Reunión entre Hermanos.
Habiendo pasado apenas unos días de haber pasado la gran tormenta y que Karu haya regresado junto a Zafiro y Kamikaze sin aparentes daños. Ahora toda la tribu se preparaba para lo que seguía, tener que preparar una buena parte de su organización para iniciar un ataque hacia las cucarachas. Ahora con el peligro que esto suponía para ambas tribus y más allá.
Ahora mismo dentro de la sala de los tronos se respiraba un poco de tensión ya que desde la llegada de los Lords Jade y Salvia, a Ashanti no le hizo mucha gracia esto. Más que nada por el hecho de que ahora tendría que lidiar con el macho por un buen rato hasta que todo este problema se quede resuelto lo más pronto posible.
Y ya como muchos se esperaban, las cosas no avanzaban del todo bien por las malas vibras, tratos o incluso hasta insultos que se llegaban a dedicar Jade y Ashanti. Lo que retrasaba en un gran porcentaje el pensar en un plan muy elaborado que pudiera funcionar.
Aparte todos ya se encontraban con las ganas de ir al combate, pero aún sin nada de posibilidades de saber que planeaban las cucarachas, todos se decidieron por mandar a Abdul y a su grupo de "élite" a que vayan a ver las últimas ubicaciones de las cucarachas y de ser posible, que recuperen algo que sea de utilidad para ellos.
En estos momentos, por la tribu de los 5 hermanos iba caminando Jade él cual observaba con detenimiento la gran diversidad de mantis que aquí había, aunque vaya fue su sorpresa al encontrarse con varias mantispas, que al verlo salieron corriendo fuera de su vista y hacia un lugar seguro. Pues ya lo conocían de sobra. Aunque dejando de lado este incómodo evento que solo hizo que Jade tuviera que mantenerse alerta, porque aunque estuviera en un lugar de unos supuestos aliados. No se iba a confiar así que siguió su camino pero ahora con los ojos bien abiertos, por otro lado Salvia era la que más interesada estaba en un recorrido que personalmente Jasir le estaba dando de su tribu.
Y vaya que la Lord quedó bastante impresionada por la belleza del lugar, incluso preguntándose cómo era que jamás se habían encontrado en alguna expedición hacia estos lugares. O por simple accidente. Todo en la tribu le parecía hermoso o como si fuera sacado de alguno de esos libros de fantasía que alguna vez llegó a leer. La gran cascada en medio de la tribu que generaba una hermosa laguna en la cual varios de los lugareños pasaban el rato divirtiéndose, o también tomando algún entrenamiento para mantener la respiración bajo el agua.
Las casas flotantes en las cuales solo vivían aquellos y aquellas mantis que habían superado las pruebas para aún tener alas dignamente, las casas que se hallaban talladas en la roca de la montaña de la cual venia la gran y cristalina cascada, o ya por último el hecho de también contaban con una especie de academia en dónde solo iba lo mejor de lo mejor en su tribu. Era básicamente algo de lo más increíble que haya visto en su vida.
—Veo que le está gustando bastante todo el lugar, ¿no es así?— Pregunto Jasir con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Bueno, es que sin duda es algo que deja a cualquiera con la boca abierta, había visto lugares hermosos antes, pero esto no se compara a ninguno de los anteriores— Dijo Salvia regresando su mirada para ver a Jasir.
—Je, no es la primera que nos lo ha dicho. Y tampoco será la última Salvia, ahora sígueme, hay muchos más lugares que quisiera enseñarle.
—De acuerdo. Y por cierto, es muy necesario mantener las formalidades al menos por ahora; por lo cual te voy a pedir que me digas Lord Salvia.
—Okey Lord Salvia, sígame por aquí.
Salvia siguió a Jasir por otro lugar, sin ser la única que por el momento tenía su recorrido. Karu también les daba un tour a sus hermanos, a su "madre" y a Tiberious por la tribu; siendo acompañado y ayudado en algunos aspectos por Zafiro.
