Un Viaje Sin Retorno.
Un par de días habían ya pasado desde que Zafiro murió, y desde ese momento toda la tribu la ha pasado mal debido a esto.
Especialmente Morati, Karu y los 5 Lords que rigen sobre la tribu, lo cual obligó a Salvia y a Jade y a compañía a quedarse más de lo esperado, con tal de aportar algo de apoyo, ya que querían vengar la muerte de Zafiro.
Por lo injusta que había sido, además de cruel y despiadada, y mientras se organizaban varios equipos de búsqueda, Morati y Karu se encontraban frente a la tumba de Zafiro. Con expresiones que dejaban en claro su dolor, la melancolía y tristeza que tenían.
Aunque no todo era malo, pues con Karu poseyendo el Aguijón Onírico podrían ver y hablar con Zafiro, pero esto no podría ser capaz de revertir su muerte. Por lo menos les daría consuelo de poder hablar con ella una vez más. Pero por la tristeza y una mezcla amarga de emociones ni uno ni otro lo había pensado.
Así que solo estaban allí parados frente a la tumba que se le había construido a Zafiro en respeto de su memoria, mientras el silencio reinaba. Sería Morati el primero en romper este ambiente triste y penoso que ambos pasaban en total silencio.
—....Quisiera disculparme contigo Karu, nada de esto habría pasado de no ser que les hubiera hecho caso a mis hermanos— Dijo el ex Lord ganándose la atención y la curiosidad de Karu.
—"¿Qué quiere decir con eso? ¿Qué significa?"— Pregunto el vessel mirando al Lord con toda su atención.
—...Que es mi culpa, yo conocía a la mantis que asesino a mi hija, fui su Lord durante muchos años y quizás fui algo más que su líder pero el punto al que quiero llegar es que, por mi culpa ocasione de forma directa o indirecta todos estos acontecimientos— Dijo Morati con tono triste mientras Karu lo miraba mucho más confundido y algo sorprendido por sus palabras.
—"¿Disculpa?"— Dijo Karu con clara confusión, enojo y algo de sorpresa mientras se ponía de pie lentamente.
—¡Yo fui quién le perdonó la vida a esa mantis años en el pasado, a eso me refiero maldición! ¡Y todo porque era una jovencita a la que quería mucho, no deje que todos mis hermanos le pusieran fin a su vida y veo que ese error me salió muy caro!— Exclamo el Lord con cicatriz en el lado derecho de su rostro, mientras le daba un fuerte golpe al piso.
Karu se quedó callado tras lo que dijo Morati, no fue algo que haya sido capaz de sorprenderlo, en especial porque él ya se hacía una idea al respecto. Y ahora ya confirmaba que en verdad el ex Lord tuvo algo que ver con esa mantis. Especialmente cuando ella lo mencionó cuando estaba acorralada.
Aunque no quitaba el hecho de que este algo enojado con él por no haber tenido el suficiente valor para poder acabar con la vida de esa hembra en el pasado.
—"...De nada sirve lamentarse ahora, lo que está hecho, está hecho y no hay forma de poder arreglarlo. Usted no sabía que iba a suceder si la dejaba vivir y no lo culpo, pero a la que sí la culpo de todo esto es a esa maldita loca; apenas se sepa en dónde se esconde. Yo seré quien personalmente la mate y traiga paz a todos..."— Dijo Karu mientras mantenía un semblante serio y algo triste.
Morati al escuchar las palabras de Karu, pudo sentirse al menos un poco menos culpable aunque ahí seguía presente toda la culpa de no haber hecho algo con esa hembra mantis en el pasado.
—... Aunque tus palabras me traen algo de paz, le falle a su madre con la promesa que le había hecho de proteger a nuestra hija...— Dijo Morati con algo de tristeza mientras veía la tumba de su hija con melancolía.
—"Quizás hayas fallado en protegerla, pero aún puedes vengar su memoria"— Dijo Karu mirando al Lord para luego recordar que traía un ítem muy esencial e importante consigo.
Algo que había olvidado por los acontecimientos que se dieron lugar en los últimos días y que solo había usado una vez en los sueños de Morati. De entre sus cosas sacaría el aguijón Onírico, el objeto con el cual podía hablar con espíritus pero también poder leer mentes y entrar a los sueños de otros.
Tras examinarlo un poco, desvío su mirada hacia el contrario y después a la tumba de Zafiro, un poco después estiró su mano con aquel aguijón hacia Morati que lo miro confundido.
—¿Qué es eso?— Pregunto Morati mientras veía a Karu con confusión.
—"Es algo que puede hacer que todo esto sea menos doloroso, tanto para ti como para mí, no podrá traer de vuelta a Zafiro pero al menos hará que aún la podamos ver, escuchar y hasta hablar con ella"— Dijo Karu habiendo captado la atención de Morati.
—¿Y como funciona?— Pregunto Morati queriendo saber como es que aquel artefacto podía ser capaz de hacer todo lo que dijo Karu.
—"Así..."— Dijo Karu antes de cargar toda su energía en el aguijón para después hacerlo funcionar.
Un brillo fuerte emanó de este, tan fuerte que cegó un par de segundos a Morati, pasados esos segundos parecería que no había ocurrido nada, aunque en verdad si que había pasado algo.
—¿Y qué ocurrió? No veo nada diferente o inusual aquí...— Dijo Morati viendo todo el lugar sin notar cambios.
Sin embargo Karu no le presto atención porque su mirada se encontraba fijada en la tumba de Zafiro, el vessel tenía una mirada en la cara más viva además que también parecía que su humor se había recuperado. Miro al Lord a su lado y le daría el aguijón onírico.
Morati lo tomo sin saber bien que hacer con el, ya que era la primera vez que veía algo como esto. Así que miro a Karu para ver si este le explicaría como se usaba; pero antes de abrir la boca para preguntar, una voz le hablo...nada más y nada menos que desde la tumba de su hija, al mirar fue tan grata su sorpresa viendo que ahí estaba su hija.
Flotando por encima de su timba de forma tan tranquila y relajada a pesar de sus cicatrices, la falta de una garra ella en su rostro tenía un semblante que mostraba que estaba en paz.
—Hola papá...— Dijo Zafiro con un tono de voz tranquilo que transmitía esa tranquilidad que ella tenía.
Era como si para ella todo lo que le había ocurrido no haya pasado y es más, se veía muy bien a pesar de estar flotando sobre su tumba.
Morati estaba sin palabras, solo pudo sonreír mientras empezaba a llorar de alegría y tristeza al mismo tiempo. Ya que no se podía creer aún que estaba hablando de nuevo con su hija, así que el funcionamiento del aguijón onírico le pareció muy útil, el estaba buscando las palabras adecuadas para poder expresar cuanto lo sentía. Sin embargo nada salía de su boca, solo un sin fin de balbuceos.
A lo cual su hija tuvo que tranquilizarlo, sabiendo de la culpa que él cargaba por pensar que todo había sido culpa suya.
—Ya, ya, papá, no es tu culpa lo que a mí me sucedió. Nadie pudo esperarse lo que pasó, pero no es culpa tuya. Jamás se tiene control de las consecuencias de acciones del presente o pasado— Dijo Zafiro con calma viendo a su padre llorando en el piso bajo su tumba.
