Jimin;

Mire a todos lados de la habitación, no había ni un solo rastro de Jeongguk, sonreí al recordar lo que había sucedido entre nosotros.

Me levanté de la cama sintiendo un poco de dolor en mi trasero, recogí mis cosas y salí corriendo de la habitación de Jeongguk para ir a la mia. Si salí desnudo...algún problema?.

Cerré la puerta de mi habitación y tire la ropa en la cesta de ropa sucia, encima de la cama yacía un traje elegante y sonreí tristemente al recordar que hoy sería la boda de Jeongguk.

Almenos pude tenerlo por una noche, suspire y me metí a bañar mientras recordaba los labios de Jeongguk sobre mi piel, sus grandes manos sosteniendome, y sus caricias que me hicieron sentir como lo más preciado.

Terminé de bañarme y todo el traje que estaba encima de la cama, me vestí y me mire en el espejo, un traje negro de paño y unos zapatos de charol negros, arregle la corbata y me peine, aplique un poco de labial rojo y por último perfume en mis muñecas y detrás de las orejas.

—Jimin-ssi.—Llamo Taehyung entrando.—Estas hermoso.

—Gracias, Tae.—Sonrei mirándolo de arriba abajo, Tae llevaba un traje blanco con una camisa negra y unos zapatos de charol, su cabello rubio estaba perfectamente peinado.

Taehyung se ve algo más grande que yo, no parece de 14 ya que mide el 1'70, su cabello es rubio, ojos cafés, sus rasgos son finos e infantiles, su sonrisa es lo que más lo caracteriza y su voz es tan varonil y seductora, me tomo del brazo.

—Esta mañana vine a dejarte el traje y no estabas.—Preguntó.

—Estaba en el cuarto de Jeongguk.—Comente.

—¿Haciendo que?.—preguntó mientras movía sus cejas insinuando.

—Estuve con Jeongguk.—solte rápidamente sonrojado.

—Mi niño ya no es virgen.—Sonrio y me abrazó.

—Callate.—Respondi sonrojado.

—No sé cómo tenemos 14 años y ya no somos virgen, somos unos calenturientos.—Dijo y le pegué un puño.—Ya, ya.

Salimos del cuarto y bajamos a la cocina para tomar nuestro desayuno, absolutamente todos estaban elegantes y con una gran sonrisa.

—Depronto hoy pueda ver a la chica de la vez pasada, era tan hermosa.—Dijo Seulgi.

—Por lo menos tú puedes ver a la chica, yo que no puedo ver a mi novio.—respondio Minho.

—Pobre de ti, por eso yo estoy solo.—Respondio Hyungsik.

—Todos hablando de sus amores.—Respondio Sofía.—Y uno aquí más solo que la bruja del 71.

—Yo ese día conocí a un chico al que le llaman Bobby y hasta nos besamos, espero volver a verlo hoy.—Dijo Rose.

—Ya pues yo al mío lo veo todos los días.—Respondimos Tae y yo a la vez mientras nos reímos.

—El Joven Jeongguk y El Joven Hoseok.—Dijo Sofía mientras sonreía.

Tae y yo nos sonrojamos y asentimos.

—¿El joven Jeongguk?.—preguntó Rose sorprendida.—Pero si él se va a casar hoy.

Todos la miraron enojados y yo solo mire hacia el piso.

El día transcurrió, y no vi a Jeongguk por ningún lado ni mucho menos a Lalisa cuando el momento de la ceremonia iba a empezar todos tomamos asiento en la parte delantera junto a los Señores Jeon, Jeongguk ya estaba en el altar mirando al cura con un hermoso traje blanco y su cabello desordenado.

La música empezó a sonar y una alfombra roja yacía en el suelo, Todos miramos hacia la dirección donde venía Lalisa con un gran vestido de boda, se veía hermosa y resplandeciente, sus ojos brillaban de emoción y el velo ya estaba hacia atrás, su padre estaba con ella caminando hacia el altar, y un gran ramo de rosas blancas y rojas estaba entre sus manos mientras unas niñas estaban tirando florecitas detrás de ella.

