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Comienzan los problemas.

Ha una semana de que Jasir regresara de la tribu de Jade y Salvia, las cosas seguían tranquilas para todos al menos aún por ahora, ya que eso estaba a punto de cambiar dentro de poco tiempo.

Karu iba caminando por la tribu sin molestar a nadie ni tampoco tratando de hacerlo, iba directo a la choza de Zafiro después de que está le haya encargado un pedido. Él iba de regreso a entregar su encargo, pero en esos momentos un macho que desde hace no mucho le estaba molestando a cada instante, le sorprendería a medio camino. Bloqueando su paso haciendo que el vessel suelte un elocuente suspiro al ver quién era.

—¡Nos volvemos a ver las caras, está vez yo resultare cómo el ganador y no tú!— Exclamó aquel macho con una lanza en sus garras. —"¿En serio, ahora mismo? tengo cosas por hacer".

Karu suspiro con molestia al ver que el macho no cesaba sus intentos por tener un combate con el, así que se tuvo que quedar en contra de lo que él quería hacer, que era llegar a la choza de Zafiro con su pedido. Dejo su bolso a un lado mientras de su espalda sacaba su aguijón para batallar contra el contrario.

—Hoy verás que el resultado de nuestra última batalla no va a ser la misma. ¡Está vez yo resultare cómo el ganador!— Decía el joven macho con aires de grandeza y orgullo.

Karu rodó los ojos y solo se puso en la pose de pelea mientras esperaba a que su orgulloso oponente también hiciera lo mismo, no le gustaba tener que atacar a distraídos guerreros. Cuando por fin el contrario se puso en pose de lucha como él; no dudaron dos veces antes de iniciar un combate que era atestiguado por unas cuantas hembras y demás gente que era parte de la tribu. Todos observaron como el macho atacó con rapidez, pero vieron también la velocidad de reacción del contrario para esquivar el ataque.

Karu dió un paso al costado y le propicio una buena patada en el abdomen al macho, el cual retrocedió un par de pasos adolorido. Luego de esto el vessel atacaría con un golpe en diagonal desde abajo con su aguijón. El cual solo pudo cortar el aire en la posición en la cual momentos antes estaba el macho. Este se había apartado con tiempo y ahora estaba a punto de atacar a Karu saltando le encima. Pero de nuevo no contaba con lo rápido que era el vessel para actuar con tiempo, por lo cual no le costó mucho apartarse del lugar en dónde cayó enterrada la lanza del contrario.

Acto seguido Karu volvió a atacar con su aguijón intentando dar un golpe no mortal para que el contrario cese sus acciones de intentar atacarlo con sus garras. Más he aquí este era algo escurridizo, por lo cual para cuando el vessel sintió ya lo tenía detrás suya por lo cual tuvo que rodar hacia adelante esquivando un ataque que el contrario quería darle. Ahora con su mano más recuperada que antes, le era más sencillo poder atacar y/o esquivar los ataques que tratarán de conectar su oponente.

Karu no era alguien que se pudiera desesperar rápido en una pelea, desde chico aunque no le gustará se le había enseñado a encontrar el momento exacto para atacar. Solo debía esperar a que se abriera una abertura por la cual pudiera conectar, y el vessel logro encontrar dicha abertura en uno de los tantos ataques a la desesperada de su contrincante. Tomando su aguijón de tal forma que el filo del mismo quede apuntando a otra dirección; él aprovecho que el joven macho iba bajando sus brazos con su arma para lanzar su ataque decisivo.

El filo de su aguijón le hizo una fea herida al macho. Haciendo que este retroceda para que después Karu termine la pelea con un certero puñetazo en el rostro del contrario, le saco algo de sangre de la boca al mismo tiempo que caía al piso una vez más derrotado por el vessel. Toda la multitud que había presenciado el combate le aplaudía al más alto.

El contenedor entonces miro al macho que estaba en el piso retorciéndose de dolor. Solo suspiro, guardo su aguijón en su espalda, tomo sus cosas y siguió su camino.

—"Espero que esta sea la última vez que intentas hacer algo como esto. Ya tuve suficiente de ti"— Dijo Karu dejando que la multitud ayude al macho.

Llegando a la choza de Zafiro, la susodicha dueña del lugar se acercó al vessel y en vez de darle las gracias por traer las cosas que le pidió. Le empezó a regañar por su tardanza, cosa que ya se veía venir debido a que la mantis se encontraba haciendo un estofado.

—¡Carajo Karu te dije que te dieras prisa con estas cosas, mi maldito estofado se estaba quemando!— Le grito la mantis mirándolo con molestia y enojo.

—"Lo siento, pero el mismo macho de siempre salió de la nada y me reto a un combate".

La mirada de Zafiro se suavizó un poco mientras veía a Karu con una semi sonrisa.

—Al menos dime qué ganaste.

—"Si, sí gane. De hecho fue un combate algo entretenido para calentar".

—¡Jaja, bien hecho!— El aparente enojo de Zafiro había desaparecido al saber que Karu se había vuelto a despachar a ese macho otra vez.

