Marco 'The Phoenix'
La luz del amanecer baña el cielo cuando el barco llega a Sphinx. La vista de la isla es como un soplo de aire fresco para Marco. Si bien propuso hacer la parada sabiendo que ahí podría encontrar las respuestas que tanto buscan, se felicita mentalmente cuando ve cómo los hombros permanentemente tensos de su padre se desploman con alivio.
Los comandantes han estado nerviosos desde que todo esto comenzó, pero al menos las bromas de Haruta y el resto sirven para amenizar un poco el ambiente. Barbablanca, sin embargo, es uno de los que se han llevado la peor parte. Saber que sus preciados hijos han muerto en el estrecho plazo de dos años es la pesadilla más retorcida de cualquier padre. Ver que su isla natal sigue en pie, y que podría encontrar a su único hijo con vida allí, hace que sus nervios se aplaquen.
Marco no ha querido analizar sus propios sentimientos. A lo largo de los años ha visto a muchos de sus hermanos morir, pero la idea de quedar completamente solo es algo que jamás se le pasó por la cabeza. Entre eso y la forma en la que Ace se ha cerrado desde que leyó el periódico ayer, está aterrorizado de lo que pueda encontrar si siguen excavando.
De fondo oye a su padre preguntarle a Fossa por los papeles que se supone que dejó ayer en el camarote del capitán, pero lo ignora a favor de planear cómo van a operar a partir de ahora. Cuanto más se acercan a la orilla, más puede sentir la extraña sensación de la presencia salvaje que permanece adormilada en el centro de la isla.
"Puedo sentir levemente el haki de Marco," dice Izo acercándose a la barandilla del barco para mirar la isla con sorpresa. "No puedo creerlo."
"Dos Marcos en el mismo lugar," dice Thatch fingiendo un escalofrío.
"Igual que nosotros lo hemos sentido, él debe habernos sentido también," dice Marco. "Vamos a dejar que venga por sus propios medios."
"Sí, vale. Así evitamos que los pueblerinos tengan ataques al corazón cuando vean a un puñado de fantasmas vagando por ahí," asiente Vista rápidamente.
"Vamos a dejar ya el tema de los fantasmas, ¿si?" Dice Blamenco mirando a su alrededor un poco aterrorizado. "No queremos invocar nada."
Casi como si fuera una señal, el haki adormilado que descansaba en la isla se enciende y comienza a acercarse. Marco es consciente de que la mayoría de la tripulación aún permanece ajena a lo que está sucediendo, pero no puede ver sus reacciones porque está demasiado ocupado mirando la mancha azul y dorada que se acerca a ellos.
Marco 'El Fenix', el del futuro, se para sobre ellos con los brazos convertidos en alas llameantes. Aunque es como mirarse a sí mismo en el espejo, también nota las diferencias. Su yo del futuro está más pálido y más delgado. Las ojeras que esconde bajo sus gafas de vista son condenatorias. A pesar de que trata de no mostrar emoción alguna, su expresión atónita lo delata.
"¿Ese es el comandante Marco?" Pregunta uno de los piratas en la cubierta mirando de un Marco a otro con sorpresa.
Marco del futuro inhala con fuerza cuando la figura gigante de su capitán se acerca a la barandilla. Barbablanca se mueve lentamente, como si tuviera miedo de asustarlo. El fénix bebe con la mirada a los piratas de la cubierta por un segundo y luego los ignora en favor de volar a los pies del capitán. Las llamas se apagan cuando sus pies pisan las tablas de madera y el hombre se congela sin saber qué hacer. Luego da unos pasos tentativos para tocar con una mano la pierna de su padre.
"Eres real," dice con su voz en un suspiro. "Oyaji..."
Barbablanca clava una rodilla en el suelo para agacharse a la altura del hombre. "Hijo mío," dice abriendo un brazo como invitación. "Gracias por cuidar este lugar incluso cuando no estoy aquí. Siento haberte dejado atrás, Marco."
Los labios del hombre tiemblan. Es entonces cuando Marco 'El Fénix', el pirata experimentado que ha sobrevivido a cientos de batallas -incluyendo aquellas que tomaron las vidas de sus hermanos- rompe a llorar y se lanza al pecho de su padre como un niño en busca de consuelo.
"¡Oyaji! ¡Chicos!" Solloza ruidosamente. "¡Me sentí tan solo!"
