Parte 1 • Niño
Sakura era una adolescente cuando por error paso por un cuarto del sótano y escuchó a un bebé llorar
Ese mismo día, el zorro de nueve colas había atacado la aldea y no pudo investigar quién era ese bebé. Esperaba que estuviera bien porque nadie le dijo quien era o porque estaba separado de los demás.
Un día cualquiera, el tercer Hokage trajo al centro médico a un niño de aspecto descuidado, rubio, ojos azules, marcas en las mejillas, piel bronceada y huérfano. Tampoco nadie le quiso decir porque él vivía solo.
Ella se ocupó de él, tenía actitud de un animal herido, con una excelente habilidad de curación
Sakura sabía que tenía ser amable con sus pacientes y le regaló una sonrisa. El niño se golpeó con la puerta como si algo lo hubiera distraído.
Se notaba que él era molesto, pero había nobleza y un aura cálida en él. Suspiró, amaba tratar a niños, podía estar ahí su vocación.
No fue la última vez que lo vió. Dolores de cabeza, de estómago, caídas de árboles, espinas y astillas clavadas en sus nudillos y cansancio. Había unas que parecía hacer a propósito.
Empezó a hablar más con ella, se veía feliz cada vez que lo veía, sus colegas y superiores le decían que era normal que los niños se portaban así
Sakura ya tenía más de 20 años, estaba tomando un descanso y sintió que un chakra familiar. Cerró los ojos y suspiró.
—¿Qué haces aquí, Naruto?— preguntó cansada —Deberías estar en la academia—
Él hizo un puchero, se sentó sin ánimos de hacerle caso —No quiero— se quejó
Ella se rodeó de un aura de mal vibra —Narutoo—
El oji-azul se hacía pasar por eso casi todos los días, él lo hacía porque no soportaba estar tanto tiempo sin verla, aunque ella se enojara lo tomaba como tiempo de calidad con su superior
Él estaba enamorado de ella. Lo había hecho desde que ella le sonrió, posiblemente. El rubio tenía presente ese cariño que creció con él.
—Te llevaré a la academia— exclamó tomándole del brazo
—Sakura-chan, ¡Tienes trabajo!— se quejaba mientras ella lo movía
—¡No importa! Te llevaré a la escuela— le dejó en claro —¡Además te dije que dejarás de llamarme "Sakura-chan"!— se enojó
—¡Nunca, dattebayo!— reviró empecinado
Él le decía así porque en ortografía y lenguaje le enseñaron que ese sufijo era cariñoso, Sakura era la única que le tenía cariño, era fácil saber que para él tenía sentido
El Uzumaki vió ante él las puertas de la academia que su amor platónico tocó con su gran fuerza. El castaño con cicatriz en el puente de su nariz abrió la puerta, gruñó al ver al chico —¡Naruto!— exclamó para volver a gruñir
—Otra vez fue a mi trabajo— le avisó la mujer —Naruto y ustedes deben de ver mas por su educación—
Iruka se vió regañado también, Naruto estaba gustoso de no ser el único regañado
—Sakura-san no tienes porque traerlo, llama para que alguien vaya— trató de aminorar el carácter de la mujer
El oji-azul gruñó, veía un peligro en su maestro, ¿Acaso le gustaba su Sakura-chan?, estaba muy enojado
—No es problema— respondió frotando sus ojos —Estoy acostumbrada a lidiar con el molesto Naruto—
El Uzumaki le cayó el comentario como un balde de agua helado, le rompió un poco su corazón, se calmó y entró a la academia, los dos adultos vieron eso, se vieron entre sí y ella decidió volver a su trabajo
~•~
Sakura no podía evitar pensar en él, entró en su mente y vida como un taladro en contra de su voluntad. Una de sus compañeras la nota demasiado pensativa
—¿Ese niño sucio y descuidado de nuevo?— preguntó
Todo el hospital conocía de una manera u otra a el rubio de bigotes
—Lo odió— soltó poniendo sus papeles en la cabeza
—Él no— respondió rápidamente
—Le dije que era molesto— avisó
—Que cruel— soltó ella —¿Te imaginas que la persona que te guste te diga eso?—
—¡A él no le gustó!— reviró levantando su cabeza de manera abrupta —Es solo un amor infantil tonto—
—Para él solo es amor— no se dejó hacer menos por ella —Es un niño solitario y tú le rompiste el corazón, idiota— exclamó para irse cerrando la puerta con fuerza
La oji-jade se llenó de irá y más rápido que como se desinfla un globo se sintió mal y recordó como la gente lo rechazaba. Se entristeció, no estaba pensando en sus sentimientos—¿Cómo se sentirá Naruto?—
~•~
El oji-azul vió el ninjutsu médico en una de sus lecciones, ese le recordó a su amor platónico, una de las razones por lo que lo era, era que se esforzaba al máximo como él, recordaba verla dormir en medio de entrenamiento de media noche y su actitud fuerte para seguir avanzando en ello
Naruto recordó verla recibir su primer reconocimiento por su labor curativa, ella se veía tan feliz que se olvidó que era el chico más odiado en la aldea.
No podía odiarla, le entristecía no ser bueno para ella.
[...]
Al terminar fue el primero en salir pero escucho la voz del moreno llamándole, gruñó cansado y regresó
—¿Recuerdas lo que te dije ayer después de que limpiar las caras de los Hokage?— preguntó haciendo que recordará como le gritó para exigirle que no reprobará el examen
—Dattebayo— reviró con mala actitud
—Hazlo— pidió dando medía vuelta
El Uzumaki se fue a un campo de entrenamiento, se sentía menospreciado, él no sabía que un ninja que no se veían buenas intenciones lo veía
~•~
Iruka fue al hospital para recoger los exámenes físicos de sus alumnos
—Esperé, le hablaré a Sakura— dijo dejando sin la primera palabra que diría en ese lugar al castaño
La peli-rosa llegó con todos los expedientes de los chicos en sus brazos, era impresionante para una chica de su complexión
El castaño los estaba revisando para constatar que no faltaba ninguno, notó que ella estaba ahí, ella siempre estaba de un lado a otro y no era normal tanta atención de su parte
—¿Qué sucede, Sakura-san?— preguntó leyendo los nombres de los folders
—¿Y- — suspiró —¿Y Naruto?—
Él sonrió y la vió —Él estaba molesto no sé si por eso o porque siempre está así —
Ella no estaba satisfecha con la respuesta —Naruto es un niño molesto y desubicado, probablemente por la falta de sus padres. Él necesita atención y yo lo insulte, tal vez lo lastimé— se preocupó
El de cicatriz también era huérfano, pero sabía que Sakura no lo decía de mala intención, solo puntualizaba una deficiencia de ese modo de crianza, su cara mostraba arrepentimiento y estaba preocupada por el rubio
—Naruto es duro también— la apoyó —Él está acostumbrado a los rechazos e insultos—
La mujer decayó más. Iruka pensó que se oía muy mal, peor de como lo pensaba
—Creo saber dónde está Sakura-san puedo llevarte ahí después de dejar esto—
La peli-rosa no le parecía mala idea al menos si lo buscaba el sabría que no lo odiaba
Iruka sabía que Sakura no sabía aún el secreto de Naruto, ella era una buena chica, eso hacía que él se sintiera mal por no ser empático con el Uzumaki.
La Haruno tenía sospechas pero no era desobediente y hacía caso a sus superiores cuando le decían que no investigará más.
~•~
Naruto intentó hacer la técnica que siempre fue su talón de Aquiles, no le salía bien y eso le frustraba, además no estaba de bien ánimo
Un ninja de pelo gris se presentó ante el chico cuando cayó cansado
—Yo sé de algo que podría ayudarte— inquirió con mala cara
Naruto le pareció extraño, así que desconfío
—Hay una técnica secreta para realizar esa jutsu rápido y fácil—
Eso le interesó
—Lo harás tan bien que seguro dejas impresionada a cualquier chica y pasaras el examen—
Eso lo emocionó
—¿Me meteré en problemas?— movió el labio
—No hay problema, mis amigos y yo jugamos a robarlo todo el tiempo—
Él desconfío
—Tú no pareces ser alguien que tenga amigos— dijo con sus ojos rasgados y el dedo índice levantado
Él lo maldijo —¿Lo harás?—
El rubio realmente escuchaba adentro de él algo que le pedía negarse, pero podía enseñarle a los que se burlaban lo contrario e impresionar a Sakura
—¿Seguro que tomar ese pergamino me dejaría como un chico genial frente a las chicas?— preguntó por lo accesorio para no verse muy desesperado por aprobación social de los otros que no le agradaban
—Sí, a las mujeres les gustan los chicos malos— alentó
—Pero dijiste que no era-...— no termino cuando él se fue
El Uzumaki lo siguió. Tomó una mala decisión.
