CINQ
26 de enero llegó, con ello los ansiados 18 de Armie. Eran las 7 de la mañana y un cuerpo cayó en la cama mientras chillaba.
—¡Feliz cumpleaños! —sonrió la adolescente y besuqueo su mejilla con fuerza mientras la abrazaba.
—Oh gracias mi niña —sonrió mientras la abrazaba y se acurrucaban en la cama.
—Tienes 18, ya eres mayor —Río mientras besaba su mejilla, la ventana de su casa se abrió y Norman apareció con Helena y un pastel. La puerta del cuarto se abrió y Norman se asomó con una gran sonrisa y sujetando el pastel. Aunque tenían llaves, era una costumbre verlos entrar por allí, siempre tocaban la ventana como si de una puerta se tratará.
—Cumpleaños feliz... Cumpleaños feliz... Te deseamos Armie, cumpleaños feliz —ambos cantaron haciendo que la francesa sonriera emocionada.
—Oh por dios —sopló las velas y los abrazo con fuerza mientras Annie iba a su cuarto a por su regalo.
—Toma —le entregó una caja envuelta en papel rojo, rasgó el papel con cuidado y encontró una foto de ellas con sus padres.
—Es tu foto favorita... Y pensé que... —susurró mientras que Armie dejaba caer un par de lágrimas.
—Bibou... Esto es... Gracias —susurró mientras la abrazaba y veían la foto en silencio, era de su 17 cumpleaños, Annie llevaba su pelo recogido en dos trenzas y un bonito vestido beige, mientras que Armie llevaba su pelo ondulado y un vestido negro, sus padres ambos vestían con un bonito traje.
—Bien, ¡nuestro turno! —Helena se sentó en la cama antes de extenderle una caja con varios colores dentro unas vans rosadas y un walkman cassette con un par de cassettes de sus artistas favoritos.
—Gracias, enserio esto es genial —sonrió ampliamente mientras los abrazaba— Vamos prepararé algo para desayunar y comemos pastel
Salieron de la habitación, camino a la cocina cuando el timbre sonó, Armie fue a abrir encontrándose a Izan con su uniforme y una bolsa.
—Oh, ¡Izan! —sonrió mientras abrazaba al agente.
—Feliz cumpleaños preciosa —sonrió mientras besaba su mejilla con suavidad— Espero que te guste —sonrió dándole la bolsa.
De la bolsa sacó una sudadera negra con el logo de Nirvana un par de tallas más grande que la que ella llevaría, sonrió y la acerco un poco a su nariz. Olía a su perfume.
—Gracias —sonrió mientras lo veía, este se acercó y le robó un pequeño beso haciendo que la cumpleañera se sonrojara con fuerza— ¿Te veo esta noche?
—Sabes que sí preciosa —sonrió antes de abrazarla y despedirse para volver a patrullar, mientras la que se asomaba por la puerta era Helena, mirando la espalda de Izan.
—¿Quién es el chico? —murmuró con simpatía mientras la llevaba dentro para comer tarta y celebrar que por fin las hermanas Lefebvre estaban fuera de peligro.
—Hoy tengo que ir a firmar los papeles de la tutoría de Annie y luego ir a ver a John y a Andrew para poder firmar más papeles, necesito un maldito coche —Norman puso una mano en su boca para callarla y Annie lo miró con diversión.
***
La noche había llegado, Armie se había puesto uno de sus vestidos y en la casa sonaba alguna canción que Annie había estado escuchando toda la semana.
Annie leía alguna revista sobre ballet en el sofá. Helena tocó la puerta de la casa y entró con una fuente de comida y se acercó a Annie para charlar con ella mientras llegaban John y Andrew, la entrañable pareja que conformaban su editor y representante.
Norman había ido a visitar a uno de sus amigos y llegaría un poco más tarde. El siguiente en tocar fue Izan que se acercó a la cocina donde Armie preparaba un par de aperitivos.
—Estas preciosa —su voz sonaba cerca y sentía su respiración en el cuello haciendo que los pleitos de su nuca se erizaran.
—Gracias —se giró para mirarlo, llevaba puesta una camisa negra y unos vaqueros que le favorecían muchísimo— tú estás muy guapo
El chico sonrió mientras buscaba entre sus bolsillos, una pequeña caja.