En la sala de la choza mientras Karu y Zafiro hablaban, Tek y Kamikaze se hallaban haciendo sus propias cosas. El macho hormiga afilaba su espada mientras descansaba sobre el sofá, la cochinilla como era habitual leía un libro para llenarse de mucho más conocimiento del que de por sí ya tenía. Todos estaban en su onda hasta que de pronto se oyó uno de los cuernos que alertaban a la tribu de que algo inminente estaba a punto de pasar. El cuarteto se miraron entre ellos antes de que Zafiro tuviera que apagar abruptamente las llamas debajo de su caldero que estaba usando para cocinar el estofado. Además claro de tomar sus cosas e ir a ver a los Lords para ver qué estaba ocurriendo.

Tan pronto salieron a la calle se vio el gran cambio radical que había tenido el día, de uno que parecía pacífico ahora se le veía demasiado atareado, con mantis negras y rojas yendo de un lado para otro al igual que más guerreros que seguían las órdenes de sus superiores. Se notaba que algo grande y feo se avecinaba. Y ellos 4 decidieron ir hasta la sala de los tronos en dónde la cosa tampoco estaba tan calmada que digamos.

Dentro los 5 hermanos estaban dando órdenes a diestra y siniestra, ya que al parecer tendrían un combate y su forma de vestir con armaduras de guerra lo demostraba. Las armaduras constaban de un conjunto de piezas de metal que les protegían las partes más importantes de su cuerpo, además de una gran capa roja y unos cascos parecidos a sus coronas de Lords.

—¡Mis Lords!, ¿que está pasando?

—¡Ahí estás Zafiro, rápido prepárate que la batalla nos aguarda!— Exclamó Kande mirando a su súbdita.

—¿Que sucede?— Pregunto Tek algo nerviosa.

—¡Las cucarachas al parecer han descubierto la entrada a nuestra tribu y se dirigen para acá ahora mismo!— Dijo Jasir mientras terminaba de alistarse.

¿¡Que?!— Gritaron todos al mismo tiempo tras oír lo que dijo Jasir.

[Horas atrás]

[A las afueras de la tribu]

Un pequeño grupo de 4 mantis se hallaban haciendo patrullaje cómo era la rutina diaria. Entre ellos hablaban un poco y también estaban atentos si llegaba a ocurrir cualquier cosa. Y vaya que a ellos les había tocado ver algo interesante.

Cuando algo de ruido llegó a sus oídos, ellos se agacharon y fueron en sigilo hasta el origen del ruido. Detrás de unos arbustos y bien escondidos el pequeño grupo de 4 vio para su sorpresa un gran número de soldados cucaracha acampando y alistándose para pelear. Fue tanta su sorpresa que incluso uno de ellos dejo salir una palabra obscena de su boca al ver tantos soldados; y para colmo también vieron a esa mantis la cual se hallaba fungiendo cómo el cerebro detrás de todo esto.

—¿Que hacemos?

—¿Que, que haremos? hay que volver a la tribu y avisarle a nuestros Lords de esto.

—Quizás así podamos preparar un ataque sorpresa contra estos idiotas.

—Sí, me gusta como suena tu idea.

—Aguarden, ¿en dónde está el chico nuevo?

Los tres integrantes se miraron entre ellos algo preocupados pero después lo encontraron con la mirada, este joven macho se estaba acercando en sigilo hacia la zona del campamento de las cucarachas. Tras ver lo que el más inexperto de los 4 quería hacer, los 3 rápidamente fueron a detenerlo antes de que cometa una estupidez de la cual se pueda arrepentir. Llegando justo a tiempo antes de que el ingresé al campamento.

—¡Diablos novato no vuelvas a hacer algo tan estúpido como esto!— Le regaño en voz baja uno de su compañeros por semejante acción.

—Ví una oportunidad de atacar a su líder y quise tomarla.

—¿Y hacer que te maten a ti también? si, sin duda es un grandioso plan.

El sarcasmo de su compañero le hizo molestarse pero antes de decir algo más, el líder de este grupo los mando a callar y mientras estaban escondidos detrás de unos arbustos lograron oír y ver una conversación que se llevaba a cabo entre la mantis y uno de los soldados cucaracha.

—Disculpe por entrometerme pero, ¿porque exactamente estamos estacionados aquí? estamos al aire libre y podíamos ser atacados con facilidad.

—Porque ese es el plan.

—¿Cómo?— El soldado se veía muy confundido. —Solo piénsalo, un gran grupo de cucarachas al aire libre es una jugosa carnada para las mantis pero ellas no estarían esperando un pequeño detalle que nos dará la victoria— Le dijo la mantis con una sonrisa algo siniestra.

—¿Habla de sus bestias?

—¡No solo son bestias, son seres superiores a ti y a cualquier otro soldado que haya venido conmigo!, son los guerreros perfectos.

—Ajá. ¿Pero como sabemos que no se van a salir de control?

—Oh no seas tan desconfiado. Tú solo confía en que yo tendré todo bajo control.

