Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

La Revolución.

Salvia fue la primera en abrir los ojos, y lo primero de lo que se dió cuenta es que ya no estaban dentro de esa celda improvisada, además de sentir que se encontraba tirada en un piso más frío y duro, que había un fuerte olor a mucha humedad y que también la iluminación era escasa en el lugar. La Lord aún así se puso de pie, para darse cuenta que ya estaban finalmente en la última parada. O más bien dentro de esta.

Al tratar de acercarse a la puerta de metal que funcionaba como celda, ella no pudo avanzar más de 2 metros al tener una cadena puesta en la pata derecha, la cual estaba pegada a una pared cercana. Así que no podría ir a ningún lado con esta cosa; por lo cual suspiro y mejor decidió examinar con mayor detalle todo el lugar, para así ver que se le ocurría para escapar.

Mientras que Morati y Jasir ya iban despertando poco a poco, solo para darse cuenta de la situación en la que se encontraban. Así que se pusieron de pie solo para darse cuenta de que al igual que la Lord Salvia, ellos estaban encadenados.

—Bueno, esto sin duda perfecto— Dijo Jasir con algo de sarcasmo.

—No es momento para sarcasmo Jasir, habrá que aprovechar el poco tiempo que nos dieron solos. No han de tardar en venir los guardias, así que nosotros tendremos que apurarnos.

Salvia miro a Jasir el cual asintió a la vez que Morati se arrodillaba frente a dónde iniciaba su cadena, pegada a una pared de ladrillos resistentes y de apariencia robusta. Tras unos pocos segundos de examinarla, llegó a la conclusión de que no serviría para nada el tratar de romper la cadena o el siquiera intentar separarla de la pared ya que sería inútil.

—Bueno queda descartada la opción de romper nuestras cadenas, son más resistentes que unas convencionales, además tampoco sirve el pensar que se pueden zafar de la pared; pues nos podría caer encima gran parte de las paredes o el techo. Se aseguraron de encerrarnos en un cubo bien cuidado para evitar escapes— Dijo Morati mientras se acercaba a Salvia y a Jasir.

—Mierda, ahí va el plan más viable, ¿ahora qué?— Dijo Jasir algo frustrado y visiblemente decepcionado.

—Solo podemos esperar Jasir, eso es lo único que nos queda. Sin otra forma al menos visible para escapar, solo hay que esperar a que nos saquen o que alguien salga de los tres— Dijo Salvia a lo cual comenzó a pensar en posibles escenarios. —No es tan probable que nos saquen al mismo tiempo, supongo que será uno por uno, y en diferentes turnos.

—Bueno eso es una posibilidad, pero se te olvida un importante detalle—

—¿Y cuál sería ese Morati?— Pregunto Salvia y Jasir casi al mismo tiempo, mientras ambos lo volteaban a ver.

—Que no estamos aquí como simples prisioneros, si lo que he oído es cierto, hay alguien que nos quiere hacer sus sujetos de prueba para horribles y dolorosos experimentos, por lo cual, dudo mucho que seamos mano de obra para las cucarachas— Explico Morati con un semblante algo serio, al mismo tiempo que veía a los dos Lords delante suya.

—Creo que tendremos mucho de que hab--...— Antes de terminar su frase, Jasir se vio interrumpido una vez se escuchó como la pesada puerta de metal estaba siendo abierta.

Revelando a una guardia hembra, la cual miro a los tres Lords con seriedad y bastante indiferencia, esta no venía sola pues estaba acompañada por un par de guardias más, solo que de una apariencia mucho más robusta, alta y musculosa.

—Más les vale no hacer gracioso sino quieren hacerme enojar. Ahora garras en dónde podamos verlas— Les dijo la hembra a cargo, con tono serio y muy amenazante.

Morati, Salvia y Jasir alzaron sus garras obedeciendo lo que les fueran a pedir, así que ellos solamente vieron como entraban a su celda, para que después se acercarán a la Lord Salvia y a ella la agarren con brusquedad. Lo cual hizo enojar tanto a Salvia pero más aún a Jasir, que si pudiera, les hubiera enseñado modales a ese par de cucarachas. A los tres se les fue retirado sus cadenas, sin embargo les pondrían unas esposas de metal en brazos y piernas impidiendo que tengan buena movilidad.

—A está llevenla con ella. Los otros dos a los campos de trabajo, ahora rápido— Dijo la misma hembra, a la vez que se llevaban a Salvia, Jasir y Morati por caminos separados.

Mientras Salvia avanzaba de forma un tanto cuidadosa, ella se fijaba en todo el lugar dándose cuenta que no había nada que destacar, está era como una prisión cualquiera; pero con una gran diferencia. Aquí al parecer solo tenían encerradas a puras mantis, o al menos en este nivel, porque con cada puerta que pasaban ella podía notar que en la mayoría de celdas se encontraban al menos de 1 a 4 mantis encerradas.

Por todo esto, Salvia estaba curiosa de saber que estaba pasando aquí, y no estaba tan lejos de averiguarlo. Siguió caminando, hasta que llegaron a unas escaleras que con dificultad subió, y una vez en otro nivel, aquí noto un gran cambio; no solo había más luz, sino que estaba menos vigilado que la parte de abajo. Así que podría sacarle provecho a esto, mirando hacia todos lados, para ver cuánta era la cantidad de guardias, en dónde se encontraban, y por supuesto como le harían para esquivarlos a todos apenas logren crear un buen plan de escape.

