'Whitebeard' Edward Newgate
Edward Newgate tararea felizmente. Ver a sus hijos contentos, de buen humor, hace que su viejo corazón cosquillee con una calidez incesante. A sus pies, Ace continúa contando historias divertidas de su infancia. El cartel recién salido del horno de su hermano menor, el nuevo novato más caro del East Blue, está cómodamente asentado sobre su muslo mientras capta la atención de los piratas a su alrededor con anécdotas casi difíciles de creer. Marco y sus otros hermanos miman al segundo comandante escuchando todas sus divagaciones sobre su hermano menor.
No por primera vez, Barbablanca se da cuenta de lo afortunado que es. Tiene todo lo que deseaba: una familia a la que amar y una familia que pudiera amarse. Los piratas normalmente no son blandos, la suavidad lleva a la docilidad y esto deriva en debilidad. Sin embargo, todos sus hijos se tienen tanto cariño y estima que a veces es incluso abrumador.
Esto es lo único que Newgate quiere; seguir viviendo junto a sus hijos todo el tiempo que sea posible. La piratería y otras cosas similares pueden mantenerse al margen siempre y cuando pueda seguir disfrutando de la domesticidad.
"¡Oyaji!" Haruta salta del mástil cortando las divagaciones del segundo comandante. "Hay una cortina de agua ahí delante, ¿la cruzamos o la rodeamos?"
Con curiosidad, los demás se asoman. Ace enrolla cuidadosamente el cartel de recompensa para guardarlo en su bolsillo antes de acercarse al mascarón de proa. El mismo Barbablanca se levanta para estudiar el fenómeno.
Es una especie de velo de agua oscura, de color añil, que desciende desde el cielo y abarca metros y metros a lo ancho que desaparecen en la niebla. Rodear la cortina podría ser una tarea larga y tediosa, pues Barbablanca sospecha que la niebla esconde mucha más longitud de la que parece. Asimismo, cruzar el velo podría ser arriesgado, igual que todos y cada uno de los fenómenos que aguarda el misterioso océano.
Por mucho que no quiera poner en riesgo a su preciada familia, Newgate tiene clara una cosa: son piratas y un verdadero pirata solo daría una respuesta.
"¡Cruzamos!" Exclaman muchos de sus hijos al mismo tiempo.
"¡Gurararara!" Se carcajea sin poder evitarlo. "¡Adelante, mocosos, todo recto!"
Y, aunque no es tan engreído como para pensar que puede hacerle frente al mismo océano, Barbablanca protegerá a sus hijos con todas sus fuerzas si llega a ser necesario. Los años no hacen que se sienta menos emocionado por vivir una nueva aventura, por lo que se para en el mascarón de proa de su preciado Moby Dick, inamovible, mientras el barco avanza sin miedo.
Cuando cruzan el velo y encuentran el cálido sol y un mar tranquilo al otro lado, casi se siente irreal. Todos esperaban alguna locura, el comienzo de otro emocionante viaje como piratas. En cambio, los recibe un mar de agua cristalina y un cielo azul con nubes esponjosas no muy diferente al que encontrarías navegando en cualquier día soleado.
"Vaya," Izo suspira levemente decepcionado. Se abanica con disgusto mientras mira a su padre arqueando sus cejas perfectas. "Dejé mi manicura a la mitad solo por esto," se queja.
"Diablos, qué horror," murmura Blenheim sarcásticamente mientras que Curiel pone los ojos en blanco.
"Ese es el tono que usaría alguien que quiere almorzar plomo," dice el comandante de la decimosexta división sacando una pistola con enojo.
"No amenaces a mi hermano," advierte Fossa agitando su katana.
Izo chasquea los dientes con indignación. Jiru se enfrenta al decimoquinto comandante sacando el dedo medio.
"¡Izo también es tu hermano, cretino!"
"Ya, ya," intenta Marco sin mucho esfuerzo.
"Hablando de eso, ¿os he contado la vez en la que salvé a Luffy de un caimán de tres metros?" Interviene Ace distraído.
"¡Oyaji! ¡Vista ha arruinado mi peinado!" Llora Thatch alejándose del espadachín.
"¡Perdón, hermano!" Exclama el quinto comandante siguiéndolo. "Descuida, arreglaré tu cabello," promete alzando su espada.
Barbablanca pone los ojos en blanco y mira a sus hijos con cariño. Es increíble lo mucho que se aman a pesar de no ser hermanos de sangre ni haberse criado juntos. Se llevan todos tan bien.
