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ㅡHoon por favor viste a Seon, hace rato te estoy diciendo.

Younghoon se queja audible.

ㅡ¡Pero si yo lo vestí ayer! -Replica, puchereando desde la entrada a su habitación.

Chanhee acomodaba unas prendas limpias en su cómoda, mientras el pequeño pelinegro yacía envuelto en una toalla con su cabello húmedo, sentado en su cama.

Chanhee enfoca su mirada en su hijo, mismo que pareció entenderle al instante.

ㅡNo es cierto, no le creas papá, papi no me quiso ayudar a vestir, Seonie lo hizo solito. -Dice, puchereando fingidamente cuando Younghoon le lanza una mirada recriminatoria.

ㅡPapá, papi está mirándome mal. -Acusa inmediatamente al pelinegro, quién rápidamente tuvo la mirada de su esposo en él.

ㅡ¡No es cierto!

ㅡKim Younghoon me haces el gran favor y deja de mirar a mi hijo de esa manera, y vístelo. -Ordena Chanhee, su mirada seria hace a Younghoon obedecer.

Cuando el pelinegro se acerca hasta su hijo, colocándolo de pie sobre la cama para secarlo bien, quiere quejarse en alto cuando el menor le saca su lengua divertido, claramente divertido con que su papi haya sido regañado.

ㅡChanhee, Seon me sacó la lengua. -Acusa sin rechistar.

Chanhee suspira mientras se tira al piso, y mira hacia el techo de su habitación sin decir nada.

¿Qué había hecho para ganar a dos bebés?

Desde que Seonhwa había llegado a su casa dos años atrás, eran día a día las mismas situaciones, parecían que compartían sangre, porque ambos eran iguales, y por esto mismo siempre estaban discutiendo.

Sí, un niño de tres años discutiendo con un hombre de treinta y pico.

Obviamente al final del día todo era parte de sus juegos, porque si bien pasaba molestando a su papi, el pequeño Seon amaba ser acurrucado por los brazos cálidos de Younghoon, quién siempre se sentaba en un sillón con él en sus brazos, con la idea de contarle pequeñas historias de un libro antes de dormir, siendo gracioso cuando ambos se terminaban durmiendo, o bien, en ocasiones era Younghoon quién caía en los brazos de Morfeo, mientras Seonhwa estaba más despierto que nunca.

A pesar de las constantes situaciones vividas en su hogar, los tres eran felices.

Realmente lo eran, si antes el matrimonio creía que eran felices, eso que sintieron con la llegada de su pequeño Seon fue algo inexplicable.

Estaban día a día aprendiendo nuevas cosas, y el pequeño pelinegro estaba creciendo muy sano y feliz, gozando porque era el príncipe de su hogar.

Todo esto fue sino, hasta que escuchó que planeaban traer un intruso a su casa.

Ah no no, ese era el palacio de Kim Choi Seonhwa, y nadie le iba a quitar su trono.

Chanhee se carcajeo cuando su hijo hizo berrinche cuando le contaron que pronto traerían una princesa a su hogar.

Entonces Seonhwa se enojó con sus papis, y berrinchudo peleó hasta que sus abuelos se lo llevaron unos días a su casa, porque él no deseaba estar con sus papis cuando dijeron que lo cambiarían.

ㅡDile que no vamos a cambiarlo, solo queremos traer a un nuevo miembro a la familia. -Dice Chanhee un poco cansado, escuchando a su madre al otro lado de la línea reír.

ㅡ Él sigue repitiendo que no desea verlos más porque ustedes le quieren quitar su trono.

Era difícil la situación.

Quizás era un poco pronto traer un nuevo miembro a su familia, esto más cuando Seon apenas tenía tres años, pero la idea de tener una pequeña bebé era todo un sueño.

Y el par no creyó que realmente su hijo de tan poca edad hiciera tanto berrinche por algo así.

Aunque era de esperarse a decir verdad. El pequeño estaba acostumbrado a ser el centro de atención de sus papás, de sus abuelos y de sus tíos.

¿Cómo no se iba a oponer a la idea?

No no, su trono debía permanecer intacto por el resto de sus días.

¡Le iban a quitar los brazos de su papi!

Al segundo día en casa de los abuelos, Seonhwa lloró hasta que sus papás llegaron por él, porque por más que su berrinche y enojo era grande, él no podía estar sin sus papis.

Corrió torpemente a los brazos de Chanhee cuando fue al primero a quien vio por el umbral de la casa de sus abuelos, corriendo hasta rodear su cuello, escondiendo su carita ahí mismo, sollozando mucho porque había extrañado a su papá.

ㅡHola mi vida, papá está aquí.

El pálido besó las mejillas húmedas de su bebé, quién tenía un puchero en su pequeño rostro.