Por otro lado Karu veía al ex Lord llorando así que sintiendo algo de lástima por él, se acerco a darle palmadas en la espalda que por lo menos fueran de ayuda y confort para Morati.
—¡Pude haberlo evitado, hija, pude haberlo evitado. Seguirías aquí, sino fuera porque no tuve el valor de acabar con la vida de esa hembra cuando debía!— Dijo Morati entre lágrimas mientras lloraba de tristeza.
Karu se sintió mal por él, suspiro con pesar en lo que seguía dando palmadas en su espalda, aparte de tratar de reconfortar al macho. Solo que no sería él quien lo hiciera. Pues Zafiro le daría ese consuelo y confort que tanto necesitaba el ex Lord en esos momentos.
—No tienes porque ponerte así, entiendo lo que sucedió y se que las cosas no pueden volver a la normalidad, pero viviré de una u otra forma. Ya sea en tu corazón o aquí, aún en la tribu, pero como una espíritu; y se que no suena de lo mejor, pero no me iré hasta que mi trabajo haya terminado— Dijo Zafiro mientras calmaba a su padre, ayudándole a pasar lo que había ocurrido.
Morati poco a poco fue tratando de recuperarse, aún así se puso de pie mientras se limpiaba las pocas lagrimas del rostro que le quedaban; el oír las palabras de su hija le ayudaron a poder ser capaz de recuperar las fuerzas de salir adelante mientras que solo podía sonreir un poco. A su vez que veía a Karu, este último veía al contrario con una pequeña y amable sonrisa. Después de todo parecía haber ayudado al Lord.
—...Gracias, en verdad, gracias, no sabes lo mucho que esto me ha ayudado...— Dijo Morati para después acercarse a Karu.
Entregándole el aguijón onírico, ahora era su turno, mientras que él iría por sus hermanos. Ellos se merecían tener una oportunidad de hablar de nuevo con Zafiro, a pesar de no ser en carne y hueso pero al menos no tendrían que seguir sufriendo demasiado por su muerte.
—Iré por mis hermanos, hasta entonces los dos tendrán tiempo para hablar. Y Karu, gracias de nuevo ha sido de mucha ayuda esto; sin duda alguna— Dijo el ex Lord para después ir por sus 5 hermanos.
Dejando de esta forma solos a Karu y a Zafiro, los cuales iban a tener algo de tiempo para hablar antes de que regrese Morati.
—"...Quizás no pude decirte esto con regularidad cuando aún seguías con vida; pero yo quiero que sepas que siempre vas a ser mi primer amor, y la mantis a la que más ame"— Dijo Karu mientras veía a Zafiro con algo de melancolía.
—Yo también te ame y te seguiré amando, a pesar de que ya no voy a poder estar a tu lado. Espero lo mejor para ti Karu, la verdad es que no me arrepiento de nada; y solo quiero que sepas que voy a atesorar todos los buenos y malos momentos que pasamos juntos, hasta que llegue el día en el que ascienda a un plano espiritual más alto. Y aún ahí, seguiré a la espera de tu llegada mientras los recuerdos de lo bueno vuelven a mí— Dijo Zafiro, dedicándole una dulce y tierna sonrisa cálida al vessel.
Karu solo sonrió aún triste pero no tanto como hace unas horas, se limpio un par de lágrimas al mismo tiempo que continuaba hablando con Zafiro. Hasta que volviera Morati con los demás.
[Mientras tanto en otra parte]
La mantis causante de todos los recientes acontecimientos estaba sentada en una silla algo vieja, el lugar en donde estaba eran unas viejas ruinas de algún lugar no tan lejos del ya inexistente reino de las cucarachas, ella estaba en ese lugar esperando el regreso de sus dos criaturas y de aquel misterioso encapuchado, en lo que esperaba, en sus garras tenía colocado el amuleto que años atrás le habían dado, el cual era una especie de atrapasueños, un formidable objeto con un poder de controlar a sus creaciones sin que estos le traten de hacer daño.
Al oír un ruido se levantó de su asiento y miro como al lugar ya habían regresado sus Tremors y el encapuchado. Así que guardo su amuleto bajo su poncho y vio al trío para saber las noticias que le traían.
—¿Y bien? ¿Hubo suerte?— Pregunto mirando a los tres con seriedad en su mirada.
—No, el lugar está siendo más y más vigilado por las mantis, y lo cual no nos hace fácil la tarea de infiltrarnos y traer más de la sangre de The Radiance por lo cual tuvimos que volver antes de ser vistos— Dijo el encapuchado, viendo como la mantis tomaba su asiento y lo aventaba con una gran fuerza hacia una pared.
—¡No puedo creerlo!, ¡Todas mis cosas siguen ahí adentro, apenas y fui capaz de sacar unas pocas y todo por culpa de esa maldita, su novio y el resto de mantis!— Dijo la hembra claramente enojada y estresada.
—Creía que después de haberla torturado casi hasta la muerte te habría levantado el ánimo, pero veo que no fue así— Dijo aquel encapuchado, a lo cual la forma de responder de la mantis no fue muy buena.
—¡Por supuesto que no, a mí me gusta tomarme mi tiempo y si el tiempo que dispongo para poder torturar a alguien es apenas un día y medio, entonces es una completa mierda! ¡Además, sin nada de sangre, no hay forma de conducir mis experimentos!— Dijo la mantis mientras estaba de malas, tallando su cabeza con sus garras.
Detrás del encapuchado, los dos Tremors solo estaban mirando la escena sin hacer nada, solo veían en silencio. No queriendo ser los siguientes en ser elegidos para el enojo y los gritos de su creadora.
Después de unos momentos la mantis se pudo calmar un poco, pero aún así seguía de malas. Si o si tenía que regresar para tomar y recuperar sus cosas, a pesar de toda la seguridad y vigilancia mantis impuesta en el lugar. Era esencial para ella recuperar todo lo que ahí había en su pequeño laboratorio ya no tan secreto, y con una de las entradas y salidas tapadas por sus Tremors, solo le quedaba entrar de forma muy arriesgada por la parte más vigilada.
—...Muy bien, escúchame bien, ustedes se quedan aquí. Iré yo sola a recuperar mis cosas, si vamos todos de una es más fácil que nos eliminen y que se nos acorrale, en cambio si voy yo en total soledad. No solo podré recuperar mis cosas, sino igual podré evadir la vigilancia con más seguridad— Dijo la hembra mirando al contrario que debajo de su capucha estaba levantando una ceja por esto.
—¿Estás segura? Si te descubre alguien vas a ser mantis muerta si vas por tu cuenta— Dijo el macho, sin embargo la mantis ya había tomado su decisión.
—Sí, estoy segura. Además si no he regresado en tres días, quiero que ustedes se vayan al lugar del cual habíamos acordado que nos iríamos de no tener otra opción, ¿de acuerdo?— Dijo la mantis mientras tomaba sus sables y los colocaba en donde iban, al igual que agarraba su bolso y se lo colgaba.
Los tres no contestaron solo le asintieron con la cabeza, antes de verla dirigirse a la salida de esas ruinas. Por lo menos tendrían comida para esos días si es que ella no regresaba, pero luego de que su silueta desapareció de la vista de los tres, estos decidieron tomar un descanso en lo que la mantis regresaba... Si es que lo hacía.