Muchos piratas muestran confusión, preguntando en voz baja para encontrar respuestas. Los comandantes, sin embargo, se congelan con el corazón en un puño. Thatch roza su brazo contra el de su primer comandante, ambos mirando la escena conmocionados. Vista jadea en voz baja, su débil corazón estremeciéndose. Marco se siente igual.
"Deberíamos entrar a la sala de reuniones," dice tragándose el nudo de su garganta y evitando mirar a nadie. "Deuce, te encargo supervisar a estos tipos para que mantengan la calma," dice señalando a todos sus hermanos en la cubierta antes de empujar a Izo y al resto al interior del barco.
"¡¿Por qué yo?!" Jadea el hombre igual de confuso y perdido que los demás.
Barbablanca guía gentilmente al Marco del futuro hacia la sala de reuniones y lo sienta a su lado. Marco mira el asiento junto a su yo mayor y empuja a Ace antes de sentarse entre él y Jozu. El fénix, y Marco lo llamará así en su cabeza para evitar confusiones, continúa sollozando cuando los comandantes han terminado de asentarse en la sala.
"Vamos, vamos. Se supone que el sentimental aquí es Izo," se burla Thatch intentando aligerar el ambiente.
El decimosexto comandante le arroja al hombre del copete su abanico desde su lugar al otro lado de su padre, obteniendo una diana por su puntería perfecta. El fénix mira a Thatch y después a Izo, luego solloza más fuerte. El decimosexto comandante sacude la cabeza y pasa un pañuelo por debajo de la silla de su padre.
"Antes que nada," comienza Barbablanca mirando severamente a su cuarto comandante. "Quizás te preguntes cómo es posible que estemos aquí. Me alegra que al menos hayas reconocido nuestros haki."
"¿Cómo podría no hacerlo?" Pregunta el fénix limpiándose las lágrimas. "Jamás confundiría a mi padre con cualquier otra persona."
Barbablanca asiente y pasa un dedo reconfortante por la espalda de su hijo. Luego le explica lo que ha sucedido desde que cruzaron el velo misterioso. Marco resopla ante la mención de los piratas de Kid, pero su mirada se vuelve oscura cuando le cuentan sobre la noticia de sus muertes.
"Teach," dice el fénix solemnemente. "¿Dónde está?"
"¿Teach? ¿Lo necesitamos para esta reunión?" Pregunta Thatch con inocencia. "Creo que fue a pescar, lo vi ir a por los botes con una bolsa de viaje ayer por la tarde."
"¡¿Y lo dejaste?!" Espeta Blenheim alterado. "¡Thatch, estamos en el futuro! ¡Teach podría estar en peligro!"
El hombre del copete levanta las manos para defenderse. "¡Lo vi salir de la habitación de Oyaji! ¡Pensé que obtuvo su permiso!"
Barbablanca frunce el ceño. "Teach no vino a mí en ningún momento," dice. "¿Por qué entraría en mi camarote?"
"No lo sé, iba con un puñado de papeles que..." El hombre se detiene y sus ojos se ensanchan. "¡Los periódicos!"
Los comandantes comienzan a hablar entre ellos con preocupación, pero Marco solo clava su mirada en el fénix. Su yo del futuro se pasa una mano por la cara, luciendo terriblemente cansado. Por un momento, parece casi a punto de levantarse, pero luego se vuelve a acomodar en su silla.
"¿Los periódicos?" Pregunta Marco.
"Sí, los periódicos que Fossa dejó en la habitación de Oyaji y que desaparecieron misteriosamente," explica el comandante.
"No lo entiendo, si Teach encontró los periódicos por algún motivo, lo lógico sería que viniera a hablar con nosotros," dice Haruta.
"A menos que..." Marco le da a su yo futuro una mirada inquisitiva.
"Chicos, basta," dice el fénix con un tono suave. "Antes que nada, dejad que os cuente la verdad de lo que sucedió hace dos años... La verdadera cara de Teach."
Las palabras del fénix no sugieren nada bueno y eso no pasa desapercibido para nadie. Cuando el hombre abre la boca para hablar, Ace levanta una mano y lo detiene. Es la primera vez que Ace muestra alguna emoción desde ayer, por lo que todos se preparan con atención.
"Teach no puede ser malo. Tengo razones para creer que en este... mundo en el que estamos sucedieron cosas distintas al mundo del que venimos," dice el joven azabache rotundamente.