—Como pueden ver, apenas abrimos nuestras puertas a forasteros cuando las cucarachas empezaron a superar nuestro número. Pero gracias a la ayuda de Karu y los demás, ese problema ya se quedó en el pasado.
—"Sí pero ahora no te olvides de esa mantis y sus abominaciones..."—
—Cierto, esa maldita ha puesto la balanza un poco a favor de las odiosas cucarachas. Pero al menos contamos con su ayuda.
—No se preocupen, es lo menos que podemos hacer por ustedes. Además se ven como buena gente, aunque no digo lo mismo de varios de sus Lords— Diría Dalia, mientras caminaba con Rae y Asher a ambos lados de ella.
—Bueno no juzgue tan rápido a mis Lords. Le aseguro que son tan buenos como lo han de ser los suyos.
Zafiro respondió aunque de una forma un tanto inadecuada, pues su tono de voz se escuchó hostil. Cosa que no le fue desapercibida a Dalia quien solo entrecerró sus ojos con una mirada de seriedad reflejada en su rostro.
Lo bueno fue que no pasó a mayores más allá de eso. Por lo que siguieron con el recorrido por la tribu, y algo que le llamo la atención a Rae cómo a los demás fue el hecho de esas mantis de colores rojos y negro corriendo con un instructor delante de ellos.
—¿Que están haciendo?— Pregunto Tiberious con curiosidad aunque ya se hacía una idea.
—Ellos están entrenando, si quieren pertenecer a la élite de la tribu. Deben demostrar que son aptos para eso, por lo cual se les aplica un arduo y muy extenso entrenamiento que puede llegar a durar meses. Quienes no son lo suficientemente aptos para esto...— La mantis hizo una pausa viendo que varios de los jovenes mantis iban más atrasados que el resto. —Bueno, no son seleccionados, por lo cual se les asignan otras tareas. Pero créanme cuando les digo que no hay mayor deshonra que no pertenecer a la élite de la tribu.
—¿Y todos pueden entrar?— Pregunto Dalia a la cual le dió mucha curiosidad este tema.
—"No. Esa misma pregunta se la hice yo, y solo me dijo que la élite son esas mantis de color rojo y negro que vimos pasar; todos están bien con ello"— Respondió Karu ya que tampoco quería dejarle todo el trabajo a Zafiro.
En esos momentos Rae gesticuló un par de preguntas con lenguaje de señas que Zafiro era incapaz de entender, así que pidió ayuda con la mirada a Karu, Dalia y Tiberious, ya que ellos eran quienes más le entendían a su lenguaje de señas de los hermanos de Karu.
Casi de inmediato Dalia le ganó la palabra a Karu cuando esté estaba a punto de hablar.
—Rae quiere saber cómo es que se entrena aquí. Así que él pregunta si podemos ir a ver en dónde hacen sus entrenamientos— Dijo Dalia, aunque Zafiro busco corroborar el mensaje con Karu quien solo asintió con la cabeza.
—Bien de acuerdo, entonces vengan, les vamos a mostrar. Aunque espero no les vaya a molestar tener que subir a la cima de la montaña.
Zafiro señalo la enorme montaña que servía para darle a la tribu una especie de camuflaje natural gracias a sus grandes árboles.
—Yo solo quiero saber si la Lord Kande ya se encontrara lista para ese encuentro el cual tenemos pendiente aún— Dijo Tiberious con las ganas de poder medir sus fuerzas contra la musculosa Lord.
Al oír sus palabras a Rae no le cabía la menor duda que sería un espectáculo digno de ver. Bueno, a nadie de los presentes realmente, todos contaban con que sería bastante interesante de ver.
[Mientras tanto en otro lado]
Un pequeño grupo de cucarachas se estaba alistando para irse de su puesto que se les había sido asignado, por lo visto todos tenían prisa ya que mires por dónde mires habría más de un soldado cucaracha apurado a hacer las cosas que sus superiores les indicaban.
—¡Mueve eso de inmediato soldado!
