Los días transcurrían con normalidad, Taehyung y yo no la pasábamos jugando, riendo, viendo TV, cocinando y ordenando la casa, mientras Jeongguk y Hoseok se la pasaban haciendo negocios para después llegar en la noche y estar con nosotros, seguían buscándonos pero no tenían idea alguna de dónde estábamos.

En la radio siempre pasaban cosas malas una de ellas es que 26 de octubre de esté año los navíos estadounidenses continúan persiguiendo a los barcos japoneses que han logrado escapar tras una batalla de tres días cerca de las costas de Filipinas, en el golfo de Leyte. El general Douglas MacArthur, comandante en jefe de las fuerzas en el Pacifico, desembarcó para felicitar a sus tropas y demostrar a los filipinos que cumplía su promesa de volver a Filipinas.

Y un día antes de que huyera el 12 de noviembre hubo bombarderos Lancaster de la RAF (fuerza aérea británica) hunden el acorazado alemán Tirpitz en un fiordo al norte de Noruega tras ser alcanzado por bombas "Tallboy". Menos de un centenar de marineros se han salvado la vida tras el hundimiento.

Taehyung apagó la radio y me miró algo preocupado, escuchamos la puerta abriste y tanto Hoseok cómo Jeongguk entraron con bolsas en la mano.

Corrí hasta Jeongguk con una gran sonrisa y me refugie en sus brazos, escuchando los latidos de su corazón mientras me brindaba su calidez, acarició mi cabello.

—¿Cómo estás?.—preguntó mientras me apartaba sonriendo, recogiendo las bolsas que hace unos segundos se había caído al suelo.

—Mejor ahora que te veo.—dije sonriendo y tomé una de las bolsas mirando el contenido. Ropa.

—La compré para ti.—dijo regalándome una cálida sonrisa, tomé las bolsas y subimos a nuestra habitación seguidos de Taehyung y Hoseok.

Taehyung también tenía unas bolsas en la mano, sacamos el contenido de las bolsas dejándolo sobre la cama, mire a Taehyung emocionado y empezamos a mirar la ropa sonriendo. Después de todo sólo habíamos estado con la ropa con la que huimos y poniéndonos la ropa de nuestra pareja.

Hoseok cerró la cortina de la habitación y se sentó en el borde de la cama observando a Taehyung en silencio mientras una sonrisa adornaba su rostro, Jeongguk hizo lo mismo. En aquel momento me sentía el hombre más feliz del mundo, estando con mi mejor amigo, con Hoseok y con el amor de mi vida

—¿Porque no se miden la ropa?.—insistio Hoseok y eso hicimos.

Nos probamos prenda tras prenda modelandola, Taehyung por hacerse el gracioso se cayó justo en la entrada de la puerta, solté una carcajada y Taehyung me pegó en la pierna mientras se reía, Jeongguk me miraba fijamente con ojos de amor.

Taehyung se levantó mientras se lanzaba encima mío provocando que me cayera, Taehyung cayó encima mío y me aplastó, solté un gemido lastimero.

—Estás algo gordo, Taehyung.—dije soltando un bufido.

—Tu que estás bien flaco y debilucho.—dijo mientras resoplaba, me dió un puño en broma en el pecho.—¡Y no estoy gordo!

Nos levantamos del suelo y terminamos de probarnos los atuendos, Jeongguk salió de la habitación mientras Tae y yo doblabamos la ropa.

—¿Les gustó?.—preguntó Hoseok pasándose las manos por su cabello.—Estuvimos todo el día eligiendo ropa.

—Yo lo ame, cariño.—respondió Taehyung sonriendo.

—A mi también me gustó, muchas gracias.—respondí sonriendo y seguimos en lo nuestro.

—Me alegró mucho de eso.—dijo Hoseok, el teléfono sonó en la habitación y Hoseok frunció el ceño, caminó y contestó.—¿Alo?

Colgó de inmediato mientras suspiraba molestó.—Odio que hagan bromas telefonicas.

Taehyung río y Jeongguk volvió a la habitación con una cámara en la mano, le miré fijamente y me tomó una fotografía.

—¿Qué haces?.—le pregunté.

—Tomarte fotos.—dijo sonriendo mientras seguía tomándome fotos, hizo lo mismo con Taehyung y con Hoseok.—quiero tener recuerdos de todos nosotros.

Abracé a Jeongguk, Taehyung tomó la cámara y nos tomó una foto, miramos las fotos que ya habían salido y sonreí las fotos estaban en blanco y negro y sonreí enternecido.

Ése día nos dispusimos a hacer vídeos mientras reíamos y jugábamos a las escondidas mientras Jeongguk grababa, al igual que corríamos por toda la casa, lo más gracioso es cuándo Taehyung se tropezó con el sofá cayendo al suelo y el sofá quedando encima de el, Hoseok se preocupó y le quitó el sofá de encima mientras lo alzaba cómo un bebé.

Solté una carcajada y Taehyung me sacó la lengua riendo, apagamos la cámara y subimos a nuestra habitación, nos colocamos la pijama y nos metimos entre las sábanas.

Me apague al cuerpo de Jeongguk quedando frente a frente, podía ver sus ojos através de la oscuridad y éste último se dedicó a acariciar mi espalda mientras me besaba con ternura.

—Te amo tanto, cielo.—dijo contra mis labios.

—Yo también te amo.—dije sonriendo mientras acariciaba su mejilla.—pase lo que pase siempre te amaré, eres mi todo.

—¿Estaremos juntos por siempre?.—preguntó algo tímido.

—Juntos por siempre en cuerpo y alma, porque se que nuestro amor es verdadero.—respondí.—hemos vivido muchas cosas juntas, y creo que las personas siempre son elegidas por algo al igual que si las cosas pasan por algo tienen su porque.

—Concuerdo contigo, estoy tan agradecido con la vida por tenerte a mi lado.—dijo mientras me besaba con aún más intensidad mientras sus manos se paseaban por mi cuerpo con ternura, quemando por donde pasaba, sonreí sin separarme del beso.

Te amo tanto, Jeongguk.