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Caigo al suelo y siento un ardor alrededor del pecho, llevó mi mano hacia aquel lugar y mis manos se encuentran manchadas de sangre, Jeongguk se suelta del agarré y sale corriendo hacia dónde estoy.
—Jimin....resiste...no me dejes, por favor.—las lágrimas caen por su rostro y siento la necesidad de cerrar mis ojos, me siento cansado y sólo quiero dormir.
—¡Teníamos que llevarlo con vida! ¡El señor Jeon nos matará!.—dice uno de ellos desesperado.
—No me importan las consecuencias, ese bastardo debe morir.—dice quién me disparó y Jeongguk lo voltea a mirar, tiene toda la intención de pararse a pegarle pero lo detengo.
—Tenemos que llevarlo a un hospital.—dice uno de ellos.
—Traigan a Hoseok y a Taehyung.—dice otro.—¡Sí escapan estamos muertos!.
Jeongguk coloca mi cabeza sobre sus rodillas y tapa con su grande mano la herida en mi pecho. Mis manos están cubiertas de sangre al igual que mi rostro, la camisa que antes era blanca ahora está teñida de rojo.
Taehyung y Hoseok llegan con el rostro lastimado, los habían golpeado y me siento aún más débil y triste por verlos así. Taehyung se suelta de los soldados que lo tienen y corre hacia mi, pega su frente con la mía y empieza a llorar.
—Somos tú y yo contra el mundo, ¿Lo recuerdas?.—dice sonriendo con tristeza.—No me dejes, no lo hagas...eres mi familia, mi hogar.
Siento mis labios resecos.
—...Moriré.—digo débilmente.—No aguantare pero siempre estaré contigo...y lo último que quiero es que salgas de aquí y corras por tu vida. Me debes de recordar.
Hoseok me escucha y besa mi frente. Aleja a Taehyung y lo toma de la mano.
—Cumplire tus deseos.—dice el sonriendo cuadradamente mientras las lágrimas descienden de su rostro.
Ambos se levantan y se miran entre sí para salir corriendo, los soldados se alarman y salen cuatro de ellos persiguiendolos.
—¡Traiganlos con vida!¡Órdenes del Señor Jeon!.—grita el líder y los soldados asienten.
Jeongguk toma mi mano y besa mi frente mientras con la otra tapa mi herida.
—Resiste, por favor.—dice desesperado.—aún nos falta por vivir, debemos casarnos y vivir nuestras vidas, debemos morir juntos por vejez, tienes que luchar...por ti, por mi, por nosotros.
Su voz se quiebra y empieza a llorar como un niño cuando le quitan su dulce. Empiezo a sentir frío, cansancio, y sé que estoy al borde de la muerte.
J E O N G G U K;
Jimin respira con dificultad y siento miedo como nunca antes lo había sentido, mi corazón duele, duele como nunca y pido a Dios que salve a lo que más e amado en esté mundo.
—Resiste.—digo besando su frente.
Está perdiendo mucha sangre y lucha por mantener sus ojos abiertos.
—T-te amo...—dice débilmente.
—Lo se, amor, lo sé.—muerdo mi labio inferior y empiezo a sollozar.—Jimin..por favor no mueras, vive...quiero casarme contigo y tenerte más tiempo a mi lado.
Cómo desearía no haber perdido mi tiempo en otras cosas, desearía el tenerlo más tiempo a mi lado, quiero estar con el, quiero vivir con el, quiero todo con el.
El auto de los soldados llega y cargo a Jimin entre mis brazos.
—Aguanta un poco más, ¿Quieres?.—digo contra su oído y Jimin suelta un jadeo.
Subimos al auto y esté empieza ir a toda velocidad para llegar al hospital más cercano.
Maldito soldado, maldita guerra y maldito sea mi padre. Mantengo la esperanza de seguir teniendo a Jimin a mi lado.
Su respiración es aún más lenta que antes, sus ojos perdieron aquel brillo que lo caracteriza y su piel está demasiado pálida, sus labios se encuentran resecos y esta manchado de sangre al igual que lo estoy yo.
Me acercó a él y beso sus labios. Empieza a sudar fríamente y sé que está sufriendo.
Siento su última respiración contra mis labios y el mundo se me va encima.
La última lágrimas sale de sus pequeños ojitos y susurra un te amo mientas deja esté mundo.
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