwzznbeomifairy y a todas las personitas que leen esta historia♡

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Hace 4 años…

La oscuridad de la habitación comenzó a desvanecerse gradualmente. Una intensa luminosidad invadía su visión, y sus párpados se entreabrieron de manera lenta y cautelosa.

"¿Despertaste?" una voz lejana parecía sacudirlo intentando llamar su atención "¡Enferma, ya despertó!"

Yeonjun parapadeó intentando acostumbrárse a la realidad. Su cuerpo tomó conciencia, llevando una oleada de intenso dolor tanto abdominal como muscular.

"¿Dónde estoy?" fué lo único que sus labios lograron articular en un murmullo, llamando la atención del joven que se encontraba frente a él.

Yeonjun no lo conocía. Sin embargo, tenía un vago recuerdo de haberse cruzado con él en varias ocasiones mientras paseaba junto a Jaegun por la plaza central, cuando el Alfa corría de un extremo a otro, en un intento por alcanzar el autobús.

"Hola, mi nombre es Soobin" respondió en cambio "Estaba de camino a la universidad y te encontré inconsciente en el suelo, así que te traje al hospital".

Yeonjun guardó silencio intentado procesar la información dicha, aún no estaba del todo conciente y le costaba acoplarse a la luz de la habitación.

"Jaegun" balbuceó y algo dentro de él pareció golpearlo, llevando sus instintos a flote en busca de su cachorro.

"¡Jaegun!" repitió, reincorporándose rápidamente en la camilla del hospital "¿¡Dónde está Jaegun!?"

Soobin frunció el entrecejo preocupado cuando el mayor estiró bruscamente la aguja de su brazo, dónde se conectaba el suero.

"No creo que debas irte" dijo, y en un intento de calmar al mayor, sujetó sus hombros fuertemente buscando que se detuviera. Yeonjun solo se removía débilmente — debido a sus heridas — con la intención de levantarse e ir en busca de su cachorro.

"Suéltame" ordenó su lobo. Soobin por instinto se paralizó, dejando salir a su lobo que mantuvo una ardiente lucha con los ojos rojizos que brillaban furiosos contra el.

"Solo intento ayudar".

"Basta, están en un hospital" interrumpió un tercero.

Aquello pareció tener un efecto en los alfas, porque enseguida los brillantes iris que demostraban la presencia de los alfas se desvaneció. El doctor se acercó a ambos y, con un sutil gesto de cabeza hacia Soobin, ordenó en silencio privacidad con el paciente.

"Mi cachorr-"

"Nos pondremos en contacto con tu Omega, lo único por lo que debes preocuparte en estos momentos es por tu salud" interrumpió a la vez que colocaba nuevamente el suero en su lugar.

"No tengo un Omega" el médico se detuvo y lo observó confundido, como si el hecho de que Yeonjun no tuviera un Omega que cuidase de su cachorro fuera algo imposible.

"¿Es que acaso falleció?"

El azabache negó levemente con su cabeza y esa acción fué suficiente para que el hombre frente a él se tensara algo inconforme "Pues no seas egoísta, simplemente has las pases con tu Omega y resulvelo" respondió como si aquello fuera tan simple como se escuchaba "¿O es que acaso me vas a decir que fuiste tú quién lo dió a luz?"

"No puedo hacerlo, simplemente somos yo y mi cachorro" replicó, dejando pasar el obvio atrevimiento del médico.

El hombre lo miró con desdén y creyendo tener derecho alguno, le reclamó el hecho de ser un padre soltero y dejar escapar tan inutilmente a su Omega "Debiste someterlo, tienes una voz de mando para casos como esto" argumentó.

Yeonjun realmente estaba haciendo todo lo posible para no lanzarse sobre él. El tipo trataba a los omegas como una posesión, como si no tuvieras voz de voto y para lo único que servían era para engendrar.

La razón por la que Yeonjun en ningún momento buscó a Beomgyu (aparte de que se lo había prometido), fué porque entendía que era decisión propia. Si Beomgyu no quería un cachorro, estaba bien. Yeonjun no iba a obligarlo a permanecer atado a su lado simplemente porque dió a luz a su hijo. Tal vez al principio si se molestó e incluso pensó en él como un irresponsable, pero entendió que no podía obligar a una persona a hacer algo que no quería ni mucho menos obligarlo a criar un hijo que no deseó.