El grupo de los 4 mantis se vieron entre ellos sin saber de lo que estaban hablando pero decidieron irse de ahí para avisar a sus Lords. Pero antes de siquiera poner un pie fuera de esos arbustos, tuvieron que esquivar un sorpresivo ataque de una enorme maza. Su atacante era la cucaracha modificada por la mantis, está enorme criatura lanzo un rugido de enojo tras fallar su ataque, además las mantis habían quedado al descubierto ante la mirada de muchos soldados estupefactos. Al ver lo que sucedía, la mantis empujó al soldado.

—¿¡Que estás esperando?!, ¡atrapen los no deben escapar de este lugar!— Grito la hembra con enojo mirando a los soldados.

Obedeciendo sus órdenes los soldados fueron tras las 4 mantis que escapaban no solo de la cucaracha modificada sino también de otras cucarachas que venían a atraparlos. Pero con gran agilidad, habilidad y coordinación el grupo parecía que se iba a escapar. Aunque para su sorpresa delante de ellos unas figuras aparecieron en su camino hacia la tribu.

Los 4 mantis miraron a las figuras con atención en sus ojos mientras veían como las cucarachas les pisaban los talones. Así que sin más se lanzaron al ataque, pero para su sorpresa estás misteriosas figuras esquivaron sin tanto problema sus ataques para después ser ellos los que atacaron a los contrarios, hiriendo los en el proceso.

Uno de los machos tomo a una de las figuras por su capucha y la jalo para así revelar algo que los tomo por sorpresa. Debajo de las grandes capas con capucha se encontraban unas mantis modificadas, de las cuales sus expresiones eran el mismo reflejo del odio personificado, gruñían con un líquido amarillo/anaranjado saliendo de sus bocas dejando caer un hilo de este líquido al piso, además traían puesto una extraña armadura de la cual sobresalían muchos tubos que traían más de ese líquido tan raro. Y para acabar parecían estar siendo controlados por la mantis la cual al ver la escena se le dibujo una sonrisa maligna en el rostro.

Al haber quedado rodeados, los 4 mantis miraban a todos lados en busca de una salida, pero por más que la buscarán no podían hallar nada. Pero por suerte uno de ellos hallo la manera de escapar; o al menos que solo uno de ellos lo hiciera. Podrían abrir un hueco al menos de unos segundos para hacer que alguien saliera y se escape hacia la tribu con prisa. Pero para elaborar este plan, primero tenían que armar una buena distracción.

—¿Sus ordenes señora?— Pregunto un soldado cucaracha el cual rodeaba al grupo de 4 mantis.

—Los necesito con vida, si intentan algo gracioso o estúpido, entonces les ordenó que los maten— La hembra mantis miraba al grupo mientras mantenía a raya a su enorme cucaracha modificada.

El encapuchado se encontraba cerca de la mantis pero seguía sin mostrarse para así usar el factor sorpresa de ser necesario, cuando los soldados se fueron acercando. El que tuvo el plan miro al novato y de inmediato atacó a uno de los soldados abriendo un hueco por el cual tomo al más joven y lo aventó por ahí dejándolo del otro lado de la hilera de soldados.

—¡Corre y no mires atrás, dile a los Lords que se preparen para la batalla!

Con esta exclamación el macho y sus otros dos compañeros empezaron a pelear una lucha que tenían todas las de perder pero que aún así iban a llevar hasta el fin. El joven mantis quiso unirse a ellos y su destino, pero al ver cómo las mantis modificadas lo veían supo que no había de otra más que levantarse y correr. Así que eso hizo, se levantó dando una media vuelta y salió corriendo tan rápido como sus piernas fuesen capaces de correr. Las mantis atrás suya rugieron molestas y empezaron a perseguirlo con un instinto animal y salvaje.

Mientras escapaba, la mantis del lado de las cucarachas sonrió al ver cómo el muchacho los guiaba a la tribu. Ya que todo esto había formado parte de su plan. Y ahora solo faltaba que los tres mantis murieran para evitar que el chico tuviera refuerzos para su escape. Así que mando a su enorme cucaracha a finalizar el trabajo de los soldados cucaracha.

Por otro lado el joven mantis que se estaba escapando de las criaturas que antes habían sido mantis normales, no miraba hacia y solo continuaba corriendo para llegar a la tribu y avisarle a sus Lords lo que había pasado en ese lugar. Aunque sus perseguidores no le daban tregua y seguían con la persecución, incluso llegando a pisar sus talones en más de una ocasión. Pero por obra del destino o de su grandiosa habilidad para esquivar, el joven macho una vez más conseguía escapar de un destino cruel y de una muerte dolorosa y lenta.

Gracias a esto, el chico consiguió llegar a la zona más cercana a la tribu, en dónde la suerte se le acabaría ya que una de esas mantis modificada pudo conseguir hacerle una herida en una de sus piernas, con lo cual terminó cayendo al piso mientras se tocaba la zona de la herida. Las mantis le gruñían y lanzaban mordiscos al aire como si fueran unos animales, sea lo que sea que les haya pasado, ya no eran mantis. Ahora eran depredadores esperando a que su presa se ponga de pie para poder continuar cazando la hasta que decidan que es la hora de atraparla.

El joven macho no lo dudo dos veces y salió cojeando del lugar, ahora con una herida grave le sería más difícil poder escapar, pero para su suerte se encontraba más cerca de la tribu. Solo necesitaba un pequeño empujón de voluntad para conseguir ser salvado o salvarse por sus propios medios.