—ya me hiciste un regalo Izan... —abrió la cajita y se encontró una cadenita de plata con un pequeño corazón de plata, realmente era un detalle pequeñito haciendo sonreír a la chica.
—Pero quiero que tengas esto, y que aceptes quizás salir un poco más formal conmigo
—¿Me estás pidiendo tener una relación?
—Si, soy malísimo con las palabras —río mientras la veía fijamente, en las últimas semanas habían salido a bastantes lugares y se lo habían pasado muy bien.
—Me encantaría salir contigo —Izan unió sus labios con los de Armie en un suave beso mientras dejaba el collar sobre la encimera y la abrazaba suavemente contra su cuerpo.
Ambos salieron de la cocina mientras hablaban, Annie estaba sentada junto a Norman mientras conversaban con fluidez, al parecer por fin había llegado haciendo que la chica fuera a saludarlo.
Las risas y algún comentario divertido por parte de Norman no se hicieron esperar. Pasaba la noche y la casa se llenaba de amor y de felicidad, así como Armie sentía que todo retomaba su curso natural.
—Cumpleaaaños feliz, te deseamos Armie, cumpleaños feliz —Armie soplo las velas deseando fuertemente que las cosas siguieran un buen curso tanto para ella como para los que eran su nueva familia.
Los labios de Armie, se curvaron en una gran sonrisa mientras veía como la conversación entre Norman y Annie era fluida, John y Andrew hablaban con Izan, su nueva familia al completo. Sabía que en algún rincón del cielo, allí donde estuviera la estrella más brillante estaban sus padres velando por ellas viendo como poco a poco ambas salían adelante con sus más y sus menos pero juntas, del modo en que ellos les habían enseñado.
El mes siguiente con la entrada de febrero, Armie tenía firmas y un poco a poco la chica empezaba a tener fama. La gente incluso le llevaba regalos y le hacía mucha ilusión el que la gente le gustará aquello que había sido algo terapéutico para ella y que había causado tanto furor. Entró en la casa mientras dejaba su bolso en la mesa y su chaqueta, donde estaba Annie repasando para un examen y mirando la portada del libro de su hermana con máxima concentración.
—Hola pequeña, ¿cómo llevas el examen?
—Bien, estoy cansada de esto, quiero hacerlo ya
—Bueno vamos es el último y luego la exposición —sonrió mientras besaba su frente y se sentaba en el sofá, donde Woolf jugaba con su pelota que emitía pequeños chillidos. Armelle sonrió al ver al Pomerania gruñirle al juguete mientras se quitaba los tacones y encendía la tele.
Estaba puesta una serie que últimamente mantenía la atención de Armelle, The burning zone uno de los personajes llamó su atención el Dr. Edward marcase, no sabía porque pero que le gustaba.
—yo lo he visto antes... —susurro mirando al hombre.
Annie se asomó y miró al actor con la mirada fruncida y confusa. Ambas miraban al actor y se miraban.
—yo lo he visto en la película de Dillinger y Capone —se encoge de hombros y mira con curiosidad a su hermana que seguía mirando la imagen del hombre.
Ambas cenaron mientras Annie le contaba cómo iba en la academia, así como lo contenta que estaba la directora con ella. Y como había vuelto a centrar su cabeza en sus estudios, haciendo que la mayor de las hermanas sonriera con orgullo.
Era un buen momento para ambas, la puerta sonó haciendo que la mayor de las hermanas se levantara para abrir, encontrándose a Izan con una pequeña sonrisa.
—Hola preciosa, había pensado en ver unas pelis y comer un par de dulces —Besó sus labios lentamente antes de entrar en la casa y saludar a la menor de las Lefebvre con un pequeño asentimiento al ver como esta se iba a su habitación con una mueca.
—Ella le cuesta... pero al final aceptará que salgamos juntos —se acurrucaron en el sofá mientras veían una película que solo le gustaba a Izan, pero ella lo veía con él por hacerle compañía, mientras comía palomitas.
Al final de la noche, era bastante tarde cuando ambo se despidieron en el rellano del piso de Armie con un pequeño beso antes de que este fuera a su casa a dormir para el turno de mañana.
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