Su camino continuo abruptamente con el empujón de una cucaracha robusta, lo cual casi la hizo caer, así que tras dedicarle una mirada de odio y seriedad ella siguió caminando, llegando hasta un patio en el cual se encontraban muchos prisioneros haciendo trabajos pesados. Pero con la diferencia de que ahora habían de esas mantis modificadas vigilando el lugar, Salvia miro esto solo para que después ambas cucarachas que la estaban acompañando se detuvieran, esperando así a la otra cucaracha que se había quedado atrás vigilando el traslado de Jasir y Morati. Así que una vez regreso, el recorrido acabaría al ingresar a un gran edificio en el centro de este patio.

Aquí mismo era como una mini base de operaciones, pero no para las cucarachas, sino para la creadora de aquellas mantis que ahora eran unas abominaciones. Así que Salvia estaba de frente a la misma causante del dolor y sufrimiento de muchas mantis, ya sea al experimentar con estás o solo por haberlas matado con sus horribles experimentos. El sonido a música clásica saliendo de un tocadiscos se esparcía por todo el lugar, mientras de delante de ellos de espaldas estaba la mantis traidora.

En una garra portaba una refinada copa de vidrio, llena de vino, mientras observaba la madera quemar dentro de una chimenea. Encima de la misma chimenea había un gran cuadro de una diosa polilla. Los guardias al llegar a dónde ella; se arrodillaron para que después la cucaracha hembra hable.

—Le hemos traído a la hembra que nos pidió, señora— Dijo la cucaracha hembra siendo reverente y muy respetuosa, midiendo sus palabras con ella.

La mantis giro de reojo su cabeza y se pudo ver una fugaz sonrisa siniestra en su rostro, a la vez que se daba la vuelta por completo solo para estar cara a cara con Salvia, quien mantenía una mirada serena pero seria.

—Perfecto, suelten la. Y déjenos solas.

La orden tomo por sorpresa incluso a Salvia quien levanto una ceja algo curiosa de saber que estaba tramando la mantis. Incluso la cucaracha a cargo se encontraba algo confundida por la orden que le dió la contraria.

—Pero señora, ¿no cree que eso es un poco incorrecto o hasta peligroso?— Pregunto la hembra cucaracha con bastante confusión.

—¡Oh yo lo sé, se perfectamente que si la liberan y se van, ella no dudaría en matarme. Sino es que antes, incluso apuesto a que usaría una de las cosas que están en la mesa, o hasta mis propios sables. Pero tengo todo eso cubierto.

La mantis apunto con su copa de vino hacia una ubicación oscura del lugar, ahí un par de ojos amarillos/naranjas se abrieron, al igual que una boca del mismo color empezaba a gruñir desde la oscuridad. Y no solo eso, un par de ojos más se le unieron revelando así que dentro de este lugar se encontraba repleto de estas mantis modificadas.

Así que la mantis traidora no tenía nada de que preocuparse, más aparte Salvia estaba en desventaja y lo sabía, sin sus armas y con múltiples de esas criaturas en la sala; no había forma en la que pudiera librar una buena lucha.

Sin más las cucarachas se apresuraron a liberar a Salvia y dejarla sentada en una silla del otro lado del escritorio de aquella mantis. Una vez salieron y las dos se quedaron a solas, la mantis con armadura se sentó frente a la Lord a la vez que destapaba de nuevo la botella de vino que tenía. Para servirle en un vaso pequeño a la hembra líder de una tribu, para después ofrecerlo dejando el vaso enfrente de su contraria.

Hizo una seña para indicarle a Salvia que esto era una muestra de "buena fe" sin embargo, algo a destacar era la desconfianza y dudas de la Lord hacia la mantis. La cual suspiro y tomo el vaso para después apartarlo.

—Veo que usted es alguien demasiado callada y reservada— Dijo la mantis, a la vez que se acomodaba en su silla demostrando tener confianza y saber que la situación estaba bajo su control.

Salvia sin embargo no dijo nada, solo se mantuvo callada a lo cual la hembra no pudo evitar reírse un poco por este comportamiento.

Luego de unos segundos, su risa murió y paso de nuevo a estar seria y muy analítica; como lo estaba Salvia.

—Je, al parecer usted es de las que no suelen hablar demasiado. Pero no se preocupe, haré que hable...o bueno, más bien que grite de dolor cuando esté en mi mesa de operaciones para que la haga una mejor guerrera de lo que jamás pudo haber soñado— Dijo la mantis la cual dió otro trago a su copa de vino, antes de observar a los ojos a Salvia.

Desvió su mirada hacia la cornamenta de Salvia, la cual lejos de causarle una misera pizca de curiosidad, solo le despertaba sus ganas de experimentar ya con ella. Pues no era la primera vez que veía a un Lord mantis con una cornamenta, pero sin duda no sería la última vez.

—Honestamente, es fascinante como un Lord puede ser capaz de tener una cornamenta, justamente como la suya, y creo que tendré que hacerle algunas mediciones a su cabeza para que le quede su futuro casco— Dijo la mantis con una sonrisa un tanto siniestra y hasta cierto punto, maliciosa.

Salvia lejos de asustarse aún mantenía esa mirada estoica, así que la mantis sonrió a la vez que decidía levantarse de su asiento. Solamente para poder ver a la Lord con aún más detalle, y es que ambas hembras podían ser muy grandes en estatura. Pero aún así la Lord se llevaba el puesto como la más grande entre las dos. Al final, ya algo aburrida de ella, la mantis decidió por fin dejar que se la lleven, no sin antes dedicarle unas últimas palabras a la misma.

—Oh querida Lord Salvia, disfrute de nuestro tiempo juntas. Pero créame que lo voy a disfrutar aún más cuando esté en mi mesa de operaciones, por ahora disfrute su estadía en esta prisión y por supuesto pásala bien en sus trabajos forzados— Dijo la mantis a la vez que dejaba que las mismas cucarachas que la trajeron se la lleven.