—¡Si señor!—
—¡Tú ve y ayuda por allá, asegura que todas las cosas estén subidas en los carruajes!—
—¡Entendido!—
La movilización de las cucarachas era algo raro, en especial porque estaban recogiendo su pequeño campamento, cosa que no pasaba desapercibida por las mantis que en estos momentos se encontraban espiando la zona.
Abdul y sus guerreros de élite veían la actividad cucaracha a plena vista, solo que con un camuflaje natural que les servía para no ser vistos con facilidad, además de que también tenían en sus cuerpos algo de barro untado para que fueran mucho menos detectable a la vista y por el olfato.
—¿Por qué tanta prisa, a dónde van?—
Uno de los guerreros bajo el mando de Abdul miraba con atención todas las cosas que hacían las cucarachas.
—Ni idea, pero lo vamos a averiguar así que todos acerquen se que este va a ser el plan— Abdul dijo en voz baja mientras todos se acercaban a él.
Con su garra empezó a formular el plan trazando lineas y círculos en la tierra lodosa sobre la que estaban en esos momentos.
—El plan es el siguiente, nos vamos a repartir en tres grupos de cinco, y lo que haremos será limpiar todas las zonas del campamento con el mayor sigilo posible sin que nadie nos vea o nos detecte a tiempo. Una vez todas las zonas hayan sido despejadas, veremos porque la urgencia para irse, busquen en los cuerpos de los oficiales, ellos de seguro llevarán información de vital importancia. Ahora elijan la sección a la que irán, ¡rápido!— Tras decir esto, él dió la orden para separarse y de una forma organizada de inmediato se formaron los 3 grupos de 5.
Cómo sombras todas las mantis entraron sin ser vistas, además de que encontraron a sus primeras víctimas, las pobres cucarachas que no estaban prestando atención fueron rápida y sencillamente neutralizadas, ya fuera con un rápido y profundo corte en sus gargantas o siendo asfixiados hasta la muerte, era suficiente para acabar con ellas, incluso también les tapaban sus bocas para evitar que griten para dar la alarma mientras hundían sus garras y cuchillos en sus puntos vitales y pese a que luchaban por liberarse e incluso llegaban a forcejear, al cabo de unos segundos caían muertos.
Fue así como poco a poco el silencio en el campamento se hizo más notorio lo cual no fue desapercibido para el cucaracha con más rango allí, para cuando esté quiso dar la orden de que se preparen para lo que sea. En un fugaz momento una flecha le atravesó la cabeza mandando lo a callar, los pocos que quedaban vieron esto y de inmediato tomaron sus armas, listos para cualquier cosa; sin embargo ellos no estaban realmente preparados para lo que se les venía encima. De pronto un gran grupo de 15 mantis rojas y negras salieron de la nada, atacando a todos los que aún se hallaban de pie.
El segundo al mando, solo por debajo del oficial muerto dió la orden para combatir hasta morir. Sin retirarse, y como era de esperarse muchos fueron los que obedecieron está orden, pero hubo unos cuantos que dudaron y que cobardemente querían escapar de su muerte. Pues estás mantis les influían un temor y miedo muy profundo de solo mirarlas.
Poca resistencia hubo realmente, ante la falta de organización y porque ya se encontraban bajos de números las cucarachas que restaban cayeron en un santiamén. Y para los que se iban corriendo, su destino no era distinto de el de sus compañeros caídos, pues con una puntería letal una guerrera mantis les clavaba flechas en su cabeza como si fueran dianas de tiro al blanco. Finalmente cuando la última flecha atravesó la cabeza de otra cucaracha más, está solo dió un par de pasos más antes de tambalear y caer muerta al piso.
—Bien hecho, hemos limpiado la zona y sin tener tantos errores. Así es como me gusta, ahora revisen los cuerpos en busca de información útil y también revisen sus heridas...si es que están heridos— Dijo Abdul a lo cual inicio el saqueo de los cadáveres regados por todo el suelo.