El fénix arquea las cejas con curiosidad. El mismo Marco también mira a su hermano con una expresión curiosa.
"¿Por qué dices eso, Ace?" Pregunta.
Ace saca el periódico que estaban mirando ayer. La noticia del asesinato del rey de Arabasta destaca en letras grandes.
"Sabo," comienza acariciando la imagen del periódico. "Este hombre es mi hermano."
Haruta jadea e Izo hace una mueca extraña. Jozu ladea la cabeza con confusión.
"¿Tu hermano? Sabemos sobre el pequeño Luffy, pero nunca nos hablaste de un hermano revolucionario," dice el tercer comandante.
"Eso es porque... Sabo murió cuando teníamos diez años," dice con los ojos muy abiertos. "Lo mató..."
"...un Tenryuubito cuando salió al mar desde la isla de Dawn," completa el fénix.
Ace levanta la cabeza para mirar al Marco mayor con sorpresa. El hombre levanta una mano para acariciarle el cabello con una mirada cariñosa y sacude la cabeza.
"Ace, tuviste un pensamiento lógico, pero puedo asegurarte que este futuro es el futuro del mundo del que venís. También puedo asegurarte que tu hermano Sabo nunca murió."
"¿Qué?" Ace parpadea muy confuso, su rostro muestra incredulidad incluso cuando parece beber las palabras del primer comandante del futuro. "Imposible, Sabo murió aquel día. Yo... Hay alguien que lo vio suceder."
"Lo sé, Ace. La verdadera historia estuvo en las noticias hace unos meses," dice Marco. "Tu hermano Sabo sufrió graves quemaduras durante el ataque del Tenryuubito," señala la imagen en el periódico para recalcarlo. "Pero sobrevivió gracias al Ejército Revolucionario. Curaron sus heridas y lo dejaron unirse a su causa."
Ace inhala agitadamente sin despegar la vista del papel. "Sabo nunca volvió con nosotros."
"Y tuvo una buena razón, Ace," dice rápidamente el hombre. "Tu hermano sufría de amnesia. Sabes lo que es, ¿verdad?" Espera pacientemente el asentimiento del joven antes de continuar. "Por desgracia, no podía recordar más allá de su nombre."
El segundo comandante levanta la cabeza para mirar al Marco del futuro. Parece destrozado y esperanzado a la vez, si es que eso es posible.
"Y él... ¿Él recuerda ahora?"
El fénix hace una mueca antes de asentir solemnemente. "Tuvo un detonante, Ace. Recuperó sus recuerdos al ver la muerte de su hermano mayor anunciada en los periódicos."
"Joder," masculla Marco en voz baja.
"Vaya," los ojos de Ace se llenan de lágrimas, pero el hombre joven está sonriendo. "Ese idiota... Se supone que debía mantener a Luffy fuera de problemas y lo único que hace es crear problemas él mismo," dice mirando el periódico con una mezcla de cariño y exasperación.
El fénix suelta una pequeña risita. "No le des una misión imposible, Ace, nadie puede evitar que Luffy se meta en problemas," se burla. "Además, tú eres el más problemático de todos."
Ace resopla con molestia ante la última frase, pero luego se emociona.
"¿Has conocido a Luffy?" Pregunta.
"Sí, Ace, lo he conocido," los ojos del hombre se arrugan con diversión. "Puedo contarte todo sobre él, pero comenzaré a narrar los hechos desde el principio."
"Gracias, Marco," dice Barbablanca mirando a su hijo con aprecio antes de volverse a mirar a Ace. "¿Estás bien ahora, hijo?"
"Yo..." Ace saca de nuevo el cartel de recompensa de su hermanito y lo coloca junto a la imagen del periódico de Sabo. Acaricia la imagen irreconocible del menor con un suspiro. "Estoy asustado. Mi hermano supuestamente muerto ha resultado estar vivo, pero ahora está desaparecido y las noticias sugieren algo que no combina con el Sabo que conocí hace años. Y luego... Luffy ha crecido tanto que ha llegado a un punto en el que ya no lo puedo proteger, y todo ha pasado mientras yo no estaba mirándolos y apoyándolos. Estoy aterrorizado por ellos, por vosotros y por todo lo que está sucediendo."
"Pero estás aquí, Ace, y eso es lo que importa en este momento," dice el fénix asintiendo.
"Gracias, Marco," el menor sonríe agradecido. "Cuéntanos. Creo que hablo por todos cuando digo que no puedo ni imaginarme cómo ha resultado todo así."
El fénix toma aire y mira a los comandantes uno a uno antes de llegar a Thatch.
"Para poneros en contexto, todo comenzó alrededor de junio de hace dos años," dice lentamente.
"Venimos de finales de mayo de hace dos años," menciona Curiel con los ojos muy abiertos.
El fénix suspira. "A finales de mayo, a la cuarta división se le asignó una misión corriente. Cuando Thatch volvió, trajo una Akuma no Mi que había encontrado."
El cuarto comandante se anima ante su mención. El fénix lo mira con ojos oscuros y Marco contiene un escalofrío.
"Esa misma noche, Teach asesinó a Thatch y se llevó la Akuma no Mi."
Izo jadea ruidosamente y el resto de comandantes lo siguen con incredulidad. Thatch se congela mientras que Marco inhala con fuerza. Ace sacude la cabeza repetidamente.
"Te digo yo que es imposible que estemos en el mismo mundo," dice como si toda la conversación de hace unos segundos hubiera desaparecido de su mente. "Teach es nuestro amigo, Marco. Lo conozco bien, está en mi división."
El fénix sacude la cabeza y mira a Ace fijamente a los ojos. Marco, por supuesto, puede sentir la sinceridad en ellos. Probablemente todos pueden, pero eso no hace que la noticia sea más fácil de digerir.
"Ace, sé cómo debe sentarte esta noticia, pero todo lo que diré es real," dice lentamente. "Teach ha estado en la tripulación durante años, se camufló bien y actuó como una familia, pero ese hombre es el mayor enemigo que nuestra tripulación ha creado," su voz se rompe un poco al final. "Es el hombre que ha destrozado a los piratas de Barbablanca de principio a fin."
El rostro de incredulidad y negación de Ace revela todo lo que Marco, y probablemente todos sus hermanos, están sintiendo. Barbablanca suspira profundamente pasándose una mano por los ojos.
"Te creo con mi vida, Marco, aunque desearía no hacerlo en estos momentos," admite el hombre luciendo diez años más viejo por minutos. "El mocoso pelirrojo me advirtió sobre Teach hace un tiempo, pero nunca pude dudar de un hijo mío."
"Lo sé, Oyaji," dice el fénix acariciando el brazo de su padre.
Marco traga sonoramente y todos se quedan en silencio. Antes de que alguno de sus hermanos proponga algo estúpido como salir a buscar a Teach -lo que Marco puede ver totalmente en los ojos de Ace- Thatch chilla.
"¡Espera! ¡¿Eso significa que fui el primero en morir?!" Jadea con los ojos como platos. "¡Hombre, no! ¡¿Cómo puedo ser tan perdedor?!"
Los comandantes miran a su hermano con creciente incredulidad. Marco supone que se trata de otro intento de aligerar el ambiente, pero esto es demasiado incluso para su criterio. El fénix no parece pensar lo mismo, porque echa la cabeza hacia atrás y suelta una carcajada atronadora.
"No puedo creerlo, Thatch," dice el fénix sin dejar de reír. "Cielos, os he echado de menos, chicos."
La dulce confesión toma desprevenidos a los piratas, pero todos responden con el mismo cariño. Marco suspira con una sonrisa débil mientras mira a sus hermanos arrullar a su yo del futuro. Con cada cosa que aprenden, todo parece más desastroso. Sin embargo, Marco cree que estarán bien siempre y cuando permanezcan juntos.
"Cuéntanos, Marco," pide el más joven de los rubios. "No censures nada. Dinos lo que sucedió y cómo sucedió."
Y quizás es porque son la misma persona, pero el fénix parece sentir la venganza en las palabras de Marco y lo muestra con una sonrisa peligrosa.
...
Yo a mi compañera de piso cuando me ha preguntado si quería que cenáramos juntas: "lo siento gordi, tengo que terminar cosas de la universidad" ... Efectivamente. Mis historias de wattpad ya pueden ser definidas como 'cosas de la universidad'
Y no, Google Docs, no quise decir Hizo ni Hace, realmente quiero escribir Izo y Ace así que déjame en paz porque estoy empezando a sentirme acosada 😭 Muchas gracias por leer chicos, espero que hayáis disfrutado el capítulo <3
PD: Qué portada está mejor, la anterior o esta????
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