—J-jungkook~.—hable cortadamente al sentir su fría mano adentrarse en mi camisa.—Para alguien podría entrar y mgh.—solte un gemido al sentir como jugaba con mi pezón.

—Eso lo hace aún más excitante.—Contesto mientras repartía besos en mi cuello.

—P-pero que mhg haremos si llega tu padre.—Mordi mi labio inferior.

Jungkook se apartó bruscamente recapasitando.

—Solo porque no deseo meterme en problemas no continuo.—dijo chisteando mientras se daba media vuelta retomando su camino hacia la salida.

Me quedé observando su ancha espalda

—Y que no se te olvidé lo que te dije, eres mío.—Dijo mirándome sobre su hombro para luego seguir su camino y salir de la cocina.

Suspire pesadamente y arregle mi ropa.

Camine nuevamente hasta la sala donde estaban los invitados y seguí entreteniendo me con cualquier cosa.

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Al día siguiente me encontraba restregando la ropa con demasiado cuidado, Taehyung se encontraba extendiendo la ropa mientras tarareaba un canción.

—¿Al final se lo dijiste, Tae?.—pregunte mirándolo.

—Si.—Dijo sonriendo.—Y me dijo que no le importaba, que el iba a mantenerlo en secreto y que desde que me vio quedó encantado hasta que podia pasar desapercibido.—esto último lo dijo con desagrado.

—Que suertudo.—Sonrei y seguí en lo mismo.

Después de terminar de extender la ropa, preparamos el almuerzo, Los señores Jeon se encontraba fuera de casa arreglando unos asuntos más no demorarían en llegar.

—Debemos apurarnos.—Comento Sofía pelando la papa.

Asentimos, empecé a cortar la carne en pedacitos delgados y las puse a cocinar, el arroz estaba casi echo y el puré de papa igual.

Empezamos a servir el almuerzo para nosotros, la puerta se oyó y se escuchan unas botas pesadas acercándose, la puerta se abrió de par en par dejando ver al Señor Y al Joven Jeon en sus despectivos uniformes, la señora Jeon entro y nos sonrió.

—Si quieren hoy pueden almorzar con nosotros.—Dijo sonriendo.

—Ellos no van a almorzar con nosotros.—Gruñio el señor Jeon.—Son Judíos y no pienso compartir la misma mesa con ellos.

—Puedes tener un muy alto en lo que haces y tener poder pero en esta casa mando yo, y si digo que almorzaran con nosotros es porque es así.—Dijo la Señora Jeon mirando a su esposo quién la miro con ojos de amor y a su vez combinado con ira y fastidio.

—Has lo que quieras, y no se demoren.—ordeno saliendo de la cocina.

Observe a Jeongguk quien estaba en silencio mirando la escena con su seño fruncido, su mirada de ira se encontró con la mía y suavizó su mirada mientras sonreía levemente, su traje estaba en perfecto orden igual de pulcro que el, se veía tan jodidamente guapo en aquel traje.

La señora Jeon lo tomo del brazo desapareciendo por aquellas puertas, terminamos de servir el almuerzo y fuimos dejándolos en la mesa, en el extremo se encontraba el Señor Jeon y a su lado derecho su esposa y en el izquierdo Jeongguk el comedor contaba con tan solo 8 sillas.

Cada uno se fue sentando, Sofia, Hyungsik y Minho se sentaron juntos al lado de la Señora Jeon, Rose quedando al frente del Señor Jeon, mire los dos últimos puestos y me senté al lado de Jeongguk, Taehyung al lado mío y seulgi al lado de Tae.

El Señor Jeon encendió el pequeño y TV a color blanco y negro, las escenas acontecidas de la segunda guerra mundial empezaron a pasar, almorcé procurando no poner cuidado pero me fue imposible al escuchar la noticia.

—Las tropas alemanas y rumanas aliadas al régimen nazi estan involucradas en el asesinato masivo de judíos y gitanos. En este día  25 de Agusto de 1941 judíos fueron brutalmente asesinados, siendo fusilados y quemados vivos.

Mis ojos empezaron a picar y se formó un nudo en mi garganta, Mire a los demás y estaban en las mismas que yo, baje la mirada y seguí comiendo pensando en mis padres.

—Eso es lo que se merecen esos Judíos asquerosos.—Dijo el Señor Jeon sonriendo mientras comía.

—Callate.—Ordeno la Señora Jeon dándole un codazo.

Jeongguk colocó su mano en mi pierna y me dio un apretón, lo mire y este solo rodó los ojos, su mano empezó a subir lentamente por mi pierna dando círculos y estirando mis pantalones.

Mordí mi labio nervioso y baje mi mano hasta dar con la de él dándole un manotazo, su mano aún así no se detuvo y siguió subiendo hasta dar con la cremallera de mi pantalon, dio un apretón en mi miembro y sonrió al ver cómo cerré mis manos en puños provocando que se notarán mis venas, mire de reojo a Taehyung quién me guiño un ojo y siguió en lo suyo.

la señora Jeon se levantó de la Mesa y Jeongguk quitó su mano apresuradamente, Apagó la TV, se volvió a sentar y siguió comiendo.

—Park.—llamo el señor Jeon.

—Si, señor.—pregunte levantando mi vista.