Todos estaba embelesados por la novia, y Jeongguk estaba sonriendo, sus ojos brillaban y no quería pensar que de verdad la quisiera.

Así dio por iniciada la boda, El Führer no había venido y eso fue bueno para nosotros, Ambos estaban anonados mientras se veían a los ojos y una atmósfera linda los rodeaba, sentí que tenía el corazón en la mano a la hora de escuchar los votos, a la hora de escuchar el si por ambos lados y lo que más dolio fue el beso que ambos compartieron sellando por completo el que estarían juntos.

Los aplausos no se hicieron de esperar, me levanté con los ojos vidriosos y aún así aplaudi, en ningún momento Jeongguk me miro, mordí mi labio inferior y ambos salieron del lugar para ir a cambiarse.

Taehyung me miro.—Si quieres podemos ir a tu habitación y te desahogas.

Hoseok estaba al lado de Taehyung y nos miro confundido.

—N-no te preocupes, estoy bien y quiero seguir.—respondi y Tae me miro preocupado.

Recordé la noche anterior y no pude evitar que saliera una lágrima, Tae me abrazó y la limpio rápidamente mientras caminamos hacia una mesa en el fondo.

Lalisa volvió con un vestido rojo ceñido a su cuerpo, su cabello anaranjado estaba recogido en una cola de caballo y su maquillaje era tan delicado y esencial que resaltaba sus facciones.

Jeongguk estaba igual que antes solo que esta vez se había quitado el bleizer quedando solo en la camisa blanca, su brazo estaba alrededor de la pequeña cintura de Lalisa y con cada mirada que se daban sentía mi corazón hacerse pedazos.

Hoseok y Taehyung hablaban animadamente pero este último no dejaba de mirarme preocupadamente, mis ojos solo se encontraban en Jeongguk hasta que subieron a una especie de escenario, y Lalisa tomo el micrófono.

—Buenas noches a todos.—Sonrio tiernamente.—Les agradezco a todos por haber venido a mi boda, un día tan importante para mí, está noche será inolvidable porque por fin a mi lado está el hombre al que amo, las palabras no alcanzan para describir todo lo que siento por este hombre, y se que seré feliz con él por el resto de mis días.

Todos aplaudieron mientras los recién casados se miraban mutuamente.

—Y bueno para el gusto de ustedes me gustaría que mi amigo Jimin les cantará algo, su voz están delicada y suave que llena los vacíos que hay en nosotros, su voz es como la de un angel.—Sonrio y Jeongguk dejo de sonreír mientras la miraba seriamente.—Jimin, ¿Podrías cantar algo para nosotros?.

Me levanté de mi asiento con una falsa sonrisa en el rostro y los ojos vidriosos, subí al escenario bajo la atenta mirada de todos pero de quién importaba no me miraba, abrace a Lalisa y solo le dedique una mirada a Jeongguk tome el micrófono y todos tomaron asiento.

No hay límite en el cielo que no volaré por ti
No hay lágrimas en mis ojos que no lloraré por ti
Ohh no.

Mire fijamente a Jeongguk y este tenía los ojos cerrados con una sonrisa plasmada en su rostro, mientras Lalisa estaba recostada en su hombro.

Con cada aliento que tomo
Quiero compartir ese aire contigo
No hay promesa que no mantendré
Escalaré una montaña, no hay nada demasiado empinado.

Mi corazón está quebrandose, y rompiéndose en pedazos.

Cuando se trata de ti, no hay crimen
Vamos a tomar ambas de nuestras almas y entrelazaas

Porque se que no volverá a ser mío, ni que me amara como yo lo amo a el.

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Bueno eso fue todo por hoy, espero les haya gustado♡.

3/3.