Empezando de primera mano, por los soldados que parecían ser de alto rango, los cuales de seguro iban a traer algo importante con ellos. Y en efecto, no pasó mucho tiempo antes de sacar de entre uno de los cuerpos, de hecho, la cucaracha con más rango, un documento que venía sellado por nada más y nada menos que por el propio rey cucaracha. Así que al abrir el documento y leerlo un poco, con cada renglón y párrafo que leía Abdul sus ojos se abrían mas hasta que al final dejo de leer para mirar a los demás.
—Debemos llevar esto a nuestros Lords ahora mismo...—
[Mientras tanto en otro lugar]
Morati se encontraba entrenando en su salón donde solía practicar sus habilidades y pulir las más de lo que ya estaban. Este no podía concentrarse bien debido a que le carcomía sus pensamientos acerca de haber estado cerca de su hija una vez más, cosa que hacía que no tuviera el desempeño de siempre.
Tuvo que parar unos momentos para tomar un descanso mientras con una garra sujetaba su bastón y suspiraba, ya que ahora mismo él se encontraba en medio de un debate sobre lo que debía hacer. Por un lado, quería seguir aquí en su hogar mientras vigilaba a sus hermanos de lejos, pero la otra parte quería ir y acercarse para poder ver si las cosas entre ellos se habían calmado para que así pudiera ver a su hija todos los días y con un mayor acercamiento entre padre e hija, pues hasta ahora lo poco que sabía Zafiro acerca de su padre era que fue uno de los Lords en el pasado. Aunque de ahí no sabía nada más.
Así que tras un rato en un debate que no parecía tener un final, tomo una decisión final con la cual iba a hacerse cargo de las consecuencias que iban a venir de esta; por lo cual sujeto con fuerza su bastón antes de tomar una capa con capucha, además claro de otras de sus pertenencias, estaba finalmente dispuesto a dejar de estar escondido a plena vista, para volver a ver a sus hermanos luego de tantos años.
Tomo el valor que le faltaba y salió en busca de finalmente hacer las paces, con sus hermanos, solo esperaba que ellos fueran a aceptar. Aún así ya con su decisión tomada salió de su hogar no sin antes darle un último vistazo y sonreír de lado para después irse de ahí.
Durante su trayecto a la tribu de sus hermanos podía sentir como si era observado, pero aún así no dijo nada al respecto solo porque quería hacer que lo que fuera o quien sea que lo estuviera siguiendo, se crea que él no notaba su presencia. Es así que al ir caminando de la nada sería atacado de sorpresa por dos cucarachas, estás traían una especie de armadura más robusta y pesada además de tener un tamaño más grande. Sin problemas evito el primer ataque seguido del segundo para después tomar distancia y poner su bastón a altura de ataque, mientras se fijaba en sus dos atacantes los cuales al parecer lo habían confundido con un miembro de la tribu de sus hermanos (aunque técnicamente él era uno, pero no más).
—¡Mantis tú vendrás con nosotros, tenemos órdenes de llevarnos a todas las mantis que podamos, así que tú no vas a ir a ningún lado!— Dijo una de las dos cucarachas.
—...Lo siento, pero no tengo planes de ver a tu rey por ahora. Y menos si yo tengo otros planes— Respondió el ex Lord atento a los movimientos de las dos cucarachas.
—No era una invitación...— Dijo la otra cucaracha mientras agarraba con firmeza su gran y pesado mazo.
Está misma fue la primera en atacarlo, sin embargo Morati demostró que su ceguera no era problema para poder esquivar el golpe sin problemas con solo agacharse y rodar hacia adelante, para barrer las piernas de la otra cucaracha dejando que está caiga al piso levantando un poco de polvo gracias a su caída. Con esto Morati se levantó rápidamente evitando otro ataque de la cucaracha que quiso atacarlo con su mazo.
Morati se movía más rápido y ágil que una mantis normal, cosa que ya comenzaba a frustrar a su atacante. Mientras tanto, su colega se levantó del piso enojado con su mazo también en sus manos se lanzó a ayudar a su colega.