~•~
Iruka y Sakura iban a dejar los expedientes del maestro para luego ir con el chico
El castaño notó algo extraño cerca del edificio donde estaba el sótano prohibido, vió una cabellera rubia también, le dejó los expedientes a la peli-rosa —Tengo algo que hacer, ayúdame con eso—
—¡Oye!— regaño
El Umino era mayor que ella, no debía ser demasiado arrogante o grosera por lo que tuvo que hacer lo pedido
El Uzumaki pudo salir con el pergamino, estaba nervioso y sentía que había cometido una idiotez muy grande, de pronto un kunai le pasó rozando el cuerpo, se asustó y brincó
—Lo sabía— soltó con arrogancia —Estupido zorro—
Por primera vez vió el odio más fuerte iluminando unos ojos llenos de irá
—¿Q-Qué-...— nervioso abrazó lo que había robado con miedo a lo que vió
Quería regresarlo. Estaba asustado, ¿qué había pasado?
—¡Nadie te extrañará, monstruo!— le gritó lastimando su corazón —Solo traes mísera y dolor— exclamó soltando estrellas
El niño no podía asimilar el repentino odió expresado
El Uzumaki se sentía miserable una gran parte del tiempo, solo y como si a nadie le importará
—¡A nadie le importas, zorro de nueve colas!—
El oji-azul no pudo soportar recordar el odio recibido. De pronto recordó todo lo malo que le pasó en su corta vida y empezó a llorar. Era como él pensaba a veces, nadie lo quería y aunado que no estaba en el mejor ánimo lo rompió.
El ninja con ojos de loco le aventó una estrella ninja gigante, el niño no se movió, un hombre se puso en el camino de él y el arma, lo vió con sus ojos azules, era su maestro
—Iruka-sensei— habló entre lágrimas
El moreno cerró sus ojos con fuerza soltando unas lágrimas —Lo siento— pidió disculpas
El pequeño estaba temblando mirando al hombre
—Debí...—
Unos pasos se acercaban —¿Iruka-san? ¿Naruto?— era la voz de Sakura
El Uzumaki tomó fuerzas y abrió el pergamino para hacer la técnica y atrapar al ninja que lo había tratado de lastimar, así lo hizo, decenas de Narutos atraparon al ninja
La oji-jade dió con el lugar dónde estaban, rápidamente trato al Umino con la mirada preocupada de Naruto
—Sakura-san revisa a Naruto primero— pidió
Iruka conocía al hombre, él también quedó huérfano en el ataque del Kyuubi, los dos tenían un rencor a Naruto por tener adentro a ese monstruo, él se vió reflejado, pero el otro no conocía a Naruto, no como él y Sakura lo conocían, tenía sueños, sentía amor y aprecio y tenía los problemas de un huérfano tenían...como los suyos, sintió esa empatía que un rencor idiota suprimió
La oji-jade vió a el oji-azul se veía bien y volvió a el mayor
—Ese hombre es un grandísimo imbécil— exclamó la mujer dolida impresionado a los masculinos, lagrimeo un poco, —¿Cómo se pudo atrever a tratar de matar un niño?—
Naruto se asombró al ver como Sakura sentía dolor y rencor porque alguien trató de matarlo
—Comprendo tu sentir— habló el lastimado
El Uzumaki empezó a llorar, ahora estaba seguro que había dos personas que lo apreciaban
Los adultos sonrieron en complicidad, él estaba feliz
Ese ninja solo quería que Naruto cometiera un crimen para tener una razón para matarlo.
[...]
Un día los tres quedaron en comer ramen después del examen de la academia
Iruka le regaló su bandana, Naruto era feliz
Sakura siempre había sido obligada a ser una figura en la vida del Uzumaki y allí estaba voluntariamente con él
—Sakura-chan, ¿no crees que parece una cita?— inquirió
—Sí. Iruka y Sakura-san parecen una pareja— bromeó el dueño del establecimiento
—¡Oye viejo!— se quejó
—Come con la boca cerrada, ninja— reviró la mujer
Él enojado así lo hizo para masticar lo que tenía dentro
La Haruno sonrió al verlo, podían llegar a ser buenos amigos, él le daba esa chispa a su vida que no tenía remplazo, estaba feliz de que Iruka pensará mejor su forma de tratar al chico porque sabía que era muy duro con él y rápidamente crearon un lazo como siempre lo hubieran tenido.
N/a: Sí, hice una historia de cinco capítulos con 2,000 palabras cada uno porque me gustaron dos estrofas de una canción ranchera y le quedaba a mis monitos japoneses.
Está historia será con la historia de Naruto pero Sakura cumplirá un papel secundario, nunca lo había hecho. Espero les guste.
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