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La Tortura.

[Afuera en los jardines]

La batalla entre Jade y la cucaracha llegaría a su final con el último ataque del Lord, el cual aprovechando la poca o niña protección que ahora tenía en su cabeza aquella bestia, atacó con sus hachas la cabeza de la cucaracha.

La cucaracha no pudo reaccionar a tiempo a este ataque, sin embargo se pudo mover levemente lo cual no fue suficiente ocasionando que parte de una hacha de Jade se clave en un trozo de su cabeza. Dejándolo muy herido.

Sin fuerzas para seguir, la cucaracha se tiró al piso en rodillas mientras Jade se acercaba lentamente y en silencio a la enorme bestia modificada. Estando de frente a esta bestia que parecía ver lo con una mirada de súplica. Quizás dentro de todas esas modificaciones se encontraba un ser que estaba muy consciente de sus acciones; así que al ver esa mirada de súplica para que él acabe con su vida; el líder mantis solo tomo con fuerzas su hacha.

Para después incrustar la dentro de su cabeza atravesando su cerebro y por fin matando a la enorme cucaracha.

Tras esto Jade retiro su arma con un corte en horizontal para luego dirigir su mirada hacia el ventanal roto, unos pocos segundos después vio como una gran parte de la estructura del castillo se venía abajo, y por el ventanal que fue destruido saldrían todos a último momento. Antes de que la estructura les cayera encima.

Jade se acercó a ellos viendo que la mayoría se levantaba por sus propios medios.

—¿Qué fue lo que pasó? ¿Y la loca en dónde está?— Pregunto Jade con seriedad y un poco enojado.

—...Se nos escapó...— Dijo Karlos mientras ayudaba a Joshua a ponerse de pie.

Jade solo pudo soltar un gruñido de molestia al saber está noticia, le era sorprendente que no hayan atrapado a esa mantis teniendo una superioridad numérica. Se tallo con frustración su frente, estaba estresado de saber que aún tenían un peligro latente por ahí, libre y listo para contraatacar cuando menos se lo esperen.

—¡Tenemos que ir a buscarla ahora mismo! ¡No podemos permitir que se aleje demasiado, viendo lo peligrosa que es no nos podemos permitir que este libre!— Exclamó Jade iracundo y molesto.

—¡Antes de hacer tenemos que buscar a Zafiro y Karu, no sabemos si ellos se pudieron salvar por la caída de los escombros!— Dijo Tek a lo cual se arrepintió rápidamente al ver la seria y fría mirada de Jade viéndola. —Y-Yo solo decía...—

—¡Tenemos que ir tras ella, él tiene toda la razón!— Dijo Ada demasiado enojada y furiosa.

—¡No sabemos ni siquiera por dónde podríamos ir detrás de ella! ¡Ahora no podemos permitirnos perder la cabeza con esto, debemos mantenernos con la mente en claro!— Dijo Kamikaze sin embargo su respuesta no fue del todo agradable para Ada.

—¡Eso dices tú porque no eres tú quien perdió a un amigo el día de hoy!

—Mira entiendo que su muerte pueda doler, pero nosotros también hemos perdido gente hasta este punto, así que ir a lo estúpido no servirá de nada—

—¡Serás un--!— Ada camino hasta él con intenciones de atacarlo.

Sin embargo a medio camino Morati le puso una garra en el pecho para no dejarla dar un paso más, mientras que Kamikaze se quedaba atrás para ver la escena.

—Ada, se que la nuerte de Antoine es un suceso inesperado y doloroso, pero concuerdo con Kamikaze, si dejas que la rabia y el enojo se apoderen de ti, tú serás la siguiente en morir— Dijo el Lord con cicatriz en su lado derecho de la cara.

La mantis pareció pensarlo un poco aún así no le gustaba la idea de dejarla escapar, en especial porque no les dió tiempo de sacar el cadáver de Antoine de los escombros. Así que ahora ella se sentía de lo peor. Sin otra opción solo se dió la vuelta para alejarse del grupo con la cabeza baja y enojada.

—...¿Crees que ella va a estar bien?— Le pregunto Salvia a Morati a su lado.

—Por el momento lo mejor sería darle su espacio, que sufra la muerte sola, nosotros no lo conocíamos mucho así que las palabras no la van a ayudar ahora— Dijo Morati viendo a Salvia y de reojo a Ada que se alejó del grupo.

Salvia después volteo a ver a Karlos y Joshua los cuales no se veían afectados por la muerte de Antoine.

—¿Y ustedes por qué no están como ella?— Pregunto Salvia con curiosidad e intriga.

—Bueno él era nuestro líder pero no tuvimos la oportunidad de conocerlo tal cual como ella, es una lastima su perdida, pero tampoco podemos llorar la perdida de alguien que no logramos conocer del todo— Explicó Karlos pero en su tono de voz se notaba el disgusto de la idea de la muerte de Antoine.

Salvia entendió sus razones y decidió no decir nada más al respecto, aún así mientras todos ellos ahora mismo se encontraban en un debate para ver lo siguiente que harían, sus problemas estaban lejos de acabar. De entre los escombros que habían caído, el ruido de fuertes golpes alertaron a todos, un par de segundos después de oír tantos golpes, emergieron de entre la gran pila de escombros los dos Tremors.

Karius y Lerdnar soltaron un fuerte rugido de enojo mientras giraban sus cabezas hacia el grupo, a pesar de no poder ver sus rostros, sus miradas lo decían todo estaban enojados y muy enfurecidos por lo que les hicieron, así que ahora mismo el grupo tenía otro problema con el cual lidiar.

—¿Y esas cosas que son?— Pregunto Jade con seriedad y en posición de defensa.

—¡Unos amigos!— Exclamó Kamikaze viendo cómo los Tremors salían de los escombros completamente.

Los dos grandes Tremors se pusieron a tan unos metros del grupo, gruñendo con agresividad hacia ellos. Ningún bando se movía, solo se veían para ver quién daría el primer golpe, pero este aún no llegaba y por ende solo estaban en sus lugares estoicos y sin hacer un solo movimiento brusco. Sin embargo todo acabaría con la llegada de los refuerzos; siendo Abdul y sus hombres junto a un par de mantis de ambas tribus.

—¡Mis Lords finalmente conseguimos asegurar las puertas principales del castillo, ya no quedan más ene--...!— Decía Abdul antes de detenerse en seco al ver a las dos enormes mantis modificadas. —¡Qué mierda!—

Abdul cómo el resto de los refuerzos quedaron impresionados al ver a esas dos nuevas bestias con las que tenían que lidiar ahora. Con esta pequeña distracción, Jade no desaprovechó su tiempo y fue el primero en atacar, lanzando sus hachas hacia la cabeza de Karius. Sin embargo se llevaría una gran sorpresa al ver que este último le detuvo sus hachas con sus garras.