[De regreso en la tribu]
Los 5 hermanos de Morati no le habían creído al principio, luego de todo, ¿quién podría creer algo tan alocado como ver espíritus?, y es una cosa en la que ellos no le creían a su hermano. Pero a pesar de su escepticismo, al final fueron capaces de probar lo que el aguijón onírico era capaz de hacer, incluso los Lords Jade y Salvia, al igual que compañía, se habían podido sentir un poco mejor por ellos. Gracias a esto, sus ánimos mejoraron como los de Morati y Karu, así que tras esto ya más calmados y con la mente fría el grupo estaba dentro del árbol donde los Lords vivían.
Ahora mismo en el lugar estaban reunidos, Karu, Kamikaze, Tek, Rae, Asher, Dalia, Tiberious, los Lords por parte de Jade y Salvia y los 6 Lords de la tribu, más la inclusión de Abdul y Seek al tema.
—Bueno, como sabrán hemos buscado a esa mantis por todos lados sin tener éxito, así que no podemos rendirnos— Dijo Jasir mientras tenía la atención puesta de todos los presentes.
—¿Y entonces qué propones que hagamos? ¿Extender el radio de búsqueda?— Pregunto Kamikaze con los brazos cruzados.
—Sí, sería lo más coherente y lo mejor que podríamos hacer, sin embargo tenemos un pequeño inconveniente para hacerlo— Dijo Saud ahora mientras estaba viendo a todos.
—¿Y ese sería mi Lord?— Pregunto Abdul con curiosidad.
—Bueno, extender el perímetro y área de búsqueda conlleva que se gasten más recursos. Como comida, tropas que protejan la tribu, estamos hablando de que no podemos darnos el lujo de ir más allá de lo que podemos. Sino vamos a acabar sin mucho para cuando menos tengamos idea— Explico Saud viendo a todos los presentes.
—Tienes razón, además lo último que queremos es que tener que lidiar con ladrones...— Dijo Jade de forma algo seria causando el enojo de Ashanti.
Que como siempre, no se pudo guardar las cosas que tenía que decirle al contrario.
—Bueno, ni nosotros tampoco queremos lidiar con idiotas.....— Respondió Ashanti viendo de una forma retadora al Lord.
Antes de que empezará otra riña entre los dos Lords, Morati y su hermano Jasir intervinieron para mantener los ánimos controlados por lo menos un rato más, ahora era más importante ver en que lugar podrían buscar a la mantis.
—Miren, lo único que podemos hacer es esperar a que tengamos suerte y podamos encontrarla, lo cual nos deja con que debemos ir a vigilar los restos del reino ya no existente de las cucarachas, es lo único que podemos hacer para encontrarla— Dijo Morati siendo apoyado por Jasir.
—Cómo dijo Morati, nuestra mejor opción es vigilar el reino en caso de que regrese, además, como dijo también Saud, hay que minimizar la pérdida de nuestros recursos. Así que vamos a partir al reino para poder estar todos en persona— Dijo Jasir siendo apoyados por la mayoría de los presentes.
—Yo me quedaré, no creo que un viejo caracol como yo sea de mucha utilidad en combate, pero si podría darles algunas cosas que les ayudaría mucho— Dijo Seek mientras veía a los demás.
—Eso estaría fantástico— Dijo Kande agradeciendo el gesto del caracol.
Seek les daría varias pociones y también un par de frascos llenos de aguas termales en caso de que fueran dañados en combate.
Luego de esta corta pero importante junta, todo el mundo se fue con dirección al reino de las cucarachas. Sería un largo camino, pero al menos tendrían que llegar si o si para la noche de este día. Así que no perdieron su tiempo y se fueron hacia allá.
[Al Anochecer]
Los guardias qué se habían puesto a cuidar las ruinas del castillo estaban vigilando de que todo estuviera en orden, cuando escucharon un ruido no tan lejos de ellos fueron a investigar. Pese a que el lugar este cayéndose a pedazos, tenían las ordenes de investigar todos los ruidos que escucharán, o actividad sospechosa que vieran. Cuando se alejaron, de las sombras salió la mantis la cual con cuidado se metió por el lugar, esquivando a los guardias y también tratando de evitar ir por lugares abiertos o con agujeros en el techo. Pues en el cielo algunas mantis con alas se encontraban vigilando como el resto en tierra.
La mantis se movía fluidamente, experta en el sigilo y en pasar desapercibida, así que no le costó mucho el pasar por todos los guardias hasta llegar al pasadizo que la llevaría a su laboratorio en el fondo del castillo. Al bajar se dio con la sorpresa de que en el lugar también habían guardias al parecer esperaban que ella se regresará por sus cosas, así que los Lords tenían previsto esto. Lo cual la hizo gruñir enojada y en voz baja, mientras pensaba algo que pueda hacer rápidamente, y no le costó mucho pensar en algo que le ayudara.
El ruido de una piedra cayendo le llamo la atención a los dos guardias qué estaban vigilando el lugar, solo alumbrados por un par de antorchas y una lámpara de luciérnagas. Estos fueron a investigar el origen del ruido, al llegar y no ver nada, vieron al techo y también a todas partes, ya que querían ver que fue ese sonido; viendo que había una piedra en el medio del pasillo.
Mientras ambos guardias no se encontraban atentos, la mantis se acercó por atrás con sigilo y algo de precaución meticulosa en sus pasos, hasta estar detrás de uno de los guardias, con una garra le tapó la boca mientras le cortaba el cuello rápidamente con uno de sus sables, y luego lentamente lo fue acostando en el piso mientras este perdía sus fuerzas.
Tratando de combatir a la mantis pero con sus fuerzas mermadas, y con una herida que lo estaba matando, poco pudo hacer, sin ser siquiera capaz de avisarle a su compañero del destino qué le esperaba. Él otro guardia solo se dio cuenta que fue una roca que habrá caído de alguna parte, sin embargo cuando se dio la vuelta para avisarle a su compañero de que no había sido nada, uno de los sables de la mantis atravesó su pecho. Y el otro le corto como a su compañero, la garganta, lo cual le provocó unas heridas de muerte. Incapaz de hacer algo, cayó al piso de rodillas tratando de hacer algo para no morir, sin embargo no pudo hacer nada, así que murió viendo a la mantis, la cual se quedo observando como era que moría lenta y dolorosamente. Para finalmente caer muerto al piso.
Cuando los primeros guardias ya habían muerto, ella siguió con su camino por sus cosas. O al menos por las que aún no le hubieran destruido para este punto, eso sí, esperaba que no hubiera más resistencia en el lugar más allá de esos dos guardias. Sin embargo se dió de bruces para su mala suerte con la repentina llegada de más guardias. Que al verla le dieron la orden a uno de dar la alarma.
—Maldita tenía que ser mi suerte para que me pase esto...— Dijo la mantis hembra, irritada y algo enojada de tener que perder su tiempo luchando.
Además de que tenía que darse prisa, pues ahora iban a delatar su posición, gracias a que uno de los guardias fue a dar la alarma a los demás guardias y todo aquel que estuviera en la zona.
