Los días transcurrían con normalidad, después de que el auto de aquellos uniformados apareciera en la casa, no volvieron. Seguía haciendo mis tareas diarias, asistía al restaurante de la señora Hani casi a diario para cantar y hasta bailar, seguía asistiendo a citas con Namjoon, y cada vez que asistía al  restaurante de la señora Hani mi hermano se veía mejor, más tranquilo y feliz.

Cada día pensaba más en el, cada día lo recordaba y dolía, dolía cómo los mil infiernos, porque lo amo, porque no dejó de pensar en el, en su sonrisa, en sus ojos, en sus labios, en su cabello, en su cuerpo. Cuándo amamos a alguien verdaderamente siempre estamos pensando en esa persona, y el más mínimo detalle o momento pensamos en esa persona, el corazón no conoce ni de edades ni de situaciones difíciles, deberiamos ser más racionales que emocionales, porque si sabemos que algo nos lástima debemos soltarlo y no aferrarnos a ello, el dolor sólo se intensifica más y sigues teniendo una esperanza de que todo mejorará, de que lo malo habrá pasado y que pronto podrán estar juntos sin tener que lidiar con los problemas, pero no siempre es así y las cosas no son cómo uno quiere.

Namjoon depósito un casto beso en mis labios sacándome de mis pensamientos, lo miré fijamente y le regalé una sonrisa mientras entrelazabamos nuestras manos.

No estoy jugando con Namjoon ni lo uso para olvidarme de Jeongguk, Nam de verdad me atrae y me hace sentir cosas diferentes a las que siento con Jeongguk, me hace sentir cómodo y tranquilo. Me hace sentir cómo si todo estuviera bien.

Hoseok y Taehyung últimamente están teniendo problemas, la Señora Jeon y el Señor Jeon están empezando a sospechar de ellos, tienden a salir mucho juntos y Hoseok siempre pide a Taehyung para que lo acompañe, los tienen entré ojos por lo cual han decidido estar más alejado y se ven en la habitación de Taehyung cada vez que pueden.

—¿Qué quieres hacer hoy?.—preguntó Namjoon con una gran sonrisa y suspiré.

—No lo sé.—dije observándolo.

Namjoon apretó mi mano mientras miraba hacia adelante, guíe mi mirada hasta dónde estaba viendo a Jin junto a Ken.

—¿Quieres ir hacía allá?.—pregunté y Namjoon negó.

—Vamos a un mirador.—propuse y Namjoon asintió, caminamos hasta el auto y nos subimos.

Me coloqué el cinturón y miré hacía la ventana observando el paisaje mientras Namjoon ponía el auto en marcha. ¿Qué estarás haciendo?

¿Porqué la vida es tan injusta? ¿Porqué amamos a alguien qué no nos ama? Las personas que pasan por nuestra vida no son elegidas al azar, todas estás siempre tendrán una función en nuestras vidas, todo pasa por algo y todo tiene un porqué aunque no sepas las respuestas.

Al momento en que llegamos ya era totalmente oscuro y las estrellas se veían más brillantes que nunca, habían montones de ellas y no pude evitar sonreír.

Bajamos del auto, Namjoon sacó una cobija del baúl y caminamos hasta una parte dónde se podía ver la ciudad, cubierta de árboles apartada de las demás personas pero sin perder el auto de vista, Namjoon acomodo la cobija en el pasto y nos sentamos mientras observabamos el cielo estrellado.

—Nam, ¿Qué son las estrellas en si?.—pregunté sonriendo.

—Jimin, una estrella es una enorme esfera de gas muy caliente y brillante. Las estrellas producen su propia luz y energía mediante un proceso llamado fusión nuclear. La fusión sucede cuando los elementos más ligeros son forzados para convertirse en elementos más pesados. Cuando esto sucede, una tremenda cantidad de energía es creada causando que la estrella se caliente y brille. A las estrellas se les encuentra en una variedad de tamaños y colores. Nuestro Sol es una estrella amarillenta de tamaño promedio. Las estrellas que son más pequeñas que nuestro Sol son rojizas y las que son más grandes que éste son azules.—respondió rápidamente y me quedé procesado.

—¿Porqué las estrellas se ven tan pequeñas?.—volvi a preguntar observando el cielo.

—Por que las estrellas a pesar de ser enormes no están cerca de la tierra, sino que a millones de años luz de nosotros por ese motivo se ven pequeñas.—dijo sonriendo y abrí la boca en 0 sorprendido.

—¿Cómo sabes tanto?.—pregunté.

—Me la pasó estudiando y leyendo cosas que son de mi interés.—respondió relajado.

—Las estrellas son hermosas.—dije sonriendo.

—Igual que tú.—dijo mientras sentía su mirada en mi, dejé de mirar el cielo y fije mi mirada en el, me sonroje y Namjoon fue acercando su rostro al mío, mientras unía sus gruesos labios contra los míos.

Las mariposas en mi interior no demoraron en aparecer y cerré mis ojos dejándome llevar al sentir sus labios contra los míos, se sentía tan bien y tan diferente, sus manos recorrieron toda mi espalda mientras que con su otra mano acariciaba mis mejillas.

Llevé mis manos a su cabello acariciándolo, memorizando su sabor y la experiencia de besar otros labios que no fueran los de Jeongguk, se siente tan jodidamente bien y a la vez tan mal porque siento que le estoy siendo infiel a Jeongguk.

Aparte aquellos pensamientos de mi cabeza y me dejé llevar por Namjoon, ambos luchamos por lo que sentimos, por olvidar a quienes nos lastimaron, porque se que el no olvida a Jin por completo, porque se que aún lo piensa y no lo juzgó, pero también sé que le interesó y le importó al igual que pasa conmigo, no nos usamos para olvidarlos sólo nos abrimos a nuevas oportunidades y eso no está mal.

Namjoon sabe de mi, sabe mi origen y el al igual que yo el es judío pero al haber nacido aquí y al haber sido adoptado por alemanes su nacionalidad cambio, convirtiéndolo en alemán, sabemos prácticamente todo del uno, nos conocemos a la perfección apesar de no llevar más tiempo, sólo faltaron unos días para sentirnos cómo si nos conociéramos de hace años, tenemos una unión y una conexión especial.

Así es cómo me deje llevar por sus besos y caricias, cómo nos volvimos uno en una noche y fue especial, fue lindo y tierno.