Karius gruño enojado para luego comenzar a sacudir a Jade de lado a lado jalando de las cadenas de sus hachas, la fuerza de la mantis era muy poderosa. Tanto que incluso a Jade le estaba costando poder no ser sacudido de un lado para otro. Lerdnar por su parte levantaría sus dos brazos para después enterrarlos con fuerza en el piso, a continuación un camino de afilados cristales naranjas/amarillos salieron del piso, yendo en dirección al grupo rápidamente; por lo cual de manera instintiva todos se quitaron.

Ahora mismo otra pelea se desató en el patio, con una diferencia numérica del lado del bando de los Lords. Aunque se iba a necesitar más que números para vencer a dos bestias blindadas.

A pesar de contar con la fuerza bruta de Tiberious y Kande, y la inteligencia de Salvia, Morati y Jasir juntos, los dos Tremors estaban siendo capaces de ser unos contrincantes difíciles de vencer.

En especial Karius por contar con una fuerza superior a la de Lerdnar, y ni hablar de los pequeños terremotos que causaba al golpear rápidamente el suelo, haciendo que más de uno tenga que mantener el equilibrio como le sea posible hacerlo; para colmo pese a todo lo que hicieran. Los dos Tremors no cedían ni retrocedían; a pesar de los intentos de Rae y Asher para parar a los dos enormes mantis con sus hechizos, estos no parecían resultar.

Haciendo que todos se terminen frustrando, y lo peor de todo es que ahora mismo ya habían sufrido varias bajas por las garras/cristales de los dos letales Tremors.

—¿¡Es acaso que hay una manera para hacerles daño?!— Exclamó Dalia con duda y furia.

—¡No podemos seguir atacando de esta manera, todo lo que hacemos parece no afectarles en lo absoluto!— Dijo Lewa tan solo un par de metros de Dalia.

—¡No podemos permitir que sigan avanzando o perderemos más gente de la que ya se ha perdido hoy!— Dijo Jasir enojado y frustrado por no ser capaces de hacerles daño.

—¿Y entonces? ¡Estoy abierto a oír las sugerencias de todos!— Dijo Kamikaze mientras esquivaba ser empalado por Lerdnar.

Jade por otra parte se estaba dando un 1 contra 1 con Karius, quién a pesar de su imponente fuerza no era rival para la velocidad del Lord, quien se movía rápido y veloz, tanto que no le era tan fácil seguirlo con la mirada. Pero si olfato compensaba su falta de rapidez al perderlo tan rápido de vista, así que la pelea estaba igualada con un Lord infectado luchando con todas sus fuerzas, contra un Lord no infectado que igual usaba todas sus fuerzas para al menos hacerle daño de gravedad.

Pero Karius demostraba tener un gran nivel de consciencia y capacidad de pelear superior al de los discípulos así que Jade tenía un tiempo difícil contra este, aún así la perseverancia del Lord se vería recompensada en uno de sus muchos ataques. Cruzando sus hachas en diagonal, consiguió por fin dar un ataque que terminó atravesando su pesada armadura; causando algo de daño pero aún no el suficiente como para poder matarlo. Aunque hallaba su consuelo habiendo herirlo en uno de sus costados, el Tremor enojado y furioso soltó un rugido mientras Jade retiraba sin cuidado su hacha dejando que su herida comience a sangrar.

—...Bien, ya era hora de verte sangrar hijo de puta...— Dijo el Lord de una manera seria y muy fría.

Karius solo gruño mientras colocaba una garra sobre su herida para frenar el sangrado, aunque esto no ayudaba en mucho pues aún así seguía saliendo mucha sangre de color naranja/amarillenta, Lerdnar por otro lado ya también estaba sufriendo finalmente el hecho de la superioridad numérica del bando contrario, pues a pesar de su extraordinaria fuerza y brutalidad, no era capaz de acabar con guerreros tan ágiles y veloces. Además igual que su compañero, terminarían por darle un ataque que le dejaría finalmente un daño considerable en su armadura, cortesía de Tiberious y de Kande que hicieron trabajo en equipo para poder lograrlo. Viéndose superados, los dos Tremors solo pudieron hacer lo más lógico que se les ocurrió, que fue darse a la retirada; Karius golpeó el piso con todas sus fuerzas generando otro de esos terremotos y Lerdnar haría lo mismo pero en esta ocasión creando una enorme pared de cristales que les impediría avanzar hacia ellos.

Ahora habiendo hecho esto, los dos Tremors escaparían del lugar dándole al grupo una probada de que ellos se encontraban más conscientes que el resto de mantis modificadas o discípulos que habían combatido. Ya que hasta ahora ninguno había hecho algo parecido; por lo cual era probable que ellos dos aprenderían de sus errores y no los cometerían más en un futuro.

Tras la batalla, todos los restantes se dispusieron a seguirlos, sin embargo hubo un cambio de planes cuando un soldado mantis encontraría otra entrada secreta. Por lo cual el nuevo plan sería encontrar a Karu y a Zafiro.

Así que entraron por ese lugar y se adentraron en sus profundidades, con la esperanza de encontrarlos sanos y salvos.

[Mientras tanto con Karu]

El vessel después de un rato reaccionó tras haber quedado noqueado por el golpe que le dió la mantis, seguía algo adolorido por los golpes que recibió, pero aún así como pudo se puso de pie y miro a sus alrededores encontrando que no había rastro de Zafiro y menos de aquella mantis que se la llevó.

—"¡Zafiro!"— Exclamó Karu con un tono preocupado, a pesar de todas sus dolencias físicas hizo lo imposible para poder moverse.

Gracias al arduo entrenamiento que había recibido por parte de las mantis y también el que ya tenía de parte de su hogar y puesto como Teniente en Hallownest. Él pudo seguir el camino por el que se fue la mantis y su ayudante encapuchado. Tenía todas sus esperanzas puestas en que podía encontrar a la mantis antes de que algo malo le sucediera.

—"Descuida Zafiro...voy a encontrar te..."— Dijo Karu en voz baja mientras seguía aquel camino.

En pleno recorrido que hacía termino por encontrarse con los demás, que al verlo se alegraron mucho de verlo pero al notar la ausencia de Zafiro las alarmas se dispararon.

—¡Karu! ¿En dónde está Zafiro?— Le pregunto un poco histérico, el Lord Saud mientras veía al vessel.

—"¡No lo sé, esa maldita mantis se la llevó sin que yo pudiera hacer algo al respecto!"— Exclamó Karu enojado y frustrado por haber fallado.

