Caminé por los pasillos de la casa hasta dar con la cocina la cual se encontraba vacía, limpie mis manos sudorosas contra mi traje y suspiré mientras me servía un poco de jugo.

Escuché unos pasos detrás mío y decidí no darle importancia, me bebí el jugo rápidamente y dejé el vaso sobre la mesa, cerré mis ojos y sentí unas manos alrededor de mi cintura.

—Namjoon.—dije inconsiente mientras aspiraba el olor reconociendo aquel perfume, las mariposas en mi estomago aparecieron y sentí mi pulso acelerarse.

—No soy Namjoon, cariño.—su voz sonaba más ronca de lo normal y abrí mis ojos mientras respiraba pesadamente.

Me quedé quieto sin saber cómo reaccionar, relami mis labios los cuales sentía resecos, llevé mi mano a mi pecho. ¿Porqué ahora, porqué tuviste que aparecer otra vez? ¿Porqué después de un año ahora si vuelves? No es justo.

—Extrañe tenerte así de cerca, Jimin.—dijo mientras rozaba su nariz contra mi cuello provocando que me estremeciera.—Te extrañe tanto.

—¿Porqué... porqué has tenido que venir?.—pregunté con la voz entré cortada mientras tenía unas fuertes ganas de llorar.

—Tenía que verte, tenía que decirte lo que siento.—dijo mientras me giraba provocando que quedáramos cara a cara.—Joder, te ves tan hermoso.

Miré fijamente su rostro, sus facciones son más duras que antes, haciéndolo lucir aún más guapo, tenía más masa muscular que antes, y sentía que había aumentado de tamaño, sus ojos tenían un brillo  especial que jamás había visto en el y sonreí tristemente. Seguía luciendo igual de guapo.

—Eres un ángel, Jimin.—dijo mientras acercaba su rostro al mío, bajé mi mirada a sus labios y sentí la necesidad de probar sus labios una vez más, de recordar su sabor y sentir el contacto de sus labios con los míos, me obligué a apartar aquel pensamiento de mi cabeza y coloqué mis manos en su pecho alejándolo.—Estás más hermoso que la última vez que nos vimos, ahora ya no tienes facciones de un bebé si no que te todo un hombre al igual que tu cuerpo.

Me sonroje y evite mirarlo a los ojos.

—Di algo por favor.—suplico mientras me apretaba aún más a su cuerpo.

—¿Qué tienes que decirme? La boda no demorará en comenzar.—dije mordiendo mi labio.

—Son demasiadas cosas.—dijo pegando su frente contra la mía.

—Empieza.—dije mientras volvía a mirarlo fijamente, sus ojos empezaron a reflejar temor.

—No te cases, te quiero para mí, sólo para mí, eres mío.—dijo mientras mandaba saliva.—Se que no lo amas, sé que me amas es a mi, tuve que saber que te ibas a casar para reaccionar para reflexionar y pensar lo que estaba perdiendo, no quiero que te cases, no lo soportaría, no quiero ni imaginar que has estado con el besandote, no quiero imaginar que otro hombre toque tu cuerpo, no quiero imaginar a otro hombre a tu lado, quiero ser yo quién vea tu rostro cada día al levantarme, no quiero que nadie más tenga ese privilegio, el no te merece.

—¿Acasó tu si mereces?.—pregunté mientras sentía la emoción en mi cuerpo.

—No, ni yo te merezco.—dijo con los labios entre abiertos.—Me gustas, siempre me has gustado, pero siempre tuve miedo de aceptarlo, no es fácil aceptar que te gusta un judío, no es fácil saber que te gusta lo prohibido, tenía demasiado miedo de aceptarlo, y saber que estás con Namjoon me hace sentir tanta rabia y celos.

—Jeongguk...—dije casi en un susurro cerrando los ojos con fuerza ¿Acasó ésto es un sueño? Sonreí y volví a abrir los ojos.

—Eres lo que quiero, lo que necesitó, sé que he sido un egoísta de mierda, que no te merezco, sé que te he lastimado, que he sido una mierda contigo, pero antes de perderte, antes de que elijas estar con él quiero decirte que te amo, que te quiero para mí, que me gustas, Jimin.—dijo mientras se sonrojaba.

—Jeongguk..—suspire pesadamente y me sentí la peor persona del mundo, acune su rostro entré mis manos y acerqué mis labios a los suyos.

Sentí el cosquilleo en mi estómago seguido como de juegos pirotécnicos, mi mente sólo pensaba en el mientras nuestros labios encajaban a la perfección, sus manos se paseaban por mi espalda mientras acariciaba su cabello azabache, sentía miles de sentimientos y emociones y sentirlo nuevamente conmigo me hacía el hombre más feliz del mundo, chupaba y succionaba mis labios con fuerza, casi con desesperación.

—Te amo..te amo...te amo...te amo..—decia contra mis labios mientras me besaba, bajo sus manos a mi trasero y lo apretó con fuerza sacando un gemido de mi parte y aprovechó para introducir su lengua en mi cavidad bucal.

Escuchamos la puerta de la cocina y nos separamos asustados, Taehyung nos miraba sorprendido con un leve rubor en sus mejillas, colocó el seguro y volvió a salir de la cocina.

Miré a Jeongguk sonriendo tímidamente, y lo abracé con fuerza.

—¿Te quedarás conmigo?.—preguntó.

—Si, me quedaré contigo, no me casaré.—dije besando sus labios.

—Gracias...gracias por no casarte.—dijo con la voz algo entré cortada.—pensé que me rechazarias, y que te irías con el, pensé que te perdería.

—Soy demasiado estúpido como para perder está oportunidad, siempre soñé con ésto.—dije suspirando como estúpido enamorado.

—¿Qué haremos ahora?.—preguntó.

—Ire a hablar con Namjoon.—sonreí.—le diré que la boda se cancela, y buscaré a Taehyung para que se venga conmigo.

—¿Lo tomara bien?.—preguntó.

—Si, sé que el aún ama a su ex.—dije sonriendo, bese por última vez sus labios y salí de la cocina mirando a todos lados.