—¡AGHHH! ¡Quédate quieto!— Grito la cucaracha mientras lanzaba más golpes al aire sin llegar a conectar un solo golpe.
Morati vio de reojo a la otra cucaracha acercarse a toda velocidad hacia él, por lo cual solo sonrió de lado con algo de burla en su rostro.
—Como gustes— El ex Lord se detuvo pero en esos momentos, mientras que veía a su agresor volver a levantar su mazo una vez más.
Por otro lado la otra cucaracha igual iba levantando su mazo para atacar al ex Lord, sin embargo para la sorpresa de ambos, cuando atacaron al mismo tiempo, Morati dió un gran salto en el aire para después hacer un giro de 180 grados sobre ellos para después caer detrás suya, antes de poder girar y volver a atacar, este se les adelanto.
Con una gran maestría en combate el ex Lord golpeo a ambas en una pierna haciendo que se arrodillen, para luego darles un golpe a cada uno en sus cabezas, pero aún así esto no iba a ser suficiente para poder derribarlos pero si para hacerlos enojar. Aunque esto formaba parte del plan de Morati.
—¡Vas a pagar por eso maldito hijo de puta!— Dijo uno de los dos grandes cucarachas.
—Je, ya lo veremos.
Morati provocó aún más a los dos grandes cucarachas, ya que sabía que al ser unos más grandes de seguro su nivel de inteligencia no era tan bueno como el de su fuerza bruta. Por lo cual al provocarlos, los haría enojar para que no tengan la suficiente capacidad como para que sepan que los estaba guiando a una trampa. Pues mientras estos dos trataban con todas sus ganas asestar un fuerte golpe, el ex Lord los llevaba de regreso a su viejo hogar en el cual los dejaría caer en una trampa que había construido en caso de que fuera atacado algún día. Como estaba sucediendo en estos momentos.
Al llegar a su cabaña, el guío al par de cucarachas hasta la trampa que había planeado hace mucho tiempo, no era demasiado elaborada pero si era muy útil en caso de tener "visitas" no deseadas, por ello al momento de estar en su casa él ex Lord solo dejo que las dos cucarachas pisen la madera de su hogar.
De inmediato está empezó a tronar bajo los pies de las dos pesadas cucarachas, lo que fue notado rápido por ambos atacantes, pero antes de moverse el piso a sus pies se rompió dejando que caigan un par de metros.
Realmente esa era la trampa, una la cual consistía más en el peso que nada, y como esas dos cucarachas eran muy pesadas por su tamaño, armadura y armas terminaron cayendo hacia un oscuro abismo. Pero en dicho abismo había un final nada agradable, una caída a un foso de afilados picos que sobresalían del piso.
Estos picos habían sido el final para las dos cucarachas, pues sus armaduras fueron atravesadas con facilidad, e incluso sus cabezas quedaron empaladas a los picos, no era una vista demasiado bonita de ver, pero esto le basto a Morati para saber que ya no iba a tener problemas con esos dos. Pero ahora había otro problema, él necesitaba ver cuáles eran sus intenciones, más allá de querer atacarlo, por lo cual suspiro sabiendo que le tomaría mucho tiempo sacar los cuerpos de la fosa a la que cayeron.
Así que estaría ocupado un gran rato, además de que su entrada de su casa se había vuelto una trampa mortal para cualquiera que quisiera entrar.
Al bajar con los cadáveres los reviso, en el primero no encontró nada, pero en el segundo hallo una carta la cual abrió para leerla y al ver las noticias que está traía. Se había decidido por completo a hacerles saber a sus 5 hermanos de lo que estaba a punto de venir encima de ellos. Así que se apresuró a salir de su hogar lo más rápido que pudo.
[De regreso en la tribu de los 5 Lords]
Luego de un rato Abdul y sus hombres habían regresado, y a juzgar de sus miradas serias se notaba que habían descubierto algo demasiado grave como para tener esas caras. Lo cual desde luego era algo demasiado serio, así que una vez con Abdul, Karu, Zafiro, Kamikaze, Tek, los Lords Jade y Salvia, Tiberious, Dalia, Rae, Asher y Seek presentes. Los 5 Lords leyeron la carta primero antes que los demás, y al leerla se quedaron muy perplejos por lo que habían leído.