—¿¡QUÉÉÉÉ?!— Gritaron los 6 Lords al mismo tiempo con mucha angustia y preocupación en sus voces.

Todos los demás también se hallaban sorprendidos, bueno al menos la gran mayoría ya que unos pocos como por ejemplo Jade, se mantenían estoicos sin mostrar mucha preocupación.

—¡Entonces tendremos que salir a buscar a esa desgraciada, no puede haber ido tan lejos aún estamos a tiempo de poder alcanzarla!— Dijo Ashanti con la iniciativa de salir a buscar a su sobrina.

El resto fue detrás de ella, siguiendo el camino que uso la mantis para ir tras ella, pudiendo llegar a ver cómo hasta el final ya se distinguía algo de luz. El grupo continuo corriendo, pero de la nada al fondo de este largo camino los Tremors volvieron a aparecer.

Aunque ahora está vez no estaban ahí para atacarlos, sino que iban a hacer mucho más difícil su tarea de alcanzar a la mantis. Con su tremenda fuerza, las dos bestias blindadas hicieron un derrumbe que dejaría la salida sellada. Y también comenzaría a hacer que el camino empiece a caer sobre ellos.

—¡Hijos de puta!— Exclamó Jade enojado antes de darse media vuelta y correr escapando de los escombros.

—¡No se detengan!— Grito Jasir quien con todas sus fuerzas escapaba de los grandes pedazos de techo que caían.

Finalmente tras correr un buen tramo a toda velocidad, consiguieron escapar de ser aplastados, aunque ahora había una gran desventaja porque el único camino que guiaba directamente a la mantis fue destruido por culpa de los Tremors.

—¡Maldición!— Exclamó Saud enojado mientras pateaba una silla cercana a él.

Los Lords estaban nerviosos y muy preocupados por su sobrina e hija, ya que esa mantis era capaz de hacer cualquier cosa con ella. Así que nadie de ellos quería desperdiciar su tiempo quedándose ahí; sin embargo por más que quisieran ir por ella no tenían una pista de hacia donde se dirigía o donde podría estar ahora. Por lo cual con la frustración encima tenían que planear bien su siguiente movimiento. Incluso Karu se le podía ver nervioso, inquieto y preocupado.

—¿Cuál es el plan ahora?— Pregunto Tek mirando con una mirada de preocupación a los Lords.

—¡Vamos a salir a buscar a esa mantis de inmediato!— Dijo Ashanti con furia y enojo.

—No podemos hacer eso, al menos no todavía...— Dijo Salvia cruzada de brazos mientras tenía un semblante serio.

—¿Qué? ¿¡Acaso no sabes que puede implicar que esa desquiciada tenga a Zafiro en sus garras?!— Dijo bastante molesta Ashanti mirando a Salvia con una mirada de odio.

—Lo sé, sin embargo no podemos permitir que tengamos más bajas, nuestros soldados merecen un buen descanso y también requerimos de que hayan grupos de búsqueda para encontrar a esa mantis. Pero con todo el mundo cansado, solo nos estaríamos dejando vendidos prácticamente, se lo que su sobrina...hija, implica para cada uno de ustedes, pero sin un buen plan más allá que solo seguir sin más, no va a servir— Dijo Salvia ignorando el hecho de que la mayoría de Lords la miraba de una forma fea y furiosa.

—....Aunque duela admitirlo pero Salvia tiene razón, necesitamos algo más, si salimos a buscarla así como así ella podría tener planes en nuestra contra. Lo mejor sería esperar de uno a dos días para iniciar la búsqueda de mi hija...— Dijo Morati que a pesar de que no le agrade mucho la idea, era lo más sensato a hacer.

—¿Disculpa?— Pregunto Lewa viendo a su hermano algo sorprendida por su decisión.

—¿Acaso te volviste loco? ¡Es tu hija, con un carajo!— Exclamó Saud con una mirada de desaprobación hacia su hermano.

—Ahora mismo estamos todos muy cansados como para iniciar una gran búsqueda, y aunque la idea no sea de mi agrado, tengo que decir que es lo mejor que podemos hacer por ahora..

—...Morati, ¿estás seguro de esto?— Le pregunto Kande mirándolo con una mueca de disgusto.

—Sí...conociendo a Zafiro, algo se le va a ocurrir para escapar y además no creo que lleguen a irse tan lejos, no al menos mientras ella siga herida y sus criaturas heridas. Por lo cual podemos buscarla una vez todos hayan podido recuperar sus fuerzas— Dijo Morati con una voz seria pero que dejaba ver que a pesar de su decisión seguía muy preocupado por su hija.

—"No se porque, pero presiento que está es una mala idea..."— Dijo Karu mientras veía a los Lords con mucho desagrado y preocupación.

Ellos le regresaron la mirada igual de preocupados que él, sin embargo ya se había tomado la decisión y por ende lo único que podían hacer por ahora era planear como iban a iniciar toda esta búsqueda; probablemente toda su tribu estaría demasiado preocupada por esto. Así que con la ayuda de Abdul y sus soldados tendrían que calmar a la tribu.

[Mientras tanto en otro lado]

Zafiro apenas abría sus ojos después de haber sido noqueada, su visión era borrosa y sus sentidos apenas estaban recobrando fuerzas para poder darse cuenta del lugar en dónde estaba. Al ya estar mejor, lo primero que pudo notar era que estaba en algún lado desconocido para ella; además de que había un fuerte olor a humedad ahí, también que estaba oscuro dentro de dónde quiera que estuviera. Trato de levantarse pero no pudo, así que miro a su cuerpo solo para darse cuenta de que había sido atada a una camilla.

Se empezó a mover bruscamente, en un vano intento de zafarse pero para su mala suerte no tuvo éxito al hacer esto. Sin embargo si llamo la atención de alguien más que estaba allí abajo con ella.

—Veo que al final te has despertado, menos mal. Ya estaba empezando a pensar que tardarias más de lo que yo quería...— Dijo la voz de la mantis que la trajo a este lugar.

—¡Maldita suéltame en estos instantes, no voy a permitir que me hagas nada desquiciada hija de puta!— Exclamó Zafiro de forma histérica y enojada.

La mantis lejos de hacerle caso solo pudo reír un poco siniestra mientras pasaba de largo la camilla para ir por detrás, solo para jalar una especie de carrito de metal tapado con una gran sábana blanca, la cual tenía manchas de sangre secas por varias partes de la misma.

