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21. Lo siento James

15 de junio de 1978

Hoy era la Graduación de los chicos y de las hermosas chicas, por lo que también se diría quien era la Casa Ganadora, olvide mencionar que James había conseguido en su Premio Anual, estaba bastante orgullosa de él. Hace unos días habíamos terminado los exámenes así que la verdad debía reconocer que me habían ido bastante bien, al igual que a los demás. 

Ahora estaba en mi habitación preparándome porque según James después de la cena, iríamos a una fiesta a la Sala de los Menesteres y luego al Lago para seguir celebrando. Yo no tenía muchas ganas de ir, pero accedí por él, no quería que lo pasara mal en su último día en Hogwarts antes de enfrentarse al Mundo.

Lo tenía bastante decidido la verdad, mañana rompería con James, después de semanas pensándolo, pensé que lo mejor para los dos seria tomar caminos por separado. Él estaría muy ocupado con sus entrenamientos y bueno yo estaría en Hogwarts para cursar mi último año así que la cosa seria complicada. Por no decir que mis inseguridades no estaban a mi favor. Charlotte una chica de Ravenclaw que iba al mismo año que James, digamos que había descubierto que a ella le gustaba James y las cosas como son era demasiado linda, por no decir que los dos estarían haciendo el entrenamiento para ser Aurores. 

Confiaba en James, pero no confiaba en ella, solía a veces hablar con James y bueno él amablemente le correspondía la conversación, aunque siempre me decía que quería irse de ahí. 

¿Pero si con el tiempo que estuvieran juntos entrenando se empezaran a gustar? Yo no quería ni pensarlo y me dolía porque amaba a James, aunque no se lo había dicho como tal. Él si, en séptimo año me dijo por primera vez que me amaba no quiso decírmelo antes para no asustarme o algo. Así que siempre nos decíamos te quiero, pero yo lo amaba y sabía que siempre sería así, aunque nunca se lo dije como tal. 

James era mi alma gemela de forma romántica y eso lo tenía bastante claro, nadie podría ocupar su lugar ni aunque quisiera, pero un año era largo y podían pasar cosas.

Alguien llamo a la puerta haciendo que saliera de mis pensamientos.

—¡Adelante! —la persona que estaba detrás de la puerta, la abrió y entro.

—Wow amor, estás hermosa —me giré para verlo con una pequeña sonrisa.

—¿Si? —él asintió acercándose a mí con una gran sonrisa mientras me acariciaba delicadamente la cara.

—Te amo Leah McKinnon —le sonreí.

—¿Me amas? — susurré.

—Obvio que si amor, te amo con toda mi alma, en esta vida y en todas las siguientes —murmuro él y eso fue como un cuchillo que se había clavado en mi alma, porque sabía lo que pasaría. Solo quería llorar porque era consiente del daño que causaría en él cuando le dijera de terminar.

Le regalé una pequeña sonrisa mientras me mordía el labio para no llorar. 

—No llores amor, hoy es un día para celebrar que tu idiota de novio se gradúa —solté una pequeña risa— Así quiero verte el resto de mi vida amor, sonriendo y riendo, es lo mas hermoso sin duda alguna.

—Callate —le dije sonrojándome.

—Callame tú —me dijo él divertido, así que lo acerque un poco más a mí y lo bese.

—Vamos parejita que hay que ir al Gran Comedor —soltamos una pequeña risa al escuchar a Maddie así que James me agarro de la mano y todos fuimos de camino al Gran Comedor.

Una vez ahí, no preste mucha atención a lo que decía Dumbledore, porque estaba en mi mundo, como solía estarlo últimamente. De pronto me asusté al escuchar tantos aplausos, sí que estuve bastante perdida.

Por las decoraciones vi que había ganado Ravenclaw así que me levante de mi sitio para aplaudir emocionada por ellos, estaba muy orgullosa de Naia y Mérope.