Sin duda se estaban enfrentando a algo demasiado serio, tanto que al pasarle la carta a Jade y Salvia estos al leer el contenido de la carta solo se pusieron más serios y un poco enojados de lo que ya estaban. Luego fueron el resto (a excepción de Abdul) quienes leyeron la carta y también compartieron el mismo semblante de seriedad que los Lords.
—Con razón las malditas cucarachas se han estado retirando, tienen una intención maligna no solo contra nosotros sino también con el resto de tribus mantis a la redonda— Dijo Jasir con seriedad y con una mirada fija en sus aliados.
—¡Pues tenemos que evitar a toda costa que esos malditos hagan algo, es por eso que debemos hacer un plan bien elaborado de una buena vez!— Sugirió Kande mientras estaba cruzada de brazos viendo a todos los presentes.
—Pero al parecer esto solo era una parte del mensaje. No creo que solo sea retirarse y atacar tribus a la redonda para crear más monstruos y abominaciones. Tiene que haber algo más, estoy segura de ello— Dijo ahora Ashanti.
—¿Y como podemos estar seguros de que esto no es un engaño?— Pregunto Salvia con algo de curiosidad. —Por lo que sabemos podría hasta ser una trampa para hacernos creer que traman algo, pero en realidad es todo lo contrario— Culminó la Lord lo que generó dudas en todos los presentes.
—¿No es suficiente con lo que está escrito en la carta?— Pregunto Ashanti de forma un tanto agresiva.
—¿Y tú tienes la seguridad de que lo que está escrito es una realidad?— Le pregunto Jade con algo de seriedad y agresividad.
—¿Y tú tienes la seguridad de decir que se puede tratar de una trampa eh?
Las tensiones entre Jade y Ashanti eran algo ya normal para el grupo, aún así era molesto tener que parar sus peleas que surgían hasta por la cosa más diminuta de todas. Lo cual le saco un suspiro a los presentes porque iban a volver a empezar otra vez.
Y mientras les pedían a ambos que se calmen, una figura encapuchada con bastón llegaba a la entrada de la tribu, siendo interceptado por los guardias que custodiaban la entrada.
—¡Alto ahí!— Ordenó un guardia al mismo tiempo que se acercaba con otros.
—¡Identifícate!— Le ordenó otro, así que el ex Lord hizo caso.
—Está bien, no estoy buscando problemas.
Se bajó su capucha dejando a la vista su rostro, para las generaciones más recientes de la tribu este sería solo un mantis solitario. Pero para los que ya tenían tiempo en la tribu de inmediato reconocieron su rostro, siendo en este caso el líder del escuadrón de guardias el que dió la orden para bajar sus lanzas.
Dejando confundido a todos los demás guardias mantis, pero al fin y al cabo obedecieron las órdenes de su mayor en rango.
—¿L-Lord Morati?— Pregunto el líder a lo cual los demás guardias tenían muchas dudas y preguntas al respecto.
—Bueno, no soy un Lord por ahora. Así que no me llames con un título que ya no poseo, solo dime Morati— Dijo el ex Lord mientras veía al guardia.
—Creí que había muerto...—
—Créeme, lo hice, aunque no de una manera literal. Aún así, ¿podrías llevar me ante mis hermanos por favor?—
—¡Por supuesto mi Lo--!...Morati, es por aquí, sígame por favor— Dijo el líder aunque un jovencito se adelantó a hacer una pregunta.
—¿Señor?, ¿que significa todo esto?—
—No es el momento, mejor regresen a sus puestos y si ven una actividad algo sospechosa no duden en avisarme. Ya habrá tiempo para explicaciones, tienen sus órdenes ahora vayan—
Los demás guardias asintieron sin hacer nada más, solo miraron de reojo como su líder y el reciente mantis que llegó se iban adentrando a la tribu, lo cual hizo que en muchos despierte la curiosidad de saber porque le dijo "Lord" a ese macho con una gran cicatriz en su rostro.
