
23
Álvaro decidió que lo mejor sería mantenerse callado, porque si Jack decía que lo echaría del club de mejores amigos, entonces es que sería capaz de hacerlo.
Efrén y él le dieron las gracias a los integrantes de la manada, una vez más, y se despidieron de ellos para conocer su nuevo hogar.
-¿Por qué habéis tardado tanto?- inquirió Mike, entrelazando su mano con la de Jey- Ya estaba pensando que os habíais echado para atrás.
-Unos pequeños inconvenientes- respondió Álvaro con rapidez, adelantándose a su alfa- Nada de lo que haya que preocuparse.
Acarició con suavidad la espalda del omega. Jack se había negado a bajarse de los brazos del alfa, haciéndole caras infantiles a su alfa cuando éste lo miraba de una forma acusadora.
-Tú deberías estar en mis brazos, no en los de Álvaro- se quejó Zack cuando el omega le sacó la lengua otra vez- Deja de fastidiarme, omega.
Jack soltó una pequeña risita, ocultando su rostro en el cuello de Álvaro, provocando un gruñido de advertencia por parte de Zack.
-Alguien está un poco sensible el día de hoy- se burló Álvaro- No sé si lo recuerdas, Zack, pero a mí me va un alfa en concreto. No es como si debas preocuparte por nada- insistió.
Zack resopló, indignado. No podía parar de pensar en cosas como ojalá fuera tan fácil, no me tientes alfa estúpido, Efrén gime igual o peor que un omega así que esa explicación no me sirve.
-Me da igual- refunfuñó el alfa- Mi alfa no puede controlarse. Está en mis instintos sentirme así cuando mi omega, encima muy embarazado, está siendo llevado a cuestas por otro alfa que no soy yo.
Jack dejó el cuello del otro alfa para mirar al suyo, incrédulo.
El drama comenzó en ese mismo instante, exigiéndole saber a los cuatro alfa restantes quién de ellos había sido el chivato.
-Omega, me he dado cuenta yo solo- refunfuñó Zack- ¿Puedes venir a mis brazos ahora o seguirás sacando de quicio a mi lobo?
El omega no se hizo de rogar, lanzándose a los brazos de su alfa al instante.
Efrén resopló, llamando la atención de todos.
-Nosotros hemos llegado a nuestro hogar- refunfuñó, señalando la casa- Vosotros ya habéis disfrutado un poco del vuestro, ahora exijo nuestra intimidad.
Mike resopló, golpeando su nuca.
-Esa es la casa de Jey, imbécil- refunfuñó con molestia- Y mía, aunque no quiera reconocerlo. Ten cuidado con intentar colarte en ella para ver a Jey desnudo porque golpearé- volvió a golpearlo.
Efrén hizo una mueca de horror.
-¡¿Qué?!- gritó, histérico- ¡No puede ser, esa es nuestra casa!
-Que no tío, esa es la nuestra- insistió Mike- Vete a la mierda.
Efrén sacó las llaves de su bolsillo, mostrándoselas a Mike. Éste palideció al ver que sus llaves era exactamente igual a las suyas, sintiéndose casi al borde del desmayo cuando Zack le enseñó las suyas y éstas eran completamente diferentes.
-No, no puede ser...- murmuró, histérico- ¡TÚ NO SABES LO QUE ME HA COSTADO ARMAR LA PUTA ESTANTERÍA, EFRÉN!
Tanto Efrén como Zack no consiguieron aguantar la risa mucho tiempo más, estallando en estruendosas carcajadas.
-Te quitamos las llaves de repuesto para gastarte una broma- comentó Efrén, limpiando sus lágrimas- Tranquilo, hombre. Ese es vuestro hogar- le guiñó un ojo.
Mike soltó un pequeño suspiro de alivio, soltando un la madre que os parió.
Sonrió ampliamente, palmeando la espalda de Efrén a modo de consuelo.
-Menos mal, Efrén, menos mal- comentó Mike, risueño- Porque tampoco iba a cambiarte la casa. Jey y yo ya la hemos estrenado, por lo que oficialmente es nuestro hogar-
Efrén palideció, soltando un pequeño susurro acompañado de un que asco.
-Sí, sí que asco- se burló Zack- Pero cuando estás siendo sometido por Álvaro no hay asco que valga, ¿eh?
Álvaro, o más bien Adam, soltó un gruñido de advertencia, mirando al alfa de forma acusadora.
