
13
Álvaro intentó cortar la llamada dos veces, fallando miserablemente en ambos intentos.
El llanto de su madre al otro lado de la línea le hizo comenzar el suyo propio.
-Mami...- intentó decir entre sollozos.
Quería tranquilizar a su madre, pero no sabía cómo hacerlo si él mismo se encontraba en el mismo estado que ella.
Efrén caminó de forma apresurada a él, quitándole con extrema suavidad el móvil de entre sus manos, susurrándole palabras tranquilizadoras mientras lo abrazaba.
-Hola, Amara- comentó con suavidad- No tiene nada de qué preocuparse. Su hijo estará perfectamente, aun si mi vida depende de ello- insistió- Se lo prometo.
Finalizó la llamada, a pesar de que la mujer continuaba suplicándole que cuidara de su hijo, envuelta en llanto.
-Tenemos que hacernos con ese maldito puesto, ¿entendido?- comentó Efrén con voz autoritaria- Da igual quien, pero necesitamos que sea de los nuestros o estamos perdidos.
-¿Dónde habéis dejado al maldito?- inquirió Zack.
-En mitad del campus- comentó uno de ellos con una pequeña sonrisa- El pobre encargado apuñalando en mitad del campus y nadie pudo ver el incidente, ¿no es una pena y a la vez ridículo?
Zack hizo una mueca.
-¿Vosotros estáis tontos o qué?- inquirió con enfado- ¡¿Y si os han visto qué?!
-Nos hemos asegurado antes- se quejó el otro cazador- Todo está en orden, idiota.
Zack refunfuñó un más te vale mientras abrazaba a Jack.
-El que consiga ser el nuevo encargado será invitado a una magnífica cena costeada por los demás perdederos- comentó Zack con diversión- ¡¿Entráis en la apuesta o qué?!
Por supuesto, todos lo hicieron.
Efrén los echó a todos de la habitación, no sin antes darles la coartada perfecta para cuando otros cazadores les preguntaran dónde habían estado mientras el encargado era asesinado.
-A tí no te conozco, ¿entendido?- le comentó a Mike- Tú jamás has estado aquí ni me conoces. Intenta mantenerte lo más alejado posible de nosotros para no verte involucrado en esto.
-¿Y qué pasará con Jey?- insistió Mike- No pienso no verme involucrado en esto si Jey está en peligro.
-Jey convive con Álvaro, ¿es normal que nos conozcamos, no?- insistió Efrén- Él estará bien, pero será muy sospechoso si el gigante antipático de la universidad de pronto se hace amigo de, nada más ni menos, un cazador.
Zack asintió, dándole la razón.
-Todos estamos buscando a un alfa corpulento, capaz de matar el solito a dos cazadores sin la ayuda de nadie más- comentó Zack- Serías el alfa perfecto para ellos y estarías perdido.
Jey abrazó fuertemente a Mike, suplicándole que le hicera caso a los chicos.
-Nos vemos después, amor- comentó Mike, besando la frente de Jey- Gracias por no delatarnos, Efrén. Cualquier cosa que necesitéis podéis contar conmigo.
-¿Y ahora?- inquirió Zack.
-Ahora vamos a intentar conseguir ese maldito puesto- respondió Efrén, besando la frente de Álvaro segundos después- Jey, Jack- les llamó la atención- ¿Podéis quedaros con él hasta que regresemos?
Ambos asintieron.
-Gracias, chicos- comentó con sinceridad- No quiero que se quede solo en este estado.
Álvaro refunfuñó, limpiándose las lágrimas.
-Estoy bien- refunfuñó, apartándose de él.
-Me quedaré más tranquilo, amor- refunfuñó de igual forma Efrén- Regresaré pronto.
Cuando los últimos cazadores abandonaron la habitación, Jack no tardó en correr hacia Álvaro y tirarse a sus brazos para abrazarlo con fuerza.
-¿Estás bien, Alvi?- inquirió con preocupación- ¿Necesitas que vaya a la cafetería a por una tila o algo?
Álvaro correspondió su abrazo.
-No te preocupes, Jackie- respondió el alfa con una sonrisa- Estoy bien así, muchas gracias.
