Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo

La brisa marina llegaba hasta su rostro enmarañando sus rubios cabellos y las ropas blancas que portaba se levantaban ligeramente exponiendo su vientre ligeramente abultado.

Jungkook caminaba a lado suyo sintiendo por primera vez la arena mojada con las plantas de sus pies descalzos.

Jimin admiraba el horizonte y Jungkook mantenía su vista en el suelo, pero ambos concentraban sus oídos para no perderse la melodía interpretada por las olas desenvolviéndose a su antojo en el infinito mar.

—¿Quieres tocar el agua Kookie? —Jimin había admirado los ojos curiosos de su hijo desde que arribaron al lugar y no dejaría que aquella curiosidad no fuera saciada, él le mostraría el mundo siempre que pudiera—Ven.

Ambos se acercaron más a la orilla de la playa, en donde las olas iban desapareciendo dejando la espuma blanquecina a su paso.

—Dame tu mano cariño.

Jungkook no dudó, tendió su pequeña mano a su papá. Ambas manos entrelazadas bajaron hasta sentir el líquido cristalino y salado. El pequeño azabache se sorprendió muchísimo abriendo sus expresivos ojos al máximo. No era la misma sensación que sentía en la tina del baño, era una sensación nueva.

Ante tal descubrimiento, el pequeño azabache se había acercado para poner su mano aún húmeda en el vientre abultado de Jimin.

—Mar —Quería que su próximo hermano descubriera el mundo a su lado. Quería compartirle cada cosa que iba aprendiendo, hacerle partícipe de cada sensación nueva.

Jimin sostuvo la mano de su hijo en ese lugar, amaba cuando el pequeño tenía esos gestos para su hermano menor.

Al principio, cuando se había enterado del embarazo, la mayor incertidumbre era cómo tomaría Jungkook aquello, cómo le explicaría. Y al final descubrió que su miedo había sido absurdo, Jungkook simplemente escuchó con atención las palabras de sus padres y al final soltó a llorar dándoles infinitas gracias porque un hermano es más de lo que había soñado jamás.

Para Jungkook, esa pequeña vida que se albergaba en el vientre de Minnie, era un regalo de sus papás. Sería su más grande amigo y haría todo lo que estuviera en sus manos para que se sintiera amado siempre, no dejaría que viviera el mismo miedo que él. Su hermano siempre tendría una familia.

—Así es bebé, tu hermano Jungkook te está enseñando el mar.

Lo que procedió después fue el juego que sostuvieron ambos, ahí en la orilla de la playa lanzándose agua hasta quedar bien empapados.

Yoongi se había quedado en la comodidad de la casa que habían rentado y desde la cual podía ver lo que Jimin y Jungkook hacían.

Ya había terminado de preparar la cena improvisada con los pocos suministros que había encontrado. No era lo que tenían planeado, pero es que ninguno de ellos contemplaba que el servicio que habían solicitado para hacer los platillos favoritos de Jimin, les cancelará.

Saliendo de sus pensamientos vislumbro que el sol estaba a nada de ocultarse completamente y como padre e hijo retornaban camino a donde él se encontraba.

A los pocos minutos escuchó como entraban a la casa y se tomó algunos minutos admirando como Jimin entraba acompañado de su hijo. Seguía luciendo irreal.

Cuando Jimin le había dado la noticia de que estaba embarazado, se abrazó fuertemente a él. Ambos ansiaban tener un integrante más en la familia y cuando al fin se había cumplido seguía sin creerlo. Definitivamente no había sido la misma historia con Jungkook, pero la parte medular sí era la misma, tener un hijo juntos siempre sería un deleite. Antes solo lo había idealizado, posteriormente lo comprobó con Jungkook y ahora que sabía lo maravilloso que era, no cabía de la ilusión.

—Regresamos —anunció Jimin.

Y Yoongi no pudo pasar por alto las ropas mojadas de ambos.

—Me temía que iban a llegar así... —Yoongi les había advertido que el ambiente por las noches refrescaba bastante, así que era mejor que no entraran al agua.

Y bueno... le habían hecho caso, solo que no cómo él hubiera querido.

—No pongas esa cara Yoongi, sé que te estás preocupando porque piensas que vamos a enfermarnos, pero no va a pasar.