La hembra se defendió como ella podía pero ante la superioridad numérica de los guardias tuvo que jugar sucio, sacando de su bolso unos tubos de ensayo que tiro al piso. Estos actuaron como una especie de cortina de humo.
Pues el contenido en su interior actuaba como una nube tóxica, y todo aquel que inhale el hedor de la nube. Terminaría intoxicado, ella se fue por el otro lado con un brazo cubriendo su nariz para no inhalar los vapores tóxicos de la nube.
Los guardias tuvieron que salir de ahí mientras ayudaban a sus compañeros que inhalaron los humos tóxicos, no sabían cuanto duraba estos efectos o si eran mortales pero al menos los iban a ayudar para evitar que sigan ahí adentro respirando ese aire tóxico.
Mientras tanto en los bordes del reino los Lords y el grupo ya se encontraba llegando. Tan pronto como llegaron para saber de la situación, escucharon como una campana sonaba más adentro, y sabiendo que era la campana de alarma, corrieron para ver que había sucedido.
Por su parte la mantis llego a su laboratorio y comenzó a hacer la limpieza del lugar, recogiendo lo que pudiera mientras rezaba a su diosa por ayuda de salir de esta situación. Juntando todas las cosas de importancia para que se pueda hacer todo lo ella tenía planeado, desde equipo médico hasta equipo científico, sabiendo que no todo podría llevárselo por el espacio que tenía, y por ende, ahora solo se tendría que llevar lo más importante, lo demás ya vería como volvería a conseguir comprarlo o obtenerlo.
Se fue hasta otra parte en la cual estaban muchos tanques hechos de vidrio con más de ese líquido amarillo/naranja dentro de estos, aquí vacío un poco de estos líquidos en varios recipientes, y luego de hacerlo decidió destruir los tanques, dejando caer todo el líquido a sus pies. Además tomo de una pared una figurilla hecha de piedra de una polilla con sus alas extendidas. Siendo una clara representación a la diosa en la cual creía.
El ruido de que un grupo grande se acercaba al lugar la hizo tener que esconderse para evitar ser vista por alguien, ya que en las condiciones actuales no podía permitirse pelear debido a todo el equipamiento que se estaba llevando. Se escondió y espero a que nadie la fuera a ver.
Quienes entraron al lugar fueron los Lords, seguidos de Karu, Tek, Kamikaze, Rae, Asher, Tiberious, Dalia, Karlos, Joshua, Abdul y el resto de sus hombres. Junto a un par de guardias más.
Al ver los dos cuerpos de los anteriores guardias que habían estado aquí, el grupo se enojo, empezando principalmente por Jade y Salvia al reconocer que eran miembros de su tribu.
—¡Separen se, tiene que estar por algún lado esa desgraciada!— Dijo Jasir mientras se ponía a buscar por el laboratorio a la mantis.
Todos se fueron por un camino para buscarla, mientras que la mantis hacia lo propio para que no la vieran escaparse. Estaba evitando a todos con el mayor sigilo qué le fuera posible tener, con las cosas le era más difícil pero se negaba a abandonarlas.
Sin embargo antes de que ella pudiera seguir avanzando, sus antenas detectaron peligro, y ella se quito en el momento justo en el que un aguijón iba a atravesar su cabeza. Teniendo que rodar por el piso, dejando sus cosas atrás, después agarro sus sables y vio quién era su atacante.
Karu estaba enfrente de ella con una mirada de odio completo a la contraria, mientras sujetaba su aguijón con fuerza. Sin decir un solo comentario, el vessel no se espero y se lanzó al combate con la mantis. La cual si o si ahora no tenía de otra más que luchar por su vida y libertad.
—"¡Eres una maldita, mereces morir!"— Dijo Karu con un profundo odio hacia la mantis.
—¡Por lo visto alguien quedo muy resentido de la muerte de su noviecita! ¡Pero tengo que decir que yo no fui quién la mató!— Dijo la mantis con un tono de voz algo burlesco, lo que hizo enojar más a Karu.
El vessel atacó con su aguijón a la mantis, bajando lo en diagonal hacia ella cosa que la contraria lo supo bloquear con uno de sus sables, para a continuación hacer un ligero corte en el abdomen de Karu con su otro sable.
Luego lo empujó con una de sus piernas, después arremetió en su contra con un combo de cortes, de los cuales el vessel fue capaz de bloquear la mayoría usando su arma para ello. El sonido de su pelea llamo la atención de los demás que fueron acudiendo al lugar rápidamente, al ver esto la hembra gruño molesta pues no tenía tiempo para lidiar con el grupo entero y menos en una situación donde ellos tenían la superioridad numérica de su lado; por lo cual esquivando un ataque más del vessel, ella se coloco detrás de este para luego barrer el soporte de sus piernas del suelo, haciendo que caiga al suelo. Tras esto ella agarro sus cosas y sin dudarlo comenzó a correr, siendo perseguida por Karu, para que los demás se le unan también a la persecución.
La mantis hacia de todo para perderlos, desde tirarles cosas a la cara o tumbar mesas o algunos libreros para cortar su camino, sin embargo no contaba con la agilidad de Karu y el resto para evitar los obstáculos que ella les estaba poniendo en el camino.
Frustrada y quedándose sin ideas ella siguió corriendo, con todo el grupo siguiéndole y pisando sus talones. En una de esas, cuando ya se estaba alejando, Karu no dudo en agarrar de una estatua una lanza qué estaba puesta por ahí en el lugar, y mientras aún más distancia estaba tomando la hembra, el vessel lanzaría la lanza justo como le habían enseñado que se hacía, la lanza recorrió gran parte de ese largo pasillo. Hasta impactar de lleno contra la pierna de la mantis, haciendo que grite de dolor y se sujete la herida mientra veía la gravedad de la situación.
—¡Sabía que tenía que quitar esa estúpida decoración de estatuas sujetando armas reales!— Dijo la hembra mientras se quejaba del dolor.
Al mismo tiempo que retiraba de su pierna la lanza, causando aún más dolor del qué ya traía, pero tuvo que ignorarlo para rodar en el piso en el momento justo, pues una de las hachas de Jade le fue lanzada por este mismo que se adelantó ahora a Karu. El Lord quería matarla con sus propios medios, aún si tuviera que ser por sus garras o hachas, de igual forma ella moriría aquí abajo.
La mantis tomo fuerzas para que se pudiera levantar y seguir con su escape aunque sea cojeando de una pierna la cual le estaba sangrando mucho y se veía que traía un daño demasiado grave.
Ahora el grupo de nuevo pudo achicar distancias hasta que al final la pudieron arrinconar en una zona sin salida, en donde la única salida sería morir por el grupo o el suicidio, pero ella no iba a permitir que su orgullo de mantis se viera afectado de esa forma. A pesar de estar en contra de sus ideales, algo de su propia naturaleza mantis le impedía ser o hacer cierto tipo de cosas, así que al verse acorralada supo que no iba a haber piedad para ella.
Se dio la vuelta mirándolos como se acercaban a ella, Rae para que no se escape o haga algún truco, le enrollo una raíz en su pierna de por si lastimada, solo para a continuación hacer que la raíz le rompa su pierna. De la boca de la mantis salió un grito de dolor, seguido de un elocuente insulto hacia al vessel. Rae solo sonrió de forma burlesca mientras la hembra caía al suelo con una de sus piernas rotas.