Después de celebrar ese logro, nos pusimos a cenar para después ir a la Sala de los Menesteres y wow, sí que había bastante gente, aunque estaba segura de que eran de sexto y séptimo año. La verdad es que me sentía un poco fuera de lugar. Todo el mundo estaba bebiendo y bailando incluso nuestros amigos y todos estaban felices. 

James se acerco a mí con dos vasos.

—No te preocupes ninguno de los dos tiene alcohol, sé que no te gusta y yo bueno, alguien debe cuidar a Peter y Sirius si se descontrolan —solté una pequeña risa.

—Deberías disfrutar tú también —él me abrazo por los hombros.

—Ya lo estoy disfrutando bastante amor y es porque te tengo conmigo. No necesitó beber para disfrutar de mi última noche en Hogwarts —sonreí y le di un beso en la mejilla— ¿Quieres salir?

—No te preocupes James, solo esto es raro, sé que no es la primera fiesta, pero sigo sin acostumbrarme —él asintió.

Mérope se acerco feliz para agarrar del brazo a James.

—Leah te lo robo un momento —asentí con una sonrisa mientras Mérope tiraba de él para llevárselo. Aproveche eso para salir de ahí e ir a mi cuarto demasiada gente me ponía un poco nerviosa por no decir que la culpa y el dolor me ponía peor de lo que estaba.

Llegue a mi habitación y me quite los tacones para sentarme en la cama y jugar con mis manos, ¿cómo sería capaz de decirle a James que quería terminar todo esto?

Hace unos días hablé con Minnie y aunque ella me dijo que no lo hiciera porque era algo que tenía solución, la decisión estaba tomada. Así que mañana antes de subir al tren se lo diría, antes de que eso pasara me quedaría escondida en el despacho de Minnie, en lo que fuera la hora para irnos. Solo Minnie y Anthony lo sabían, ya que él vendría ayudarme, él tampoco estaba muy de acuerdo de mi decisión, pero era mi vida.

—Aquí estás —levante la mirada para ver a James. Él se acerco a mí y se agacho para verme—. Amor, ¿estás bien? 

—Si, solo quería estar un poco sola, mucha gente...

—Te estresa —me dijo él con una pequeña sonrisa y yo asentí—. Bueno, pues nos quedamos aquí.

—James, ve a la fiesta —él negó sentándose a mi lado mientras me agarraba de la mano para jugar con ella, era obvio que no podría convencerlo los dos éramos demasiado tercos.

Estuvimos en un pequeño silencio para nada incómodo. Estaba lista y quería que fuera algo que los dos pudiéramos recordar, así que quería hacerlo, al menos que esta noche fuera perfecta para los dos.

Lo miré y lo atraje hacia mí para besarlo, él me correspondió el beso y como pude me senté en sus piernas, James se separo un poco para verme.

—¿Estás segura amor? —asentí, quería que fuera con él, obvio que si— Sabes que no hace falta que lo hagamos, no quiero que lo tomes como una obligación... —lo volví a besar y él se levanto con cuidado conmigo aun en brazos y me acostó con cuidado en la cama—. No dudes en decirme si te incomoda algo y si quieres dejarlo, dímelo. No quiero que te sientas forzada a nada.

—Lo sé — susurré—, pero de verdad que quiero hacerlo James. Estoy lista te lo prometo —él asintió y empezó a dejarme besos delicadamente por el cuello. Me miro un momento y sabía que era para saber si podía quitarme el vestido, yo asentí y con cuidado y con un poco de mi ayuda logro quitármelo.

Siguió dejándome besos por el cuello mientras me acariciaba la cintura. Se separa un poco para sacar su varita para bloquear la puerta y silenciar la habitación.

—No quiero chismosos cerca —solté una pequeña risa mientras lo atraía hacia mí y lo besaba. Torpemente, le quité la parte de arriba mientras volvió a dejarme besos por el cuello y siguió bajando lentamente. Solté un par de jadeos por eso y apreté con un poco de fuerza la sábana de la cama, tenía un poco miedo, pero estando con él era como si todos esos miedos se fueran.

James con cuidado de no hacerme daño se quito la parte de abajo mientras sacaba algo de su bolsillo. Intuía que era un condón, ya que Maddie le había regalado una caja por su cumpleaños para molestarlo. James se lo coloco y me miro pidiendo permiso para quitarme la parte de abajo. Asentí mordiéndome el labio, sentía un poco de vergüenza el estar de esta manera con él, pero valía la pena. James me quito la parte de abajo y se coloco en medio, sentí su como su miembro rozaba mi entrada y me mordí aún mas el labio.

—¿Estás segura? —susurro él y yo asentí. James se acerco para besarme y entro con cuidado en mí, cerré un poco los ojos por el dolor, sabía que esto llegaría a doler, tener a mi madre dándome una charla había servido dentro de lo que cabe—. Lo siento amor —susurro contra mis labios.

—Estoy bien —susurré— ¿Puedes moverte? — susurré demasiado sonrojada, él asintió con una pequeña sonrisa y empezó a moverse, el dolor se había convertido en placer... Toda la habitación fue testigo de todo el amor que sentíamos por el otro.

Antes de dormirnos quise decírselo, así que antes de que me ganara el sueño se lo dije.

—Te amo James Potter —susurré abrazándolo.

—Te amo más Leah McKinnon —sonreí para después caerme rendida.

Al día siguiente me había despertado antes que James, me prepare y salí de la habitación. Sabía que mis cosas ya estaban abajo así que con mucho dolor me fui dejando a James solo en la habitación. Me refugié en el despacho de Minnie y ella estuvo ahí abrazándome y consolándome, hasta que una hora mas tarde llego Anthony y no me dejo en ningún momento sola.

—¿Estás segura? —asentí. Los dos fuimos antes a las carrozas, ya que los de último año irían en los botes encantados como la primera vez que fueron a Hogwarts.

Una vez que llegamos a la estación, vi a James a lo lejos con los demás seguramente buscándome con la mirada. Anthony se alejo un poco, porque nosotros nos apareceríamos en casa, aunque antes iríamos a dar una vuelta por Hogsmeade.

James al verme se acerco corriendo hacia mí y me abrazo.

—Por Merlín, ¿estás bien? —me agarro con cuidado de la cara y yo me limité a asentir.

—Tengo que decirte algo James —susurre.

—¿Qué ocurre amor? —me miro preocupado.

—Quiero terminar James, creo que lo mejor para los dos será tomar caminos diferentes... —él me interrumpió.

—Leah dime que es una broma —susurro él y yo negué—. Leah, por favor... Me dijiste te amo.

—Lo dije para que no te sintieras mal por solo decirlo tú... Solo por favor, hazme caso... —él negó con lágrimas en los ojos.

—Me niego a creer eso, ¿qué me estás ocultando?

—Nada, simplemente pienso que los dos estamos mejor separados, así que te pido por favor que no lo hagas mas difícil —le dije aguantándome las ganas de llorar.

—No, no puedo dejarte. Leah nos amamos, por Merlín... Te amo.

—Pero yo no... Hace tiempo que quise romper contigo, pero no se pudo por los exámenes y bueno... —él negó.

—Mentirosa.

—Lo digo en serio —lo miré.

—Dilo —lo miré confundida—. Di que no me amas y me iré.

Lo miré y cerré un momento los ojos para evitar derramar alguna lágrima, los volví a abrir para verlo a él que estaba llorando, esto me estaba rompiendo.

—No te amo James Potter —le dije y él negó mientras se alejaba un poco, jamás me perdonaría el haberle hecho daño. James me miro una última vez para darse la vuelta e irse con el resto, todos nos veían preocupados y yo solté algunas lágrimas—. Lo siento James — susurré. Maddie quiso acercarse a mí, pero Anthony me abrazo por los hombros y me saco de ahí.

Había roto a James.

Me había roto yo, pero eso daba igual. La cosa ya estaba hecha.

Solo el amor podía doler de esta manera.






NOTA DE AUTORA

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