Seon lloró más cuando vio a Younghoon llegar segundos después de Chanhee, rápidamente estirando los brazos hacia su papi.

Younghoon lo cargó inmediatamente, apretándolo en un abrazo.

ㅡPapi... -Murmura absorbiendo su naricita. ㅡPapi es mío, solo de Seonhwa.

Ah... niño celoso.

ㅡ Sí mi amor, papi es de Seonhwa. -Le sigue Younghoon, besando toda su carita, buscando como desaparecer la tristeza de los ojos de su cachorro.

Chanhee suelta una risilla detrás de ellos, con su labio entre sus dientes y sus orbes cristalizados.

Parecía tan irreal.

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Tres semanas después, hicieron nuevamente el trayecto que dos años atrás habían hecho, esta vez con la esperanza de volver con su bebé a casa.

El pequeño SeonHwa se había quedado en su hogar al cuidado de sus abuelos, mientras que sus papis irían en busca de la ladrona de tronos.

Sí, efectivamente Seon seguía molesto y berrinchudo por la traición de sus papás.

Ambos, tanto Chanhee como Younghoon tenían miedo, temen que de verdad Seon desprecie a su hermana, a pesar de que harán lo posible para que deje esa idea que tiene en su cabecita, no se sabe que pueda pasar.

Además, quizás era un poco más difícil para el pequeño, porque habían decidido tener una pequeña bebé, y quizás por esta misma razón Seonhwa estaría más receloso.

Cuando llegaron a la casa hogar repitieron todo el mismo proceso, esta vez solo teniendo que firmar unos papeles, porque el trámite estaba hecho desde unos meses atrás.

Conocieron a su pequeña bebé, y lo pequeña era literal, su hija apenas tenía cumplidos los cuatro meses de edad, y era una bolita pequeñita.

Younghoon se echó a llorar cuando tuvo a su hija en brazos, repitiendo constantemente que era lo más precioso que había visto en su vida.

Chanhee a su lado sonreía con sus mejillas abultadas a más no poder, mientras sus mejillas estaban húmedas por las lágrimas derramadas.

ㅡ Nuestra bebé es muy hermosa... -Susurra como si no lograra creerlo.

Y es que; todo estaba perfectamente, porque Chanhee había sentido eso con su bebé desde los primeros días de su nacimiento. Ellos le habían comentado a las encargadas, que en sus planes estaba adoptar una bebé pequeña, y en cuánto la llegada de su hija les habían avisado a ellos, aceptando casi sin pensarlo. El problema es que sus trámites duraron más tiempo, logrando tenerla con ellos hasta ese entonces.

Kim Choi SunHee.

Habían tenido el privilegio de elegir el nombre de su pequeña, y como iban contra las "reglas" ambos apellidos iban asignados a sus hijos con bastante orgullo.

Orgullosos otorgándole ese nombre a su hija, con su significado siendo lo mejor para ellos.

Bondad y felicidad.

Deseaban que ambas cosas rodeara a su pequeña familia y a su bebé.

La llegada de Sunhee a su hogar fue más que victoriosa. Por el contrario a lo que pensaron, Seonhwa se lanzó a los brazos de su papá a llorar, y luego de ser mimado unos minutos, dudoso se acercó a ver a su hermana, llorando más fuerte.

ㅡ¿Qué pasa mi vida? -Dice Chanhee abrazándolo, mientras el bebé hipaba, sin dejar de ver a la pequeña bolita en manos de su papi Hoon.

ㅡLa ladrona es muy bonita, papá. -Apenas logra murmurar Seonhwa, arrastrando las palabras.

Los abuelos se carcajean, y la pareja de esposos conectan sus miradas mientras sonreían, ambos con sus ojos tan brillantes como estrellas.

ㅡSí mi amor, Sunhee es muy bonita.

ㅡSeon. -Llama Younghoon, captando la atención del pelinegro menor. ㅡSunhee se quedará con nosotros, vamos a cuidarla y amarla juntos, ¿De acuerdo?

El pequeño asiente en brazos de su papá mientras con los puños de sus manitas restriega sus ojitos llorones, estirando sus brazos a su papi para que lo cargara.

La abuela Kim toma a SunHee en sus brazos, para darle la oportunidad a Hoon de cargar con su otro bebé.

ㅡPapi es mío. -Murmura Seon, estando adormilado por lo calientito que era su papi.

Younghoon sonríe bonito, tomando la mano de Chanhee y acercándose a él.

ㅡPapi es de Seon, de Papá y de Sunhee, ¿sí?

Y Seonhwa solo asiente a punto de dormirse.

No tenía más opción que aceptar y amar a la ladrona de papis.

Eran felices, Chanhee y Younghoon eran felices en su pequeño hogar.

Seonhwa y Sunhee eran su hogar.

El mejor y más feliz hogar.

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