Eres mi otra mitad, eres lo que me complementa, eres lo que me hace feliz, eres simplemente mi Serendipia.

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Cuando llegamos a auswitch Jimin fue el primero en bajar con una gran sonrisa en el rostro, mi padre bajo del auto y nos adentramos a el lugar, habian soldados por todas partes haciendo sus labores, los judíos se encontraban con pijamas de rayas negras y blancas junto a unos gorros, mire fijamente a Jimin y la sonrisa desapareció de su rostro siendo reemplazada por la tristeza.

Pase mis manos por su hombro dándole un apretón y este me miro regalándome una sonrisa.

Caminamos por todo el lugar y tanto mujeres como hombres se encontraban separados haciendo trabajos forzados, habían niños jugando con unas grandes sonrisas en su rostros uno de ellos se acercó a mí Jalandome del pantalón, baje mi mirada y este solo me sonrió, mire a mi alrededor y mi padre iba más adelante con mi madre, me quedé en cuclillas para quedar a su altura.

—Te recomiendo que no hagas eso.—le dije y este solo ladeó su cabecita hacia otro lado.

—¿Porque no?.—pregunto.—¿Que acaso no Todos son buenos?.

—No todos lo son.—Respondi.—Asi que no lo vuelvas a hacer porque habrá quienes te quieran hacer daño.

El niño asintió.—Le haré caso, señor.—Dijo con una gran sonrisa y se fue corriendo de allí para donde su padre quien lo llamaba, fije mi mirada y aquel hombre me miraba con enojo y temor, me levanté y apresure el paso hacia la oficina de mi padre.

Llegamos a la oficina de mi padre en donde estábamos solo mis padres, Jimin y yo, aquí es donde llamamos a los padres de Jimin para que se reúnan, y todo esto lo sé porque mis padres siempre me cuentan y a decir verdad está es mi primera vez en este campo de concentración.

—Bien tus padres no demorarán en venir.—Respondio el Señor Jeon.

Normalmente se reunen aquí ya que mi padre corre peligro al hacer esto, si los demás se llegan a enterar esto podría causar la desgracia y la muerte en nuestra pequeña familia, Jimin se sentó en una silla delante de escritorio de mi padre quien subió al segundo piso del lugar junto a mi madre yo solo me quedé mirando a Jimin quien estaba emocionado.

—¿Te sientes feliz?.—pregunte.

—Me siento muy feliz, aunque desearía que no estuvieran en este lugar.—Dijo sonriendo con tristeza.—No quisiera que sigan aquí, ni ellos ni los demás.

—No se que tan horrible ha de ser tu situación porque no la estoy viviendo pero intento entender por lo que pasas.—Dije y Jimin solo asintió.

La puerta se abrió de par en par y un hombre y una mujer con una especie de pijama en rayas entraron a la oficina, Jimin se levantó y corrió a los brazos de sus padres, caminé hasta la entrada y cerré la puerta con seguro, baje las cortinas y encendí la luz.

Tanto Jimin como sus padres se encontraban con lágrimas descendiendo de sus rostros.

—Mi niño...mi bebé.—Dijo la señora Park y la mire fijamente sus labios son rellenos y expresivos, ojos color avellana, y sus rasgos eran finos y delicados y aunque tenía rastros de suciedad en su rostro no dejaba de verse hermosa, apesar de todas las prendas que tenía se veía claramente la silueta de una espalda pequeña, cintura de avispa, caderas anchas y unas piernas largas, la señora se quitó el gorro y su cabello castaño cayó como una cascada hasta la cintura.

Jimin es la viva imagen de su madre mientras que el padre de Jimin es alto, musculoso, de una cabellera negre, rasgos fuertes y finos, espalda ancha, ojos como el chocolate, labios expresivos y por donde lo vieras ese señor daba miedo a excepción de que su rostro estaba bañado en lágrimas Con una gran sonrisa adornando le el rostro.

—Estas tan grande y hermoso.—Termino de decir la señora Park.—Te extrañe tanto.

—Yo igual los extrañe.—Sonrio Jimin mientras su voz sonaba entrecortada.

—Me alegro tanto de verte aquí.—dijo el señor Park con una sonrisa eyesmile.