Yeonjun se arrepiente de haberlo tratado de esa forma y es solo por ese hecho que cree que es algo hipócrita criticar al médico, siendo que él insistió a Beomgyu con dar a luz a Jaegun sin tener en cuenta sus sentimientos, y aunque Beomgyu haya aceptado sin problemas, no era lo correcto.

"¿Eso es todo?" respondió harto. El hombre frente a él suspiró anotando lo que parecía ser un diagnóstico en su carpeta.

"Tu cachorro, al no tener un lazo con un Omega, intensificó el lazo con tu lobo y eso provoca que estés en este estado" explicó al mismo tiempo que escribía "El cachorro llama necesitado a su madre Omega y eso ocasiona que automáticamente tu lobo también lo llame rogando por su aroma y compañía"

Yeonjun se paralizó abrumado, temiendo por la salud de su pequeño. Su pobre cachorro estaba sufriendo y el no tenía los medios para ayudarlo.

"¿Doctor, q-qué puedo hacer?" preguntó sujetando sus manos, como si por medio de aquella acción el médico se compadecería de él y le diera una cura o solución a su condición.

Fué entonces cuando Yeonjun notó aquella mirada hostil y frívola que tanto conocía. Una mirada llena de desprecio y desaprobación hacía su situación. La misma que notó cuando les contó su decisión a sus padres, amigos y a su propio Omega.

Yeonjun la odiaba.

"Tendrán que aprender a vivir con ese dolor".

Los gruñidos y llantos del cachorro se escuchaban a lo largo del pasillo. Los murmullos de los demás pacientes no se hicieron esperar, filtrandose como dardos malignos, criticandolo por su incapacidad para lidiar con su cachorro y la ausencia de una madre que cesara sus lágrimas como solo los omegas sabían hacerlo.

"Ya, ya" intentó calmarlo, arullandolo de un lado a otro con los nervios a flote "Bebé, cálmate"

"¡Mamá, duele, quiero a mamá!"

"Mamá no está. Mamá está ocupada cuidando a-"

Jaegun gruñó en desaprobación dejando notar los colmillos de su pequeño lobo.

Todo está situación lo tenía harto. De repente Beomgyu desapareció y no parecía tener intención de volver a comunicarse. En casa, el hedor de las feromonas de Yeonjun lo asfixiaban sintiendo todo tipo de emociones desconocidas para él.

Su pecho, su lobo y su cuerpo ardían con dolor, exigiendo algo que Jaegun no entendía y parecía que nadie podía ayudarlo. Aquello lo tenía tan estresado, que en un ataque de desesperación mordió a su padre dejando ver a una muy temprana edad a su pequeño lobito.

"Choi Jaegun" llamó la doctora.

Yeonjun entró con el inquieto infante en brazos que trataba de huir soltando gritos ahogados en lágrimas.

"Y bueno, ¿qué es lo que está pasando con este cachorrito?"

Yeonjun le explicó la situación a medias, evitando contar partes personales o muy reveladoras en frente de su hijo, aúnque Jaegun parecía más centrado en buscar una forma de escapar y volver al nido que Beomgyu había creado para él la noche que se marchó.

"Lazo roto".

"¿Disculpe?".

"El niño está experimentando un lazo interrumpido" explicó a la vez que escribía en su computadora.

"Pero yo no tengo un omega, doctora"

La mujer asintió acomodando sus gafas "Lo sé, es por eso que al tener la ausencia de un lazo de una madre en sus primeros años de vida, de alguna forma el lobo de Jaegun encontró esa asuencia en ese omega".

Yeonjun asintió en silencio, la doctora le dió indicaciones para que el niño no estuviera tan ansioso y le proporcionó tranquilizantes para su lobo interno que empezaba a desarrollarse a tan corta edad debido a toda la reciente situación.

Por una semana, Yeonjun intentó que Jaegun sanara por medio de los remedios y ejercicios, pero los ataques de ira y la obvia irritación que sentía con su presencia lo dificultaba todo. El lobo de Jaegun se sentía herido, creía que el causante de la falta de Beomgyu en su vida era su culpa — aún que, de hecho, así lo era— tachandolo como una amenaza en su territorio a pesar de que sabía que Yeonjun era su padre.