—Esta noche te dejare un esmoquin encima de la cama para que te cambies, iremos a un antro para que te  presentes allá.—comento.—asi que ve practicando y mirando que cantaras.

—¿Tengo que ir?.—pregunte algo tímido por lo cual de su parte recibí una mirada severa.

—Si.—respondio.—asi que no empieces a hacer pataletas y si este fin de semana quieres ver a tu familia hazme caso sin poner peros.

—Esta bien, Señor.—Respondi y terminé de comer.—con permiso me levanto de la mesa.

—Adelante.—sonrio la señora Jeon.

Tome mi plato y caminé hasta la cocina empezando a lavar la poca losa que había.

Desde que mis padres fueron capturados hace un año y algo, he tenido que aprender a mantenerme y al no depender de nadie, jamás olvidaré el día en  que los de la SS capturaron a mi familia.

-Flashback-

Nos encontrábamos escondidos detras de una pared, la puerta fue violentamente abierta, mire a mi madre quien abrazaba Jihyun mi hermano de aproximadamente 12 años, mi padre estaba mirando a mi madre preocupadamente.

—Mamá.—la llame y Papá me coloco una mano en la boca.

—Callate, Hijo.—susurro en mi oído.

Asentí y empecé a escuchar como platos caían al suelo, las botas resonaban en el suelo, las cosas se caían del lugar y el sonido de las puertas abriendo resonaban en toda la casa, se escuchaba como pasaban sus manos por las paredes.

—Señor Jeon creo que encontré algo.—Una voz al otro lado de la pared se escuchó.

La puerta fue abierta.

—Que truco tan usado por parte de los judíos, ya van más de 200 que usaron el mismo truco que ustedes.—respondio burlón un soldado, me tomo bruscamente de la mano y me jaloneo hacia afuera.

Los cuatro fuimos sacados bruscamente de nuestro escondite en la pared.

—S-señor.—llamo mi madre algo temirosa provocando que uno de ellos se volteara.

—¿Qué quiere?.—pregunto.

—¿Podríamos hacer un trato?.—Pregunto mi madre recibiendo un codazo por parte de mi padre, está lo volteó a mirar enojada.

—¿Usted me está proponiendo un trato? ¿Acaso piensa sobornarme con dinero ? O ¿con su lindo cuerpo?.—Pregunto.—solo le digo que de ninguna manera negociaremos con usted, Servimos a nuestro país y ustedes solo están empeorando las cosas.

—Solo queremos que nuestros hijos no vayan a aquel lugar.—respondio mi padre.—Señor, dígame algo ¿Usted tiene hijos?.—el hombre asintió.—bien en caso de que las cosas fueran al revés le gustaría saber qué su hijo tendrá que ir a un lugar tan deplorable y pagar por algo de lo cual no tiene la culpa.

El hombre se negó.—No me gustaría pero no soy yo quien está en esta situación si no ustedes, y si no tuvimos piedad con otros judíos ustedes no serán la excepción.—respondio escupiendo.

Una señora elegante entro por la puerta con su cabello rubio hasta la cintura, sus ojos cafés claros brillaban y miraba atentamente la situación, su mirada se posó en mí y me sonrió.

—Por favor, Señor.—Rogo mi padre.—llevenos a nosotros pero a nuestro hijos no.

Pude ver la mirada de culpa y sufrimiento en aquel señor pero aquella mirada se desapareció siendo reemplazada por una mirada fría y severa, la señora Jeon nos miro atentamente.

—Bien si piden que nos llevemos a sus hijos lo haremos con gusto.—respondio aquella señora.

—¿Acaso estás loca?.—pregunto quien supongo es su marido.—Yo soy quien toma las desiciones no tú.

—Si no quieres quedarte en abstinencia por unos meses mejor no me lleves la contraria.—Respondio la señora.—aparte miralos me recuerdan a cuando Jeongguk tenía esa edad.

—Me niego.—respondio.

—Llevenlos al auto junto con nosotros.—ordeno aquella señora sonriendome.

El señor paso sus manos frustrada mente por su rostro, muestras maldecía en voz baja.

—Y a ellos dos llevemos con el resto de Judíos.—ordeno y se hizo lo que se pidió.

Levantaron tanto a mí padre como a mi madre bruscamente del suelo, me levanté rapidamente y salí corriendo para despedirme de ellos pero me fue imposible ya que me tomaron en brazos reteniendome.

—Los amo, hijos.—Grito mi madre mientras las lágrimas descendían por su rostro.

Mi padre solo nos miro tristemente y ambos fueron separados, mi padre se subió en un auto lleno de hombres judíos y mi madre en un auto lleno de mujeres judías.

Me jalaron hasta un auto negro junto a mi hermano quién solo miraba al suelo.

Fin de Flashback-

En aquellos momentos de mi vida pensaba que mi hermano iba a ser mi única familia cercana pero al final lo intercambiaron mandándolo a otra familia, quienes lo acogieron como si fuera un hijo ocultando su verdadera nacionalidad y hasta el día de hoy no lo he vuelto a ver, lo he intentado pero se niega a verme.

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...Continuará...

Disculpen si quedo tan corto pero deseo acabar esto lo más pronto posible y se que la cagué en esto o que ya no es de su gusto igual gracias a quienes siguen apoyando amor para ustedes