Fuera como fuera, continuando con su carrera contra la muerte, el milagro llegó; ya que unos momentos antes de que una mantis modificada pudiera asestar el golpe final, unas mantis que estaban de patrullaje cerca de las enormes murallas de la tribu se dieron cuenta de lo que ocurría y corrieron al rescate de su colega. Haciendo que las mantis modificadas solo suelten un rugido algo fuerte, para después irse en un movimiento de retirada, ya que habían encontrado un camino a su tribu de los 5 Lords. Por otro lado, las mantis con tatuajes tribales fueron a ayudar al joven herido, y de paso a pedirle explicaciones de lo que había sucedido.

—¡Necesito hablar con los Lords de manera urgente ahora mismo!— Exclamó el joven macho mientras ignoraba su herida.

[Ya en el presente]

Tras haberse alistado para lo que sería una larga batalla, toda la tribu había hecho una lista de cosas que iban a necesitar, en primera llevar a todos los que aún no tuvieran edad para pelear, a todos los que ya no podían combatir por edad o heridas demasiado graves, además también de llevarse a los huevos a un lugar seguro en dónde estarían a salvo del ataque que se iba a llevar a cabo en poco tiempo.

—¿Cómo van esas trampas?— Pregunto Jasir acercándose a uno de sus súbditos.

La mantis macho terminaba de tapar un agujero con una delgada tapa de tierra para así ocultar una trampa con pinchos al fondo de esta.

—¡Todo está casi terminado mi Lord!

—Bien, entonces tendremos que esperar al asedio de las cucarachas. No sabemos en qué momento van a llegar, por lo que tenemos que estar listos— Dijo Jasir mientras hacia que el macho regresará a la fila de mantis que habían hecho. —Solo espero que no vayan a atacar por sorpresa.

Jasir caminaba hacia sus hermanos y también hacia Karu, Kamikaze, Tek y Zafiro la cual estaba bien atenta a que empezará ya todo este asunto del cual tenía ganas de patear más traseros de cucarachas. En esos momentos al estar todos reunidos frente a la entrada de la tribu, incluída la élite de la misma. Los Lords dieron un paso adelante para dirigir unas cuantas palabras a los suyos antes de que llegarán las cucarachas a empezar su asedio.

—Bien, saben muy bien que nosotros no somos de discursos motivacionales, así que se los vamos a dejar claro y muy sencillo de entender. ¡Vamos a acabar con cuánto hijo de puta se nos cruce en el camino!— Dijo Kande al mismo tiempo que azotaba su hacha contra el suelo.

—¡No tengan piedad con esas malditas cucarachas porque ustedes no van a tener nada de compasión de su parte, hoy NO tomamos prisioneros!— Grito ahora Saud mientras la multitud de mantis solo gritaban preparándose para el combate.

Pronto de la cueva que daba a su tribu se pudo escuchar el ruido de un gran número de armaduras sonando con el contacto entre metales.

—¡Bien prepárense que ya llegaron!

Los Lords formaron una línea ofensiva mientras a Abdul y a la élite le dejaban el trabajo más defensivo dándoles arcos con flechas con las puntas bañadas en veneno de actuación rápida. Todos esperaban ver a las cucarachas salir del túnel de la cueva, pero vaya sorpresa se habían llevado cuando vieron a unas mantis con armaduras extrañas saliendo primero antes que un gran número de cucarachas, todos se prepararon en ambos bandos para quien fuera el primero en tomar la iniciativa de iniciar el ataque.

No fue hasta que la mantis del lado de las cucarachas dió la orden para que iniciarán el ataque, así que las cucarachas salieron corriendo de la cueva, algunas montadas en bestias de guerra y otras a pie mientras que la hembra veía de brazos cruzados el comienzo del ataque. Incluso sus creaciones rugieron furiosas y también se lanzaron al ataque.

Los Lords y las mantis aún no se movían de sus lugares, ya que querían usar el factor sorpresa para sus enemigos, los cuales avanzaban sin darse cuenta de que pronto estaban a punto de caer en trampas puestas anteriormente para que algunos de ellos caigan hacia su inevitable muerte. La hembra mantis al ver que no se movían de sus lugares cayó en cuenta de la trampa que les habían tendido.

—¡Alto detengan se!— Grito aunque fue en vano.

Algunas cucarachas terminaron cayendo en las trampas que habían puesto las mantis, algunas murieron casi al instante y otras se quedaron empaladas sufriendo de una muerte lenta y dolorosa. Algunas bestias también se cayeron en las trampas pero aquí unos cuantos pudieron salvarse a tiempo antes de caer a su muerte.

—¡Ahora al ataque!— Ordenaron los Lords dando la orden de lanzarse al combate.

Y es así que tras haber caído en las trampas que armaron, las mantis aprovecharon la distracción de las cucarachas para tomar ventaja en este combate. Aunque las cucarachas intentaron evitar esto, solo fue inútil, ya que muchos soldados estaban cayendo en combate. Haciendo gruñir a la mantis hembra que solo pudo suspirar enojada al ver la ineptitud en combate de sus tropas.