—Así todos empiezan, bravos, feroces, inquebrantables, agresivos, pero una vez inicio con mis procedimientos se vuelven un poco más...dóciles, muy sencillos de romper, rogando por que les de piedad y acabe con todo el gran tormento que les hago pasar.— Decía la mantis, antes de quitar la sábana y revelar una variedad de instrumentos médicos y de tortura sobre el carrito de metal. —La verdad me causa risa el saber que en tu mente te dices a ti que no te va a pasar lo mismo que al resto, oh créeme...vas a acabar igual que los anteriores...

La mantis le dió una sonrisa siniestra, mientras encendía un par de velas que estaban repartidas por el lugar, Zafiro se puso algo nerviosa al notar que ya había mucha sangre seca por todos lados. Además de eso, del techo habían colgando unos ganchos viejos y algo oxidados, algunos de ellos también llenos de sangre seca. Sin duda este sitio era uno en dónde nadie quería acabar.

Aún así Zafiro se aferraba a su propia naturaleza como mantis, haciendole saber a la hembra de su misma especie que nada de lo que le hiciera la iba a poder romper.

—¡Hagas lo que hagas, será inútil ya lo verás! Solo perderás tu tiempo y solo será cuestión de uno o dos días para que nos encuentren y me saquen de este lugar. ¡Y a ti te maten o te lleven ante la justicia!— Dijo Zafiro viendo a la mantis contraria con una mirada de severidad y hablándole de forma muy retadora.

—Que tierna...aún así se te olvida con quién estás lidiando...— Dijo la mantis y sin más inicio con la tortura.

Zafiro pensaría que le iba a pasar por su piel, uno de esos muchos bisturis de diferentes tamaños que tenía sobre la mesa, pero no fue así ya que la mantis inicio con algo que a principio no le sería problema. Dejo caer una gota de agua constantemente sobre su cara.

—¿Esto es todo lo que tienes? ¡Eres patética, no sabes cómo torturar a alguien siquiera!— Dijo Zafiro desafiando a aquella mantis.

—Oh querida, eres tan ingenua y brusca como una mantis, para hacer una tortura no solo se tiene que usar el dolor físico. Sino el psicológico, así que disfruta del agua, te veré en un par de horas...— Dijo aquella mantis antes de retirarse dejando todo como estaba.

No sin antes poner en bucle una canción en su tocadiscos, para que así cada que termine se vuelva a poner y no deje de tocar la misma canción. Ya una vez hizo esto se retiró, dejando que Zafiro intenté todo por zafarse.

Desde moverse de un lado para otro, como agitarse e incluso usar sus afiladas garras pero nada le funcionó, y para colmo el que una gota de agua le estuviera cayendo en la cara no era demasiado agradable que digamos.

Además la canción en constante reproducción ya comenzaba a serle demasiado molesta; pero no podía alcanzar el tocadiscos para quitar la música.

Así pasaron horas, en dónde llegó un punto en el cual ella dejo de intentar escapar ya que el agua que caía sobre su cara estaba siendo incómodo para ella, así que ahora buscaba un buen ángulo en dónde no le diera la gota que caía de una llave sobre su cabeza.

Sin embargo no había algún lado en dónde el agua no le caiga, esto solo le estaba provocando que su paciencia cada vez este siendo más y más mermada conforme pasaban los minutos. Así volvieron a pasar los segundos, que para ella eran minutos, los minutos que eran horas, y las horas que ya parecían incontables años de solo sentir como una bendita gota de agua le estaba cayendo en el rostro.

Ya sin poder hacer nada Zafiro se estaba desesperando más y más, al punto en dónde el enojo se transformó en desesperación, ya que el agua no dejaba de caerle y parecía nunca acabar. El día se le hacía eterno, y con la canción que estaba tocando aquel tocadiscos, hacía aún peores las cosas.

[Mientras tanto en la parte de arriba]

La mantis estaba curando sus heridas, las del encapuchado y las de los dos Tremors, estaban dentro de una vieja casa abandonada algo lejos del reino de las cucarachas. A su derecha estaría la puerta que daba al sótano en dónde estaba sufriendo Zafiro de una tortura psicológica, está puerta estaba cerrada con llave y también con candado para mayor seguridad.

—¿Que vamos a hacer? Es obvio que ya para este punto iniciarán una gran búsqueda, sino es que ya la han hecho así que me da curiosidad. ¿Cuál es el siguiente plan que tienes para que no nos encuentren?— Pregunto aquel encapuchado mirando a la contraria con curiosidad y también con algo de intriga.

—Descuida no hay porque preocupar nos, además para eso tengo un plan. Y ese trata de crear una distracción, los conozco así que para este punto ya de seguro la están buscando; y no pienso quedarme con las ganas de torturar a esa mantis en el sótano— Dijo aquella hembra con una sombría sonrisa en la cara. —El plan es que lo lleven lejos, lo más lejos posible. Confundirlos con un señuelo para mantenerlos ocupados el hecho de que piensen que la tienen les hará creer tener esperanzas de poder traerla de regreso sana y salva.

—Entonces, nosotros tres distraemos a todo el mundo, ¿en lo que tú te das un poco de insana y perversa diversión con esa mantis que tienes cautiva en el sótano?...suena bien para mí, puedes contar conmigo— Dijo el encapuchado haciendo una reverencia educada.

Los Tremors también mostraron que la idea les parecía buena, soltando ambos una tenebrosa y perversa risa.

Es así como el malévolo plan de la hembra mantis daría inicio, siendo que Zafiro tuviera que pasar por una larga tortura psicológica para bajar su moral, sus ganas de pelea y de libertad además de bajar su gallardía, etcétera.

[Al día siguiente]

Zafiro no había podido dormir, se le notaba en la cara, todo el día estuvo esa maldita gota cayendo sobre su rostro y cabeza. Llegando a tener un dolor suave de cabeza por no haber podido dormir, y encima de eso por la continúa caída de agua que no tenía fin. Además de esa canción que ya la había hartado; el ritmo y la letra no le ayudaban en nada en su situación actual.

La puerta del sótano sería abierta por su captora, la cual bajaría teniendo en garras las llaves para liberar a Zafiro de sus ataduras.

—¡Buenooooos dííííías!~— Canturreo con burla la mantis mientras camina hasta Zafiro poniéndose unos cuantos pasos lejos de ella.

Zafiro al verla solo pudo sentir una gran rabia acudir a ella mientras le gruñía y la veía con mucho odio, solo pudiendo gritarle de cosas para poder desquitarse. Ya que sus ataduras no le permitían moverse de esa posición.

—¡ERES UNA HIJA DE PUTA! ¡CUANDO PUEDA VOY A LIBERARME Y VOY A MATARTE MALDITA PUTA LOCA!— Le grito Zafiro liberando toda su rabia y frustración del día anterior.