Salvia solo siguió en silencio, no dijo ni una sola palabra, y eso era porque había estado viendo todo este tiempo sus alrededores con tal de poder ver si encontraba algo de utilidad. Cómo una llave o algo así para escapar, pero vio que sería demasiado difícil realmente.

[Mientras tanto en otro lado]

Con las tropas finalmente moviéndose, las cosas para esta alianza tan tensa no podían mejorar. Pero al menos se las habían arreglado para no matarse los unos a los otros, pero seguían estando esas ganas en el aire. Y solo era una cuestión de tiempo, para que se pueda detonar otro enfrentamiento entre los mismos integrantes de la alianza de las dos tribus.

Por una parte Ashanti y Jade estaban lejos él uno de la otra, para así evitar más enfrentamientos innecesarios y de eso se encargaban todos; además de que también se veía como las y los guerreros de la tribu de Salvia y Jade iban más adelantados que los de la tribu de los 5 hermanos. Cosa que no pasó desapercibido para Karu y los demás que solo podían suspirar con tremenda frustración.

—Espero que esto no sea una orden de ese tal Lord Jade, realmente no puedo aguantarlo más. Es insoportable si no está su hermana para evitar que inicie o responda a las agresiones de la Lord Ashanti— Dijo Kamikaze, él cual por experiencia propia sabía que si un ejército no estaba unido era su ruina.

—¿Creen que en algún momento deje este rencor hacia los Lords? Digo, ya pasó hace mucho tiempo lo de aquel robo. Y además lo hicieron por la supervivencia de la tribu— Dijo Tek, aunque a su lado Kande respondería a su comentario.

—Realmente lo dudo, Jade nos odia a muerte y no hace más que demostrar que es así. Y si por alguna razón deja de lado el rencor que siente, será más por su hermana que por gusto propio.

Pues yo opino que deberían hacer las paces con él. Así dejamos de tener estos problemas tan infantiles, y nos ponemos serios— Dijo Kamikaze, pero Kande le contesto.

—¿Y no crees que ya lo intentamos por las buenas? Nada funciona, realmente nos quiere bien muertos— Dijo Kande a lo cual todos suspiraron agobiados por esto.

—"Bueno, yo solo espero que lleguen a un acuerdo, de verdad jamás me había sentido tan estresado antes en toda mi vida. Y sigo sin ver qué es lo que Rae vio en ese Lord para considerarlo como su padre"—

Tras su comentario, Karu recibió una respuesta de Zafiro. La cual tendría algo de sentido, sino fuese por todo lo que ha visto hasta ahora del Lord.

—Tu hermano Rae vio en él a una figura a la cual seguir y admirar, no lo juzgues. Aunque realmente yo quisiera ver por primera vez a ese líder del que tanto nos presumen los idiotas de más enfrente. Porque no creo en nada de lo que digan, hasta que lo vea con mis propios ojos— Dijo Zafiro con un tono serio, claramente agobiada y molesta por todo lo que sucedía.

Karu se quedó pensando en lo que dijo Zafiro, ¿que tal y tenía razón? Hasta ahora no había visto a Jade peleando y hasta cierto punto despreciando a sus Lords, pero de llegar el momento, a él le gustaría ver como la figura paterna de su hermano, se desenvuelve en un combate o en una situación mucho más seria. Por ahora con esto en la cabeza, el vessel tenía mucho en que pensar.

Así que solo siguió caminando junto a los demás, con la esperanza de ver un lado positivo del Lord Jade. Porque ya se comenzaba a hartar de él.

El ejército de mantis continuo su camino hacia tierras de las cucarachas con la esperanza de que al fin las cosas entre sus líderes se puedan calmar. Y también, poder rescatar a los Lords que habían sido secuestrados, pero ya todo quedaría claro a su debido tiempo.

[De regreso al reino de las cucarachas]

Luego de una larga charla con el Lord Jasir, la mantis que estaba del lado de las cucarachas mando a que se lo lleven para que traigan al siguiente.

Sin saber que quizás este momento iba a ser uno de los más incómodos de su vida. Aún así, ajena a quien era el próximo Lord al que traían, ella solo bebía lo último de vino que le quedaba en una botella.

Finalmente después de un tiempo de espera, llegaron los guardias con el siguiente Lord, a lo cual ella no perdió su tiempo y solo dijo que lo dejarán sentado, sin esposas. Pues después de todo ahí adentro con ella habían más de sus mantis modificadas.

Antes de hablar, la mantis escucho la voz del Lord a sus espaldas. Cosa que la dejo confundida por un momento, ya que la voz se le hacía conocida.

—¿Así que eres tú la que está detrás de estás abominaciones eh?— Pregunto Morati mientras veía con seriedad a la mantis.

La hembra lentamente se giro para verlo, queriendo comprobar que sus oídos habían escuchado bien, y no se encontraba delirando. Al darse la vuelta por completo, se llevó una gran sorpresa al ver que en verdad no se había confundido. Morati miro a la cara de sorpresa de la hembra, más he aquí aún no se daba cuenta de quién era en realidad.

Hubo un silencio incómodo durante un par de segundos antes de que la mantis pudiera recuperar su postura, aclaró su garganta antes de sentarse frente a Morati, para una vez más mirarlo, antes de que continúe con lo que seguía en estos momentos.

—Bueno, da igual si soy la creadora o no de una versión mejorada de la misma especie que compartimos, eso sí, espero que se sienta a gusto. Ya que dentro de poco usted y los otros dos van a formar parte de algo más grande de lo que pueden imaginar.