Ya en el suelo y rodeada, aquella hembra se pego a la pared a su vez que posaba la mirada en sus anteriores Lords.
—Irónico, ¿no les parece? Una vez más en la misma situación, rodeada, con la pierna lastimada y a punto de morir. ¿Acaso no les trae recuerdos esto?— Dijo la mantis, mientras que ellos solo la miraban enojados.
Morati solo pudo desviar su mirada con tristeza mientras soltaba un suspiro de pesadez, ya que recordó aquel momento del qué estaba hablando la mantis.
—¡Silencio, no vamos a permitir que hieras a más inocentes o que causes más problemas!— Dijo Ashanti enojada mientras estaba levantando su lanza para matar a la hembra.
—¡Mira quién lo dice, una sucia asesina a la cual no le importo matar a sangre fría a dos mantis qué no les harían nada! ¡Ustedes son unos malditos asesinos, son los causantes de todo esto en primer lugar!— Exclamó la mantis mientras dejaba salir su rabia contra los 5 Lords.
—¡Suficiente! Ya hemos oído demasiado de ti...es hora de que terminemos con esto— Dijo Saud al mismo tiempo que con el resto levantaba sus armas para matar a la hembra.
Siendo el único que no se unió a ellos, Morati, el Lord con una prominente cicatriz no pudo lo que ellos querían hacer. A pesar de la muerte de su hija a garras de esa hembra, su apego hacia ella era tremendo como el que tiene por su hija. Así que no se quiso unir al resto.
Aunque si pudo entablar algo de contacto visual con ella, viendo en la mirada de aquella hembra, qué no existía temor o miedo a morir. Sin embargo había un gran y profundo odio hacia ellos en su mirada, cosa que le dolía.
—...Perdón Mavis, quizás en otra vida puedan ocurrir las cosas de forma diferente manera— Dijo Morati, triste y muy disgustado por el desenlace que esto iba a tener.
—...La Mavis que usted conocía murió, no hay vida o lugar en el que los quiera a ustedes cerca de mí...— Dijo Mavis como últimas palabras, antes de que todos le bajen sus armas en conjunto.
Sin embargo antes de que sus armas toquen su cuerpo, una especie de fuerte temblor los sacudió. Más atrás de ellos se encontraban los dos Tremors, causando un poderoso temblor, mientras el encapuchado desde la distancia les tiro un recipiente de vidrio qué al caer al piso, de su interior libero una neblina un poco oscura qué los hizo toser.
Para su suerte esta no era tóxica pero no les dejo ver lo que pasa a su alrededor, el encapuchado se metió entre todos ellos para ir por la mantis. Sacándola de ahí mientras todos tosian sin saber lo que pasaba a su alrededor.
Mientras tanto los Tremors se detuvieron en seco para cargar contra el grupo entero, tomando desprevenidos a la mayoría, pero solo siendo Kande y Tiberious los únicos capaces de detener a estas bestias, antes de que los dos con los Tremors atravesarán una pared.
—¡Les dije que se fueran sin mí, ahora se están arriesgando más de lo que quería!— Dijo Mavis mientras era cargada por el encapuchado.
—Hubo un cambio de planes a última hora, además creo que no podemos dejarte morir aquí y así por lo cual, prepárate para tener más problemas de los que había antes— Dijo el encapuchado, en lo que corría.
Para cuando el humo se disperso el grupo vio como Tiberious y Kande estaban luchando cuerpo a cuerpo con los Tremors. Por lo cual el resto decidió dejarles la situación a los dos colosos llenos de fuerza para irse a por Mavis, no la dejarían escapar.
El encapuchado dejaría a Mavis en la zona de los tanques que rompió hace unos minutos atrás, pues al ver que escapar no sería nada fácil debía por lo menos de protegerla. Mientras tanto la mantis en un acto desesperado y algo peligroso entre sus garras tomaría un poco de ese líquido amarillo/anaranjado para luego untarlo por toda la zona de su herida. Algo que ardió bastante doloroso para ella, sin embargo no era tiempo de quejarse, así que ella se entablillo la pierna y se puso un vendaje esperando a que la "sangre" de su diosa le fuera de ayuda en esos instantes de desesperación. Con algo de esfuerzo logro ponerse de pie mientras cojeaba en dirección a la salida, y mientras aquel encapuchado libraba una pelea intensa con los demás, Karu y Morati fueron detrás de ella.
La pelea de Kande, Tiberious y los Tremors estaba siendo muy agresiva y salvaje. En especial en el lado de Kande y los Tremors, pues mientras que Tiberious los trataba de estudiar para saber a donde atacar, la Lord llena de rabia e ira se lanzó a por ellos.
Embistiendo a Lerdnar contra un muro, causando que este se llene de diversas grietas por culpa de la fuerza que uso para atacar. Después se quitaría del medio evitando un ataque de Karius, y por su parte Tiberious lanzó un poderoso ataque contra ambos, con su enorme mazo. A pesar de ello, los Tremors vieron venir su movimiento. Así que detuvieron el golpe entre los dos, soltando un rugido de enojo.
Kande sin embargo no estaba dispuesta a seguir oyendo esos rugidos así que bajo su hacha en diagonal con todas sus fuerzas sobre el cuerpo de Lerdnar, por el fuerte impacto este volvería a golpearse contra la misma pared. Mientras su armadura se había abollado, con una abertura no tan grande ni profunda pero que si sangraba, además de dejarlo algo confundido y aturdido.
Karius con su fuerza fue capaz de tumbar a Tiberious al suelo luego de un forcejeo y después le haría un corte en el pecho a la Lord, antes de que esta baje su hacha sobre la cabeza de su compañero. Dejándole una fea herida en su quitina.
—¡Desgraciado!— Exclamó la Lord mientras gruñía tocando la zona en donde estaba sangrando.
Tiberious se puso de pie tan rápido como su cuerpo y peso se lo permitió para a continuación ponerse al lado de Kande para el segundo asalto, sin embargo los dos Tremors tenían otros planes.
Viendo que la infraestructura del lugar comenzaba a colapsar, el dúo empezó a golpear el suelo con rapidez y fuerza, causando más grietas y daños en el lugar, además de desastabilizar todo el sistema de túneles del castillo.
Ocasionando un derrumbe, el cual afectaría a todos por igual, sin embargo solo se iban a salvar los más rápidos y ágiles y en su caso, los Tremors actuaron en el primer lugar. Dejando atrás a la Lord y a Tiberious.
—¡Hijos de puta! ¡Vamos, hay que salir de aquí!— Dijo Kande a lo cual Tiberious solo pudo ver la dirección en la que fueron los dos Tremors.
Luego giro su cabeza y asintió resignado, de verdad le hubiera gustado haber tenido algo más de pelea. Pero ahora debía irse de ahí antes de que todo el sitio le cayera encima al escarabajo.
El resto también sintió lo que los Tremors hicieron y sin dudarlo, ellos tuvieron que irse corriendo para escapar. Dejando que aquel encapuchado pudiera escapar, y sin otra opción se alejaron por un camino diferente al qué tomo el contrario. Así mismo mientras Mavis escapaba, fue alcanzada y embestida por Karu.