—Uyyyy..."que miedo" jajaja. Te ves patetica intentando eso, además ya me estaba sintiendo algo generosa. Iba a darte la oportunidad de cerrar el grifo para que ya no te caiga más agua pero veo que prefieres seguir con eso; así que mejor me retiro. Oh no sin antes disfrutar del ritmo de la música— Dijo la mantis burlándose de Zafiro.

Además esto era una prueba para ver qué tanto había empeorado toda su situación en un día, pero para su mala suerte no parecía tener demasiados cambios; lo cual la llevo a tener una mueca de disgusto. Le era mucho más entretenido y divertido cuando luego de un día, le rogaban para apagar la música y cerrar el flujo de agua. Aún así, no se iba a rendir tan fácil.

—...Bueno, creo que ya es hora de pasar a algo más físico, porque por lo visto aún no te das cuenta de que no van a venir por ti— Dijo la mantis, a lo cual Zafiro le respondió enseguida.

—¡En eso te equivocas desgraciada, en estos momentos ya me han de estar buscando y no vas a tener escapatoria una vez nos encuentren! ¡ME VOY A ASEGURAR DE QUE ME LAS PAGUES MALDITA LOCA!— Exclamó Zafiro con mucha furia retenida en su interior.

Aquella mantis no respondió lo que dijo Zafiro, pues le había hecho gracia.

—Da igual lo que quieras hacer, de una forma u otra, ellos van a estar ocupados en otras cosas que cuando se acuerden de ti, va a ser algo tarde— Le respondió la mantis al fin mientras de uno de los carritos tomaba un bisturí.

Después se acercó a Zafiro mientras jugueteaba con el bisturí, no sin antes ponerle pausa a la música, finalmente tenía un descanso...aunque no en realidad. Solo por caprichos de su loca captora, iba a torturar la y humillar la.

—¿Sabías esto? Las garras de una mantis son lo más importante de una, sin ellas serían incapaces de poder defenderse de depredadores u otras amenazas, además de que representan un estatus en cada sociedad mantis, entre más grandes y afiladas estén las garras de una mantis, será más o menos respetada; según su tamaño. Y si una mantis se queda sin ellas su honor y valor como miembro de una sociedad se vería gravemente dañado, además de que su orgullo también no tendría reparo después de perder sus extremidades. En especial de maneras humillantes— Explicaba la mantis en lo que jugueteaba el bisturí por dónde iniciaba su garra. —Porque no es lo mismo perder una extremidad o garra en pelea, eso sería otro signo de ser un guerrero honorable y digno...pero en cambio, si se pierden por accidentes u otros factores...sería una lastima para aquella desafortunada mantis...

Zafiro al escuchar y ver todo esto, se trato de zafar a la fuerza sin éxito, y la mantis burlándose de ella solo le puso una inyección en el cuello que la dejo totalmente quieta, consciente pero incapaz de mover un solo músculo.

—Veneno de avispa cazadora de tarántulas, en cantidades grandes es letal, en cantidades mínimas es inútil, y en cantidades exactas es preciso para inmovilizar a quien haya tenido la desgracia de ser víctima de este, lo gracioso es que no puedes moverte, pero si sentirás todo lo que ocurra a tu alrededor o contigo...— Dijo la mantis tétrica, tenebrosa, perversa y bastante malévola.

La mantis entonces cerro el flujo de agua, mientras comenzaba con "su trabajo", comenzando a cortar parte de su piel y músculos alrededor del inicio de su garra. Zafiro podía sentir con detalle cada corte que la contraria le hacía, sin embargo era incapaz de gritar o siquiera de quejarse.

Cada corte era más doloroso que el anterior, y las señales de sufrimiento iban directo a su cerebro con mucha fuerza e intensidad; pero incapaz de hacer algo Zafiro trataba de aguantar.

Sin embargo el colmo del dolor fue cuando la mantis hizo a un lado el bisturí para después tomar una sierra para cortar huesos, lo cual la asustó demasiado. La hembra busco el lugar perfecto para empezar a cortar y al ya tenerlo, empezó su procedimiento.

Este dolor fue aún más insoportable que los anteriores, tanto que sin darse cuenta Zafiro comenzó a llorar al no poder hacer nada al respecto. Lo que pareció una eternidad de perpetuo dolor, en realidad fueron unos pocos segundos. Antes de que aquella mantis consiguiera quitarle su garra con un corte perfecto. Sin embargo dejando que una gran cantidad de sangre ya caiga al piso.

—¡Solo mira esto! Una garra bastante hermosa, sin duda podría ponerla en mi colección de garras— Dijo aquella hembra mientras inspeccionaba su garra cercenada de Zafiro.

Dejo la garra sobre una mesa para después limpiarse sus garras con un trapo, y también limpiar un poco su poncho ya que la armadura de las cucarachas ya no le servía en nada.

—Bien, aún no hemos terminado, ya que pienso divertirme mucho contigo señorita...— Dijo la mantis con una sonrisa malévola, y con un tono de voz maquiavélico.

Zafiro en su mente solo pedía que ya la fueran a encontrar, antes de que fuera demasiado tarde para ella. Sin saber que la mantis ya había planeado algo para prolongar aún más su rescate.

[Por otro lado, en alguna parte]

Un gran número de mantis y otros voluntarios fueron a buscar a Zafiro, todos y cada uno de los grupos iba de acá para allá, cubriendo una gran porción de terreno para encontrar a la mantis y a Zafiro más rápido.

 Karu y los Lords encabezaban está búsqueda por todos lados de forma desesperada e impaciente tratando de hallarla lo más rápido posible, ya que el tiempo es oro, y no podían dejar a esa mantis tanto tiempo.

—¡Debe estar por alguna parte! ¡No se pudo haber ido tan lejos!— Dijo Kande mientras exploraba junto a sus 5 hermanos y Karu.

—¡Solo sigan buscando, presiento que ya estamos cerca!— Dijo Ashanti a la par que se adelantaba un poco.

—"Hay que encontrarla pronto, me preocupa como pueda estar ahora mismo"— Dijo Karu bastante aterrado y preocupado por su pareja.

—¡Se que la hallaremos, de eso estoy seguro!— Dijo Morati tratando de no perder la paciencia como los demás, sin embargo tratándose de su hija no podía contenerse demasiado.

Karu al estar buscando encontraría la cabaña en dónde estaba Zafiro con esa hembra mantis (aunque él no lo sabía, pero lo intuía). Esa choza de aspecto raro y espeluznante por lo vieja y abandonada que se veía, le estaba dando una señal directo a su cerebro. Poco a poco se fue acercando, ya que había algo que le estaba llamando a ir hacia allá.