—Déjame adivinar, nos vas a tratar de transformar en una de esas mantis, ¿no es así?— Dijo Morati mirando con una mirada de seriedad a la mantis.

—En efecto, pero debe saber que es lo mejor que le podría pasar a usted.

—¿Y como por qué debe ser lo "mejor" que me ha de pasar?—

—Bueno, porque....sabe que, mejor olvídelo, de todas formas no sería capaz de entenderlo— Dijo la mantis a la vez que suspiraba.

Antes de decir o hacer algo más, su pequeña charla se vio interrumpida con la llegada del chef a cargo de dar alimentos a todo el ejército de las cucarachas. Este susodicho chef, era una chinche macho, de gran tamaño pero también algo regordete, tenía una capa morada y unos lentes redondos, parecidos a los de la hembra, solo que más grandes y de un tono un poco más morado.

Este chinche llegó con un carrito metálico que traía un par de bandejas de plata de diversos tamaños, él chef de puso a un lado de la mantis con armadura mientras sus dos ayudantes hacían un espacio para poner todo en el escritorio de la contraria.

—Lamento la tardanza, pero tenía que preparar lo mejor para alguien con un alto rango como usted madam— Dijo aquel regordete chinche.

La mantis lo miro sin decir nada, a la vez que daba la orden de que se lleven a Morati. Ya no lo quería en su vista, pues le causaba incomodidad y tenía mucho en que pensar. Así que sin más los guardias entraron por él y se lo llevaron mientras le servían los platillos a la mantis.

Si bien fue corta su charla, a la mantis le venía bien pensar en muchas cosas mientras disfrutaba de los alimentos que estaban a punto de servirle el chef y sus ayudantes. Obviamente, tratando de no mostrar que estaba pensando de más, así que solo se dedicó a escuchar al regordete chinche, ya que este se encontraba bastante orgulloso de los platillos que estaba a punto de servirle a ella.

—Para empezar tenemos un delicioso platillo de apertura, un tazón de maíz negro cocido en caldo de gruzz, con trozos del mismo en el rebosando tazón, acompañado de huevos revueltos en salsa de hongos y aliños.

Mientras la chinche hablaba, sus dos ayudantes retiraban las tapas de plata de las bandejas de plata de los platillos en el escritorio de la mantis con bastante cuidado de no arruinar el momento o la presentación del mismo.

—Para el plato fuerte, 3 filetes medianos de lomo tierno de ciervo enano,  agridulce, jugoso, salteado en vegetales rojos y verdes con nuez molida para aportar un toque picoso. Acompañado este platón de 3 patatas rellenas de queso de fluker y ramos sofritos de latiguillo, con un puré de raíces suavizado por la mantequilla de gusano de cruces— Decía la chinche mientras sus platillos eran revelados a la mantis.

—Todo esto acompañado de una buena sidra de nuez dulce— Termino de hablar el macho chinche, por lo cual una vez toda su comida estuvo revelada.

La mantis solo probo un poco de la misma, dándole el visto bueno al chef, aunque claro sin olvidarse de sus creaciones. Pues estás al oler la comida dejaron de lado el estar en las sombras, ya que el hambre primitivo les hacía querer comer, así que una vez la chinche acabo de mostrarse felizmente satisfecho se percató de lo cerca de estás mantis modificadas, cosa que lo perturbo un poco, más que nada porque varias de estas bestias desprendían un hilo de saliva de un color amarillo/anaranjado de sus bocas.

—Ejem. Espero no se le haya olvidado lo demás que le encargue.

La mantis tranquilizó a sus bestias pero también apresuro al chef y sus ayudantes a que saquen los filetes crudos que había encargado especial mente para sus creaciones. Las cuales ya veían al chef y a sus dos ayudantes con grandes ganas de querer comerlos, aunque gracias a la hembra no sería así.

Ella tomo un filete de los muchos que había pedido, para después dar una demostración de lo obedientes que podían llegar a ser sus creaciones, ya que como mascotas obedientes estás obedecían las órdenes de su ama; la cual los mando a calmarse antes de darles aquel filete. Lo lanzó al aire y este cayó enfrente de sus bestias, las mantis modificadas no tardaron ni un segundo en pelear por aquel filete, atacando se entre ellas hasta que solo una pudiera conseguirlo.

Mientras tanto el chef y sus ayudantes decidieron salir de ahí mientras aún podían, ya que no querían que la hembra mantis pudiera hacerles algo, pues hasta ellos sabían de lo que era capaz.

—Bueno...la dejamos para que disfrute de la comida que hemos hecho— Dijo la chinche tratando de salir lo más rápido de ahí.

Sin embargo la mantis le negó la salida ya que tenía otros planes con ellos, o al menos eso parecía.

—Antes de que se vayan necesito que uno de ustedes tres haga algo por mi, y si se niegan habrán graves y severas consecuencias para cada uno.

Al escuchar esto, el chef y sus dos ayudantes se pusieron algo nerviosos, conocían la reputación de la mantis, así que en su cabeza pasaban mil y un posibilidades. Entonces la hembra se acercó a ellos, solo para entregarle a uno de los ayudantes del chef uno de los filetes crudos al mismo tiempo que lo acercaba hasta sus creaciones.

—¿Q-Que quiere que haga?— El bicho se mostró algo tembloroso, asustado y nervioso por todo lo que podría pasar en esos momentos.

—Dales de comer— Dijo la mantis firme y directa.

—¿P-Perdón?

—Ya me oíste, dales el filete, entre más te tardes más te verán como la comida así que date prisa, quieres, además si no lo haces, me veo en la obligación de darte un castigo ejemplar. Por estar desobedeciendo órdenes directas de la mano derecha del rey.