Era consciente de que, quizás, nuevamente estaba cometiendo un error, pero esa inseguridad latente en su pecho le impedía razonar de manera correcta. Temía que su hijo y el omega terminaran de entablaran un vínculo estrecho para que al final, Beomgyu lo desechara, porque Beomgyu no tenía la obligación de protegerlo y aceptarlo como su hijo. En cualquier momento, podría decidir abandonar a Jaegun y poner fin a todo cuando su lobo ya no deseara al cachorro.

Todo el esfuerzo que invertía para asegurarse de que su hijo no dependiera emocionalmente de Beomgyu, se debía al temor de que experimentara el mismo dolor que él. No quería que Jaegun abriera su corazón y se entregara en vano, porque él conocía profundamente el inmenso sufrimiento que implicaba, ya que él mismo lo seguía sintiendo hasta el día de hoy.

Lo había sentido la primera vez que se reencontraron y seguía sintiéndolo cada vez que pensaba en él, incluso el dolor se intensificaba con el más mínimo roze, porque Yeonjun y Beomgyu tenían un lazo roto, uno que no se había vuelto a restaurar pero tampoco había sido cortado de raíz.

Ambos estaban encadenados de por vida. Eso era lo que significaba el lazo, una unión que nadie podía romper incluso si el amor o la llama que sintieron al principio se apagaba.

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"¿Así que es así?" preguntó Soobin, luego que señalara la marca en sus brazos y le explicara lo sucedido.

Yeonjun suspiró extendiendo los brazos en la cabecera del sofá. Había sido un día agotador y el volver a casa últimamente se había convertido en más trabajo, es por eso que creyó que una visita a la casa de Soobin no estaría mal. Después de todo, Huening Kai era un omega y sus feromonas podían ayudar en la mejora de Jaegun.

"¿Por qué decidió formarlo con Beomgyu y no con Kai?, si lo hubiera hecho, nada de esto estaría pasando" se quejó, notando como el mencionado se acercaba con el cachorro en brazos.

Soobin negó horrorizado "Idiota, si eso hubiera pasado, tu lobo se hubieras robado a mi omega"

Yeonjun y Kai intercambiaron miradas, mantuvieron el contacto visual por un momento para que luego automáticamente una mueca que reflejaba asco se dibujara en ambos rostros. La idea de ellos como compañeros no era agradable para ninguno de los dos.

"Te recuerdo que cuando nos presentaste tu estúpido omega se lanzó sobre mí y me atacó".

Kai abrió los ojos claramente ofendido.

"Tú estabas coquetando con Soobin" contratacó acusandolo con el dedo índice "Y eso acabo de recordarlo, así que hazme el favor de dar media vuelta y largarte".

La habitación se llenó se risas y charlas efímeras durante el resto de la tarde. Cuando llegó la hora de marcharse, el omega le entregó al cachorro para que lo tomara en sus brazos, pero de inmediato Jaegun se separó colocándose de pie.

"Es así como ha estado actuando" dijo mordiendo su mejilla interna para que el dolor que sentía por el rechazo se desviara a otro lugar. "Actúa como si mi sola presencia sea tóxica. Nunca me había tratado de esta forma"

La pareja lo miró con lastima y compasión. No tenían hijos, pero podían hacerse un idea de lo que sentía.

"Tranquilo, todo mejorará" ánimo el pelinegro, estrechandolo en un abrazo consolador.

"Eso espero".

Cuando se acercó para despedirse del omega, Huening Kai sujetó su cabello en un puño obligando a qué se agachara a su altura.

"¡Que demo-"

"No entiendo porque los alfas son tan estúpidos" suspiró molesto "¿No vez que tus acciones están provocando daños emocionales tanto a Jaegun como a tí mismo?"

"No lo entiendes".

Soobin tomó al cachorro de la mano invitándolo a pasar nuevamente, siendo conciente de que la paciencia de su pareja se había agotado y entrarían en una larga charla que a Jaegun no le incumbía en estos momentos.

"Sí, no lo entiendo. Es por eso que necesitamos que nos digas que demonios pasa por tu cabeza para que al menos intentemos ayudarte, huir y ahogarte con tus temores no te servirá de nada, Yeonjun"

"¿Y sí el decide abandonarlo también?" preguntó sientiendose repentinamente indefenso "Jaegun es un cachorro, el no sabrá afrontar sus emociones y el ver cómo está actuando en estos momentos me lo confirma"

El ceño del menor que se mantenía fruncido se suavizó, enseñándole una mirada llena de cariño al azabache. Y con aquella pequeña acción, Yeonjun creyó desplomarse junto a la muralla que había construido durante tanto tiempo era destruida.

