♤4♤. Void
"Muchas veces tenemos por amor lo que es verdadera desgracia". (William Shakespeare)
Creía que serían mis últimos días pero la muerte no acepta rivales y no quizo dejar que su mayor diversión y su mejor aprendiz se apagara tan fácilmente. Desperté, cegado por las luces en lo que parecía ser un lugar muy blanco y impecable, casi me recordó por un momento la visión del cielo que pintan las películas.
Pero recordé que no existe cielo solo el infierno que cada uno crea y habita. Así que solo había una posibilidad, estaba denuevo en esa sala. Siempre que trabajé a la par de Sadnees conocía a ese siquiatrico como otra extensión de mi mente, cada rincón, cada pasillo, cada loseta estába grabada en mi cabeza, excepto por esa sala blanca de doble puertas con un cartel que decía VOID. Sadness la llamaba “Su Tarro de Dulces” y decía que los morados eran chistosos pero los rojos ardían mucho.
Nunca supe lo que había ahí, por que Angela una chica ciega a la que Sadness arrancó sus ojos para que no viera la sala, era la única que podía entrar, y ella mataba con su guadaña sin piedad a cualquiera que osara acercarse a solo 10 metros de la puerta. Todavía recuerdo cuando decapitó en menos de 10 segundos a un interno por quedarse mirando y luego dijo: Lavo mi guadaña con sangre.
Cuando le pregunté a Alegría por esa desconocida puerta solo se puso a gritar que la soltalan y la dejaran en paz mientras miraba a todos lados desesperadamente hiperventilando y golpeando al aire y rasgando con sus uñas sus blancos hombros hasta sangrar.
Pero ahora era yo quien estaba ahí, inmobilizado a una camilla y mi ansia en el pasado de saciar mi curiosidad no me sabia tan dulce como creía. En eso oí una voz que sabía que era familiar, era Sadness y cantaba lo que creo que era una canción:
“Ese instante que no se olvida,
Tan vacío devuelto por las sombras,
Tan vacío rechazado por los relojes,
Ese pobre instante adoptado por mi ternura,
Desnudo desnudo de sangre de alas,
Sin ojos para recordar angustias de antaño,
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.
Ampáralo niña ciega de alma,
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego;
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies,
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro.
Dile que los suspiros de la sangre
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.
Pero ese instante sudoroso de nada,
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca,
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos”.
Y río desquisiadamnete. En eso se detuvo y dijo: ¿Escuchaste eso?. Miró hacia la nada y dijo poniendo su dedo índice en sus labios y pensando:
—Mmm nop, no escucho nada. Y tu ratoncito -dijo retorciendo su mirada hacia mi- ¿escuchas eso?
—El que? -dije asombrado por esta nueva expresión de su locura.
—Esa música, Sonata de Claro de Luna de Behtoveen ¿escuchas los lamentos que se diluyen en la dulce oscuridad?
—No no escucho nada. ¿Y que hago yo…..
No puede ni terminar la frase porque rápidamente Sadness me inyectó una aguja con un extraño líquido morado. Y me dijo: Pronto lo harás. Al instante sentía que algo entraba en mi y se apoderaba de mi ser. Perdía mi conciencia y veía pequeños flashazos de algunas imágenes difusas.
Unas manos cálidas. Una familia feliz haciendo un picnic. Una araña, aquellos ojos y esa sonrisa. Voces, muchas voces que hacían estática en mi cerebro y sombras con mascaras blancas que miraban a lo lejos. Me dolía mucho el cuerpo como si me estuviera quemando, y por último ví un cuchillo y mi manos enmbarradas de sangre sosteniéndolo. A mi alrededor sentía otras voces, cortes, agujas y una voz masculina que nunca había oído que me dijo: No te preocupes cordero, el lobo se acerca. Grité del dolor lo más fuerte que puede en un último alarido en el que mi alma cedió a la inconsciencia y a la voluntad de lo que sea que me estuvieran haciendo aquellas voces.
UwU, hay más secretos por descubrir y oscuridad solo empieza. ¿Que es esa sala? ¿Quienes son esas voces? Y ¿que pasó con nuestro protagonista? Déjenme en sus comentarios sus teorías ;). El próximo capítulo será más interesante, aquí les dejo un pequeño avance:
"Y Sadness miró hacia Alegría con una rabia incontenible y en esa explosion agarró el escalpelo de la mesa dijo: Hoy una de las dos debe morir. ¡Tu morías!
Alegría perdió su cálida sonrisa, la miró con una mirada que congeló a su hermana y le dijo: Hasta un dócil cordero matará con sus cuernos a un pastor malvado. Hoy una de las dos debe morir. "
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