Mientras iban caminando por la tribu, Morati veía todo lo que sus hermanos habían hecho, las modificaciones y los arreglos al lugar, además de todas las especies distintas de mantis que ahora vivían en la tribu. Todos también lo veían al pasar, y como se lo esperaba, muchos lo reconocían, otros no pero por curiosidad iban a ver quién era el macho recién llegado.
Al llegar a la entrada del enorme árbol que los Lords habían hecho su hogar, dos de esas mantis rojas y negras les bloquearon el paso con sus lanzas.
—¿Que necesitan?— Pregunto una de las dos mantis centinelas.
—Vengo a darle a los Lords la noticia de que--...— Trato de decir el líder de los guardias aunque Morati lo interrumpió.
—No será necesario que expliques todo por mi. Aún así muchas gracias por acompañarme, yo me haré cargo desde aquí— Dijo Morati mientras el líder lo veía para después asentir con su cabeza y hacer una reverencia antes de irse.
Los dos centinelas de la puerta se quedaron algo confundidos al ver lo que el líder hizo, aún así el recién llegado Morati explico la situación lo mejor que pudo. Todo para que al final los dos mantis le dejarán pasar aún sorprendidos de que hubiera un 6to Lord. Aunque claro, ellos no habían nacido para los acontecimientos que pasaron hace años entre Morati y sus hermanos.
Una paso adentro, más y más mantis reconocían a Morati, algunas se iban asombrando más, otros simplemente se quedaban boquiabiertos, no se lo podían creer. Y otros más solo lo vieron de momento antes de regresar a lo que estaban haciendo.
Finalmente cuando empezó a dejar atrás aquella zona en dónde todas las mantis lo miraron, él llegó a otra en dónde pudo oír varias voces, algunas en una discusión, otras quejándose de esta discusión, y aún más importante unas voces que reconocía pese a que los años hayan pasado. Tomando el valor suficiente, Morati suspiro antes de adentrarse en la sala.
Al principio nadie le prestó atención ya que la pelea entre Ashanti y Jade parecía querer escalar a los golpes, y es por ello que Salvia calmaba a su hermano, y Jasir y sus hermanos a Ashanti. Sin embargo las tensiones se vieron interrumpidas una vez él abrió la boca para hablar.
—¿Interrumpo algo?— Pregunto a lo cual varias miradas curiosas se fijaban en él.
Muchas eran de confusión, pero unos pocos eran los que estaban llenos de sorpresa, los cuales eran sus hermanos ellos al verlo se quedaron pálidos y en su lugar como estatuas. Cuando el ex Lord quiso dar un paso para hablar, de forma casi inmediata hizo reaccionar a sus hermanos quiénes tomaron sus armas y las apuntaron contra él.
—¡Wow, tranquilos soy yo Morati!— Dijo el macho con una notable cicatriz en el rostro.
—¡No, eso no es cierto, Morati murió hace mucho tiempo!— Exclamó Saud quien parecía ver al extraño con una mirada incrédula.
—¡Tú solo eres un impostor, nuestro hermano ya no se haya entre nosotros!
Morati entendía que sus hermanos creyeran que el estaba muerto, luego de mucho tiempo él fue quien ideo ese plan para parecer que murió.
—¿Alguien quiere explicarnos qué está pasando aquí?— Pregunto la Lord Salvia buscando respuestas, aunque lo único que consiguió fue ser ignorada.
—Miren entiendo que no crean que soy yo en realidad. ¡Pero en verdad lo soy, incluso Karu puede probar eso!— Morati se fijó de reojo en Karu, el cual de inmediato tuvo muchas miradas encima de él. —¡Él sabe quién soy yo, porque ya le he dicho acerca de todo lo que pasamos, es por eso que si no me creen a mí, de seguro a él sí!