Al menos hallaba su consuelo en las abominaciones que había creado, ya que estás eran más violentas, volátiles, agresivas y sobretodo más peligrosas que un soldado cucaracha normal. Y eso ya lo demostraron al acabar con relativa facilidad a varios guerreros mantis que trataban de atacarlos a ellos primero.

Al ver su peligrosidad Karu y Zafiro decidieron atacar a estás mantis que estaban del lado enemigo, siendo seguidos por Kamikaze y Tek, la cual tenía un poco de miedo debido a que estás mantis parecían unas completas salvajes que estaban fuera de sus sentidos. Además de aparentemente carecer de toda la razón u voluntad.

—¿¡Que diablos les sucede a estás mantis?!— Pregunto Kamikaze al mismo tiempo que esquivaba varios ataques. —¡No tengo ni idea pero más vale no darles una oportunidad para que nos maten!

Zafiro y el veterano hormiga estaban esquivando muchos ataques de algunas de estas mantis, mientras que Karu y Tek pasaban por lo mismo aunque era el vessel quien protegía a la cochinilla al ver que está no tenía la velocidad suficiente para lidiar con tanto ataque a la vez.

—¡Estos idiotas son más rápidos de lo que pensaba, de esta forma jamás vamos a poder atacarlos!— Exclamó Kamikaze mientras bloqueaba un ataque más de otra de esas mantis.

—¡Lo sé, habrá que cambiar nuestra estrategia y pronto que a este ritmo nos vamos a cansar de tanto esquivar y bloquear ataques!— Dijo Zafiro la cual nuevamente esquivaba otra estocada enemiga.

Por otro lado las demás mantis se abrían paso entre los soldados cucarachas que fácilmente caían al piso sin nada que poder hacer contra sus enemigos. La mantis que se hallaba a escasos metros de la cueva suspiro con pesadez mientras daba la orden de emprender la retirada del lugar debido a que ya era una batalla perdida para ellos. Sus creaciones al escuchar el sonido de la retirada, solo pudieron rugir molestas por haber sido interrumpidas justo cuando tenían a sus "presas" justo en dónde las querían.

Pero a pesar de estar retrocediendo, los Lords darían la orden de empujar más para así presionar al enemigo a retirarse de sus dominios. Debido a que estaban siendo masacrados y todo por una mala organización de combate, aún así cuánto más corrían, más se cansaban de escapar. Y así eran las cosas para las cucarachas, ser perseguidos cuál animales por las mantis que no les daban tregua en ningún momento.

—¡Sigan avanzando ya casi les tenemos en dónde queríamos!— Dijo el Lord Jasir mientras hacia avanzar más sus tropas.

Sin más que decir ellos y todos los guerreros siguieron cargando contra el enemigo, la mantis del lado de las cucarachas mientras retrocedía hizo una seña y con eso a lo lejos una serie de catapultas ocultas hicieron su parte del trabajo, lanzando grandes rocas y bolas de fuego hechas de madera bañadas en aceite inflamable hacia las mantis.

—¡Oh mierda, a cubierto!— Grito la Lord Kande al ver los primeros proyectiles que se acercaban.

Las mantis fueron sorprendidas por esto y a duras penas pudieron ser capaces de esquivar los objetos que habían lanzado las cucarachas hacia ellos. Incluso Karu, Zafiro, Kamikaze y Tek habían tenido dificultades para esquivar los primeros proyectiles.

Pronto lo que parecía ser una humillante dominación se torno rápidamente en una trampa en la que habían caído redonditos; la mantis hembra dió la orden y un soldado tocó una trompeta de guerra haciendo que pronto más soldados se les unieran saliendo de los arbustos detrás de ellos, siendo que todo fue un plan para sacar a las mantis de la zona que más podían controlar la batalla.

—¡Mierda, fue una trampa!— Dijo Saud al mismo tiempo que empezaba a combatir contra varias cucarachas al mismo tiempo.

—"¿Que vamos a hacer?"— Pregunto Karu mientras peleaba contra una de esas mantis modificadas.

—¡Pelear, no dejaremos que estos idiotas nos superen ahora!— Exclamó Kamikaze mientras peleaba contra una cucaracha.

Todo el lugar era algo pequeño, así que los combates cercanos eran algo completamente obligatorio, por lo cual habían ciertos problemas a la hora de combatir. Ya que se podían atacar sin querer entre aliados y eso es lo último que entre ambos bandos querían.

La mantis observaba todo desde una distancia segura, aún no era momento para meterse a la batalla. Así que solo observaba meticulosamente cada movimiento y acción de las mantis que se encontraban del otro lado del campo de batalla. Rápidamente noto como una de esas mantis hería por fin a una de sus creaciones de muerte; lejos de preocuparse sonrió de una manera algo tétrica al mismo tiempo que disfrutaba del espectáculo.

Su creación rápidamente cayó al piso, pero de un momento a otro el líquido amarillo/anaranjado dentro de los tubos que sobresalían de su armadura comenzó a ser inyectado dentro de él a modo de defensa, tras un par de segundos retorciéndose en el piso la mantis modificada se levantó con sus venas marcadas del mismo color de aquel líquido, además de que sus ojos le brillaban y ahora actuaba con un instinto animal puro. Realmente se había vuelto lo más salvaje que podía, así que está mantis se lanzó contra sus enemigos con una agresividad que era digna de una enorme bestia enojada.