La mantis siguió presionando al bicho, al mismo tiempo que el otro ayudante y el chef se quedaban viendo un tanto inquietos, en especial el regordete chinche quien ya sabía lo que podría pasar, el bicho con el filete en mano, simplemente agarro la carne cruda con firmeza, mientras la acercaba con lentitud hacia las mantis modificadas.

En un principio estaba nervioso y muy temeroso de lo que podría llegar a sucederle, ya que las criaturas que le veían ya no tenían capacidad de razonar o pensar coherentemente, se encontraban rebajados a un nivel más primitivo y salvaje. Por lo cual era como darle de comer a una de las grandes bestias de guerra que tenían las cucarachas, a diferencia de no había una reja sólida para separarlo del peligro. Una vez el filete estuvo al alcance, una de las mantis lo arrebato de sus manos con un fuerte mordisco que de milagro no le logro dar a él.

Cuando el bicho estaba a punto de festejar, la mantis insatisfecha con esto, solo suspiro mientras sacaba uno de sus afilados sables colgados a su cintura, a continuación, ella sin decir nada más atravesó el pecho de aquel bicho. Para después empujarlo hacia sus abominaciones, estás al oler la sangre que provenía de la herida de muerte se le echaron encima como las bestias sanguinarias y salvajes que eran. Comenzando a despedazarlo mientras aún se encontraba con vida, para el asco, sorpresa, temor, miedo e incredulidad del chef y su ayudante. Él cual no soporto dicha vista y se doblo en sus rodillas amenazando con soltar todo el contenido de su estómago, cosa que hizo al no poder aguantar los sonidos de masticar, huesos siendo rotos y descolocados de lugar, el desgarrar de los músculos, entre otros sonidos desagradables.

—Ya pueden irse...— Dijo la hembra con una sonrisa un tanto sádica y tenebrosa en su rostro.

No hubo falta en decir que tanto la hinche como su ayudante salieron corriendo como almas que se las lleva el diablo, dejando sola a la mantis, la cual pese a que a un lado suyo sus creaciones se daban un asqueroso festín con el cuerpo de un bicho, ella como si nada se puso a comer usando los cubiertos que venían con las bandejas. Y si sus criaturas aún les entraba el hambre, todavía tenía los filetes que había encargado. Por lo cual no habría tanto problema con esto.

[Mientras tanto con los Lords secuestrados]

Jasir, Salvia y Morati se encontraban en estos momentos haciendo trabajos pesados para las cucarachas, en esta prisión de máxima seguridad, lo cual era odioso para los tres.

Curiosamente, quienes parecían aguantar más estás tareas tan pesadas y difíciles eran Salvia y Morati, pero eso no decía que Jasir no pudiera con las mismas, simplemente se veía que ellos no les costaba casi nada. Pero al mayor de los 6 hermanos le tomaba más cumplir en llevar de un lado a otro lado los enormes cubos de piedra que se les pedía cargar.

—Ustedes hacen que esto parezca sencillo, cuando no lo es— Comento Jasir mientras se limpiaba algo de sudor de la frente.

—Durante un tiempo estuve en condiciones peores, supongo que por eso esto es mucho más fácil ahora— Dijo Salvia, haciendo notar que no estaba de buen humor.

—Ella tiene razón, además esto no es nada comparado a trabajar en unas minas, que siempre están en una temperatura elevada— Dijo Morati al mismo tiempo que veía a su hermano.

—Bien no presuman, al principio esto era sencillo, pero no ayuda en nada el estar encadenados a ustedes— Dijo Jasir mirando las gruesas cadenas con las cuales los tenían a los tres unidos.

Dichas cadenas las tenían colocadas en sus dos piernas, por lo cual el moverse sin tropezar o caerse era toda una odisea, así que ellos tres tenían que ir a su ritmo, claro, si es que los dejaban, pues las cucarachas no les daban un descanso, apenas los veían sin hacer nada y ya lo tomaban como excusa para golpearlos; con unos látigos que tenían diversos ganchos en la punta, con un buen golpe bien dado quizás podrían arrancar gran porción de la quitina de algún bicho. Así que un guardia, viendo al trío no estar haciendo nada se acercó a ellos, dando un latigazo al aire, en forma de ser una amenaza.

—¿Por qué no los veo moverse? ¡No los quiero ver de flojos, así que vayan y hagan algo!—

Los tres Lords suspiraron con algo de pesadez al mismo tiempo que como podían caminaban tratando de no caerse.

—Debemos hacer algo, no podemos seguir así durante mucho tiempo y aunque ya vengan en camino por nosotros este lugar es impenetrable.

Jasir comenzó a hablar con Morati y Salvia aunque en voz baja para no ser escuchado, ya que habían muchos guardias repartidos de aquí y por allá.

—¿Y que propones?— Salvia miro con curiosidad a Jasir esperando a que él tuviese algún plan.

—Se me ocurren varias ideas, pero no creo que ninguna pueda funcionar de forma correcta realmente— Dijo Jasir suspirando algo molesto.

Aunque rápidamente el Lord se fijó que Salvia tenía su cornamenta puesta aún, cosa que le llamo la atención, ya que desde el camino hasta acá no se la habían quitado. O al menos eso creía, por su parte Morati hablo para llamar la atención de los dos.

—Hey, miren por allá— Dijo Morati a lo cual los dos Lords vieron hacia la dirección en la cual él veía.

No tan alejados de ellos, se estaba desatando una riña entre varios de los reclusos de esta prisión, siendo el más llamativo un mantis macho de color rojo, él cual estaba luchando contra varios de los prisioneros; al principio Jasir y Salvia iban a decirle a Morati que siguieran con lo suyo, pero se dieron cuenta que lejos de detener la pelea, los guardias disfrutaban de esta, riendo y hasta haciendo sus apuestas de quién iba a ganar. Cosa que hizo enojar a ambos Lords, pues veían a los suyos como una especie de atracción para divertirse.