Cuando ambos mejores amigos se separaron del abrazo, Jey aclaró su garganta para llamar la atención de ambos.
-Álvaro...- comenzó a decir, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas- Lo siento muchísimo, por todo. No sé en que estaba pensando cuando intenté delataros aquella vez.
-Jey...-
-No, en serio- insistió el otro alfa- Lo siento muchísimo. Estaba tan austado por si me delataba a mí mismo si no decía nada sobre lo que había visto que no pensé en las consecuencias- comenzó a sollozar- Espero que algún día puedas perdonarme.
Álvaro suspiró, atrayéndolo a sus brazos.
-Todo bien entre nosotros- comentó con una sonrisa, abrazándolo fuertemente- Pero la próxima vez no me importará que sea tu alfa. Golpearé muy fuerte a Mike si intenta amedrentar a mi alfa otra vez.
Jey asintió, emitiendo una pequeña risita.
-¡Otro amigo más!- chilló Jack, emocionado- ¡Qué guay!- comenzó a dar pequeños saltitos en su lugar- ¡Abrazo grupal!
Se abalanzó sobre ellos, siendo tomado por Álvaro para evitar que cayera. Él conocía muy bien a su mejor amigo como para saber que haría eso.
-Omega tonto- refunfuñó Álvaro con una gran sonrisa.
-No más que tú, alfa tonto- le sacó la lengua de forma infantil- Y tú no te emociones tanto Jeymi- refunfuñó- Ya verás cuando comiencen a rumorear sobre otro trío, esta vez entre nosotros tres. Más te vale que sepas controlar a tu alfa porque yo soy una bolita al lado suyo-
-Eso está hecho, bolita- comentó Jey entre risas.
Jack asintió, satisfecho.
-¡Venga, otro abrazo grupal!- volvió a chillar- ¡Me encantan los abracitos!
…
Efrén no regresó.
Álvaro recibió un mensaje suyo diciéndole que le sería imposible, que se verían al día siguiente.
Jack y Jey decidieron hacer una pequeña pijamada para intentar animar un poco a Álvaro.
-Bebé...- refunfuñó Efrén en un susurro- Despierta, dormilón.
Álvaro refunfuñó algo a regañadientes, apretando el agarre que mantenía sobre Jack.
-Bebé- insistió Efrén- Me estoy poniendo celoso- comentó burlón- Despierta.
Álvaro comenzó a abrir los ojos, después de los insistentes, pero suaves, zarandeos por parte del otro alfa.
-Efrén- susurró con alegría- Estás aquí, ¿vienes a dormir?- inquirió con emoción- Puedo hacerte un hueco y...-
-No, amor- comentó con suavidad, acariciando su mejilla- No vengo a dormir, vengo a despedirme.
Álvaro soltó un pequeño jadeo, incorporándose bruscamente. Jack refunfuñó algo a regañadientes, dándose la vuelta para buscar el calor de Jey.
Suspiró feliz cuando lo encontró, quedándose profundamente dormido otra vez.
-¿Qué?- inquirió Álvaro, incrédulo- ¿Cómo que vienes a despedirte?
Efrén lo miró con tristeza, limpiando las lágrimas que Álvaro había comenzado a derramar.
-Son demasiados cazadores ya por aquí, amor- comentó con suavidad- Ha sido elegido como nuevo encargado nuestro peor enemigo, créeme.
-Efrén...-
-Nos iban a pillar, más temprano que tarde- insistió Efrén- Yo he hecho...-hizo una pausa- He hecho algo para desviar la atención de nosotros y no puedo quedarme.
Álvaro comenzó a sollozar más fuerte, aferrándose al cuerpo de su alfa mientras negaba con su cabeza.
-Vendré en dos meses a por tí, cuando te hayas graduado- comentó con dulzura, besando su frente- Y nos iremos a esa manada de la que te hablé, ¿te parece?
Álvaro volvió a negar.
Estaba muy ilusionado por ir a esa manada, pero no quería separarse de Efrén por dos meses.
Peor aún si sabía que se marcharía con otros cazadores a sólo Dios sabe dónde.
¿Pero qué podía hacer él?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro