6. No me obliga a trabajar.
A decir verdad, mi antiguo trabajo no era malo, me agradaba y podía convivir con gente.
Más un día a Chan le dieron un ascenso, ese día me dijo que podía dejar de trabajar, al principio lo medité demasiado, pero Channie tenía razón.
¿Para que trabajar si podía pasármela tumbado en el sofá?
Siento que a veces me mima demasiado, pero mi hombre perfecto siempre tiene ese tipo de detalles conmigo.
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