Antes de que los comandantes puedan agravar su discusión o que el capitán llegue a intervenir, se oye un débil gorgoteo. Proviene de algunas presencias bajo el Moby Dick, tan tenues que ni siquiera con haki se habrían percatado de ellos.
"¡Ayuda, por favor!" Pide una voz desconsolada. "¡Se están muriendo, necesitamos un médico!"
Marco es el primero en correr al grito de auxilio. A su paso, la gente comienza a prepararse para recibir heridos. Como tripulación pirata, no son ninguna clase de héroes, pero tienen moral. Ayudar a los desvalidos en el mar es un principio del código marinero.
Barbablanca presta atención cuando sus hijos comienzan a subir a los heridos. El único que está despierto tiene el cabello azul pálido y los ojos hundidos. Su cuerpo está tatuado con espinas y tiene cicatrices cosidas en su rostro. Mira a todos lados con locura, el aire de alguien que ha visto terrores y no sabe cómo ha sobrevivido a ellos. El siguiente hombre es corpulento, tiene una melena rubia y parte de su rostro está tapado por una máscara rota. Su cuerpo está amoratado y la sangre se derrama de heridas recientes. Por último, hay un hombre pelirrojo al borde de la muerte. Los cortes limpios en su cuerpo tiñen su piel de rojo al completo y tiene una prótesis hecha de piezas metálicas rota por el enemigo que les ha causado todo esto.
Se asoma para ver un trozo de madera flotante, probablemente los únicos remanentes de un barco. Estos son piratas que han sido ferozmente exterminados por un enemigo sin piedad. Queriendo saber qué clase de enemigo salvaje merodea por estos mares, se acerca al único consciente. El hombre mira hacia arriba con incredulidad, como si estuviera viviendo una alucinación.
"Mocoso, mientras estés en mi barco y cumplas mis normas, nadie más te hará daño," le asegura. "¿Quién fue el enemigo que hizo esto?"
El hombre parece resignado, sin creer que realmente esté vivo a este punto. Con voz rota, responde:
"Fue él... Akagami..." Murmura pesadamente antes de desmayarse.
Sus hijos arrastran a los tres heridos a la enfermería. Barbablanca se queda mirando el horizonte pensativamente. Akagami no es un hombre innecesariamente cruel, por lo que debió tener sus motivos. No es habitual para él masacrar barcos enteros por placer, como lo harían Kaido o Big Mom.
"Oyaji," Rakuyo se acerca a él mirando las tablas flotantes con malestar. "Sabes que me mantengo informado de lo que sucede en mi mar natal; el South Blue. Reconozco al pelirrojo y al de la máscara, han estado haciéndose un nombre por allí."
Barbablanca escucha con atención.
"Pero Oyaji... Es completamente imposible que los piratas de Kid estén ahora mismo en el Nuevo Mundo," dice sacudiendo la cabeza. "Son novatos, ni siquiera la suerte los puede llevar tan lejos. Además... Las fotos disponibles de estos mocosos son diferentes."
"Entonces puede que hayamos encontrado a unos dobles muy convincentes," dice Barbablanca.
"No. He estado atento a estos tipos, han estado actuando con crueldad hacia civiles y el capitán recibió hace poco una recompensa de cuarenta millones," dice con seguridad. "Algo más está sucediendo."
Barbablanca suspira y sacude la cabeza. "Supongo que tendremos que esperar a que despierten," dice.
Pasan unos días navegando en relativa tranquilidad. El hombre de cabello azul, Heat dice que se llama, es de poca ayuda para brindar información. Se pasa las horas delirando sobre la muerte que ha venido en su búsqueda. No es hasta el cuarto día que el rubio, Killer, despierta. Lo primero que hace es buscar con la mirada a su capitán. Por extraño que parezca, su primera reacción al ver al hombre inmóvil en una cama es reír.
"Faffaffaffa," ríe con lágrimas en los ojos desplomándose en la cama. Luego mira a Barbablanca y al resto de ocupantes de la tripulación. "El infierno que nos espera es extraño. ¿Encontrar a un Yonkou destronado después de enfrentarnos a otro Yonkou?"
"¿Yonkou destronado?" Cuestiona Marco severamente.
Killer se burla.
"La mitad de los ocupantes de esta habitación no debería estar aquí," dice Killer mirando únicamente al comandante rubio. "Por lo que asumo que alguno de nosotros ha llegado al lugar equivocado."
"¿Y por qué asumes eso?" Presiona Marco.
"Porque la última vez que te vi, estabas en Wano y el resto de tu tripulación en una jodida tumba," dice con mofa.