—Bueno como ya lo sabes, ¿qué te parece si tratas de calmar un poco mi preocupación tomando un baño y poniéndote ropa más abrigadora? —Yoongi cruzó los brazos en signo de firmeza, aunque sabía que no duraría mucho porque últimamente Jimin lograba salirse con la suya sacando partido de la ternura que tenía.

—Pero estamos en la playa —puchereo Jimin.

—Pero aún así pueden enfermarse.

—No tengo otra opción ¿verdad?

—No, esa es mi mejor oferta.

Jungkook se mantenía callado, quería hacerse invisible para que su padre no lo mandara a bañar también. Cosa que obviamente no se logró.

—Tu también Jungkook.

Yoongi sonrió notando como sus traviesos hombres caminaban sin ganas a bañarse.

Cuando estuvieron finalmente bañados procedieron a comer en la cocina. No quisieron usar el comedor porque prefirieron ahorrarse el tener que poner la mesa.

—¿Sabes a qué hora llegarán los demás? —preguntó Jimin.

Yoongi dejó de comer para responder, esperando que lo que le tenía que decir a su esposo no le desanimara. Había otra cosa que no había salido acorde a sus planes.

—Namjoon me mandó un mensaje para decirme que no creen poder llegar hoy, al parecer ha surgido un imprevisto pero... me ha dicho que no es nada grave —sabía que debía hacer énfasis en esa parte para que Jimin no se preocupará innecesariamente—Taehyung me llamó y dice que quizá lleguen muy entrada la noche, al parecer aún no saben medir bien sus tiempos para salir con su hijo de dos años, ya sabes como son siempre se les olvida empacar las cosas del pobre bebé.

—Bueno...

—Lamento mucho que esté saliendo todo así cariño, sé que es tu cumpleaños y querías que todos llegaran hoy.

—No es tan importante.

—Lo es, es importante... Sin embargo, no todo está mal amor. Las cosas no han salido como lo planeamos pero aún estamos juntos disfrutando de una casa enorme en medio de paisajes hermosos.

Yoongi le hizo una pequeña señal con la cabeza a Jungkook para que le imitara levantándose de su asiento.

—Estamos nosotros Jimin —habló Yoongi, ambos abrazando a un Jimin bastante hormonal quien soltó a llorar cuando les escuchó cantar "feliz cumpleaños".

—Tienes razón —concordó Jimin sonriendo un poco.

—Veamos películas papi —soltó Jungkook esperando que eso hiciera sentir mejor a su papá.

Hicieron palomitas, dispusieron del proyector que había en la terraza y a la intemperie vieron varias películas animadas que era lo único que podían ver porque Jungkook se negaba a ver otra cosa.

—Has pensado en algún nombre —preguntó silenciosamente Yoongi recargado en el espacioso sofá y manteniendo un flojo abrazo que rodeaba a Jimin.

—Me gusta Yeonjun —contestó Jimin.

—Mmm suena bien.

Ya era bastante noche y pronto todos caerían rendidos en brazos de morfeo. Yoongi y Jimin sabían que el primero sería su hijo quien ya no podía mantener los abiertos.

Jimin continuó:

—Es tan emocionante, a veces me entretengo únicamente pensando cómo será su rostro, cómo será su risa y sobre todo cómo será cuidar de un bebé recién nacido.

—Ya lo hemos hecho antes, recuerda todas las veces que Taehyung nos dejó a cargo de Soobin.

—No siento que sea lo mismo, Soobin es muy tranquilo.

—Bueno en eso tienes razón.

Y de pronto todo quedó en penumbras interrumpiendo su conversación. Mientras que Jungkook ni siquiera lo notó al estar ya completamente dormido.

—¿La luz se ha ido? —interrogó el rubio.

—Al parecer.

—¿Y ahora qué haremos?

—Pues dormir supongo.

Jimin suspiró, no había sido el día que él había organizado, para nada. Lo había sobrellevado durante el día, pero ahora sentía el peso de todos los infortunios. Y estaba a nada de empezar a quejarse cuando escuchó a Jungkook moverse.

—Tengo frío papá —habló Jungkook buscando en la oscuridad a sus papás.

Eso fue lo único que le hizo falta a Jimin para componer su humor.

—Ven bebé, vayamos a dormir.

Jimin ayudó a su hijo a incorporarse y le pasó una manta por los hombros.

—¿Ya no tienes frío?

—No, gracias papi —Jungkook sabía que con Jimin arropándole jamás tendría frío.