Comenzando a forcejear en el suelo, el vessel y la mantis no se habían percatado qué los túneles estaban colapsando, y aún así, el par seguía luchando sin cesar en una pelea por ver quien mataba a quien. En una de esas Mavis le acertó un severo garrazo en la cara a la vasija. Cosa que le voló parte de la máscara, haciendo que Karu comience a sangrar su característica sangre negra. Pero algo más llamativo para la vista de la mantis fue ver lo que Karu era realmente, viendo que él no era normal ni tampoco era un bicho sino algo más.
Pero no pudo indagar más pues Karu aprovecho esto para poder apuñarle el corazón, causando la sorpresa de la mantis, Mavis vio su pecho notando qué el cuchillo de Zafiro se había clavado muy profundo.
—"Eso es por Zafiro, y todos los que has matado...zorra"— Dijo Karu con un tono de voz frío y serio, viendo a Mavis morir de forma lenta y dolorosa.
Mientras su pecho se llenaba de su propia sangre y su vida comenzaba a extinguirse de sus ojos, solo miro una última vez a Karu. Antes de pronunciar unas palabras en voz baja.
—...¿Q-Qué e-eres?...— Dijo antes de finalmente fallecer y dejar caer su cabeza al suelo.
Cuando Morati llego y vio la escena, no tuvo tiempo de poder siquiera lamentarse, ya que con el lugar prácticamente cayéndose a pedazos, no había tiempo de nada. Más de escapar y correr por sus vidas hasta la salida más cercana, así que tampoco noto de que a Karu le hacía falta un gran pedazo de su máscara.
Vessel y Lord corrieron hasta la salida más cercana, llegando en el momento preciso antes de que todo les cayera encima. Dejando el paso cerrado hacia el interior, sin embargo ahí no termina su carrera contra la muerte, pues debido a la destrucción de los túneles bajo el castillo; este igual se estaba viniendo abajo, con lo cual siguieron corriendo fuera del castillo.
Así que evitando escombros y obstáculos, ellos dos y el resto del grupo consiguieron salir con sus propios medios del castillo, para después ver como todo este se venía abajo dejando nada más que escombros, pocas partes del castillo aun se mantenían de pie de manera sorprendente, aún así el paso hacia adentro quedaría sellado por los escombros, una vez todo culminó. Todos luego de la carrera recuperaron el aliento.
Mientras que Karu se sujeto la parte de su máscara la cual le seguía sangrando, soltando más de esa sangre negra al piso. Cosa que lo alarmó, en especial en el momento que se dio cuenta de la cantidad de mantis presentes en el lugar.
Así que trato de ocultar su herida aunque debido al sangrado tan constante qué tenía, no pudo ser ignorado por quién estaba más cerca suya siendo Morati, el Lord al verlo sangrar se acercó a él y trato de ayudarlo. Sin embargo Karu no se dejaba siendo que en esos momentos estaba ocupado tratando de no dejar que nadie le viera su herida. Aún así al final Morati se las arreglo para ver lo que tenía el vessel, quedando sorprendido por ver el verdadero ser de Karu. Y no solo él, sino también la mayoría de los presentes que se encontraban a su alrededor. Claro que era una parte del grupo y varias mantis de ambas tribus.
—"...Supongo que tendré que decirles la verdad..."— Dijo Karu mientras soltaba un suspiro de pesadez y de tristeza.
Tras esto Karu comenzó a contar lo que en verdad era, de donde provenía (qué ellos ya sabían, aunque no del todo), además de hacer una rápida explicación de él y sus hermanos. Y todo lo que dijo había sido corroborado por las palabras de Dalia. Quién ya sabia más o menos lo que Karu, Rae y Asher eran.
—Él no miente, dice la verdad, y se que puede ser algo confuso o raro pero al menos no hay que buscarle demasiada lógica. Solo aceptar lo que son, créanme, no quieren estar día y noche estar pensando en esto— Dijo Dalia a la vez que soltaba un suspiro y veía a Rae y a Asher.
Siendo vista por Jade y Salvia, una estaba intrigada y el otro algo serio debido a que no había sabido de esto antes. Pero ahora ya lo sabía, por su parte los 6 Lords estaban pensativos sin que supieran que hacer o decir, tras unos segundos en silencio luego de las palabras de Dalia, soltaron un suspiro casi colectivo para ver a Karu.
—Bien, no diremos ni una sola palabra de esto...de todos modos no fue lo más raro que hemos visto ni será lo último, así que Karu, da igual lo que seas, has demostrado ser un miembro de esta tribu y te aceptamos como eres...sin importar si no podemos entender realmente lo que eres.
Jasir fue el primero en hablar, y luego a él se le unieron sus otros hermanos. Afirmando lo que él había dicho, causando el alivio y la alegría de Karu.
—"Menos mal, pensé por un momento de que iban a tener una reacción diferente, bueno ahora que ahora ya todo ha quedado arreglado... ¿Podría alguien ayudarme con este sangrado?"— Dijo Karu a lo cual Rae y Asher decidieron ser quienes le ayudarán.
Tras todo esto, los Lords dieron la orden a sus tribus de no decir una sola palabra, al igual de que saqueen el abandonado reino, los líderes después de eso se habían quedado a solas para conversar de diversos temas. Tales como la futura relación entre sus tribus.
—Bueno, creo que nuestros acuerdos comerciales van a continuar, y luego de lo que ha pasado supongo que no habrá que mantener secretismos entre nosotros— Dijo Jasir a lo cual su comentario fue respondido por Salvia.
—Así es, a partir de ahora no hay que guardar secretos, si lo que queremos es que haya confianza hacia ambas partes— Dijo Salvia viéndolo a él directamente.
—En ese caso, creo que se podría decir que vamos a ser "mejores amigos" ¿no?— Dijo Saud con un poco más de confianza ante Jade y Salvia.
—No, solo seremos socios comerciales y quizás aliados en caso de futuros problemas, pero eso nada más. Aún no olvido el tipo de mantis qué son...— Dijo Jade de forma seria y mirándolos con frialdad.
—Por mí es más que suficiente— Respondió Ashanti de forma muy retadora y agresiva.
Causando los suspiros de sus hermanos ante este hecho, sin embargo pasaron de largo que su agresividad hacia Jade no haya desaparecido. Así que ahora les quedaba seguir hablando con los diversos temas a tratar. Luego de un rato cuando vieron todos los temas, todos se retiraron con la excepción de Salvia y Jasir.
—Entonces, supongo que ahora más que nunca debemos tener una relación fuerte y estable no solo como socios, sino también como aliados— Dijo Jasir para enseguida continuar con lo que decía. —Bueno...se me ocurre un método más para unir más a las dos tribus— Dijo el lord mientras veía a Salvia.
—¿En serio? ¿Y cuál sería ese método Jasir?— Pregunto Salvia viendo al Lord con intriga y algo de curiosidad.
—Bueno, usted sabe que me gusta y pues...— Decía Jasir antes de ser cortado a la mitad de su frase por Salvia.