Incluso si piensa que está viendo fantasmas o lo que sea que pase por su cabeza en estos momentos, Barbablanca se sorprende por el puro descaro del joven pirata. No es que lo intente, pero normalmente su sola presencia sirve para intimidar incluso a los más experimentados.
"¿Muertos?" Se burla Thatch. "Creo que estás delirante."
"Puedes pensar lo que quieras, pero sé que lo que viví hasta ahora no es mentira. Adelante, ve y llama a cualquiera de tus aliados. Si no se sorprenden por tu llamada, entonces me veré obligado a tragarme mis palabras."
Los comandantes miran cautelosamente al hombre, obviamente incrédulos. Barbablanca, sin embargo, ha visto muchos ojos a lo largo de su vida, y esta no es la mirada de un hombre loco. Saca un Den Den Mushi de su bolsillo y marca. Primero llama a Oars, pero el caracol no hace llamada. Con un sentimiento de malestar, llama a Squard.
"La tripulación de la Araña al habla," responde inmediatamente.
"Squard, soy yo," dice mirando fijamente a Killer. "Barbablanca."
El pirata no responde, pero a través del caracol, pueden ver su reacción. Sus ojos se ensanchan enormemente, primero con incredulidad, luego con ira.
"¡¿Qué clase de broma demente es esta?! ¡Cualquiera que ose hacerse pasar por Barbablanca se encontrará con la hoja de mi espada!" Amenaza.
Izo se mueve nerviosamente a su lado. Ace frunce el ceño.
"¿Por qué asumes eso?" Pregunta el segundo comandante.
"Esa voz... Oh, ¿también te haces pasar por Ace? ¡Los demonios de mi cabeza y mis arrepentimientos son suficiente castigo! ¡Vete al infierno!"
Después de eso, Squard cuelga. A regañadientes, Barbablanca tiene que admitir que hay algo mal. Decide probar una última vez antes de rendirse.
"Habla Aladine," saluda una voz.
"Aladine, busco a Jinbe, ¿podrías ponerlo?" Dice tentativamente.
Hay un sonido de desconcierto que sale a través del altavoz. Luego, de buen humor, el gyojin responde:
"Hola, no sé en qué cueva has estado viviendo, pero Jinbe ya no forma parte de los piratas del Sol," dice. "¿Quién eres? Puedo pasarte el número de su nuevo barco si lo considero importante."
Ace masculla palabras que no puede escuchar y Thatch se sobresalta con sorpresa. Marco sacude la cabeza, como si todo esto fuera una locura.
"¿Que Jinbe está en una nueva tripulación?" Izo le arrebata el caracol a su padre y cuelga sin despedirse. "Nada de esto tiene sentido, ¿qué demonios está pasando?"
"Mi suposición," dice Vista cepillándose el bigote. "Es que estamos en el futuro," mira a Killer interrogativamente. "Porque se supone que estamos muertos, y estos piratas eran novatos hace tan solo unos días."
Haruta y Namur intercambian una mirada atónita antes de decir al unísono: "Fue el jodido velo."
"¿Qué? ¡Pero eso es imposible! ¿Un futuro donde estamos todos muertos?" Ace sacude la cabeza. "¿Cómo podría suceder eso? ¡Me niego a creerlo!"
"Quiero decir, sabemos los riesgos que conlleva ser pirata," dice Atmos. "Pero..."
Todos comparten miradas inquietas. El mismo Barbablanca se llena de pavor por unos segundos. No le preocupa su muerte, ha vivido el tiempo suficiente como para estar satisfecho. Sin embargo, oír que su tripulación podría ser aniquilada es, cuanto menos, perturbador.
"Solo puedo contar lo que sé," dice Killer. "Como agradecimiento por habernos salvado. Sin embargo, no soy consciente de los detalles ni me interesan."
"Bien," dice Barbablanca. "Estamos escuchando."
"Hace dos años, hubo una guerra por la ejecución de Puño de Fuego. Por ser hijo del Rey de los Piratas."
Ace se congela. De cualquier cosa que pudiera salir de los labios del rubio, esa es la más inesperada para todos. Por supuesto, para Barbablanca no es una novedad. Sin embargo, los demás sueltan jadeos de sorpresa.
"Ace es mi hijo," la voz de Barbablanca retumba en toda la habitación, tanto para el rubio como para sus comandantes. "Y cualquiera que piense que puede intentar matar a mi hijo por su sangre, sufrirá."
"Puedes decir eso, pero ni él ni tú dejasteis Marineford ese día," Killer se ríe de los rostros de los piratas. "Y después de eso, la tripulación sin un capitán fue a enfrentar a Kurohige, el hombre que había entregado a Puño de Fuego a la marina, por venganza. Ese tipo acabó con casi todos. Él fue el que murió más recientemente, en la batalla de Wano," dice señalando con la barbilla a Izo antes de mirar a Marco. "Y tú eres el único superviviente de todos."
Barbablanca sacude la cabeza sin saber qué decir. Le gustaría tildar al hombre de mentiroso, pero puede ver la sinceridad de sus palabras. Del mismo modo, ningún oficial cuyo capitán cuelga entre la vida y la muerte jugaría con ellos de esa manera. Es desconcertante y morboso de alguna manera saber que llega a conocer el mundo después de su muerte.
"Entonces, tenemos que informarnos," dice Thatch. "Debemos saber lo que sucedió para que todos acabáramos muertos... ¡Y cambiarlo cuando volvamos a nuestro tiempo!"
"Eso si podemos volver," dice Jiru. "Quizás el velo solo funciona en una dirección."
"Espera, ¿queremos volver?" Dice Haruta con los ojos muy abiertos. "Piénsalo bien, si todo esto es verdad, ¡ahora mismo somos como fantasmas!" Dice emocionado. "¿Para qué queremos volver al pasado y arreglar las cosas cuando podemos quedarnos aquí y aterrorizar a todos aquellos que celebraron nuestra muerte?"
Parte del mal humor se disipa gracias a las palabras del duodécimo comandante. Marco está demasiado silencioso para gusto del capitán, pero alguien más llama su atención.
Ace da un paso hacia delante sin mirar a ninguno de sus hermanos. Se debe, supone, al autodesprecio que tiene arraigado en relación con su herencia 'maldita'. En algún momento, Barbablanca tendrá que hablar de eso con él y demostrarle que ninguno de ellos tiene problemas con él por eso, pero en este momento, su mirada asustada es más importante. El chico se acerca a Killer metiendo una mano en su bolsillo.
"Dijiste que hubo una guerra por mi ejecución," dice temblorosamente. "Aunque odie la idea, sé que hay alguien que vendría a buscarme sin duda. Puede que no conozcas su nombre, pero necesito saber si estaba en Marineford."
El joven comandante desenrolla el cartel de recompensa de los treinta millones de su hermano para mostrárselo a Killer. Al principio, los ojos del rubio se ensanchan al ver el cartel. Luego bufa y se convierte en una risa escandalosa con cada segundo que pasa. Ace se toma las carcajadas a mal y aprieta su puño.
"¡¿Qué es tan gracioso?!" Espeta.
"¿Quieres saber si Mugiwara estaba en la guerra?" Dice como si fuera el mejor chiste que ha escuchado. "Por supuesto que sí, ese maldito lideró la guerra. Armar alboroto y joder a la gente es lo único que ese desgraciado sabe hacer bien."
Por la expresión de Ace, Barbablanca puede decir que está tan perdido como él mismo se siente al escuchar las palabras llenas de rencor del hombre.
"Te aconsejo que busques más información por tu cuenta, no soy un News Coo o el puto Morgans," espeta de repente malhumorado. "Ahora fuera todos, quiero descansar."
Por mucho que sea un Emperador y no siga órdenes de un mocoso, Barbablanca acepta que es hora de salir. El rubio tiene razón, después de todo lo que han aprendido, es hora de que empiecen a buscar información de fuentes de verdad. Necesita saber qué le sucedió a su tripulación y cuál es el estado del mundo en estos momentos.
"Oyaji," llama Marco. "Si todo esto es cierto, entonces hay un lugar al que debemos ir para buscar confirmación."
Barbablanca asiente y el primer comandante comienza a dar órdenes a los navegantes. Por el rabillo del ojo, ve a Teach y algunos otros piratas acercarse a Ace y Thatch en busca de información sobre lo que ha sucedido en la conversación con Killer. Sin embargo, Barbablanca les ordenó silencio por el momento. No hay necesidad de alarmar a su tripulación antes de analizar y confirmar los hechos.
...
Se me ocurrió esta idea esta tarde de la nada y no he podido descansar hasta que he completado el capítulo... ¡Espero que os haya gustado! Espero que todo se entienda bien y no haya cometido errores por escribir apresuradamente, no quería privaros de esta idea durante más tiempo <3
(La portada la he hecho en unos tres segundos, así que tened en cuenta que puede cambiar)
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