Al ver esto los Lords se preocuparon, ya que en el campo habían más de esas mantis; y si una de por sí ya les estaba generando muchos problemas el resto sería aún peor.

—¡Traten de no atacarlos en el cuerpo, busquen siempre la cabeza hay que matarlos para que no nos den tantos problemas!— Exclamó Jasir mientras esquivaba a la mantis descontrolada.

Karu al ver a esa mantis atacando como un animal salvaje, sintió una rara sensación recorriendo su espalda era como ver un infectado por la enfermedad de la luz, uno de esos que pocas veces llegó a ver cuando era un niño en el palacio blanco. Mientras lo veía pudo notar que su mirada estaba llena de odio, rabia, furia y sobretodo un brillo que para nada era normal..

Antes de seguir examinando a ese infectado, fue regresado a la realidad por un grito que lo hizo evitar ser atravesado por una mantis modificada en el último instante.

—¡¿Que mierda haces ahí parado en medio de un combate?!, ¡pudiste hacer que te matarán!— Le regaño Zafiro mientras alejaba a la mantis lejos de ellos dos. —"Perdón me distraje unos momentos"

—Pues más te vale que no se repita, ahora acabemos con estos cabrones.

La mantis veía como entre las bolas de fuego de las catapultas y sus bestias habían puesto de su lado la balanza de la pelea, una sonrisa de satisfacción se dibujo en su rostro. Pero dicha sonrisa desapareció tan pronto como apareció ya que un soldado llamo su atención con noticias para nada alentadoras.

—¡Señora, un grupo de mantis nos ha flanqueado y están atacando las catapultas!— Dijo el soldado con un tono preocupado.

—¿¡Y que haces aquí contándome eso?!, ¡ve y ayuda a que no destruyan las catapultas!— Gritaría con furia la mantis al mismo tiempo que tomaba al soldado de su armadura y lo aventaba para que se apresure.

El soldado asintió con la cabeza a su vez que se regresaba corriendo a toda velocidad, tal parece que si bien todo parecía ir de maravilla los habían mantenido distraídos para que otro grupo de mantis liderado por Abdul pudiera flanquear y atacar directo a sus armas pesadas. La mantis al regresar su cabeza al combate noto que poco a poco quedaban menos cucarachas de pie y para colmo ya varias de su creaciones pese a lo peligrosas que eran, estaban siendo abatidas fácilmente cuando se les hallaba el truco para acabar con ellas.

Sin otra opción ella uso su táctica más fiel que hasta ahora la había dejado con vida durante tantos años; una retirada a la desesperada mientras perdían. Llámalo cobardía o huir sin honor, pero ella sabía que tenía en esos momentos la desventaja numérica. Así que la retirada fue algo que no se podía evitar.

—¡RETIRADA!— Ordenó mientras corría escapando del lugar.

Los pocos soldados aún en pie al oír su orden no lo dudaron dos veces y se escaparon con ella dejando atrás sus catapultas dejándolas en las garras del enemigo debido a que los habían vuelto a superar. Pero las mantis no iban a dejar aquí las cosas, claro que no con órdenes de los Lords iniciaron la cacería de las cucarachas que sin otra opción seguían corriendo de regreso a su campamento.

Karu, Zafiro, Kamikaze y Tek iban en primera fila junto a los Lords quienes ya creían que esto serían pan comido, puesto que con esta abrupta retirada de las cucarachas y esa mantis solo les daba a pensar que estaban muy desesperadas por sobrevivir que iban a estar desorganizadas como para re organizarse y armar el contraataque.

Más equivocados no pudieron estar...

Al llegar al campamento de las cucarachas fueron recibidos con una sorpresa algo desagradable, estás los habían llevado a otra trampa. Delante de ellos yacían varios arqueros y otro tipo de unidades que iban a hacer su labor que les había puesto la mantis, además de esto la enorme cucaracha modificada también estaba allí junto a un misterioso encapuchado que sostenía un báculo de sierra. Y es así que se inició otro combate en dónde está vez los primeros en tener bajas fueron las mantis, las cuales se habían creído lo de la retirada; y fueron guiados a una emboscada que ya les había dado algunas bajas.

La enorme cucaracha y el encapuchado eran los dos principales responsables de provocar heridos y algunas bajas en el lado de las mantis aunque estás estuvieran reaccionando a la emboscada.

—¡Mierda, hay que hacer algo con esos dos!— Dijo Jasir mientras enterraba su lanza en el pecho de una cucaracha.

—¿Y que propones?— Pregunto Ashanti detrás suya atravesando la cabeza de una cucaracha. —Una distracción.

Ashanti asintió con la cabeza para ir en dirección a las dos potenciales amenazas de esos momentos, al mismo tiempo la mantis del lado de las cucarachas suspiro al ver que ni siquiera con una segunda emboscada las mantis caían rápido; por ende se vio envuelta en el conflicto cuando unas mantis llegaron hasta ella. Con un rápido movimiento ella ya tenía sobre sus garras sus confiables sables al mismo tiempo que sonreía un tanto sádica.