—Oh ya ví a donde va todo esto, y sabes, porque no, es una buena idea. Así quizás las cosas salgan de mejor manera, aunque te digo y advierto de una vez Jasir, qué si algo malo ocurre y es tu culpa, las consecuencias van a ser muy graves para ti y tu tribu— Dijo Salvia mientras acortaba sus distancias, para quedar pegada a Jasir solo para ponerlo nervioso.
—S-Si yo entiendo eso, y prometo que no va a ocurrir nada malo. Y menos si va a repercutir en mis súbditos y en mis hermanos, así que puede confiar en mí— Dijo Jasir mientras se rascaba la nuca nervioso por la falta de espacio entre los dos.
—Muy bien, más te vale, ahora vamos qué no podemos seguir tardando— Dijo Salvia mientras caminaba aunque de forma algo juguetona para molestarlo se fue meneando las caderas.
Jasir solo carraspeo tratando de recomponer la compostura, al mismo tiempo que iba con ella para ya no tardar más en un lugar en dónde ya no había nada para ellos.
[Un par de días después]
Pasados ya unos días, las dos tribus pudieron tener algo de paz y tranquilidad mientras estaban despidiéndose ya de aquellos que no seguirían más con ellos, como en su caso Kamikaze y Tek.
Un Karu ya recuperado y con máscara nueva se acercó al dúo para despedirse de ellos con un fuerte abrazo mientras estaban alistando sus cosas para irse ya.
—Cuídate chico, este no será un adiós sino un hasta pronto, algo me dice que en un futuro vamos a cruzar caminos una vez más— Dijo Kamikaze mientras estaba subido sobre unas cajas ya listo para irse.
—"Lo mismo digo de los dos, ¿y a dónde irán?"— Pregunto Karu con curiosidad, mientras les daba una mano para subir otras cosas.
—Kamikaze y las hormigas que sobrevivieron a todo esto van a buscar a su reina y lo que resta de su colonia, mientras por mi parte encontré lo que venía a buscar. Volveré a casa para ver si puedo vender todas las geniales aventuras qué vivimos juntos, sin duda serán un éxito en la venta de libros jeje. Pero espero algún día verlos a ambos en otro momento— Dijo Tek con algunas lágrimas asomándose por sus ojos.
—"Eso espero también yo, pero por ahora tendrán que partir, les deseo lo mejor"— Dijo Karu listo para verlos partir con sus propios destinos.
—Igualmente chico, espero que la vida te pueda dar lo que has perdido. Pero tú también tienes que salir adelante, y tratar de no dejar que te afecte mucho, te lo digo por experiencia propia— Dijo Kamikaze ya subido sobre el carruaje en el que se irían él y Tek.
Karu asintió agradeciendo esas palabras con una pequeña y muy fugaz sonrisa antes de ver como ellos dos se despedían de nuevo de él y los demás. Luego de que los Lords les agradecieran por su servicio prestado a la tribu para ganar esta guerra. Después de la despedida y de ver marchar a los últimos carruajes, el vessel solo pudo suspirar mientras camino en la dirección en dónde estaba ubicada la tumba de Zafiro.
Ahí estaría Morati con el aguijón onírico en una de sus garras, él se encontraba hablando con su hija. Sin embargo al ver que el vessel se estaba acercando solo vio a su hija antes de girar a ver a Karu.
—Supongo que has venido a ver a Zafiro, así que no te quito más tiempo. Toma, se que es tuyo y no quisiera adueñarme de algo que no es mío— Dijo Morati de manera amable y amistosa.
—"Puedes quedártelo, de todos modos no lo usaría demasiado puede que hasta lo olvide que lo tenga; lo mejor es que lo tengan ustedes. Además yo solo venia a despedirme"— Dijo Karu mientras se acercaba hasta posarse a un lado del Lord.
Morati asintió con la cabeza con una ligera sonrisa a la vez que él le entregaba a Karu el aguijón, dándole el tiempo y espacio que fuera a usar el vessel. Mientras se alejaba a una distancia algo moderada para que tengan su privacidad.
El vessel miraría a Zafiro la cual estaba con una suave sonrisa, viéndolo desde arriba de su tumba, Karu solo respiro hondo antes de empezar a hablar.
—"Bueno, creo que ahora es un buen momento para decir que me gustaría que siguieras con nosotros. Sin embargo, se que uno de estos días vas a dejar el plano en el que estas, así que solo puedo decir que te amo, y que lo siento mucho por no haber sido capaz de haberte salvado en primer lugar"— Dijo Karu con un tono un tanto triste mientras suspiraba con melancolía.
—Oh Karu, de nuevo te lo digo, no hay porque lamentarse, lo hecho, hecho está, así que aunque no se pueda cambiar el pasado siempre me llevaras contigo en tu corazón y yo se bien que habrá alguna otra hembra en algún punto, así que solo vive por mí, ¿quieres?—
Karu sonrió y asintió haciendo la promesa de que iba a vivir por ella, después de esta despedida. Ahora era el momento de tener que despedirse de los demás, ya que era momento de partir.
Fue con Morati y le daría el aguijón onírico dándoselo para que se lo quede, de esta forma él y sus hermanos podrían seguir hablando con Zafiro.
—Veo que te vas a ir igual, me hubiera gustado que te hubieras quedado; pero creo que ya tienes tus planes bien definidos— Dijo Morati mientras guardaba el aguijón onírico.
—"Así es, me voy, aunque aún no estoy listo para regresar a casa, no después de todo lo que hemos pasado, creo que voy a tomarme un tiempo más antes de regresar a Hallownest, pero cuando regrese me aseguraré de pasar a visitarlos"— Dijo Karu mientras estrechaba su mano con la garra de Morati.
—De acuerdo, te recibiremos con brazos abiertos cada vez que nos pienses visitar. Después de todo te has ganado un lugar en esta tribu— Dijo Morati sintiendo un gran afecto por el vessel. —Y no te preocupes, nadie sabrá de tu secreto, solo la tribu, y nosotros, nadie más.
—"Les agradezco mucho el gesto, ahora si me disculpas Morati. Voy a despedirme de tus hermanos y de los míos"—
—Adelante Karu—
Morati vio con una sonrisa pequeña en el rostro como es que el vessel caminaba ahora a buscar a los demás Lords, solo para decirles que se iba, no tardó nada en encontrarlos pues estos se encontraban hablando con Jade, Salvia y compañía en la salida de la tribu. Así que se acercó a ellos con tal de poder despedirse. Al llegar con ellos, el vessel les agradeció por todo lo que habían hecho por él.
Los Lords al ver a Karu qué se estaba acercando a ellos, dejaron lo que estaban haciendo para ver que era lo que necesitaba.
El vessels hizo una respetuosa reverencia mientras veía a los Lords, para después hablar con ellos.
—"Lords, ha sido un placer haber estado a su lado estos meses, pero creo que tengo que seguir mi camino por otro lado. Aunque como tal no es un adiós definitivo"— Dijo Karu mientras estrechaba su mano con la garra de cada uno de ellos.
—De acuerdo Karu, ha sido un placer haber luchado a tu lado y también tenerte como uno más de los nuestros, siempre serás bien recibido mientras nosotros estemos a cargo de la tribu— Dijo Jasir mientras sonreía un poco al ver marchar a Karu.