"Junnie, ¿no crees que el niño tiene derecho a entablar una relación con su madre?" susurró acariciando sus mechones con suavidad "Que Beomgyu haya decidido abandonarte no significa que lo abandonará a él"

"Eres cruel"

"Lo siento, pero debes entender que Jaegun descubrió algo que nunca había tenido" susurró com dulzura. Sabía que instintivamente el alfa se encontraba a la defensiva, y si utilizaba palabras buscas debía taparlas con toques suaves y tranquilizantes "Tú también lo hiciste una vez, ¿no lo recuerdas? abandonaste a tu amado compañero cuando llegó un nuevo amor en tu vida; tu hijo"

Yeonjun lo observó anonadado ante aquella comparación "Pero era mi cachorro, no podía dejarlo".

"¿Acaso crees que Beomgyu no sufrió cuando lo dejaste?, también soy un omega y con tan solo el pensar en que Soobin podría abandonarme quiero morir"

"Te has desviado del tema, esto no tiene nada que ver con Jae".

Kai rio tirando de un mechón de su cabello azabache "Está será una conversación futura, no intentes escapar".

Yeonjun siseó ante el dolor en su cuero cabelludo separándose del agarre, como un cachorro regañado "Aún no me has respondido, ¿Como sabes que Beomgyu no lo abandonará?".

"No puedo responderte nada, no sé que hay en el corazón de ese omega. Lo único que puedo decirte en estos momentos es que todos somos seres humanos con derecho a decisiones propias, y aunque Jaegun es pequeño, yo creo que merece ser escuchado".

"Yo solo quiero lo mejor para él".

"¿Que sentiste cuando tuviste que dejar a tu omega?" preguntó, desesperado porque su amigo entendiera el punto y los sentimientos de su hijo.

Y eso fué suficiente para que entendiera todo.

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Habían transcurrido ya varias días que Yeonjun no lo llamó. Días que se convirtieron en semanas y semanas que se convirtieron en una verdadera tortura para Beomgyu. Su mente se había encargado de martirizarlo entrando en desesperación y paranoia con la idea de que nuevamente se le negaría la entrada.

No fué hasta que una mañana tocaron a su puerta y al abrirla se encontró con un atractivo alfa que llevaba en brazos a su cachorro.

El alfa, que reconocía como el tío de Jaegun, le entregó un bolso con las pertenencias del pequeño. Luego, depósito un casto beso en la mejilla del cachorro indicándole que pasaría a buscarlo a medida noche y sin más que decir, dió media vuelta y se marchó.

Beomgyu quedó perplejo en la entrada. Soobin ni siquiera le había dado la oportunidad de preguntar que demonios estaba pasando o dónde estaba Yeonjun.

Hasta que sintió su cuello húmedo y unos brazos que lo envolvían fuertemente. Jaegun que estaba igual que sorprendido que él lo estrechó en un fuerte abrazo como si temiera que lo alejara.

"¡Hyung, Hyung!" exclamó incrédulo "¡Hyung, te extrañé tanto. Tanto que creí que iba a morir!"

Al oírlo, de inmediato correspondió al abrazo y besó todo su rostro llenadolo con el aroma sintiendo como el infante se apegaba más a él con el deseo de que aquel olor se impregnara por completo en su cuerpo.

"Gunnie, también te extrañé. Te extrañé muchísimo".

La tarde pasó demasiado rápido entre juegos y abrazos. Beomgyu intentaba concentrarse y apreciar cada segundo junto al pequeño, pero sentía que era un trabajo casi imposible con el fuerte aroma de las feromonas que emanaba el cuerpo de Jaegun y que poco a poco empezaba a apropiarse de su hogar.

Su lobo estaba extremadamente feliz con la presencia de su cachorro, pero el dolor que sentía por extrañar a Yeonjun aún persistía.

"Papá está ocupado" respondió más tarde Jaegun, como si hubiera leído su mente, o tal vez lo había dicho en voz alta. Beomgyu no estaba seguro al estar tan consumido en sus pensamientos que lo mantenían ajeno a su alrededor.