—"Lo que dice es cierto, es él, solo que digamos que es una muy larga historia el como lo conocí, lo mejor sería que bajen sus armas"— El vessel miro a los Lords los cuales parecían indecisos de que hacer.
Morati se mantuvo neutral, solo a la espera de que sus hermanos tomen la mejor decisión de todas. Mientras las miradas estaban fijadas en ellos, siendo algo incómodo para los 6, así que optaron por creerle, aunque antes de nada Kande se acercó para darle un golpecito en el pecho para ver si era real y no una ilusión. Cómo se esperaba Morati vio hacia abajo tras recibir el golpecito en su pecho.
Los 5 hermanos estaban sorprendidos de ver al 6to hermano con ellos, tanta era la sorpresa que incluso a Zafiro se le vino a la cabeza la idea que siempre escucho de su nacimiento, siendo que su padre había sido un 6to Lord.
Antes de que la situación pudiese avanzar aún más, está vez Jade fue quien demandó respuestas, aunque de una forma más agresiva que Salvia.
—¿¡Alguien puede decirnos que putas madres está pasando?!— Exclamó el Lord algo enojado por solo ver sin saber que era todo esto.
—Hay mucho que contar, incluyendo a ustedes 5, así que será mejor que se preparen ya que es una larga historia.
Morati suspiro a punto de relatar su historia, mientras tanto Jade, Salvia, Seek, Tiberious, Dalia, Rae, Asher, Zafiro, Tek, Kamikaze y Karu ponían atención a las palabras del recién llegado (más el resto que Karu, que ya sabía en parte que había pasado).
[Mientras tanto en otra parte]
La mantis creadora y autora de las mantis modificadas se encontraba no tan lejos de la tribu, ella ahora mismo se encontraba caminando con un pequeño ejército de sus creaciones.
Además de que atrás de ella se hallaba el encapuchado y la gran cucaracha modificada. A lo lejos ya podía ver la tribu, con una sonrisa maligna en su rostro, ella se cruzo de brazos detrás de su espalda mientras veía de reojo a su pequeño ejército conformado por un centenar de soldados cucarachas y un puñado de sus creaciones.
Estaba lista para atacar, pero no para adueñarse de la tribu, sino para poder capturar a un Lord. Todo estaba listo para empezar con el ataque, pero ella necesitaba algo más para dar la orden para dar comienzo a la "invasión a pequeña escala" a la tribu de mantis.
Gracias a que había traído un viejo y confiable tocadiscos, ella saco un disco le soplo el polvo, para después ponerlo y reproducir una melodía con la que esto daría inicio.
(Nota del autor: Reproducir el audiovisual para una mejor experiencia en este tramo final del capítulo).
Una vez la dulce melodía del piano llegó hasta sus oídos, ella sonrió con algo más de malicia mientras cruzaba sus brazos detrás de su espalda.
El cielo por su parte, acompañaba su fúnebre melodía, con algunas gotas de lluvia empezando a caer, mientras su pequeño ejército de cucarachas y de abominaciones se alistaban una última vez antes de empezar el ataque.
Las nubes grises llenaban de a poco el cielo que hasta hace poco se mantuvo despejado, ahora dejando un día más gris y oscuro. Lo que iba a pasar a continuación no iba a ser algo bonito de presenciar. Sin más demora, la mantis dió la orden y de inmediato sus tropas comenzaron a marchar hasta la tribu de las mantis. Con un solo objetivo en mente. Traer un Lord ante ella.
La poca tranquilidad que tenía la tribu finalmente iba a llegar a su final este día.
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¡Hey! Una vez más hasta aquí llega un capítulo de la historia de Karu, espero que les haya gustado y como siempre no se olviden de comentar, de votar y de recomendar la historia.
Y bueno no prometo nada, pero puede que hoy mismo a más tardar en la noche estaré sacando un nuevo capítulo. O al menos eso espero, y bien, sin más que decir yo me despido de ustedes hasta aquí.
¡¡Hasta la próxima!!
Posdata: Este capítulo ha sido modificado y reescrito para que se deleite aún más él lector.
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