—Nos demostraste que incluso a pesar de que las apariencias engañen, uno puede ser un gran guerrero. Así que esperemos que podamos volver a verte algún día en el futuro— Dijo Lewa con una voz calmada y tranquila.
—Me tendrás que disculpar si no soy muy buena con despedirme, pero espero saber más de ti en el futuro— Dijo Ashanti que hizo una reverencia de respeto para Karu.
Al igual que el resto de los Lords de la tribu, al final Saud y Kande también mostraron su respetos y agradecimientos al vessel. por lo que hizo con la tribu, y luego le toco el turno a Salvia y a Jade de decirle adiós al vessel.
—Las puertas de nuestra tribu también estarán abiertas para ti cuando quieras, después de todo eres hermano de Rae y Asher, y por ende un invitado nuestro. Te deseo mucha suerte en tu viaje Karu— Dijo Salvia mientras igual mostraba sus respetos al vessel.
—"Muchas gracias Lord Salvia lo tendré en cuenta, solo les pido que por favor mantengan a Rae vigilado para que no se vaya a meter en problemas"—
El comentario de Karu hizo reír a Salvia mientras que Rae se hacía el ofendido, con Dalia a su lado también riendo en voz baja.
—No te preocupes, nosotros nos vamos a encargar de ello— Dijo Jade estrechando su garra con la mano de Karu.
Y tras un abrazo en conjunto con sus hermanos, el vessel camino hasta la puerta de la tribu para después suspirar y ponerse a caminar, siendo vistos por todos, quienes observaban como se iba hasta desaparecer de sus vistas.
Karu en la sombra de un arbusto dejo una carta que al poco rato acabo desapareciendo para que su familia la lea en Hallownest.
Sus planes habían cambiado y ahora no iba a regresar hasta un nuevo aviso, ahora el vessel iba caminando por el camino que el recorrió junto a Tek y Kamikaze cuando se conocieron la primera vez, solo que siguió más allá del mismo. Hasta llegar a un cruce y antes de decidir su camino qué tomaría, de unos arbustos salió un pequeño Tik Tik infante a toda prisa, al parecer estaba escapando de algo o alguien. Al momento de ver a Karu, no lo dudo dos veces y el pequeño se subió a él tomando por sorpresa al contrario.
Tras unos segundos de los mismos arbustos salieron unos cazadores qué al ver a Karu con su presa, expresaron todo su disgusto hacia este.
—¡Hey, esa presa es nuestra!—
—¡Sí consíguete la tuya amigo!—
Karu vio al asustado Tik Tik subido en su hombro, el como temblaba y el como los veía aterrado, asustado y con miedo, lo hizo no obedecer esa orden, al mismo tiempo que acariciaba la cabeza del pequeño. Sacando de su espalda su aguijón, listo para una pelea de muchas qué tendría a lo largo de su trayecto.
—"Van a tener que venir por el si es que lo quieren..."— Dijo Karu seriamente mientras estaba en posición de combate.
—Cómo quieras, hoy es tu funeral chico...
—¡Te vamos a hacer picadillo!—
Después de esto el par de agresivos cazadores se lanzaron por el, dando inicio a una pelea en donde el vencedor se iba a quedar con el Tik Tik.
[Epílogo]
[Unos meses después]
[A los límites del reino de Hallownest]
Una vessel con una gema en la frente de su máscara como todos los días iba al lugar esperando la llegada de su hermano. Tras que este anunciará por medio de una carta que su viaje iba a durar un poco más de lo esperado, ella no perdía la esperanza de verlo qué regresará algún día. Sin embargo los días pasaban, y con ellos sus demás familiares le decían que el vessel solo volvería cuando él ya se sienta satisfecho de su estadía en la superficie.
Mientras estaba sentada en una silla, sobre toda la capa de piel del cadáver del enorme Wyrm, veía al horizonte, con todas sus esperanzas puestas en que Karu aparecería en cualquier instante entre la caída de piel muerta y la capa de piel qué acuataba como un gran montículo de nieve.
Preocupados por ella, la familia real enviaría a una miembro a que la acompañe y la cuide, al menos por un par de horas hasta que ella se diera por vencida.
—Karu no volverá, al menos no hoy, ni mañana ni en este mes, él nos dira cuando lo hará. Así que es hora de irnos Amber...— Dijo una voz femenina detrás de ella.
Parada detrás suya estaba una vessel, vestida completamente con una armadura blanca de cuerpo completo, y con un casco con una máscara qué cubría su rostro y máscara inicial. Estaba parada estoica, firmemente cual militar, con un bastón o báculo de doble sierra en una mano, y la otra pegada a su costado.
—"¡Yo no me iré hasta que pueda ver a mi hermano! ¡Tú si gustas vuelve al palacio y dile a Hollow y a Ghost qué no volveré hasta que llegue Karu, estaré bien!"— Dijo Amber por medio de su collar como el que le había dado a Karu para hablar.
—No seas tonta Amber, vienes aquí todos los días hasta que te quedas dormida, no has comido bien, has faltado a tus clases de magia y defensa personal, aparte de que no te has dado un baño, ¿acaso tengo que continuar para que vengas conmigo?— Dijo la vessel una vez más mientras se acercaba a su hermana.
El resonar de su armadura calló hasta que estar a su lado, Amber levanto la mirada para ver a su hermana. La cual no pensaba ir a ningún lado sin ella, así que la pequeña suspiro con tristeza y pesar.
—"...Está bien Karn, tu ganas, vámonos antes de que cambie de opinión..."— Dijo Amber al mismo tiempo que se levantaba de su silla y caminaba de regreso a casa.
—Buena decisión, descuida, Karu es alguien que demostró ser muy capaz de lograr muchas cosas si se lo propone...el estará bien— Dijo Karn, con su propia voz que era algo suave y baja debido a que apenas comenzaba a hablar.
La vessel de cornamenta exótica, cuerpo fornido, atlético, un poco musculoso y grande escolto a su hermana de regreso al palacio. Con su armadura sonando con cada paso que daba, Amber solo miro hacia atrás una vez más, antes de retirarse triste por saber que Karu no iba a regresar muy pronto.
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¡Y hasta aquí la primera temporada de la historia de Karu!
Espero que está primera temporada les haya gustado, como siempre no se olviden de votar, comentar y recomendar la historia.
Le agradezco a HermolerZB por algunos dibujos que hizo de la historia esta temporada. Son pocos, pero aún así son buenos.
Le doy las gracias a Reaper_1914 por haberme prestado sus dos Lords y también le doy las gracias a theoverland por prestarme a Kritz.
Sin más que decir me despido de ustedes hasta aquí.
¡¡Hasta la próxima temporada de la historia de Karu!!
Posdata: Al fin pude terminar con las correcciones de la primer temporada, espero que para todos haya sido mucho mejor está nueva versión de la historia. Ahora bien, un comentario positivo, un voto y una compartida de la historia no estaría mal. Así que por mi parte es todo por el momento, los veo en la siguiente temporada.
Podasta 2: Creo que ya había dicho esto antes pero sino, les digo de una vez. Ahora cada inicio y final de temporada va a ser largo y extenso como se pudieron dar cuenta. De este modo, en lo que yo escribo los siguientes capítulos, ustedes tengan que leer.
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