Finalmente el momento en que debía volver llegó, Soobin saludó al cachorro antes de despedirse del omega.

"Promete que volverás" había pedido en un susurro antes de soltarlo. Jaegun asintió enlazando sus dedos meñiques en un juramento que ambos conocían.

"Promete que me recibirás" pidió el menor y el castaño asintió besando su frente.

Mientras bajaba las escaleras de la entrada, Jaegun alzó la vista notando la presencia de alguien más a lo lejos. No fué difícil, conocía ese porte de memoria. Entonces, soltó repentinamente la mano de su tío y dió media vuelta de regreso.

A lo lejos Yeonjun frunció el ceño, más por dolor que enfado. Creyó que la actitud de su cachorro cambiaría si volvía a encontrarse con el omega, pero al parecer no sería así. Así con esa vaga escusa, comenzó a acercarse lentamente hacia aquel embriagador olor que secretamente había anhelado volver a sentir.

Jaegun tocó de forma apresurada la puerta viendo a su padre acercase. Es por eso que en cuanto Beomgyu la abrió lo obligó a bajarse bruscamente y ponerse en cuclillas para él.

"Papá te extraña" susurró débilmente como si fuese un secreto de suma importancia que debía ocultar "Por favor, vuelve. La casa está triste sin tí" dijo antes de besarlo y alejarse.

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El infante se acercó hasta sus tíos, estirando sus brazos en dirección a Soobin quién obedientemente lo tomó en brazos picando su nariz.

"Eres un pequeño astuto" susurró en su oreja su tío Kai, el cachorro rio silenciosamente rogando porque todo se solucionara. Quería que su papá y su hyung vuelvan a ser amigos.

Por otra parte, en el departamento de Beomgyu, las cosas estaban tensas. Yeonjun no hacía nada más que inspeccionar la sala de un lado a otro en un intento estúpido —y algo inmaduro a decir verdad— de ignorar precipitadamente al omega, y Beomgyu se mantenía quieto en su lugar intentando encontrando las palabras correctas para hablar y a la vez arepintiendose internamente por haber tomado la decisión de invitar al alfa en un impulso del momento.

Hace unos días, se había preparado un discurso de todo lo que diría si se volvían a encontrar y posibles defensas que podría tomar a su favor mientras tomaba una ducha. Pero el practicar con el shampoo no era lo mismo que tener al alfa en persona.

El castaño soltó un sonoro suspiro tratando de llamar la atención contraria apropocito.

"Yeonjun, escúchame" pidió en voz baja, no teniendo el valor suficiente como para hacer contacto visual con el mayor "Hablemos, de lo que sucedió. Hablemos bien y sin interrupciones está vez".

Yeonjun tomó asiento a su lado en una invitación silenciosa para que continuase, cosa que no hizo más que alterar los sentidos del omega por su cercanía.

"U-uh… bueno, verás… yo"

"Ve al punto, Beomgyu" habló con sequedad a la vez que su la suela de su zapato chocaba contra las baldosas del suelo con impaciencia.

El omega apretó sus manos en un puño obligando así a su cuerpo a calmarce. No es que le dé miedo en sí hablar con Yeonjun, en realidad, temía no expresarse de la forma que deseaba, al igual que la última vez, y terminara estropeando todo sin solucionar absolutamente nada.

"Sí, lo siento" un gruñido de parte de el alfa lo obligó a alzar la vista creyendo que había hecho algo mal, y lo hubiera pensado, de no ser porque Yeonjun sujetó el puente de su nariz intentando calmarse.

"Mi actitud se debe a qué no he dormido bien ni me he alimentando correctamente estos días, no estoy enojado contigo Beomgyu" explicó acariciando el dorso de su propia mano y Beomgyu sabía que aquella acción le transmitía tranquilidad "Aún así, tampoco me gusta que los omegas se disculpen, en especial si ese omega eres tú".

El menor lo observó incrédulo sin entender bien el porque de sus palabras cosa que avergonzó notoriamente al alfa.

"¿Por qué está mal?, si alguien hace algo incorrecto, creo que lo mas adecuado es disculparse"

"Pero si la persona con la que te estas disculpando fué la que cometió el error, no veo porque debas ser tú el que se disculpa" resopló inconforme "Yo fuí grosero, deberías haberme golpeado o gritarme un: 'RESPÉTAME, MALDITO ALFA DE MIERDA'".