—Bien, veamos de lo que son capaces todos ustedes— Dijo la hembra con una sonrisa bastante escalofriante en su cara.

Tras esto, los mantis se le echaron encima pero rápidamente los esquivo, iniciando un combate que era muy probable que ella fuera a ganar. Por otro lado la enorme cucaracha y el encapuchado ya habían mermado a varios de los guerreros que los habían combatido, pero he aquí las cosas no serían tan fáciles contra una Lord. Sin previo aviso, Ashanti salto sobre ellos y con gran agilidad les dió dos golpes, uno a la cucaracha sobre su casco y el otro en la quijada (o dónde estaría ubicada) al encapuchado haciendo que ambos pierdan su punto de apoyo y tambaleen un poco.

El encapuchado rápidamente recobro su postura y gruño por lo bajo mientas giraba con lentitud su báculo, por su parte la cucaracha apenas se iba a levantar cuando de la nada un gran peso cayó encima de él. Grandes cajas de diversos tamaños y con diferentes contenidos le cayeron encima quedando totalmente sepultado sobre estás. Todo gracias a que Jasir y Saud habían ido a cortar las sogas de una especie de mecanismo para mover cosas más sencillo. De inmediato, al verse sin opciones el encapuchado gruñó otra vez mientras dejaba salir algo ininteligible de su boca, dió un gran salto hacia atrás para separarse de Ashanti y sus hermanos.

—¿Ya no eres tan rudo eh?— Dijo Ashanti a modo de burla por ver cómo ese encapuchado se retiraba de una pelea.

Pero la Lord no lo dejaría irse tan fácil y así como así, lo siguió para darle caza junto a sus hermanos quienes iban detrás de ella.

Mientras tanto la mantis hembra había conseguido lidiar con todos los guerreros mantis que fueron a hacerle frente, y todos ellos habían muerto en combate. Ahora mismo, ella retiraba del pecho de uno de ellos, sus dos sables que le había clavado en sus partes vitales importantes.

Una vez este cayó muerto al piso, la hembra levantó la mirada solo para ver cómo Karu y Zafiro eran sus siguientes retadores, haciendo que en su rostro se dibuje una pequeña sonrisa. Pensaba que esto sería mucho más fácil de lo que parecía, pero pronto cayó en cuenta de que no lo iba a ser así en realidad. Sino todo lo contrario, ya que Karu era algo veloz y había mejorado sus reflejos, agregando que Zafiro también estaba atacando a la contraria buscando el espacio y momento ideal para acertar un golpe; no faltaba mucho antes de que ella fuera vencida por este dúo.

Y para acabarla de joder él último de los soldados cucaracha ya había caído así que ahora mismo ya no tenía ni un solo apoyo, así que su única opción por ahora era escapar si se quería mantener con vida para continuar con sus planes. Pero Karu y Zafiro no le estaban dejando fácil esa tarea, pues ambos le bloqueaban sus puntos de salida además de ir acorralando la en un sitio del cual le sería muy complicado escapar de ellos dos.

—¡Rinde te, no tienes a dónde ir está vez maldita!— Dijo Zafiro mientras abría la defensa de la hembra.

—¿En serio crees que me voy a rendir ante una patética y salvaje criatura como lo eres tú?, ¡nunca!— Le dijo la mantis a Zafiro haciéndola enojar por como la llamo.

Por su lado Karu permanecía en silencio buscando el momento y lugar oportuno para darle un golpe a la contraria mientras ella se hallaba distraída peleando uno contra uno con Zafiro. Y es así que cuando hallo su momento, el vessel no perdió ni un solo instante y corrió para poder darle una profunda estocada con su aguijón en su espalda. Haciendo gritar a la hembra y de paso que Zafiro la tire al quitarle su punto de apoyo.

Una vez en el suelo, la mantis se quiso levantar pero fue inútil pues una lanza y un aguijón le estaban apuntando directamente a la cara mientras ella gruñía de manera molesta viendo que su derrota había sido inevitable. Más he aquí eso no quería decir que se la iban a poder fácilmente, ya que con su aguda vista noto como las cajas en las que fue sepultada la enorme cucaracha ya empezaban a moverse, signo de que la misma ya estaba recobrando la consciencia. Ahora solo necesitaba hacer tiempo.

—"De aquí no te vas a mover, y menos por haber matado a muchas mantis el día de hoy. Y eso que son de tu especie"— Dijo Karu hablando con la hembra. —¿En serio crees que porque soy una mantis me voy a sentir mal solo por unas cuantas salvajes que hoy murieron?

La mantis miraba a Karu con atención, lo notaba algo raro e incluso se podía decir que había despertado mucho su curiosidad. Ya que en su vida había visto un bicho tan raro y único como lo era Karu; pero ella al igual que muchos otros cometió el error de pensar que el vessel era siquiera un bicho de apariencia extraña.

Por otro lado, los Lords parecían haber acorralado al encapuchado el cual susurraba muchas cosas bastante enojado, miraba como los 5 líderes mantis le cortaban su camino y no le dejaban avanzar tan fácilmente.

—Ya no podrás ir a ningún lado.

—Te tenemos rodeado, rinde te y quizás consideremos el dejarte con vida.

—Ya oíste a mis hermanas, vamos a considerar dejarte con vida si es que te rindes en estos instantes.

El encapuchado no dijo nada, solo les gruño mientras giraba su bastón/báculo de sierra. Dando a entender que no iba a dejarse vencer tan rápido.

Sin embargo antes de que Jasir o sus hermanos pudieran hacer algo, un fuerte estruendo a sus espaldas les hizo olvidarse del encapuchado. Lo cual aprovecho para escabullirse y volverse a escapar de las garras de los Lords.

Por otro lado, debido a la distracción del ruido Zafiro y Karu se habían distraído cosa que la hembra en el piso aprovecho para tomar sus armas y tomar desprevenidos a ambos guerreros, sin embargo los reflejos de ambos les salvaron de ser atravesados cómo brochetas por los afilados sables de la contraria. Sin embargo en los planes de está mantis no estaba el quedarse a pelear con honor, claro que no; ella comenzó a correr dejando atrás a los dos guerreros.

Pero ellos tampoco estaban dispuestos a dejar escapar a esa mantis, después de todo lo que ella había hecho.

En medio de toda la conmoción y bulla de lo que había sucedido los Lords vieron como esa enorme cucaracha modificada volvía a levantarse y ahora con más furia comenzaba a atacar a todo aquel que estuviera en su camino.

Kamikaze y Tek casi terminan siendo aplastados por las dos grandes mazas de la cucaracha ya que no paraba de golpear el piso y sus alrededores sin un descanso. Haciendo que no hubiera otra opción más que ponerse a cubierto y cuidarse de que la enorme cucaracha no les pegará.

Finalmente la cucaracha rugió enojada pero pronto como si hubiese sido llamada. Decidió retirarse de la zona de combate, ya que entendía que se hallaba en desventaja numérica por lo cual, pese a su tamaño y fuerza bruta sabía que sería doblegada por el doble número de guerreros que en esos momentos tenían las mantis..

[Mientras tanto, selva/bosque más adentro]

Karu y Zafiro perseguían a esa mantis sin darle tregua, ambos seguían el rastro de sangre que estaba dejando a su paso. Sabían que tarde o temprano la iban a acorralar una vez más.

Finalmente tras tanto correr, ambos llegaron a verla en el borde de un risco, en dónde ella ya no tenía otra salida.

—¡Se acabó, aquí termina todo para ti maldita loca!— Grito Zafiro muy enojada. —¿Eso crees?, porque yo solo veo a dos estúpidos guerreros muy confiados.

La hembras sonrió de una manera que a Zafiro y a Karu no les gusto, ambos de inmediato detectaron que algo no se sentía bien, y justo a tiempo se dieron la vuelta para esquivar un ataque del encapuchado que en un santiamén los puso contra las cuerdas, quizás después de todo a ambos guerreros les faltaba algo de entrenamiento.

Cuando menos sintieron, Zafiro y Karu ahora eran los que estaban al borde de una caída segura. Los dos se miraron entre ellos, si bien habían dudas, los dos no se iban a vencer aquí y ahora.

—Oh que tiernos, creen que tienen una oportunidad. Si tuviera el tiempo me quedaría a jugar con ustedes un poco más, pero dado que en mis planes no se encuentra nada de eso, tengo que dejarlos. Ahora disfruten la caída— Dijo la mantis mientras hacia una seña al encapuchado.

El encapuchado solo les gruño para a continuación golpear el piso, si bien al principio no se veía como algo que se pudiera considerar amenaza, pronto entendieron que estaba haciendo, con su báculo de sierra; el misterioso seguidor de la mantis estaba cortando el soporte que no les dejaba caer al vacío.

—"¡Hay que movernos de aquí y rápido!"— Exclamó Karu mientras trataba de moverse. —¡Estoy de acuerdo con tu idea!

Zafiro con agilidad impresionante pudo dar un largo salto hasta el otro extremo que era seguro, pero Karu quiso correr hasta estar a salvó. Pero en esos momentos el encapuchado había acabado de cortar el soporte, por lo cual la parte en la que el vessel se encontraba comenzó a desprenderse haciendo que este tenga que sujetarse con fuerzas del borde para no caer.

—¡Karu!— Grito Zafiro corriendo hacia él, mientras el encapuchado se iba de la zona con la mantis.

Zafiro gruño con molestia al saber que se les había ido la muy maldita, pero ahora mismo trato de subir al vessel, aunque por lo pesado que estaba al final este acabo cayendo. Haciendo que la mantis grite por este suceso.
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¡Bien! Aquí está, un nuevo capítulo de la historia de Karu y vaya que en esta ocasión andaba muy inspirado.

Y como ya saben, si este capítulo les gustó no se olviden de dejar su voto, al igual que no se olviden también de comentar y compartir la historia si les está gustando.

Ya como no hay nada más para decir, yo me despido de ustedes, nos vemos en el siguiente capítulo.

¡¡Hasta la próxima!!

Posdata: Este capítulo fue reescrito para mejorar la experiencia del lector al leer la historia.

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