Sin embargo desde las sombras aquel encapuchado que seguía a la mantis, junto a los dos Tremors ya tenían listo el plan que llevarían a acabo y era el momento exacto de hacerlo. Así que no perdieron su tiempo y saldrían de sus escondites. Teniendo una bolsa de señuelo, con algo moviéndose en su interior. Karu al verlos desvío gran parte de su atención a ellos.

—"¡Hey, malditos vengan aquí con Zafiro!"— Exclamó Karu llamando la atención de los demás que no estaban demasiado lejos de él.

Por otro lado al escuchar la voz del vessel, la mantis rápidamente le puso un bozal en la boca a Zafiro. En caso de que el veneno ya fuera dejando de hacerle efecto. Además se asomo con cautela por una de las aberturas del sótano solo para ver a los Tremors rugir con fuerza y al encapuchado irse corriendo en la dirección opuesta.

Karu maldijo por lo bajo mientras se preparaba para una pelea, pero como parte del plan los Tremors fueron con el encapuchado para protegerlo. Así dando inicio a una persecución. En la cual cayeron todos, pues esto no era más que una distracción para desviar la atención hacia otros lugares lejos de aquí.

[Mientras tanto en el sótano]

Zafiro trato de gritar, gemir o jadear, hacer algo con tal de que la pudieran escuchar. El dolor que sentía de su extremidad cercenada y encima que había sido vendada, en parte curada sin anestesia por la mantis le dolía aún con gran intensidad.

El veneno no le permitió hacer nada al respecto, mientras la mantis reía por ver cómo todos cayeron en su trampa. Girando ahora para ver a la contraria con una sonrisa maquiavélica y muy tenebrosa.

—Parece ser que tú y yo vamos a estar aquí por más tiempo. Ponte cómoda, ya que de aquí no vas a salir por un largo...pero largo tiempo— Dijo la mantis con intenciones malas.

Este comentario haría que Zafiro se aterre más de lo que ya estaba, más aún al ver cómo ella veía que otros instrumentos tomar para poder seguir torturando la. La mantis tomaría de su repertorio de instrumentos de tortura y cirugía, un martillo y un pequeño picahielos, luego mientras silbaba una canción como si fuera lo más común y normal del mundo coloco el picahielo contra la pierna derecha de Zafiro, justo a la altura de su rodilla.

—Espero que el efecto del veneno no pase pronto...porque creeme, te daría mucho más dolor si te mueves. Porque estoy a punto de hacer algo que no va a ser de tu agrado— Dijo la mantis con un tono de voz macabro y burlón.

Después subió el martillo y lo bajo con fuerza sobre la rodilla de Zafiro, el 1er no fue suficiente para poder perforar, pero si para al menos clavarse en su hueso. El dolor que experimentaba su rodilla era demasiado, tanto que todas las lecciones mantis se quedaban muy obsoletas con semejante muestra de sufrimiento. Y sin poder hacer nada, Zafiro lloraba incapaz de defenderse o de intentarlo. Su mente se iba poco a poco quebrando y eso le gustaba a la desquiciada mantis.

—¿Tan rápido llorando cariño? No he llegado a los nervios todavía, así que no te preocupes. Este dolor es menor al que vas a sentir en unos momentos.

La mantis volvió a subir y bajar aquel martillo, perforando su hueso de la mantis, junto a su piel y músculos. Y Zafiro solo podía gritar mentalmente, porque el efecto del veneno no iba a desaparecer hasta después de un rato.

Rato el cual se haría eterno de esta forma, y la mantis como si nada siguió hasta que llegó a sus nervios, tras esto. Ella sonrió de forma muy malvada, y a continuación después de eso retiro de golpe el picahielos, causando aún más  dolor del que podría sentir ahora.

Luego de hacer aquel orificio, la mantis no se detendría ahí, ya que de un gabinete sacaría algo de agua y la pondría a hervir con un poco de fuego que tenía una lámpara de aceite.

—Eso va a tardar un rato, ¿No tienes un problema si te hago lo mismo en la otra pierna verdad?... No, ¡muy bien perfecto!— Diría de forma descarada, burlesca y maquiavélica.

Es así como fue del otro lado e hizo de nuevo todo eso sin nada de prisa, se tomó su tiempo para perforar su hueso. Causando aún más dolor del que Zafiro jamás haya experimentado.

[De regreso con el grupo]

Todo el mundo ahora perseguía a los Tremors y el encapuchado, el cuál no dejaba de correr demasiado rápido y veloz casi superando la velocidad de los Lords. Jade y Salvia trataban de alcanzarlo al ser los más cercanos, lo malo era que las dos murallas vivas no les permitirían hacer semejante cosa.

Y con sus ataques y poderes hacían las cosas más difíciles para todos, y nadie era capaz de acercarse demasiado o terminaban siendo destrozados por los Tremors que cumplían muy bien sus labores como sus defensores. Al final el encapuchado terminaría por entrar a una cueva para despistar al gran grupo que se junto, por otro lado los dos Tremors se fueron del lugar, lo cual confundió a todos, sin embargo el encapuchado era su prioridad así que se dispersaron, unos a buscar a los Tremors y otros a entrar en la cueva.

Entre ellos los Lords, Jade, Salvia, Karu, Rae, Asher, Dalia, Abdul y Tiberious. Sin saber que estaban a punto de ser engañados por aquella astuta mantis, una vez más.

Avanzando por la cueva, la luz poco a poco fue desapareciendo obligando a todos a usar linternas de aceite para que no quedarse a oscuras. A pesar de que Karu, Asher y Rae podían ver en la oscuridad. El grupo llegaría a un cruce de dos caminos en dónde tendrían que decidir cuál camino tomar. Pero para más rápido optaron por dividirse.

—¡Hay que dividirnos! Un grupo que tome el camino de la derecha y el otro el camino de la izquierda, ¡ahora!—

Con la orden de Jasir, se separaron sin un orden aparente solo con tal de ya hallar al encapuchado era más que suficiente para ellos.

Tras minutos dentro de la cueva no pudieron encontrar nada, solo unos indicios de que ahí hubo alguien pero solo eso. Haciendo que Karu, Morati y sus hermanos caigan aún más en la desesperación.

—¡Mierda! ¿¡A dónde se metió!?— Grito Ashanti con desesperación y enojo.

—¡No lo sé, ese maldito hijo de puta es bastante escurridizo!— Dijo Kande la cual se le veía con ganas de matar a alguien ahora mismo.

—"¡No pudo haber desaparecido como si nada! ¡Tiene que haber una explicación!"— Exclamó Karu con un montón de rabia acumulada.

—Ni olor, ni una pista de a dónde se pudo meter...ese maldito sin duda nos la está jugando— Dijo Salvia soltando un suspiro algo frustrada.

—Aguanta Zafiro, que vamos a por ti, solo tienes que resistir— Dijo Morati en voz baja aunque cada vez más y más preocupado.

La búsqueda por el encapuchado no iba a parar aquí, aunque algo que les llamo mucho la atención fue el hecho de que en ningún momento hayan visto a la mantis. Aún así pensaron que no debía estar tan lejos...y cuánta razón tenían...

[30 minutos, en la choza]

L

a mantis tomaría el agua del fuego de la lámpara, tardo un poco pero ahora estaba hirviendo, y el efecto de aquel veneno se había ido. Así que ahora Zafiro sollozaba de dolor mientras la mantis preparaba el agua para echarla sobre sus orificios en sus rodillas, ¿su idea? Nada más y nada menos que la de cocinar sus músculos y nervios en lo que ella seguía despierta.

Si soportaba el dolor y continuaba despierta, haría que sufra más, pero si se desmayaba...la despertaría para no detener su enfermiza diversión.

—Bien, es hora de cocinar mantis al vapor. Con nervios y músculos bien cocinados sin duda tú nunca vas a necesitar tus piernas otra vez en toda tu vida. Así que...¡a cocinar!— Dijo la mantis antes de vaciar el contenido en sus orificios.

—¡AHHHHHHHHHHHHHH!— Grito Zafiro experimentando un dolor tan fuerte e insoportable que parecía que iba a sufrir un shock de dolor o peor aún, morir en el acto.

—¡Oh no, eso sí que no, no voy a darte la salida fácil señorita!— Dijo la mantis que actuando rápidamente, fue hasta sus cosas y de una bolsa saco una jeringa con adrenalina, para luego inyectarse la con fuerza en el pecho.

Zafiro volvió en si solo para seguir sufriendo, llorando le suplicaba a la mantis que se detuviera. Sin embargo está no le haría caso, solo disfrutaría de verla llorando y sufriendo. Estaba logrando su cometido.

—Bueno, voy a parar...porque tengo hambre. Así que ya vuelvo, por ahora ten un descanso refrescante con algo de música— Dijo la mantis abriendo el flujo de agua y también poniendo de nuevo aquella canción que había sonado durante toda la noche.

La mantis subió, dejando a Zafiro sufrir sola, su temple se había roto y ahora ella solo lloraba para aliviar su dolor. Había estado ahí solo durante un día, pero quería irse ya. Pues no podía aguantar más, ahora sabía que está mantis estaba dispuesta a hacerle aún más cosas solo por su bizarra y enfermiza diversión.

Las horas pasaron y Zafiro había desarrollado un miedo genuino hacia el agua, tanto que no podía ni siquiera pensar en algo que no fuera esa gota cayendo sobre su rostro, o en aquella letra tan alegre que torturaba cada segundo de su existencia en ese lugar.

La puerta del sótano sería abierta por la mantis que regresaba después de un merecido descanso y comida. Zafiro al verla de nuevo ahí, solo se asustó y se puso a temblar como una presa que conoce que va a morir. Pero en su caso no iba a morirse...al menos no todavía.

—P-Por favor...b-basta... déjame i-ir, te lo s-suplico...— Rogaba Zafiro en pleno llanto mientras veía con temor a la mantis que al ver que su cometido se había logrado.

Aunque aún estaba insatisfecha, pues a pesar de haber logrado lo que quería no se sentía aún bien consigo misma y más sabiendo que no tardaría mucho antes de que se den cuenta de su gran engaño. Lo cual la dejaba con poco tiempo para divertirse.

Así que agarro un bisturí y jugo con el para el miedo y terror de Zafiro. Tras pensar en que iba a hacer, decidió que lo mejor era acabar con todo de una buena vez. No matando la, sino que la dejaría ahí para que alguien más lo haga.

—Sabes, usualmente me podría dar un montón de diversión contigo por más de una semana, pero viendo que hoy no será esa caso tendré que acabar con esto y pronto. Así que permíteme dar los últimos actos para ti— Dijo aquella hembra, colocando el bisturí sobre su pecho. —Ahora hazme un favor y no te muevas que esto te va a dolor más a ti que a mí.

Fue bajando el bisturí por todo su pecho hasta la zona del vientre de la mantis, mientras Zafiro se retorcía de dolor, pero al final tras un corte no tan profundo como para matarla pero si para dejar expuestos sus órganos, la hembra conecto unos ganchos a los costados de Zafiro. Para dejar abierto ese lugar. Con cuidado quirúrgico, la mantis le quitaría uno de sus órganos mientras ella seguía consciente y sintiendo hasta el último corte que le estaba haciendo. Después colgó ese órgano en uno de los ganchos viejos del sótano, mientras Zafiro lloraba y se retorcía del dolor. Su bozal se había manchado con algo de sangre que ella había escupido antes.

—Sabes, esta canción ya me aburrió, espero no te moleste si pongo algo de música clásica ¡jajaja!— Dijo con un tono malvado y una sonrisa sádica en su rostro.


[De regreso con el grupo]

Tras el fallido intento de encontrar al encapuchado, todos estaban dándose por vencidos. Sin embargo una pizca de "esperanza" se hizo presente en el momento que alguien dijo encontrar un rastro que no llevaba tan lejos.

Sin perder su tiempo todos fueron como cohetes hasta donde acababan las huellas, encontrando a Karius, Lerdnar y al encapuchado al borde de un acantilado. Y a sus pies aquella bolsa que se seguía moviendo de una forma errática y violenta.

—...Es toda suya...— Fue lo único que dijo aquel encapuchado antes de dar un paso hacia atrás y caer por aquel acantilado.

Seguido de él fueron los Tremors, al momento en que se asomaron para ver lo que había ocurrido, no vieron un rastro del encapuchado o los dos Lords modificados.

Dejando de lado ese suceso, Karu se acercó a abrir la bolsa con grandes esperanzas que al abrirla estuviera ahí Zafiro. Sin embargo sus esperanzas se esfumaron cuando vio a un bicho no conocido por nadie, mordisqueando el aire. Con clara infección en él, así que tras matarlo y que todos hayan visto esta farsa. Parecía que todos iban a perder la fe. Pero entonces al vessel se le vino a la mente aquella choza que encontró.

Sin decir nada solo salió corriendo hasta ese lugar, todos al verlo solo pudieron seguirlo detrás, creyendo que sabía algo al respecto.

[De regreso en la choza]

La mantis había terminado con su trabajo, ahora mismo tomaba sus cosas lista para irse. Pues sabía que ya la distracción no podía durar para la eternidad, así que dejaría a Zafiro ahí abajo con severos traumas, se había burlado de ella de una manera tan vergonzosa que incluso la propia sobrina de los Lords creía que no iba a ser aceptada por los suyos luego de esto.

Era entendible que no haya podido aguantar la tortura como lo hubiera hecho un adulto, porque ella solo era una joven mantis que a pesar de que podía ser dura, jamás había sentido tanto dolor como el de estos días.

—Bueno, fue divertido haber jugado contigo. Ahora solo quiero decirte que aquí te dejaré. Yo me iré por mi parte, y espero que nuestros caminos tengan un cruce en un futuro— Dijo la mantis despidiéndose de lo más normal con ella mientras la dejaba ahí con sus interiores al aire libre, con la falta de algunos órganos.

Algunos no tan importantes para que no se vaya a morir tan rápido, así que antes de que llegaran puedan verla aún agonizando. Ella también se llevaría su garra como una especie de trofeo mientras cerraba la puerta con llave y se iba silbando la canción que había dejado a Zafiro traumada.

Cuando salió de la choza solo se fue en una dirección especial, de regreso al castillo de las cucarachas ya que ahí tenía algunas cosas por hacer todavía.

Pasados unos 20 minutos, Karu llegaría corriendo al lugar siendo seguido por Morati, apenas vio la choza entro sin cuidado derribando la vieja puerta, para después ponerse a buscar por el sitio.

—"¡Zafiro! ¡¿Estás aquí?!"— Grito el vessel esperando obtener respuesta.

Y la consiguió aunque no de la forma que buscaba, pues del sótano vino una tos que lo hizo bajar; sin embargo él y Morati no iban a estar listos para lo que se iban a topar a continuación.

Juntos derribaron la puerta y ambos acabaron en el sótano con bastante rapidez.

—"¡Zafiro!"— Exclamó Karu con gran felicidad y gozo.

—¡Ya estamos aquí hija!— Anuncio Morati con alivio de haber encontrado a su hija.

Sin embargo todo se vino abajo en el momento en que ambos machos se fijaron del estado de Zafiro, está se encontraba agonizando sobre una camilla, con varios de sus órganos fuera de su cuerpo, con una garra faltante y con diversos signos de haber sido torturada en diversas partes de su cuerpo. Ambos quedaron en shock y en parte con un severo trauma de ver a Zafiro así.

Karu se acercó primero y libero a la mantis con cuidado mientras la sujetaba entre sus brazos con cuidado.

En el momento que los demás llegaron tuvieron diversas reacciones, Jade se encontraba asqueado, indignado, molesto, iracundo y furioso de ver algo así, Salvia estaba más o menos igual pero triste de ver el estado de Zafiro y por el resto ni se diga.

—¡Llamen a un médico!— Grito Morati en un intento ingenuo de poder ayudar a su hija.

Haciendo caso Lewa fue rápido por uno, sin embargo cuando esté llegó solo dió las malas noticias.

—¡Mis Lords no hay nada que pueda hacer por ella!—

—¿¡POR QUÉ NO?!— Grito Kande muy furiosa e iracunda.

—¡Mi Lord le faltan varios de sus órganos, sus piernas prácticamente han dejado de servir y le falta una garra, no existe medicina capaz de curar todo esto!—

—¡MIERDA!— Grito Saud al borde de las lágrimas.

—¡No, las aguas de la tribu podrían curar la y--!— Trato de decir Ashanti antes de ser cortada por Jasir.

—¡La tribu queda demasiado lejos no va a llegar viva!— Exclamó Jasir muy desesperado.

Mientras tanto en lo que discutían que hacer Morati sujetaba a su hija entre sus brazos. Está sollozaba mientras su dolor era interminable, el Lord no se podía controlar pues las lágrimas salían de sus ojos, al igual que Karu a su lado estaba viendo sufrir a su pareja. Así que estaba con la cabeza en las nubes pensando en que hacer. Fue entonces que Zafiro ya sin poder aguantar más, soltaría algo que los dejo sorprendidos y muy indecisos si debían hacerlo.

—¡M-Maten me! ¡P-Por f-favor! Cada s-segundo de mi existencia, solo se hace m-mucho más doloroso para mí, acaben con mi sufrimiento, se los ruego...n-no me dejen morir así— Dijo Zafiro a lo cual Karu y Morati se miraron, ninguno tenía las fuerzas para hacerlo.

Es así como cada uno de los que se encontraban estaba debatiendo quien era quién debía matarla, así que fue Jade quien dió un paso al frente, haciéndose voluntario para acabar con la vida y sufrimiento de Zafiro.

Sin embargo Karu tomaría el valor para hacerlo el mismo, pero quería estar a solas con su pareja, aunque también Morati se quedaría. Al menos para estar en los últimos momentos de su hija. Así que ahora mismo el vessel sujetaba su aguijón, apuntando al corazón expuesto de Zafiro. Apretó el mango de su aguijón, pero por más que quisiera bajar su arma y acabar con el sufrimiento de su pareja, no lo podía hacer. Es así como después de unos momentos, Karu solo cerro los ojos y la beso en la frente antes de bajar su aguijón.

Perforando el corazón de Zafiro, acabando con su sufrimiento. Después de eso, el vessel estallo en llano junto a Morati que sujetaba el cuerpo de su hija muerta entre sus garras. Con más culpa de la que debía tener.

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¡Hey! Hasta aquí llega el penúltimo capítulo de la historia de Karu, como sabrán la segunda temporada ya está a la vuelta de la esquina así que espero que esté capítulo les haya gustado. Y espero que la muerte de Zafiro no les haya dolido demasiado, aún así no se preocupen ya que no va a ser la última vez que la veamos.

Cómo ya es costumbre, no se olviden de comentar que les pareció el capítulo, también no se les olvide votar y apoyar la historia al compartirla.

Y ya sin nada más que decir, yo me despido de ustedes hasta aquí.

¡¡Hasta la próxima!!

Posdata: Este ha sido el penúltimo capítulo de esta primer temporada, y como ya se imaginarán ya sido actualizado para el disfrute de cada uno de ustedes. Bueno no creo que haya sido así XD

Posdata 2: el increíble dibujo fue hecho por Koumouby. Y se supone que la sangre debería ser roja, pero el la hizo morada, pero hey no me voy a quejar censura gratis xd.

Posdata 3: Perdón si fue un final algo agridulce, pero prometo que en el siguiente capítulo va a haber un mejor final y cierre de temporada así que nos vemos en ese capítulo.

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