Una carcajada se escapó de los labios del omega que naturalmente contagió al mayor. Finalmente la incómoda que los rodeaba al comienzo se desvaneció tomado lugar uno mucho más cómodo y accesible en el que ambos podían hablar sin discutir.

"Ibas a disculparte, decir que todo lo que sucedió fue un error y culpar a las pocas gotas de alcohol que tomamos la última vez, ¿no es así?" el menor se encogió en el lugar desviando la mirada, y no hizo falta una respuesta verbal para saber que eso era un rotundo 'sí'.

"Mírame, Beomgyu" pidió llevando su mano en dirección a la mandíbula del omega para que sus ojos se encontraran "Sé que querías hablar, pero permíteme hacerlo primero, ¿está bien?"

El castaño asintió algo sorprendido de que está vez sea Yeonjun el que tomase la palabra.

"Respecto a lo que hablamos recién, soy yo el que debería pedirte perdón. Fuí el primero en acercarme y aún así tuve el descaro de echarte de esa forma de mi casa".

"Está bien. Era lo correcto, casi cometemos una estupidez de la cual seguramente nos arrepentiríamos más tarde".

El alfa mordió sus labios negando levemente "Tal vez no es así".

"¿Cómo?" los ojos del omega se abrieron en sobremanera buscando desesperado una respuesta de su parte, creyendo que había escuchado mal.

"En este tiempo que no nos vimos, tuve demasiado tiempo para pensar y recordar cosas, así que pensé que si nos hubiéramos besado no habría tenido problema alguno" fué lo único que respondió y que no dejó conforme en lo absoluto al castaño.

¿Por qué le estaba diciendo esto de repente?

Una ola de molestia de parte de su lobo se hizo presente. Su lazo roto no hacía más que provocar una fuerte picazón dejando entender a Beomgyu que si no tenía intenciones de volver, que no siguiera aferrándose a aquel alfa y simplemente buscara a su cachorro. Su lobo estaba furioso con todas sus decisiones, odiaba el hecho de que un día estaba tan cerca que se sentía flotar ante la encantadora presencia de su alfa y al otro, estaba creando un nido solitario dónde ni su cachorro ni pareja podían disfrutar. Si Beomgyu simplemente buscaba alas para ilusionarse tontamente entonces el tomaría el mando y buscaría la respuesta por si solo.

Y fué todos esos choques de distintos sentimientos, recuerdos y sensaciones de parte de su lobo que hizo que Beomgyu reaccionara de forma brusca y desordenada, obligándolo a escupir toda la basura que tenía atorada y acumulada por tanto tiempo en la punta de su lengua, aunque él no quería hacerlo. No de esta manera.

"Dijiste que me odiabas" empezó.

"Dijiste que fuí un irresponsable y que no me querías ni me necesitabas en la vida de Jaegun y en la tuya" las palabras simplemente fluían y salían de su boca sin frenos, sabía que esa no era la forma en la que quería expresarse, pero aún así no podía detenerse ni a las amargas lágrimas que empezaban a querer hacer aparición en su rostro "No puedes decirme esto, no cuando mi lobo y yo intentamos olvidarte y vivir una vida bajo el título de una simple amistad en la vida de nuestro cachorro.

» Yo realmente estaba haciendo lo posible para que todo salga bien, vivo con la constante preocupación de hacer algo incorrecto y que te enfades y me prohibas ver a Jae… y verte a tí. Y sí, se que es estúpido querer permanecer a tu lado cuando no lo merezco, pero te extraño y te extrañé todos estos años, y son exactamente los mismos sentimientos que sentí cuando quedé en cinta los que me atormentan ahora como un castigo por dejarte… Pero yo estaba realmente tan asustado en ese tiempo, Junnie" se sincero con voz temblante, sus ojos a pesar de estar conectados, no podía verlos. En ese momento todo era oscuro y lo único que le permitía saber que Yeonjun estaba a su lado era el espeso olor de sus feromonas.

