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Ayudé a Lalisa con sus maletas y las subí al auto.
—¡Te extrañare mucho, Minie!.—dijo y me abrazó con fuerza, le seguí el abrazó y besé su mejilla.
—Esperó tenga un muy buen viaje.—respondí separandome y ella sólo sonrió, subió al auto y se quedó esperando a Jeongguk, entré a la casa y subí a mi habitación, Jeongguk entró a los segundos y me abrazó por la espalda.
—¿Qué rayos haces?.—le pregunté molestó.
—Sólo déjame abrazarte por última vez, no te veré en mucho tiempo.—dijo mientras besaba mi cuello.
—Pareces un perro.—dije.
—¿Por qué?.—preguntó mientras me daba besitos en el cuello.
—Porqué no sólo me estás besando el cuello si no qué también me estás oliendo.—respondí suspirando.
—Necesitó memorizar tú olor, tú fragancia y besarte por última vez.—dijo mientras me volteaba bruscamente y unía sus labios con los mías, cerré mis ojos y me deje llevar.
Después de todo no lo volveré a ver por un tiempo y cuándo vuelva sé que ya te abre olvidado, qué ya no te amaré y qué sólo serás un lindo recuerdo.
Mordí su labio inferior mientras nos separabamos, nos miramos fijamente y juntó su frente con la mía.
—Eres tan lindo.—dijo y sentí cómo mi corazón latía rápidamente.
—Qué tengas un buen viaje, Jeongguk.—dije casi en un susurro mientras nos seguíamos mirando.
—Y tú sé feliz por favor, ten cuidado.—dijo mientras se apartaba y salía de la habitación, al momento en qué cerró la puerta me derrumbe dejando salir cada lágrima.
Mordí mi labio inferior intentando acallar mis sollozos, pasé mis manos por mi cabello jaloneandolo, el nudo en mi garganta crecía aún más y se intensificaban las ganas de llorar, Taehyung entró a la habitación, cerró la puerta con seguro y se hizo al frente mío abrazándome con fuerza.
—Sacá todo lo qué tengas reprimido, llorá hasta qué se te quiten esas ganas de llorar, si sientes rabia pégame.—dijo en mi oído.—Estaré contigo para lo qué necesites y te ayudaré a olvidarlo.
Ese día lloré, lloré hasta cansarme, hasta qué no tuve más lágrimas, hasta qué el nudo en mi garganta desapareció, hasta qué me dormí en sus brazos.
Porqué no sólo lloré por Jeongguk, también lloré por mis padres y mi hermano, lloré por la crueldad del mundo, por cómo miles de personas están muriendo, por una guerra innecesaria. Lloré por todo lo mal qué estaba en mi vida.
Alivie mi dolor en sus brazos, encontré la paz por unos instantes, y olvide todo lo malo en el mundo.
°
Me desperté y mire a todos lados ¿En qué momento terminé en mi cama? Suspiré nervioso y me levanté de la cama, caminé hasta la cocina y todos estaban reunidos hablando y comiendo dulces.
—Oh, hola.—saludó Rose mirándome preocupada.—¿Te sientes mejor?.
—Si, ¿Dónde están los Señores Jeon?.—pregunté.
—Salieron al lugar ese en dónde vas a comer te iban a llevar pero Tae dijo qué estabas enfermo.—respondió Sofía.
—¿Y Tae?.—pregunté.
—Salió con Hoseok.—respondí y asentí.
—¿A dónde?.—pregunté.—¿Los señores Jeon les dejó?.
—Se fueron a las afueras de Berlín.—respondió Hyungsik.—Y si, Hoseok sacó un pretexto y se llevó a Taehyung, El Señor Jeon no estaba de acuerdo pero la Señora Jeon le obligó a dejarle ir.
Me senté con ellos y empezamos a charlas mientras comíamos.
—¿Minho, ya estás mejor?.—pregunté.
—Si, estoy mejor.—respondió sonriendo.—Entendi qué no puedo hacer nada, sólo esperó que Onew se encuentre bien y qué nada malo le vaya a pasar.
Sentí un malestar en mi estomago, sentí la sensación de qué algo malo pasaría y suspiré nervioso.
—¿Cómo van los bombardeos?.—pregunté.—¿Qué ciudades están quedando destruidas?.
—Es de lo peor escuché qué las más afectadas hasta el momento son
Dresde, Budapest y no recuerdo la otra.—dijo Hyungsik y los mire mordiéndome el labio.
—Y colonia.—dijo Seulgi y asentí suspirando.
Escuchamos un avión cerca y les miré asustado, el sonido duro unos segundos.
—¿Qué fue eso?.—pregunté asustado.
—Un avión.—respondió con obviedad Seulgi.
—Ya pero qué hace pasando un avión a estas horas.—pregunté, Seulgi sólo me miró confundida.
Escuchamos un sonido más lejano, nos miramos asustados, miré alrededor de la cocina y varios objetos se empezaron a mover hasta caer al suelo y romperse en pedacitos, mire asustados a todos y me mareé por el movimiento del lugar, duro unos segundos y supuse qué era un bomba después de todo sus ondas son las responsables de mover objetos y destruirlos.
—¿Dónde habrá sido?.—preguntó Rose asustada.
—No lo sé, pero fue algo más retirado de aquí supongo qué en el centro.—dije asustado y pensé tanto en los señores Jeon cómo en Hoseok y Taehyung.