—¡¿Eso es todo lo que tienen?!— Grito aquel macho mantis mientras tenía sus garras en alto esperando a otro contrincante.

Varios de los prisioneros ya estaban en el piso, algo heridos y con alguna que otra herida grave. Mientras este macho seguía de pie, con algunos moretones visibles, al mismo tiempo que una que otra herida abierta de tamaño pequeño. Sin embargo cuando todo parecía acabado, uno de los reos lo tomo por la espalda, dejándolo vulnerable e incapaz de pelear, cosa que sería aprovechada por los demás presos que no dudarían en irlo a atacar, cosa que le pareció muy injusto a Morati ya que eran muchos contra un solo macho. Por lo cual se armó de valor, se agachó y pese a las advertencias y regaños de Jasir y Salvia.

El ex Lord rompió sus cadenas con el uso de la fuerza exacta.

—¡Maldita sea Morati!— Le grito Jasir al verlo alejarse.

El macho mantis por más que lo estaba intentando, era incapaz de liberarse del agarre de uno de los reos, pero pronto llegaría la ayuda, siendo Morati el que llego para aportar algo de su cuenta. Acabando de esta forma con el agarre de aquel reo, el macho se dió la vuelta para ver a Morati, sin saber quién era o porque lo había salvado, sin embargo decidió aceptar su ayuda.

Jasir y Salvia decidieron meterse en la pelea para ayudar a Morati y a aquel macho, pero con tanta bulla que había con respecto a la pelea. Llamo tanto la atención que la mantis a cargo de la prisión se percató de esto, por lo cual mando a sus criaturas a frenar la pelea aunque no de la mejor forma posible.

Varias mantis modificadas se lanzaron sobre varios de los prisioneros, frente a la mirada de terror de muchos más, y de los propios guardias. Las mantis modificadas de forma salvaje, agresiva y animalista empezaron a devorar a los causantes de la pelea, pero solo un puñado de estás mantis se quedaron rodeando al macho mantis y al trío de Lords.

La mantis se acercó con paso firme y lento, mientras todos se apartaban de su camino por el miedo que ella podía impartir.

—...Quiero saber una cosa, ¿quien fue él o la causante de que unos presos se peleen?— La mantis miraba a todos los presentes, más nadie daba un paso al frente. —Nadie hablara eh, bien en ese caso creo que todos merecen un castigo ejemplar.

La mantis estaba a punto de continuar lo que decía, pero uno de los guardias dió un paso al frente.

—Fui yo, yo dejé que esos prisioneros comenzarán una pelea en el patio—

Se hizo cargo de echarse la culpa, cosa que la mantis entendió, pero aún así estaba dispuesta a darle un castigo ejemplar a él, al macho mantis y a los tres Lords.

—Bien, ya que tú tienes la culpa. Vas a venir conmigo, desde hoy dejas de ser un guardia de esta prisión y pasas a convertirte en un sujeto de pruebas. Ahora lleven se lo de mi vista— Dijo la mantis mientras el encapuchado a su lado iba por el guardia.

—Y con respecto a ustedes, lleven los a sus celdas. Se han ganado quedarse sin comida por hoy y mañana, además de tener que trabajar en los túneles de la prisión. Oh y antes de que se me olvide, si vuelvo a ver qué hay una estupidez así en "MÍ" prisión, voy a tener que castigarlos a todos. ¿Quedó claro?—

Tras hablar, todos los guardias dijeron al mismo tiempo: "¡Sí señora!" Para así después que unas mantis junto a unos guardias se llevarán a Salvia, Jasir y Morati, junto a aquel macho mantis.

Aunque antes de irse, Morati miro una última vez hacia atrás, vio a la mantis y por alguna razón su voz comenzaba a serle conocida, además de que su apariencia también le recordaba a alguien que conocía. Solo sacudió su cabeza creyendo que quizás era solo una simple equivocación suya.

[Momentos después]

Jasir, Morati y Salvia fueron echados de regreso a la celda. Aunque con la incorporación de aquel macho al que el ex Lord ayudo. Una vez estuvieron a solas, Salvia se acercó a ver al nuevo del grupo, mientras Jasir iba a regañar a su hermano.

—¿¡Nunca sabes cuando escuchar no es así?!—

—Bueno, no podía quedarme cruzado de brazos mientras lo atacaban entre todos.

—¡Y mira lo que ha ocurrido, no solo hemos regresado aquí, sino que ahora nos van a poner a trabajar en otro lugar!

—Jasir, no podía dejarlo luchar solo.

—Sí, tú siempre luchando por los demás. Cosa que nunca ha ido bien para ti.

Al oír eso Morati se enojo, ya que sabía que esas palabras iban dirigidas con veneno hacia él, así que solo pudo mantener el control, por lo menos por ahora.

—¡Hey ustedes dos!— Les llamo una voz masculina, a lo cual los 2 hermanos voltearon a ver al macho.

—No era necesario que se metieran en mi pelea, después de todo estaba bien planeado— Dijo con algo de dolor el macho, mientras se levantaba con la ayuda de Salvia.

—Pues vaya que lo planteaste bien idiota— Dijo Jasir de forma molesta.

—¡Ya basta Jasir, no sirve de nada que te pongas así!— Le reprochó Salvia, quien ayudaba al macho a mantenerse de pie.

—Claro, porque ya me parezco al imbécil de tu hermano— Susurro el Lord, cosa que si llego a los oídos de Salvia.