En la casa había muchas habitaciones y aún así ellos solo estaban ocupando una.

—Quero ver a Soobin y a Suni —expresó de forma somnolienta Jungkook.

—¿Los extrañas Kookie? —preguntó Yoongi.

—Quiero jugar con ellos.

—Entiendo... ahora que papá se ha vuelto más lento y se cansa más rápido no sientes que sea divertido —dijo de forma dramática Jimin. Claro que no pensaba eso, solo estaba curioso de la reacción de su pequeño.

—No, yo creo que eres divertido papi. Entiendo que mi hermanito hace que duermas más y no quiero molestarte —contestó.

Jungkook cada vez era más fluido para hablar y expresarse, era un niño bastante inteligente también.

—Oh mi hijo siempre tan listo, gracias por preocuparte cariño —dijo Jimin.

—Papi... ¿cuándo podré ver a mi hermanito? —sin embargo, Jungkook seguía siendo muy dulce y tierno.

—Pronto.

—¿Cuándo? —insistió.

—En unos meses más Jungkook solo se paciente —mencionó Yoongi.

—Es que quiero verlo ya.

—Yo también Jungkook, yo también —confesó Jimin. Todos carecían de paciencia cuando se hablaba de la llegada del bebé.

—Gracias —soltó el pequeño azabache antes de acurrucarse en el calor que le arrullaba, aquél que le proporcionaban sus padres.

Ambos padres no entendieron por qué de pronto Jungkook les agradecía.

—¿Por qué nos das las gracias?

—Porque se quedaron conmigo, gracias por ser mis papás.

Jungkook no quería llorar, hacía mucho que no lloraba por algo así, es solo que cuando se trataba de esas dos personas no tenía más que muchas cosas que agradecerles.

Jimin se sintió tan bien. ¿Cuántas veces se había preguntado si era un buen padre, si Jungkook hubiera estado mejor con un papá mejor o algo parecido? ¿Cuánto dudo para finalmente adoptarlo por miedo a no saberle dar amor?

Al final todo había valido la pena, no había fracasado y en gran parte se debía a Yoongi, el mejor compañero de vida con quien tuvo la dicha de coincidir.

—Gracias a ti mi vida, gracias a ti por dejarme ser tu papá... gracias por unirnos... mi niño... nuestro hijo —expresó de forma atropellada Jimin.

—Los quiero.

Entonces Jungkook les besó la frente como tantas veces habían hecho con él.

Ni bien había amanecido, la casa se inundó de ruido al día siguiente. Taehyung y Hoseok habían llegado en la madrugada cansadísimos pero ahora con las energías recuperadas habían llenado de bullicio la casa cantándole a Jimin.

El bebé Soobin iba en brazos de su papá Taehyung, todavía con los ojos cerrados a pesar del gran escándalo, hasta que notó la presencia de Jungkook y entonces exigió con sus manos ser llevado con su primo mayor. Soobin gustaba de la compañía de Jungkook porque le cuidaba con cariño, por eso se acomodó con confianza nuevamente y se durmió muy acurrucado a éste.

Por la tarde habían comido en la terraza y los invitados restantes llegaron. Suni alegre sacó todos los juguetes que había hecho a su papá Jinnie guardar y entre ellos jugaron por horas.

—¡Mira lo bello que estas Minnie! —exclamó Namjoon al verle.

Jimin sonrió avergonzado y se abrazó más a esposo.

Meses más tarde, en una madrugada lluviosa el pequeño Min Yeonjun vio por primera vez a sus padres. El bebé había llegado a una familia afortunada y que le había esperado con ansias.

Y mientras alimentaba por primera vez a su bebé, Jimin se preguntaba qué más sorpresas le depararía la vida a lado de su familia, estaba expectante. Al menos ya no le tenía miedo a amar. 

.

.

.

.

.

.

.

Gracias por leer, comentar y votar.

Dar fin a esta historia sin duda fue difícil y llore muchísimo con este epílogo jajaja.

No tengo palabras suficientes para agradecerles lo mucho que apoyaron esta primera historia. Sé que tendrá errores porque era mi primer experimento, experimento del cual aprendí mucho. Sin embargo me gustaría que si tienen alguna sugerencia me la hicieran saber, aún me falta mucho por aprender. 

Hasta la próxima. Les quiero.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro