PRÓLOGO
𝕱𝖆𝖓𝖋𝖎𝖈 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝕰𝖗𝖆 𝕸𝖊𝖗𝖔𝖉𝖊𝖆𝖉𝖔𝖗𝖆
'✵•.¸,✵°✵.。.✰ 𝕊𝕒𝕘𝕒 𝕊𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕤 ✰.。.✵°✵,¸.•✵'
𝙻𝚎𝚊𝚑 𝙼𝚌𝙺𝚒𝚗𝚗𝚘𝚗 𝚢 𝙹𝚊𝚖𝚎𝚜 𝙿𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛
Donde Leah McKinnon está enamorada de James Potter, pero no tiene el suficiente valor para confesárselo.
Donde James Potter rompe con la tradición de los Potter o tal vez la Maldición de enamorarse de una pelirroja.
Me encontraba en una fiesta que no era de mi agrado, pero como lo había organizado el Ministerio de Magia para todos los magos y magas, mis padres no desaprovecharon la oportunidad para asistir con mis hermanos y yo.
Ver a mis padres hablando con otras personas me aburría demasiado así que decidí que lo mejor sería separarme de la multitud, obviamente con el permiso de mis padres. Me alejé un poco donde no había tanta gente y saque de mi pequeña mochila un libro muggle.
Estaba tan inmersa en mi lectura que no me di cuenta cuando dos niñas seguramente de mi edad se sentaron a mi lado.
—Hola rubita —miré a la chica de ojos marrones y de pelo castaño oscuro. Era muy linda y tenía una elegancia en su rostro y en sus movimientos, como si fuera natural en ella.
La otra tenía el pelo rosa, no podía creer que la dejaran tenerlo de ese color con esa edad, a mí no me dejaban, según mi madre para que no se me estropeara el pelo.
—Hola —susurré tímida.
—Aww cosita linda, te prometo que no mordemos. Yo soy Mérope Black y mi querida rosita es Madelaine Cott —Madelaine me regalo una pequeña sonrisa a la que le correspondí.
—Encantada de conoceros, yo soy Leah McKinnon —les dije con una sonrisa.
—Siento que nos llevaremos muy bien —hablo Mérope con una gran sonrisa.
En estos momentos me encontraba en un concierto de un grupo de Rock que amábamos mi padre y yo.
Digamos que gracias a él me encantaba este tipo de música y leer cualquier libro muggle que él me trajera. Y bueno papá consiguió unas entradas y me quiso llevar a mí por qué los dos teníamos muchas cosas en común.
Al llegar ahí estuvimos esperando un buen rato, así que decidí alejarme un poco, tenía una extraña manía de alejarme siempre, pero eso si, siempre con la supervisión de mi padre. Por estar en mi mundo me choqué con una niña rubia de gafas que seguramente tendría mi edad.
—Lo siento mucho —le dije apenada mientras la mirada, ella, en cambio, me regalo una sonrisa.
—No te preocupes yo también iba un poco en mi mundo, así que me disculpo también —asentí con una pequeña sonrisa.
—Soy Leah McKinnon —extendí mi mano y ella me correspondió el saludo.
—Yo soy... —un grito masculino la interrumpió.
—¡Naia! —miramos en la dirección y vimos a un hombre que estaba segura de que era su padre.
—Bueno ya lo dijo mi padre —ella soltó una pequeña risa.
—¡Leah! —la voz de mi padre se escuchó y miré hacia la dirección y vi a mi padre caminando hacia nosotros.
—¿Mason? —le pregunto sorprendido el padre de Naia.
—¿Ian? —mi padre estaba en las mismas que el señor que tenía enfrente, ¿o sea ya se conocían?
—Papá, ¿ya os conocíais? —les pregunto Naia con una expresión confundida al igual que yo.
—Si hija, Mason fue y es un gran amigo mío —el señor Ian sonrió y estrecho en un fuerte abrazo a mi padre.
—Cuanto tiempo —susurro papá abrazándolo con una sonrisa.
En cambio, yo miré a Naia y las dos sonreímos, estaba seguro de que seríamos grandes amigas, tal vez algún día haría que Madelaine y ella se conocieran.
Me encontraba con James en el lago. Él había organizado una cita ahí para estar los dos solos sin el resto de los chicos y chicas que eran demasiado chismosos.
—¿En serio crees que ninguno nos espiara? —le pregunte mientras él colocaba todo en la manta que había puesto para sentarnos.
—No creo que sean capaces —los dos nos miramos y soltamos una pequeña risa. Eso nadie se lo creía, amaba a los chicos y a las chicas, pero a veces también quería pasar tiempo con James a solas.
—Esto es lindo —viendo el pequeño picnic que había enfrente de mí, había de todo y era demasiado lindo que él hubiera hecho todo esto.
—¿Sabes lo que es más lindo? —lo mire confundida mientras negaba— Tú —lo mire con una sonrisa mientras me sonrojaba haciendo que él sonriera aún más—, también eres muy linda sonrojada.
—Cállate —le susurré viéndolo.
—¿Me callas tú amor? —asentí con una sonrisa y me acerqué a él para callarlo con un beso.
Nos separamos un poco y los dos teníamos una gran sonrisa en nuestro rostro.
—Te amo —susurro él cerca de mis labios mientras me acariciaba la mejilla.
—Yo te amo más —murmuré y él volvió a juntar nuestros labios.
—¡AHHHH! ¡Qué lindos! —nos separamos soltando una pequeña risa y vimos en la dirección de donde había sido el grito de nuestra querida Naia.
—¡Crecen muy rápido! —grito esta vez Mérope mientras Remus le extendía un pañuelo. Ella lo agarro y le regalo una sonrisa— Gracias.
Todos se encontraban ahí viéndonos con una sonrisa, no podía con ellos, pero lo único claro que es lo quería demasiado.
—James... —susurre con lágrimas en los ojos—. Estamos en una guerra James y no sé si llegaras vivo o no, así que no me pidas que esté tranquila.
—Leah, te prometo que siempre volveré y los dos sabemos que cuando prometo algo lo cumplo —él se acercó a mí mientras me agarraba con cuidado de la cara.
—No puedes prometer eso James, la guerra es una cosa horrible, donde mueren personas inocentes y odio saber que tú todos los días estás fuera y yo estoy aquí dentro pensando en si volverás a cruzar por esa puerta —murmure mientras las lágrimas salían de mis ojos. Él me estrecho en sus brazos con cuidado, mientras acaricia mi espalda con cuidado.
—Escúchame atentamente amor, jamás, pero jamás dudes de mi palabra. Siempre volveré a ti aunque me cueste, siempre volveré a tu lado amor —susurro él mientras yo lo abrazaba más fuerte.
—¿Siempre? —murmuré, él se separa un poco para verme.
—Siempre Leah —susurro él mientras se acercaba a mí con cuidado para besarme.
Lo amaba demasiado y no quería que nada le pasara.
Había pasado el tiempo demasiado rápido y ya era un poco tarde así que Remus y Sirius tenían que irse, nos despedimos de ellos y cerramos la puerta. Hace un rato había cambiado a Harry y le había puesto su pijama con ciervitos que fue otro regalo de Maddie.
—De acuerdo, ve a llevar a Harry a descansar yo me ocupo de la sala —asentí con una sonrisa y subí las escaleras, pero cuando ya estaba arriba se oyó un fuerte estruendo que hizo que todos mis sentidos se pusieran en alerta.
De pronto vi a James correr escaleras arriba asustado. Se acercó a mí y me miró muy preocupado.
—Leah, es él... Llévate a Harry y huye yo lo distraeré —no, no podía dejar que él muriera. Él decidido quiso bajar, pero lo agarré de la mano—. Leah, ¿qué haces? —me miro preocupado.
—Seremos felices, te lo prometo... Gracias por siempre estar para mí amor, te prometo que estaremos siempre juntos, en esta vida y en todas las siguientes.
—Lo sé amor —susurro con una pequeña sonrisa.
—Te amo James Potter —susurré.
—Yo también te amo Leah Potter... Te amaré en esta vida y en todas las siguientes.
𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑𝐀
Aquí os dejo adelantos de esta historia, espero que la disfrutéis mucho como yo lo hago escribiéndola.
Ya sabéis que tengo una lista de lectura donde se encuentran los demás libros, se llama Saga Secrets y estoy muy emocionada de colaborar con unas grandiosas personitas con una creatividad hermosa.
Os amo y gracias por todo.❤
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