—¿Has estado bien? ¿Cómo te tratan aquellos señores? ¿Sabes algo de tu hermano? ¿Cómo está Taehyung?.—pregunto rápidamente la señora Park.

Me senté en una silla y mire aquella escena que se veía tan ajena e íntima.

—Si, madre he estado muy bien.—Respondio.—Los señores Jeon son buenos conmigo y no me quejo de la vida que tengo, Mi hermano está viviendo bien...con otra familia y está mas grande y hermoso, Taehyung sigue siendo igual de inmaduro y tierno y hasta se enamoró.—¿Taehyung se enamoró? Ese chisme no me lo sabía.

Me sumergi en mis pensamientos ¿Qué sería de la vida mía y la de Jimin si nada de esto hubiera pasado? ¿Qué sería del ahora sí hubieran aceptado a Hitler en la escuela de arte? Podría ser más feliz Jimin ¿No es así? No estaría pasando nada de esto y no estarían las familias tan dañadas, tan separadas ni tan llenas de dolor ¿Porque mejor Hitler no se quedó ciego en vez de haber sido temporalmente? No estarían muriendo millones de personas, y no habría está guerra sin sentido hacia un odio descomunal y fuera de lo racional.

—¿Quien es el?.—pregunto el Señor Park volteando a mirarme.

—El es el hijo de los Jeon.—Respondio Jimin.

—¿El es Jeongguk?.—preguntó la Señora Park.

—Si, ma.—dijo Jimin.

—Es lindo, perfecto  para ti.—Dijo la señora Park y sentí como el calor subia hasta mis mejillas.

—Ya~ no digas eso, ma.—Dijo Jimin sonrojado.

Mis padres bajaron con los labios algo hinchados, Los Park los miraron fijamente.

—Un gustó en volver a verlos.—dijo mi madre con su caractetistica su característica sonrisa.

—Lo mismo opino.—Dijo la Señora Park.

Mi padre y el padre de Jimin se miraban retadora mente.

—Muchas gracias por cuidar de mi Hijo, Señora Jeon.—Dijo la señora Park sonriendo cálidamente.—Siento que le debo esta vida y la otra.

—No diga eso.—Respondio mi madre.—Usted no me debe nada y se que pronto podrán estar nuevamente en familia.

—Gracias por sus deseos y espero que así sea.—Respondio la madre de Jimin quien se colocó el gorro de nuevo guardando su cabello.

—Ya debemos irnos.—Dijo mi padre.

Jimin asintió tristemente y se acercó a sus padres para darles un gran abrazo mientras que las lágrimas descendían de sus rostros.

¿Saben a lo que me refiero con el porque Hitler no se quedó ciego? Verán, Hitler resultó herido en dos ocasiones durante la Primera Guerra Mundial. La primera, en 1916, a consecuencia de las esquirlas de una granada. Y la segunda fue el 13 de octubre del 1918 fue víctima de un ataque de gas que le dejó temporalmente ciego, ojalá se hubiera quedado ciego y no temporalmente.

Se separaron del abrazo y se despidió de beso en la mejilla de sus padres.—Nos veremos pronto.

Tanto la Señora Park como el Señor Park se dieron un beso y una abrazo y ambos se fueron por donde vinieron, están separados nuevamente mientras su hijo se quedaba atrás con una sonrisa de felicidad y tristeza en su rostro, salimos de aquel lugar y subimos hasta el auto.

Retomamos nuevamente el camino a Berlín y Jimin dejo caer su cabeza en mi hombro, lo miré de reojo y sonreí, mire nuevamente al frente y mi padre nos estaba mirando, Rode los ojos y mire hacia la ventana.

Mi boda ya es la semana que viene, y no es por amor si no por beneficios, no digo que la señorita lalisa sea fea de hecho me atrae y gusta más no la amo.

Siento que mi corazón ya está destinado para alguien más, pero no sé quién sea el dueño.

Te amo y tú me amas ¿Así que dime que importa lo que digan los demás?.

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Holaaaaa♡ esperó que se encuentren muy bien y que estén tenido un lindo día, vean últimamente actualizo mas seguido según yo xddd.

Gracias por los 700 seguidores❤😍ya está historia tiene 1k de leídas y me siento emocionada ;0 y próximamente 400 votos, realmente muchas hracias por todo.

Espero les esté gustando❤

Minie se despide
♥Cambio y fuerans♥