"Temía no hacerlo bien, no ser una buena madre para nuestro cachorro y decepcionarte. El hecho de que tampoco estábamos casados me aterraba aún más, mis padres me hubieran asesinado vivo y mi suegra seguramente me odiaria hasta la muerte por traer al mundo 'una carga' para la vida de su precioso hijo que apenas estaba empezando a florecer en su carrera. La sociedad también nos juzgaría y nuestro cachorro viviría en la pobreza por mi culpa, todo por no haberme cuidado correctamente en mi celo, ahora el está sufriendo tan-"

Entonces, Yeonjun sujetó la espalda de Beomgyu y lo atrajo hacia sí en un abrazo fuerte y reconfortante. Beomgyu se aferró a la nuca del alfa, sollozando con su rostro oculto en su cuello, mientras este le acariciaba suavemente su cabello castaño, liberando su esencia para calmarlo.

"¿Ya estás mejor" inquirió con suavidad, sintiendo cómo el cabello ondeado de Beomgyu acariciaba su nariz al asentir.

Hubo un silencio durante un par de minutos que se sintieron eternos para ambos. La sola idea de tenerse en brazos los hacía delirar, con sus lobos reclamando sus presencias desesperados.

Era tan perfecto.

Cuánto había extrañado esos silencios ambiguos de horas inexistentes, donde la incomodidad no existía y el silencio los arrullaba en una suave caricia.

"Lo siento" susurró tiempo después Yeonjun, odiandose por interrumpir la comodidad.

El mayor se alejó deteniendo sus caricias para encarar al omega, este solo se relajó en su toque en un estado de vulnerabilidad cuando Yeonjun acunó sus mejillas.

"Sinceramente ya te había perdonado hace mucho el hecho de que no quisieras dar a luz, aunque no veo nada que deba perdonar, estabas en todo tu derecho negarte".

Beomgyu frunció el entrecejo confundido por lo dicho, pero permaneció en silencio porque ahora era el turno de Yeonjun desahogarse.

"En realidad, la razón por la que estaba enojado es porque te apareciste de repente un día cuando yo ya había aprendiendo a sobrevivir sin tu presencia y lo peor ya había pasado" explicó con algo de vergüenza, cosa que el menor notó, y sonrió con calidez para que continuara.

"Supongo que fué cuestión de orgullo, pero quería que vieras que podía hacerlo perfectamente sin la necesidad de mi omega a mi lado y demostrarte como pude salir adelante sin nadie apoyándome.

» Es algo muy tonto, ¿sabes? lo es cuando mi habitación es testigo de lo mucho que sufrí en tu ausencia".

Los ojos del castaño se abrieron en sobremanera algo anonadado.

"Beomgyu".

"¿Mmh?"

"Jamás te culpes por el embarazo. A la hora de tener relaciones sexuales, ambos éramos responsables de nuestras acciones. Es por eso que tú celo no es una escusa para mí, yo aún era conciente y sabía el resultado de desechar los preservativos".

"Gracias" murmuró sintiendo un peso liberarse de sus hombros.

Nuevamente la habitación fué consumida por el silencio, pero ninguno de los dos tenía nada más que decir. Creían que habían dicho lo justo y lo necesario, algo que en realidad los había ayudado tanto hace mucho tiempo y que seguramente hubiera terminado de esta manera.

"¿P-por qué lloras?"

"¿Por qué lloras tú?"

Y realmente no lo sabían. Sus corazones simplemente latían en sincronía como si las cadenas que tanto tiempo habían estado evitando que respirara fueron cortadas, sus lobos aullaban desesperados por contacto y confort mutuo.

¿Dónde quedó aquel fuerte resentimientos? Yeonjun no entendía en qué momento fueron eliminados de raíces, lo único que su mente gritaba en estos momentos es que reclamara a su Omega y se disculpara de por vida por haberlo dejado, ¿ahora él se sentía culpable?

Y es por eso que finalmente luego de tanto dolorosa años sus labios se reencontraron. Habían olvidado tanto aquel hermoso sentimiento y lo que se sentía probarse que no podían detenerse; chuparon, mordieron y besaron casa parte de su boca, explorando cada centímetro y conservaron de memoria el recuerdo decididos a grabarlos en sus almas.

Todo estaba bien.

Fin.

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holaa!! perdoooooon, me quedé estancada y no sabía cómo terminarlo, igual este final tampcoo me gustó mucho😞

más adelante voy a corregir los errores de ortografía, gracias por leer!

🌷FALTA EL EPILOGO (ese si lo tengo escrito JAKQJ)

tengo un montón de versiones diferentes del final y epilogos😞

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