Salvia frunció el ceño mientras gruñía un poco, después daría su respuesta al comentario de Jasir.

—Creía que eras diferente, pero sin duda ahora estás siendo uno. Y pese a que no tomaré represarías, un insulto contra mi hermano es un insulto contra mi. Piensa en eso— Dijo Salvia quien miraba con reproche al Lord.

Esto dejo pensando y callado a Jasir, aunque para calmar las cosas Morati saldría al rescate, cambiando el tema para evitar un conflicto.

—¿Y por qué dices que toda tu pelea estaba planeada?—

—Bueno...digamos que yo junto a un gran número de prisioneros estamos planeando escapar y armar una revolución. Pero para que el plan se ponga en marcha debía robar primero estás...— El macho saco unas llaves de un pañuelo que llevaba consigo en esos momentos. —Se las quite al idiota que se lo llevaron como futura fuente de experimentos de esa desquiciada.

—Je, inteligente, entonces, ¿no había necesidad de ayudarte?— Pregunto Salvia curiosa al respecto.

—Yo diría que fue un cincuenta y cincuenta, todo era iniciar una pelea, pero al final se torno en una batalla campal. No sabía que sus amigos de ese idiota iban a aparecer para hacer más complicada la cosa. Aún así, les doy las gracias por la ayuda.

—No hay nada que agradecer, al menos por ahora. ¿Tienen un líder o un lugar al cual acudir?— Pregunto Jasir mirando al macho mal herido.

—En ambos casos, sí, hay un lugar al que solemos acudir pero eso solo ocurre en muy pocas ocasiones. Ya que bueno, al ser una prisión de máxima seguridad, la mayoría de los guardias andan de aquí para allá todo el tiempo. Aún así, creo que podría llevarlos ante mi líder, nos vendría bien la ayuda de una Lord y dos machos.

—Hey, yo aquí también soy un Lord en mi propia tribu con el resto de mis hermanos—  Jasir se señalo a él pero no a Morati pues este seguía sin ser Lord a sus ojos.

—Je, bueno, en todo caso, tendremos que esperar un poco. Además, nos va a esperar un largo rato en los túneles de la prisión, que son los peores trabajos que puedan hacerse aquí.

El macho con la ayuda de Salvia se sentó con la espalda pegada a la pared, mientras Salvia, Jasir y Morati se ponían a platicar con el sobre muchas cosas, como por ejemplo: ¿Cuánto tiempo llevaba aquí?, la rutina de los guardias, su nombre, y otras cosas que eran más para conocerlo y otras para saber más de la prisión.

Al final supieron que su nombre era Karlos, y que era un ex miembro de una tribu mantis antes de haber sido exiliado. Aunque no toco mucho los detalles del porque lo echaron de su tribu.

Aún así se notaba que podían confiar en él, así como él podía confiar en ellos. Por lo cual, ya cansados y un tanto agotados, los primeros en irse a dormir fueron Karlos y Morati.

Mientras que Jasir y Salvia seguían aún despiertos sin decirse nada él uno a la otra. Pero debido al incómodo momento de silencio, Jasir rompió el hielo, tratando de disculparse con la hembra.

—Oye Salvia, quizás se que has de estar enojada conmigo. Pero solo quiero que sepas que lo lamento en serio, no era mi intención ponerme así.

Salvia no contesto, haciendo que Jasir suspire un poco al mismo tiempo que se preparaba para irse a dormir. Pero en esos momentos la Lord le diría un par de palabras.

—...Acepto tus disculpas, Jasir.

Fue lo único que dijo Salvia, antes de volver a aquel silencio tan incómodo de antes, aún así Jasir pudo sentirse más tranquilo sabiendo que la Lord al menos acepto sus disculpas. De esta manera se fue a dormir, tratando de al menos intentar pensar en algo que les fuera de utilidad. Incluso si eso tuviera que ser, dejar de lado sus diferencias con su hermano.

[Mientras tanto en otra parte]

La noche había caído y con ello, toda la prisión se había iluminado, por lo menos en algunas secciones, y varios de los edificios que conformaban la gran prisión. En uno de estos, estaba aquella mantis quien escuchaba algo de música clásica en su confiable tocadiscos, la melodía le acompañaba a la perfección mientras ella estaba mirando una de las pinturas de la diosa a la que servía, levantó su brazo derecho sosteniendo una copa llena de vino, claramente haciendo referencia al respeto que le tenía a la polilla en la imagen.

Al ritmo de Lacrimosa de un gran músico bicho llamado Mozart, la mantis solamente veía aquel cuadro con atención, mientras en sus ojos se veía reflejado el brillo de la chimenea encendida para darle luz en su oscura habitación, ella entonces se giro en la dirección en la que tenía un enorme mueble repleto de libros. La mantis entonces con algo de fuerza jalo del mueble hacia un lado, revelando un pasadizo secreto con escaleras que la llevaban a una especie de lugar muy secreto del cual poco o nulo saber tenían los guardias de la prisión.

La única iluminación en este oscuro descenso era la de unas antorchas pegadas a la pared, cada una colocada a varios metros de la otra, antes de bajar, se aseguro de cerrar detrás suya al jalar el mueble, pero ahora desde el otro lado. Con lo cual ella ahora sí, inicio su lento recorrido por las frías escaleras de piedra, haciendo que cada uno de sus pasos haga eco en el lugar, la música de su tocadiscos cada vez se iba alejando con cada escalón que ella bajaba.