—No creó qué sea la única de hoy.—dijo Sofía.
—Supongo qué se encargarán de eso.—respondió Seulgi.
Salí de la cocina y me fuí a mi habitación intentado reconciliar el sueño, no quiero pensar en nada más ni sentir esté temor.
Pero por más que intenté dormir no pude conciliar el sueño.
¿Cómo estará Jeongguk? ¿Qué estará haciendo? ¿Me estará pensando? Negé varias veces e intenté sacar esas preguntas de mi casa, suspire pesadamente con rabia.
Me levanté nuevamente y me acerqué a la ventana, la abrí y me quedé observando la gente iba de aquí allá mientras varios autos pasaban, miré hacia el fondo y una especie de nube negra salía del centro de la ciudad, supongo qué hay fue dónde cayó la bomba, miré nuevamente hacia abajo y una auto llenó de uniformados paró al frente de la casa, cerré la ventana alarmado y bajé corriendo a la cocina, el timbre sonó lo único bueno es qué todo se encontraba apagado a excepción de la luz de la cocina.
—Chicos hagan silencio.—les dije y me miraron.
—¿Porqué?.—preguntó Sofía.
—Un auto de uniformados está afuera.—dije y todos se alarmaron.
El timbre volvió a sonar y sentí cómo mi corazón se aceleraba.
—Apaguen todo y guarden esa loza, saldremosuerta trasera así que muevanse.—dije algo nervioso.
Hicieron lo que les dije, apagaron todo y por último la luz y caminamos hasta la salida trasera mientras el timbre seguía sonando con desesperación, escuché cómo empezaron a patear la puerta, me asusté aún más y salimos por la puerta trasera sin hacer ruido, el patio tiene un muro el cuál no es tan alto.
—¡Hagamos pata gallina!.—les dije y asintieron.
Hyungsik y Minho ayudaron a todos a pasar al otro lado, Minho fue el último en bajar y salimos corriendo calles abajo, nos metimos entre un callejón oscuro y nos ocultamos.
—Joder.—dijo Hyungsik asustado cuándo pasó nuevamente un auto con uniformados por esos lados.
Le hice una seña de qué hiciera silenció y asintió, nos quedamos un largo tiempo ocultos, miré mi reloj.
—Ya es la una de la mañana, deberíamos volver.—dije y asintieron.
—Por favor, tengo demasiado frío.—dijo Sofía.
—Y hambre.—respondió y nos devolvimos a la casa corriendo, me acerqué un poco para mirar que nadie estuviera en la entrada principal, suspiré al no ver a nadie pero la puerta se encontraba en el suelo, nos adentramos en la casa sigilosamente.
El Señor Jeon se va a enfadar y mucho.
—¿Qué sucedió acá?.—preguntó Sofía, hice una seña de que se callara, la luz se prendió y miré hacia la dirección dónde se encontraba la luz, me asusté pero al final sólo eran Taehyung y Hoseok mirando con curiosidad el lugar.
—¿Qué pasó acá?.—preguntó Taehyung.
—Los de la SS estuvieron aquí.—respondí mandando saliva.
—¿Falta algo o subieron arriba?.—preguntó Hoseok.
—Al parecer no, supongo qué no habrán visto nada y se fueron.—respondí.
—Ellos no hacen eso.—dijo Hoseok.
—El Señor Jeon se enojara pero porqué vinieron? Se supone que El Señor Taemin es la mano derecha del Führer.—dije cuestionandome.
—No lo sé, a lo mejor buscaban algo pero no judíos.—dijo Hoseok pasando las manos por su cabello.
—¿Habrán sido documentos?.—pregunté.
Hoseok se quedó pensando y subió corriendo a la oficina del Señor Jeon, Hyungsik y Minho se quedaron arreglando la puerta mientras todos subimos la habitación principal de ellos estaba patas arriba al igual que la oficina.
—Vayan y miren su cuarto.—ordenó Hoseok y asentimos.
Fui a mi habitación y todo se encontraba cómo lo había dejado, definitivamente buscaban otra cosa.
Nos pusimos a organizar la alcoba con Taehyung mientras nos mirábamos asustado, escuchamos unos pasos y miramos hacia la puerta, La señora Jeon entró.
—¿Qué hacen aquí?.—preguntó.
—Vinieron los de la SS.—respondí y abrió los ojos de par en par.
—¿No se llevaron a alguno?.—cuestiono preocupada.
—No, al parecer buscaban otra cosa porqué sólo entraron aquí a la oficina del Señor Jeon.—dije y en eso entro el señor Jeon.
—Ya sé que buscaban.—dijo suspirando.—Y no creo que eran los de la SS si no qué enemigos disfrazados.—dijo pasando la mano por su cabello.—Cómo saben que soy la mano derecha del führer debieron pensar qué tendría documentos aquí o algo para saber que será el siguiente ataqué qué haremos.
Me quedé sorprendido al igual que Taehyung, La señora Jeon nos dio señales de qué nos fuéramos y eso hicimos.
—No me esperaba eso, de verdad me llevé un gran susto cuándo los vi.—le dije y Taehyung me abrazó con fuerza.
—No sé qué haría sin ti.—dijo riendo.
—Ni yo sin ti.—besé su mejilla y me entre a mi habitación tirando me sobré la cama.
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