-Bien, bien. Me rindo- refunfuñó Zack- Espero que disfrutes mucho el estreno de la casa, Efrén. Yo que tú me iba mentalizando para disminuir el dolor de culo-
Se encerró en su casa con su omega todavía en brazos, escaqueándose del posible drama que podría armarse.
…
Álvaro había tenido dos horas para curiosear por la casa, y no es que él hubiera estado contando los minutos, es sólo que no sabía que tanto tenían que hablar aquellos dos alfas, ex-mejores amigos.
Efrén había optado por la misma opción que Zack. Compró todos y cada uno de los muebles que necesitaban, aunque a diferencia del otro alfa, Efrén compró todos aquellos que a Álvaro se le había antojado, contrastando a una persona cualificada para decorar la casa.
Así, Álvaro no tuvo más que dedicarse a admirar lo bello que era su hogar. Decidió que estrenar la espaciosa bañera con un delicioso y agradable baño de burbujas estaría bastante bien.
Colocó algunas velas que encontró en uno de los cajones, suspirando de felicidad al olfatear el olor a frutas del bosque que éstas habían comenzado a desprender.
Se metió en el agua, estimándose libremente a su antojo porque el gran espacio de la bañera se lo permitía.
-Bien, muchísimas gracias por todo, Alex- escuchó decir a su alfa desde algún lugar de la casa- Nos vemos, cuídate.
-Nos vemos pronto, cuidaos- comentó Alex a modo de despido.
Escuchó la puerta principal siendo cerrada, acompañado de un suspiro.
-¡¿Dónde estás, amor?!- gritó Efrén.
Álvaro le gritó de vuelta un ¡aquí!, esperando pacientemente a que su alfa llegara a él.
Efrén no pudo evitar adoptar una expresión incrédula en su rotro al adentrarse en el baño y encontrarlo tan...tan así.
-¿Te estás dando un baño y no me has esperado?- inquirió un poco serio- ¿Con velas y todo?
Álvaro se encogió de hombros, sonriéndole inocentemente.
-Tú estabas muy ocupado con tu mejor amigo, así que decidí estrenar la casa por mi propia cuenta- comentó con tranquilidad- Puedes unirte, si quieres.
Efrén caminó hacia la bañera, sentándose en el borde de ésta mientras reía de forma estruendosa.
-¿Estás celoso, amor?- inquirió con una gran sonrisa- ¿Celoso de Alex?
Álvaro resopló, hundiéndose brevemente bajo el agua para evitar admitirlo.
Salió a la superficie segundos después, sonriéndole inocentemente.
-Pues es un alfa también- comentó Álvaro con un tono de obviedad- Es cazador, es apuesto, y...-
-Apuesto, ¿eh?- le cortó Efrén- Mi mejor amigo es apuesto pero no soy yo el que debe estar preocupado o celoso.
-A mí no me gusta- refunfuñó Álvaro- Sólo digo que puede parecerte atractivo y...-
-Es una tontería, amor- le regañó Efrén- Es mi mejor amigo, no podría verlo de otra forma porque mis ojos no pueden apartarse de tí a cada segundo, ¿contento?
Álvaro negó, haciendo un pequeño puchero.
-No mucho- refunfuñó- Daniel ni siquiera sabía que habías contactado a Alex.
-Daniel no suele prestar atención a otra cosa que no sea algo llamado Adam, ¿crees que iba a saber eso?- insistió Efrén- Ya amor, dejemos el tema, por favor.
-Vale- concordó Álvaro con una sonrisa- ¿Quieres unirte al baño?
Efrén negó, besando castamente la frente del otro alfa.
-Me tumbaré en la cama un rato, no me encuentro bien- comentó con una pequeña sonrisa- Disfruta tu baño, amor.
Salió del baño, dejando al otro alfa con su ceño ligeramente fruncido, muy preocupado.
Salió de la bañera, envolviendo su cuerpo en una toalla con rapidez.
-Efrén...- le llamó, saliendo de allí prácticamente corriendo- Efrén, ¿cómo es eso de que no te encuentras bien?
Se adentró en la habitación, encontrándose al alfa ya tumbado en la cama.
-Efrén...- insistió Álvaro- Efrén, cariño. Te estoy hablando, ¿puedes...?- se calló al ver que el alfa no se encontraba consciente y su temperatura había subido considerablemente.
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