Finalmente el ruido de la música murió y se quedó atrás, mientras que ella no se detenía y continuaba su camino hasta llegar a una puerta de apariencia rudimentaria, hecha de piedra, la mantis finalmente dejaría su copa de vino a un lado, para usar sus dos brazos para mover hacia un lado la puerta de forma redonda, para dar paso a una especie de camino oculto con el cual tenía acceso al castillo de una forma mucho más sutil. Entro por esta puerta, y subió unas escaleras más antes de entrar a una especie de laboratorio secreto escondido entre las profundidades del castillo.

Una vez aquí, la mantis encendió un par de lámparas de aceite para poder mantener iluminado este lugar, pese a la poca iluminación eso le funcionaba a la contraria para trabajar.

—Bien, no hay mucho tiempo y tengo que aprovechar que es tarde, nadie me estará molestando a estas horas—

La mantis entonces revelo una especie de tanques llenos de aquel líquido amarillo/anaranjado, dentro se veían las figuras borrosas y difuminadas de grandes ejemplares mantis.

—Mi mayor proyecto hasta ahora, sin duda serán lo mejor que habré hecho, una vez estén listos, nada ni nadie me podrá detener— Dijo la mantis a la vez que colocaba una garra sobre el cristal de aquel tanque.

De inmediato dentro de este se notó el movimiento de uno de los sujetos de prueba de la mantis. Cosa que le hizo sonreír de una manera siniestra y tenebrosa.

[Mientras tanto, lejos de ahí]

El campamento de las dos tribus ya había sido establecido, y he aquí, los problemas seguían a la orden del día, con todos divididos, unos por un lado y los demás por el otro.

Así que ahora mismo entre los Lords restantes se reunieron a hablar entre ellos, además de tener presentes al Lord Jade, Dalia, Rae, Asher, Tiberious, Seek, Karu, Kamikaze, Tek y Zafiro. Ya que iban a hablar sobre que hacer, era sabido de sobra que aquí podría pasar de todo, más que nada por Jade y la Lord Ashanti. Aún así, tratarían de acordar algo para unir a los suyos.

—Bien, con el tiempo encima, hemos tardado mucho más de lo esperado, así que necesitamos cambiar las cosas a la de ya— Dijo Kande actuando como la líder y representante ante la ausencia de Jasir.

—¿Y ahora qué propones? Todo lo que hemos intentado ha fallado— Dijo Dalia cruzada de brazos y con un tono serio.

—"Sabemos que todo ha fallado, pero por favor, son Lords, tiene que haber alguna manera en la cual ya puedan manejar la situación sin que parezcan unos niños de guardería"— Dijo Karu, soltando un suspiro de cansancio por todo esto.

—Karu tiene razón, son Lords, se debe poner orden entre ambas tribus, así que yo opino que ya deben dejar todo lo del pasado, en el pasado— Dijo Tek tratando de convencer a Ashanti y Jade a hacer las pases.

—¡Jamás! Este sin vergüenza nos sigue tomando como unos criminales, ¡lo cual no somos!— Exclamó Ashanti viendo a la cochinilla y también de reojo a Jade.

Obviamente el Lord respondió, y ya todos sabían que esto no era buena señal, ya que podrían empezar una vez más a pelear sin dudar.

—¡Sus manos están manchadas con la sangre de mi tribu, miserables ladrones!— Dijo Jade de una forma agresiva.

Ashanti y él ya iban a ocasionar otra de sus peleas, sin embargo los dos fueron detenidos por los demás, aún así a Zafiro se le ocurrió una idea que quizás podría funcionar.

—Bueno, viendo que esto está siendo una completa perdida de nuestro tiempo propongo lo siguiente: No necesariamente tenemos que llevar nos bien, pero al menos podríamos trabajar juntos, tratar de al menos mantenernos unidos sin pelear, o hablar, pero si cooperando. Al menos es algo de lo que se me ocurre para tratar de mejorar las cosas.

Tras lo que dijo, todos se quedaron pensativos antes de aceptar su idea, a partir de ahora no iban a intentar ser amigos de los unos con los otros, por lo menos no hasta que las cosas se vieran mucho menos tensas. Así que con todos a favor de la idea. Se fueron todos a dormir, a excepción de los Lords quienes tenían que quedarse despiertos al menos por turnos para vigilar cada lado del campamento montado. Que pese a ser solo uno, se había dividido en dos grupos por las dos tribus.

Sin duda las cosas no iban bien, pero quizás con algo de paciencia podrían llegar a llevarse más o menos bien, o al menos soportarse lo suficiente para no pelear más. Pero solo el tiempo lo diría además de que estaban en una carrera contra el mismo, ya que no sabían que iba a ser de Jasir, Salvia y Morati si no llegaban a tiempo, pero algo ya estaba seguro. A partir de ahora las cosas tendrían que mejorar.

------------------------------------------------------
¡Hey! Hasta aquí un capítulo más de la historia de Karu, espero que como siempre, este capítulo les haya gustado.

Y como siempre si les gustó no se olviden de comentar que les pareció, también no se olviden de votar y compartir la historia para que más personas conozcan la historia.

Cómo ya no hay nada más que decir, yo me despido de todos ustedes en este punto.

¡¡Hasta la próxima!!

Posdata: Este capítulo como los anteriores, ha sido actualizado para el disfrute de los espectadores.

Posdata 2: ¡Feliz navidad atrasada, pero feliz año nuevo con tiempo!

Espero que para todos mis lectores, el 2023 sea un mucho mejor año que este. Tuvimos muchas dificultades a lo largo del mismo, por lo cual yo solo quisiera decir que el año que viene será un año lleno de contenido para esta historia así como para las demás que yo tengo.

Por lo cual mantengan se al tanto de la historia y de todas lo que se haga a lo largo del 2023.

Ahora sí, tengan un excelente día y un próspero año de 2023.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro